Alumbrar

basado en materiales de Majón Meir

Parashat Ki Tavo     21 de Elul 5782     1376 

Arder tras ella
Rav Ioram Eliahu

Es sabido el maravilloso comentario del Or HaJaim al versículo de nuestra Parashá “y te regocijarás en todo lo bueno que el Eterno, tu D’s, ha concedido a ti” (Dvarim 26:11). “También insinúa diciendo todo lo bueno a la Torá… que si las personas sintiesen la dulzura y el agrado de la Torá se enloquecerían y arderían tras ella, y un mundo lleno de plata y oro les parecería insignificante. Porque la Torá incluye todas las bondades del mundo”.
Bien expresó el Rav Kuk esa sensación escribiendo: “Un relámpago de fulgor brilla en los ojos por la grandeza y la dicha de la Torá. Cuánta potencia y magnificencia, cuanta luz surge cuando se ocupa de alguna forma de ella”. El Rav recalca: Toda ocupación de la Torá, el brillo de la Torá, la dicha que se encuentra en ella, es para todos los que se ocupan de ella, los que la estudian, en todo campo. La lectura misma de los versículos de la Torá o el Tana”j (La Biblia), todo estudio de alguna Mishná o halajá, en todos los niveles de comprensión, hasta los que se ocupan de ella con gran profundidad.
Hay en esa idea una gran enseñanza. Hay quienes piensan que el estudio de la Torá le pertenece a los talmidei jajamim (eruditos del estudio de la Torá), los sabios y genios, que comprenden todas las palabras de ella con profundidad, por dentro y por fuera. Pero no le pertenece a la persona sencilla, ella no sabe profundizar, encontrar contradicciones y llegar a resolverlas, no sabe estudiar Gmará con profundidad. Por ello, dice el Rav que de toda ocupación de la Torá, surge un relámpago singular que genera dicha y potencia para el que la estudia. Y así acostumbraba a decir el Rav Tzvi Iehudá Kuk: “El estudio de la Gmará no es para que seas llamado ‘Rav’, sino que para ser un buen judío”. Agrega el Rav Kuk y dice que “el conocimiento de la Torá que es asimilado en el principio, le sirve en todo momento difícil, hasta que le asegura dicha y placer”.
El estudio de la Torá arma a la persona con fuerzas para toda su vida, para hacerle frente a todo momento difícil, le hace encontrar dentro suya las fuerzas necesarias para hacerle frente a las pruebas y salvarlas. Y podemos analizar en detalle las palabras del Rav, que escribe respecto al “conocimiento de la Torá que es asimilado en el principio”. El estudio al principio de la vida tiene un valor multiplicado en el fortalecimiento de la persona y la adquisición de las fuerzas de vida para toda la edificación y curso de su vida. Y la condición para tener éxito en el estudio es el ardor tras ella, que comprenda que se trata de una Torá de vida, que ella lo guía y lo educa en dirección al plasmado de su papel plenamente.
Y eso es lo que pretende la voz del Shofar (cuerno) hacer despertar dentro nuestro en Rosh HaShaná (El Principio del Año). Como escribe el Sfat Emet “porque lo principal del Shofar es recordar el día de la Entrega de la Torá”, ya que de momento que en ese día se renueva la creación, también se renueva la fuerza de Israel. Y de momento que D’s estipuló con la creación que si los Hijos de Israel recibirán la Torá entonces continuaran existiendo, en ese día se renueva la Entrega de la Torá “y en base a ello es recordado en el Cielo la Entrega de la Torá, y se renueva la elección Divina de los Hijos de Israel” (Sfat Emet. Rosh HaShaná, 5648-49). Es decir, cuando venimos a coronar a D’s sobre el mundo en Rosh HaShaná, recordamos la Entrega de la Torá, para hacerle saber a todos que el principal coronado de D’s en el mundo es a través del estudio de la Torá y el cumplimiento de sus mitzvot, y todos son participes en ese coronado.
Y a nuestros queridos hijos que han comenzado un nuevo año lectivo en las escuelas y en las ieshivot (centros de estudio de la Torá), les enseñaremos a ocuparse de la Torá con entusiasmo y ardor tras ella. En base a la comprensión que ella, y sólo ella le entrega la dicha a la persona en su vida, y serán merecedores de ser parte de los que coronan a D’s en todos sus caminos.

Estimado padre, no te entrometas
Rav Shlomó Aviner

Estimado padre, por favor, no te entrometas en lo que se hace en la escuela. Por favor, no le dé ordenes al maestro, por favor no lo critiques.
Una gran regla del raciocinio y la humildad: No todos entienden de todo tema. No eres un maestro, y no conoces la complejidad de su papel: Enseñanza, educación, disciplina, amor, alentado, y más.
Hay un chiste. Dijo el presidente de Rusia: Soy el presidente del país con más vasto territorio. Dijo el presidente de EE.UU.: Yo soy el presidente del país más rico. Dijo el presidente de Israel: Yo soy el presidente del país que tiene más presidentes. En efecto, en nuestro país todos saben todo. Hay ocho millones de presidentes, ocho millones de Comandantes en Jefe, ocho millones de médicos, ocho millones de psicólogos, ocho millones de maestros y por supuesto ocho millones de Rabanim (Rabinos). Hay un canto del conjunto de la Armada: Cada uno es un general, sólo en Israel…
No es fácil ser maestro. Más y más abandonan ese puesto. Menos y menos se dedican a ese papel. Entonces, por favor, no agregues dificultades. Por el contrario, exprésales aprecio.
Cuando era niño tenía una directora muy estricta, y a pesar de eso todos la amamos. En los encuentros de padres, a veces algún padre decía: “Yo propongo…”. Ella lo cortaba enseguida, y le decía: “¡Tú no propones nada! Si no te gusta, puedes tomar tu niño e irte a otro instituto”.
Debes saber que el que lo paga, es tu hijo. Él escucha en la casa lo que tú dices respecto al maestro, y después se permite a si mismo hablar en forma semejante. Si él desprecia al maestro, ¿cómo aprenderá de él? Es decir, tu comportamiento se venga en tu hijo. Dicho sea de paso, padres que cada uno es un general, también se meten en lo que ocurre después en el ejército con sus hijos.
Por ello, corrígete a ti mismo y solo después corrige a los demás. Se un buen padre, que también es una tarea difícil, y deja el trabajo de los maestros para ellos.
Y si tu piensas que los maestros no son ángeles, tienes razón, mucha razón. Entonces, ve a ser maestro. Y si tu piensas que a veces el niño sufre por el maestro, tienes razón. Es tu oportunidad de enseñarle que este mundo no es un parque de entretenimientos.
Y para finalizar, hay un juego de palabras en base al versículo: “Un hijo descarriado y rebelde, que no escucha la voz de su padre ni la voz de su madre” (Dvarim 21:18). Un hijo descarriado y rebelde (el maestro) no escucha la voz de su padre ni la voz de su madre (del hijo). [En el versículo está escrito “rebelde” utilizando el termino more, que también quiere decir maestro. N. del T.]. 

Meorot HaShabat

El cometido de esta sección es familiarizar a los lectores con las pautas básicas del Shabat. Cada uno debe aconsejarse con la autoridad rabínica en su comunidad en cuanto a los detalles de las numerosas y a veces complejas halajot del Shabat, y no limitarse a lo escrito en esta sección.
Muktze
Tocar algo Muktze

Cuando nuestros sabios decretaron que distintos objetos sean Muktze, se refirieron a la prohibición de moverlos: Prohibieron mover esos objetos. Pero tocar esos objetos de forma que no los mueve en absoluto, está permitido[1].
Por lo tanto, una mesa sobre la que se encuentran velas encendidas, también si la mesa se convirtió en base de algo prohibido y es Muktze [véase anteriormente], de todas formas cuando se sientan a comer alrededor de la mesa, está permitido tocar la mesa y poner sobre ella las manos, a condición que no menee la mesa[2].
También si alguien necesita colocar algo en Shabat sobre un objeto que es Muktze, no necesita cuidarse que sus manos no toquen el Muktze, porque nuestros sabios prohibieron solo moverlo, pero no tocarlo [y cuando el tocado es necesario para el Muktze en sí, los poskim discrepan al respecto, como será aclarado más adelante].
Pero si el tocado del Muktze lo mueve, está prohibido tocarlo. Por ejemplo: Un huevo que fue puesto en Shabat, de momento que es Muktze no se lo puede tocar, porque si se lo toca será movido[3].

Quitado de algo permitido
Cuando un objeto permitido se encuentra sobre un objeto que es Muktze, está permitido quitarlo también si por ello el Muktze se moverá[4]. Así también está permitido colocar un objeto permitido sobre un objeto que es Muktze, a pesar que este último se moverá[5]. Porque de momento que no mueve el Muktze directamente con sus manos, sino que indirectamente, es considerado movido indirecto, que está permitido cuando se lo hace por la necesidad de un objeto permitido[6].


[1](Mordeji, Rabeinu Ierujam, HaRav HaMaguid y Trumat HaDeshen. Fue citado por Beit Iosef, 308 y Ram”a allí, inciso 3, y Shuljan Aruj inciso 42).
[2](Allí, Beit Iosef citando Mordeji). Y también está permitido tocar el apoyo del oficiante, también cuando hay velas encendidas sobre él (allí).
[3](310 inciso 6. Mishná Brurá inciso 22. Kaf HaJaim inciso 31).
[4](308 inciso 3. Ram”a. Mishná Brurá inciso 19. Kaf HaJaim inciso 32. 265, Mishná Brurá inciso 10).
[5](Shuljan Aruj HaRav 308 inciso 14).
[6](Allí).

Es posible leer la publicación de esta semana y las anteriores en www.alumbrar.org. Para recibirla directamente a su casilla de correo electrónico, escríbanos a suscribame@alumbrar.org