Alumbrar
basado en materiales de Majón Meir
Los
frutos de Eretz Israel
Rav
Jagai Londin (reimpresión)
En la fecha
de Tu BiShvat (el día 15 del mes de
Shvat) en el correr de las generaciones se formó un ambiente
festivo. El
principal significado de esa fecha - Rosh HaShaná (principio
del año) de
los árboles – es en el plano de la halajá (Rosh
HaShaná 1:1): El 15 de
Shvat no se dice Tajanun (parte del rezo. Shuljan Aruj, Orej
Jaim
131:6), se visten prendas festivas (Likutei Maari”j 3, 115:2) y otras
costumbres, cuando la central es comer frutos (Maguen Avraham 131,
inciso 16).
A primera
vista, el primer encuentro en
Para
descender al plano profundo de ello, antes hay
que analizar el concepto de “comer”: En contraste con otras
necesidades, que a
veces la persona necesita pero siente deseo por ellas - como la
protección del
frío o la necesidad de andar de un lugar al otro – el comer se
caracteriza por
el hecho que es acompañado de una sensación de deseo. Es
decir, la persona
recibe cierta satisfacción espiritual comiendo, lo que nos
enseña que la raíz
del deseo de comer es en el plano espiritual.
Cuando se
desconecta el deseo de la comida de su raíz,
y se lo deja en el plano corporal solamente, surge la deficiencia – “el
vientre
de los malvados estará falto” (Mishlei 13:25). Pero cuando se
come bendiciendo
y con la intención adecuada, “el justo come hasta el saciado de
su alma”
(Mishlei 13:25), y “agrega cercanía al Señor” (HaKuzari
3:11). Hay otras
expresiones del vínculo entre la acción de la comida y el
aspecto espiritual:
En el día del Shabat, cuando justamente por el
ensanchamiento de los
aspectos espirituales también se ensanchan las necesidades
materiales, y
entonces debemos añadir “carne y pescados” (Shabat 118B). Muchas
alegorías
proféticas utilizan conceptos del mundo de las comidas y del
placer espiritual,
como “más dulces que la miel que mana de los panales” (Tehilim
19:11). E
incluso en la comprensión sicológica de hoy en
día, se identifica el vínculo
que existe entre distintos tipos de alimentos y situaciones
anímicas.
Todo eso
nos conduce a la costumbre de comer frutas en
Tu BiShvat: En ese día destella la kdushá
del comido, en el
degustado de las frutas de Eretz Israel (
Si la
costumbre de comer frutos en Tu BiShvat
era válida en todas las generaciones, en la nuestra, la
generación del
renacimiento, mucho más.
“Es una mitzva
degustar con toda la boca del
placer de la dulzura de la kdushá fresca de Eretz
Israel… y
debemos hacer saber a todo el mundo, a los miserables de la oscura galut
(exilio), que el conducto de la vida plena de abundancia de resplandor
y
agradable kdushá de la tierra deseada comenzó a
abrirse, los pimpollos
se ven en la tierra, el momento del canto ha llegado, y el canto del
ruiseñor
se escucha en nuestra tierra” (Orot Israel, 9:9).
¿Guerra
civil?
Rav
Shlomó Aviner
Pregunta: Hay
quienes amenazan con una revolución, una guerra civil o
expresiones similares. ¿Hay
que temer algo así?
Respuesta:
Por
supuesto que no. Todo son palabras vanas. El pueblo que habita en
Tzion, todos
se aman. Son solo amenazas. También el que habla de
revolución, no levantará
una mano para golpear, por supuesto que no alzará un arma. Todos
somos compañeros.
Pero se
deben evitar esas expresiones. Ellas
en sí están prohibidas, son falsas, y pueden causar
daño.
Una vez me
dijo un amigo: ¿Cómo puedo no
odiar personas como esas u otras? ¡Ellos tienen ideas espantosas
que ponen en
peligro al pueblo, a la tierra y al país! ¿Acaso debo
consentir, ser amigo de
ellos y decir “amén” a todo lo que dicen?
No. Se
trata de una confusión. Las diferencias
de opinión son legítimas, y a veces son necesarias.
Tú debes luchar con toda firmeza
contra ideas que son nocivas para la Casa de Israel. Pero esa no es una
razón para
odiar a la persona que expresa esas ideas. Diferencias de
opinión – sí,
distanciamiento de corazón – no.
La idea
odiada, la persona que la piensa
no es odiada. Se debe diferenciar entre el adjetivo y el sustantivo.
Quizás
tú digas: Es difícil hacer esa
diferenciación, yo identifico a la persona con su idea. Y a
pesar de ello, es
imperioso saber diferenciar. No se puede mezclar. La persona con una
idea política
a la que te opones no se transforma por ello en un “animal
político”. Es una
persona. Antes que nada, una persona de Am Israel (el Pueblo de
Israel),
y después tiene cierta idea política. Su personalidad no
se limita a la política,
él vive, respira, trabaja, ama, tiene esposa, es padre de hijos,
les brinda a
otras personas… Su personalidad no se limita al cajón
político.
Esa
diferenciación es obligatoria. Cuando
se la saltea, se forman estereotipos, y se le adhiere al prójimo
una figura
grotesca, una caricatura, que no es cierta en gran medida. Se desvanece
todo el
aspecto humano de su personalidad, y entonces parece estar permitido
odiarlo.
Se debe
hablar amor, hermandad, paz y camaradería.
Somos todos un mismo pueblo. Lo que nos diferencia, es mucho menos de
lo que
nos une. Todos somos un pueblo, y deseamos el bien del pueblo, de la
tierra,
del país – pero tenemos diferencias de opinión en cuanto
a cómo hacer eso. Pero
es la misma meta, sólo los caminos son distintos. Somos una
misma alma, una
misma historia. No son nuestros enemigos, nuestros enemigos son por
ejemplo los
iranios. Y si hay dentro nuestro una ínfima minoría que
hablan por odio, hay
que callarlos. No la sección opuesta, sino que las personas que
comparten su
ideología deben hacerlos callar.
Gracias a
D’s hay en Am Israel
mucho amor. En los últimos tiempos fue publicado que un 40% de
los ciudadanos hacen
trabajos voluntarios para ayudar al prójimo. En toda familia hay
derechistas e
izquierdistas, y son amigos. Y también en el trabajo, y son
amigos. Y también
en el ejército, y gracias a D’s son amigos – porque si en el
ejercito no son
amigos, pobre de nosotros lo que puede llegar a ocurrir. Y hay unos
pocos que
se permiten decir expresiones de odio. Esta prohibido, pero en el fondo
del
corazón no odian, todo son estratagemas políticas. A fin
de cuentas, somos un
pueblo que ama. Si ustedes quieren saber qué es un pueblo que no
ama, miren lo
que pasa en Siria – allí no hay amor. Gracias a D’s, dentro
nuestro un 99.9%
siente amor, hermandad, paz y camaradería. Añadiremos paz.
Meorot
HaShabat
El cometido
de esta sección es familiarizar a los lectores con las pautas
básicas
del Shabat. Cada uno debe aconsejarse con la autoridad rabínica
en su comunidad
en cuanto a los detalles de las numerosas y a veces complejas halajot
del Shabat,
y no limitarse a lo escrito en esta sección.
Medicina
en Shabat
Una herida
infectada
Una herida
infectada que produce dolor está permitido
en Shabat perforarla para que salga el pus de ella, y de esa
forma
aliviar su dolor[1],
y no
es considerado una trasgresión de la prohibición de
medicina en Shabat[2].
A pesar de
que cuando quita el pus de la herida sale
también sangre, de todas formas no se prohíbe quitar el
pus, porque esa sangre
no se encontraba dentro de la carne, sino que ya había salido
afuera, y es como
si estuviese en un recipiente, y su quitado no es considerado herir en Shabat[3].
Pero se
debe cuidar de no presionar la herida para
quitar la sangre que está aún dentro de la carne. Y
escribieron los poskim
(sabios que determinan la halajá) que es bueno que un
gentil perfore la
herida infectada para quitar el pus[4].
Cuando la
herida infectada no le duele, está prohibido
perforarla en Shabat [5].
Quitado de
una espina
Una espina
que se clavó en su cuerpo y le duele, está
permitido en Shabat quitarla[6],
y está permitido utilizar una aguja o broche para sacarla[7].
Cuando
quita le espina debe cuidarse de no sacar
sangre[8].
Pero si no puede ser quitado sin sacar sangre, e incluso si está
seguro de que
cuando quite la espina saldrá sangre, por ejemplo si la espina
está clavada profundamente,
está permitido quitar la espina en Shabat si le produce
dolor[9].
[1](Shuljan Aruj, Orej Jaim 328, inciso
28) Y véase Biur Halajá (allí, al final de donde
comienza kedei kharjiv pi maka)
que según el Maguen Avraham y el Ta”z tal parece que a pesar de
que se permite
perforar la herida por el dolor que le produce, sólo se
permitió con la mano, y
no con la ayuda de algún utensilio como se hace en días
comunes [y véase más
adelante, y se debe analizar más].
Y en Kaf HaJaim (allí,
inciso 167) escribió que se debe cuidar de perforar con una
aguja y no con las
uñas, porque con las uñas se teme que arranque un poco de
piel, y según algunos
poskim estará prohibido por cortado. Véase allí.
[2](Véase Eglei Tal, Melejet Tojen 38
inciso 31 32 lo que explicó al respecto).
[3](Allí, Mishná Brurá inciso
88).
[4](Allí, Mishná Brurá inciso
88 89. Kaf
HaJaim inciso 168).
[5]A pesar de que no se trasgrede la
prohibición
de herido, como fue aclarado, de todas formas está prohibido
según nuestros
sabios, porque el que perfora una herida para hacerle una abertura es
considerado Make BePatish, y cuando no es esa su intención es
una Melaja
SheEina Tzrija LeGufa y está prohibido según nuestros
sabios. Pero si el pus le
produce dolor, nuestros sabios no lo prohibieron (allí,
Mishná Brurá inciso 90.
Kaf HaJaim inciso 170). Y según la opinión que Melaja
SheEina Tzrija LeGufa
está prohibida según la Torá escrita, debemos
decir que cuando hace la abertura
para quitar el pus no es el término de la Melaja, y no se lo
puede considerar
Make BePatish de ninguna forma, y por ello lo permitieron cuando le
produce
dolor.
[6](Allí, Mishná Brurá inciso
88. Kaf
HaJaim inciso 168).
[7](308 inciso 11). Porque la aguja o
el broche son Kli SheMelajto LeIsur, y está permitido moverlos
para utilizarlos
o utilizar su lugar, y su uso para sacar la espina es permitido
(allí, Mishná
Brurá inciso 46. Kaf HaJaim inciso 94).
[8](328, Mishná Brurá inciso 88. 308,
Kaf HaJaim inciso 96).
[9]Y a pesar de que sacar sangre está
prohibido en Shabat según la Torá escrita por ser herido,
de todas formas en
este caso se considera que deteriora y tampoco necesita la sangre para
nada, el
sacado de sangre está prohibido sólo según
nuestros sabios, y si le produce dolor
no lo prohibieron (328, Mishná Brurá allí. Shaar
HaTziun inciso 63. 308, Biur
Halajá comienza hakotz. Kaf HaJaim allí). Y véase
en Shaar HaTziun (allí) y
Biur Halajá (allí) que en opinión del Maguen
Avraham sólo cuando no hay otra
posibilidad no lo prohibieron nuestros sabios cuando hay dolor, pero si
puede
quitar la espina sin que salga sangre, hay que cuidarse de ello.
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