Alumbrar
basado en materiales de Majón Meir
Haazinu
Rav
David Landau
“Y Moshé habló en los oídos
de toda la congregación de
Israel las palabras de este canto hasta su conclusión” (Dvarim
31:30). Al final
de nuestra Parashá nos despedimos de nuestro Rav
Moshé, que era
equivalente a todo el Pueblo de Israel, que era llamado rey, ya sea
como dicen
nuestros sabios “¿quiénes son los reyes? Los Rabanim
(Rabinos)”, ya sea
como el comandante del ejército. Debemos recordar que hay
criaturas como esas,
almas como esas, que son capaces de hablar con el cielo y la tierra. No
son
almas individuales, sino que almas genéricas, mundiales,
cosmológicas, que lo incluyen
todo. “Oigan, oh cielos… Tierra escucha…” (Dvarim 32:1). El cielo y la
tierra
son el principio del mundo, “en el principio creó el
Señor el cielo y la tierra”
(Bereshit 1:1), y son la existencia del mundo, “como los cielos sobre
la tierra”
(Dvarim 11:21). Son la existencia de la realidad. Cuando nuestro Rav
Moshé les
habla, ellos deben escuchar y ser testigos, como dice Rashi: “Ustedes
sean
testigos… testigos que perduran para siempre”. ¿Cuál es
el papel de ese
testimonio? Dice Rashi: “Oigan, oh cielos – que yo advierto a los
miembros de
Israel”. “Este canto declarará como testigo frente a él”
(Dvarim 31:21), “de
que en él yo les advertí acerca de todos los sucesos que
pueden ocurrirles” (Rashi,
allí). No solo testigos que vienen al jurado y cuentan lo que
vieron, sino que
testigos de advertencia. La advertencia es la base de todo el juicio.
Dijeron nuestros
sabios: “No se castiga sin antes advertir”. Ese testimonio y esa
advertencia
llegan del origen cosmológico, del origen del cielo y la tierra.
Ya en el principio, cuando
se reveló Am
Israel (el Pueblo de Israel) en
la
historia fuimos merecedores de un canto, el Canto del Mar, luego del
rasgado de
las aguas de Iam Suf. Pero el canto que ahora leemos es más
genérico, “Tu
reino es reino de todos los mundos, y Tu dominio es para todas las
generaciones”
(Tehilim 145:13), un canto que incluye todo. Este canto incluye todas
las
generaciones, y de ella podemos aclarar una figura plena para los que
se
acercan a la fe. Ella explica que hay muchos pueblos, pero el alma
central es: “Su
pueblo”. “Este pueblo que Me he creado”. De la misma forma que la
pertenencia a
la humanidad es forzada, así también la pertenencia a Am
Israel es una
realidad Divina absoluta que nos es impuesta.
La revelación de la acción
de D’s plena se va perfeccionando de generación en
generación, hasta que la
humanidad llega a la madurez de la aparición de “Su pueblo”. Esa
expresión que
es tan central que se repite al final del canto y lo sella: “Y
apaciguará a Su tierra,
a Su pueblo” (Dvarim 32:43). Su tierra y Su pueblo son una misma cosa.
El alma genérica
de Israel se revela sólo en base a su expresión
pública en este mundo y en esta
tierra. Por ello fue ordenado nuestro Rav Moshé enseñar
este canto cuando se
está por entrar en la tierra – “ahora, pues, escriban para
ustedes este canto y
enséñalo a los Hijos de Israel, ponlo en sus bocas”
(Dvarim 31:19), y junto con
él Ioshua, como dice el versículo “Moshé vino y
expresó todas las palabras de
este canto en los oídos del pueblo, él y Hoshea Bin Nun”
(Dvarim 32:44).
Ioshua, el discípulo de la ieshiva (centro de
estudio de la Torá) que se convierte en el líder
y el comandante, ordena la posesión cosmológica en la
práctica de Am
Israel en su
tierra (según Sijot HaRav Tzvi Iehudá, Dvarim 508, 522-3,
527-30).
Reinado
- ¿bueno o malo?
Rav
Shlomó Aviner
Pregunta:
Hablando de las discusiones
actuales
en cuanto el reinado de Inglaterra, ¿acaso la mitzva de
nombrado de un
rey es relevante en nuestros días?
Respuesta:
No estoy al tanto de la
discusión en
cuanto al reinado británico. Pero debemos recalcar que el rey de
Inglaterra
actual en realidad no es un rey, con bastos atributos gubernamentales
absolutos.
Es una figura representativa, semejante al presidente en nuestro
país. En
cuanto a nombrar un rey en Am Israel (el Pueblo de Israel), es
una
discusión entre los Tanaim (sabios de la época de
la Mishná), si se
trata de una mitzva o solamente está permitido:
“Rabí Iehudá dice, tres mitzvot
fueron ordenados el Pueblo de Israel cuando entran a la tierra, coronar
un rey,
exterminar la descendencia de Amalek y edificar el Beit
HaMikdash
(El Templo). Rabí Nehurai dice, todo ese tema [del coronado del
rey] fue
escrito porque el pueblo lo pide, como dice el versículo ‘me
impondré un rey’
(Dvarim 17:14)” (Sanhedrin 20B). Rabí Itzjak Abarbanel determina
que sólo está
permitido, y agrega lo que él opina basado en su experiencia en
el reinado de
España: “¿Y para qué necesitamos citar
demostraciones lógicas? ¡La experiencia
es más decisiva! Vean y observen los países que son
dirigidos por reyes, y hoy
en día vemos varios países que son dirigidos por jueces y
gobernadores temporarios,
elegidos por ellos semejantes a reyes, cuya elección es
limitada, y ellos
gobiernan sobre el pueblo en cuanto a las guerras y toda
decisión de su país. ¿Acaso
no sabes, acaso no has escuchado que un gran país que gobernaba
sobre todo el
mundo se comió todos sus frutos…? Y ellos conquistan
países ajenos con
inteligencia, y todo eso indica que el reinado en el pueblo no es
obligatorio”
(Abarbanel, Dvarim 17:14). En contraste, el Ramba”m determinó
que es una mitzva:
“Tres mitzvot fue ordenado el Pueblo de Israel cuando entra en
la
tierra: Coronar un rey, como dice el versículo ‘ciertamente te
impondrás un rey’
(Dvarim 17:15). Y exterminar la descendencia de Amalek, como
dice el versículo
‘borrarás el recuerdo de Amalek’ (Dvarim 25:19). Y
edificar el Beit
HaMikdash, como dice el versículo ‘Su lugar de residencia
deberán inquirir
y allá deberás ir’ (Dvarim 12:5)” (Ramba”m, Hiljot
Melajim 1:1). Le cuestionan
al Ramba”m: Si es una mitzva, ¿por qué dice el
versículo “y digas, me
impondré un rey”? Tendría que decir algo así como
“le dijo D’s a Moshé, pongan
un rey”. El Netzi”v (Rav Naftali Tzvi Iehudá
Berlín) contesta: “Porque
la dirección del país cambia, si será como un
reinado o gobernantes elegidos
por el pueblo. Hay países que no puede soportar un reinado, y
hay países que
sin un rey son como un barco sin capitán. Y eso no puede ser
determinado por
una mitzva, porque en lo que respecta a la dirección del
pueblo puede
llegar a peligro de muerte que aplaza toda mitzva de la Torá,
y
por ello no puede ser una mitzva absoluta de coronado de un
rey” (Haamek
Davar, Dvarim 17:14). Es decir, se debe coronar un rey que la
nación confié en
él. Si la nación no confía en él, no puede
reinar. Por ello, de la misma forma
que no se puede obligar a la persona a casarse si no quiere, tampoco se
puede
obligar a la nación que los gobierne un rey, si ella no
confía en él. Esa mitzva
tiene una condición, y es que el pueblo diga que quiere un rey.
Shaul
entendió que no confían en él, y se volvió
a su casa. Y en general, a Am Israel
le tomó trecientos años hasta que coronaron un rey en el
que confiaban. El rey
autentico del que habla la Torá es un gobernante
absoluto, con amplios
atributos. Se puede llegar a peligro de muerte si el pueblo no
confía en él. Por
ello, en nuestros días, no es relevante.
Pregunta: Hoy en
día la posición más aceptada es que la democracia
es el método menos
dañino. ¿Qué dice la Torá al
respecto? ¿Acaso la democracia será anulada
en el futuro?
Respuesta: En principio,
el mejor régimen es reinado. En la democracia todos se
pelean con todos, es muy difícil para el representante actuar
según sus valores
por los acuerdos y las presiones, y a veces se llega a
paralización política.
Por ello, es preferible una persona que centralice todo, y actúe
sin ser
obstaculizado. Pero para eso, se necesita una persona justa y recta,
como David
y Shlomó, y como el Rey Meshiaj (El Redentor), que
conducirá al pueblo
con rectitud: “Con justicia juzgará a los desvalidos, y
fallará con rectitud
para los humildes de la tierra, y herirá a los habitantes de la
tierra con la
vara de su boca” (Ishaya 11:4). Mientras tanto, de acuerdo con lo que
vemos en
toda la historia mundial, no nos llevamos la impresión que los
reyes gentiles
son rectos y buenos, y lamentablemente también en nuestro caso
hubo situaciones
como esas. En base a ello se formó la opinión universal
moderna que el reinado
es malo, y es preferible la democracia. Pero como hemos dicho, depende
de la
rectitud del rey.
Pregunta: ¿Acaso
todos los problemas que surgen en un gobierno democrático hoy en
día, como la paralización política, elecciones
cada medio año, falta de
confianza en la Suprema Corte de Justicia, son parte de un proceso
Divino que
llegará a derrocar la democracia y establecer un reinado en
Israel?
Respuesta: Por supuesto
que todo lo que ocurre en el mundo es un proceso Divino,
pero no sabemos cuales son los caminos de D’s. El hecho que hay
problemas en la
democracia es algo natural, es su precio. ¡¿Acaso si
habrá un rey ahora, todos
los problemas serán resueltos?! Para coronar un rey primero se
debe estar
dispuestos a aceptar un reinado, de lo contrario la situación
será peor. Por
ello, debemos ser realistas. Es cierto que el Kneset
(Parlamento) no es
un Beit Kneset (Sinagoga), no es ideal, pero eso es lo que
tenemos hoy
en día. Una gran regla: Hay que ser realistas y agradecer por lo
que tenemos.
Gracias a D’s tenemos un gobierno judío, y no mameluco, o
cristiano, u otomano,
o británico, que nos hicieron sufrir mucho e hicieron pogromos.
En estos
momentos eso es lo que tenemos, no es perfecto, pero como es sabido,
nadie es
perfecto. Se necesita paciencia histórica y anhelar la
salvación.
Pregunta: ¿En
resumen?
Respuesta: Estamos
contentos que tenemos un país y un gobierno propios, y le
agradecemos a D’s cada día. Para endulzar los problemas, las
discusiones y
diferencias, se necesita añadir Ahavat Israel (amor por
todo el Pueblo
de Israel). Eso es lo que paulatinamente corregirá la
nación, y en el futuro llevará
a la nación al nivel donde seremos merecedores de coronar un rey.
Dicho sea de paso,
según el Rav Kuk el gobierno actual de Israel tiene atributos
determinados de
reinado, en ciertos temas: “Tal parece, que cuando no hay un rey, de
momento
que los atributos del reinado están relacionados con la
situación general de la
nación, vuelven al pueblo. Y sobre todo tal parece que
también un dirigente que
surge en el pueblo es semejante al rey, en cuanto a ciertos atributos
reinales,
sobre todo en lo que respecta a la dirección general” (Mishpat
Cohen 144).
Continuaremos edificando en nuestro pueblo y en nuestra tierra.
Meorot
HaShabat
El cometido de esta sección es
familiarizar
a los lectores con las pautas básicas del Shabat. Cada
uno debe aconsejarse
con la autoridad rabínica en su comunidad en cuanto a los
detalles de las numerosas
y a veces complejas halajot del Shabat, y no limitarse
a lo escrito
en esta sección.
Medicina en Shabat
Pikuaj Nefesh aplaza el Shabat
De momento que Pikuaj Nefesh
(peligro de muerte) aplaza toda la Torá, así
también aplaza el Shabat[1].
Por lo tanto, una persona
que está enferma de algún padecimiento que pone en
peligro su vida, está permitido
hacer toda acción necesaria para curarla y cuidar su vida,
incluso cuando esa
acción es una trasgresión del Shabat.
Cuando la situación es definida como
Pikuaj Nefesh, no sólo que está permitido hacer
alguna acción que es una
trasgresión del Shabat, sino que incluso es una mitzva
hacer esa
acción para salvar la vida de la persona, y todo el que se
apresura más es
alabado[2].
Está prohibido demorarse en trasgredir
el Shabat por un enfermo que está en peligro, porque las
leyes de la Torá
no son más que misericordias, bondades y paz para el mundo, como
dice el
versículo[3]:
“Sus caminos son caminos
agradables, y todos sus senderos son paz”. Mientras que en cuanto a los
descarriados
que dicen que incluso si hay peligro de muerte está prohibido
trasgredir el Shabat
dice el versículo[4]:
“Les he dejado andar en estatutos que no eran buenos, y en preceptos en
los
cuales no podrían vivir” [5].
No te quedarás quieto ante la
sangre
de tu prójimo
El que se hace el piadoso y teme
trasgredir el Shabat para salvar un enfermo que está en
peligro, y por
ello se dirige a un sabio para preguntarle si acaso está
permitido, es como si
matase. Porque mientras él se dirige a preguntar un sabio el
enfermo puede debilitarse
más y llegar a estar en peligro, y fuimos ordenados en la Torá
santa[6]:
“No te quedarás quieto ante
la sangre de tu prójimo” [7].
El Rav debe enseñar al público que
está permitido trasgredir el Shabat para un enfermo que
está en peligro,
para que, D’s no lo permita, si habrá una situación de
ese tipo, la gente no se
demorará y le preguntarán, sino que enseguida
tratarán al enfermo para hacerlo
sanear[8].
Un enfermo que teme que trasgredan
el Shabat para él, se lo obliga a ello, y se lo trata de
convencer que no
trasgredir el Shabat en una situación de peligro es una
piedad
incorrecta[9].
Y el que evita trasgredir el
Shabat cuando hay peligro, se hace acreedor de castigo, como
dice el
versículo[10]:
“La sangre de las almas de ustedes reclamaré” [11].
[1]Mishná (Ioma 83A), Ramba”m (Hiljot Shabat
2:1):
“El Shabat es aplazado tratándose de peligro de muerte, como el
resto de las
mitzvot”. Y véase más adelante, que también cuando
no se está seguro que haya
peligro se aplaza el Shabat.
[2](Shuljan Aruj, Orej Jaim 328 inciso 2).
[3](Mishlei 3:17).
[4](Iejezkel 20:25).
[5](Ramba”m, Hiljot Shabat 2:3).
[6](Vaikra 19:16).
[7](Allí, Shuljan Aruj y Mishná
Brurá, inciso 6).
[8](Tur, citando al Ierushalmi. Fue citado por
Mishná Brurá allí, Kaf HaJaim inciso 9).
[9](Allí, Mishná Brurá citando
al Radba”z).
[10](Bereshit 9:5).
[11](Ramba”n, Miljamot Hashem, Sanhedrin 74B. Ri”f
allí, 18A).
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