Alumbrar
basado en materiales de Majón Meir
Cántico
de
agradecimiento
Rav
Ziv Rave
En el agradecimiento
a D’s hay profundidades muy elevadas. A
pesar de que parece algo sencillo, la interiorización de la
esencia del agradecimiento
transforma toda la vida. Cuando un niño comienza a hablar,
cuando recibe algo
sus padres le enseñan a agradecer. Así aprende a decir
“gracias”, y se
acostumbra. Pero con toda la importancia de la costumbre, hay
también cierto
peligro en ella, porque el agradecimiento puede llegar a situarse en la
persona
como algo rutinario, un modal seco, una reacción
automática. Para agradecer en
serio el corazón debe estar presente, la persona debe estar toda
ella allí,
concentrada y vinculada, viviendo la potencia de la presencia Divina en
su vida.
Un
agradecimiento de lo profundo del corazón exige
contemplación. La contemplación
que antecede las palabras de agradecimiento hace elevarse a la persona,
pasa de
la indiferencia a la sensibilidad, de lo rutinario a la conciencia
interna
penetrante, que aprecia el acompañamiento Divino de cada detalle
en su vida. La
persona que agradece discierne la grandeza de la Providencia Divina
general
sobre toda la existencia, a través del reconocimiento de la
Providencia que
desciende hasta los pequeños detalles de su vida, “Te
agradeceremos y
volveremos a relatar Tus alabanzas, por nuestras vidas que están
a Tu cargo,
por nuestras almas que están a Tu cuidado, por Tus milagros que
están todos los
días con nosotros y por Tus continuas maravillas y favores, de
noche, de mañana
y de tarde. D’s benéfico, cuyas mercedes nunca faltan,
Misericordioso, cuyo don
nunca cesa, Tú siempre has sido nuestra esperanza” (rezo de
Shmona Ezre). No
hay ningún detalle, por más ínfimo que sea, de
todo lo que nos ocurre, que no
provenga de Él, y el agradecimiento expresa la
interiorización de ese concepto,
y genera dentro nuestro el sentimiento de gracias.
El Sacrificio
de Agradecimiento que es mencionado en nuestra Parashá
Emor, encierra
dentro suyo un elevado resplandor futuro. Es ofrecido sin
obligación u orden,
sino que por el libre deseo de agradecerle a D’s. “Y cuando
degüellen un
sacrificio de ofrenda de agradecimiento al Eterno, de vuestra buena
voluntad lo
degollarán. En el mismo día deberá ser comido, no
dejarán sobras de él hasta la
mañana, Yo soy el Eterno” (Vaikra 22:29). Por ello, nuestros
sabios
identificaron en el Sacrificio de Agradecimiento una apreciada
raíz espiritual,
que no desaparecerá también cuando el mundo llegue a su
plenitud, “de vuestra
buena voluntad lo degollarán” (según Iefe Toar,
comentando Vaikra 27:12). Y así
dijeron en el Midrash: “‘Y cuando degüellen un sacrificio
de ofrenda de agradecimiento
al Eterno’, Rabí Pinjas y Rabí Levi y Rabí Iojanan
citando a Rabí Menajem de
Galia dicen, en el futuro todos los sacrificios son anulados, pero el
Sacrificio de Agradecimiento no cesará nunca. Todos los
agradecimientos cesarán,
pero el Sacrificio de Agradecimiento no cesará. Eso es lo que
dice el versículo
‘se oirá la voz de gozo y la voz de alegría, la voz del
novio y la voz de la
novia, la voz de los que dicen, alabad al Señor de los
Ejércitos, porque es
bueno’ (Irmya 33:11), esos son los agradecimientos. ‘Traen sacrificios
en
acción de agradecimiento a la Casa del Eterno’ (Irmya 33:11),
ese es el Sacrificio
de Agradecimiento. Y así dijo el rey David: ‘Sobre mí
están Tus votos, oh D’s,
en sacrificios de gracias Te los pagaré’ (Tehilim 56:13), no
dice agradecimiento,
sino que agradecimientos, el agradecimiento y el Sacrificio de
Agradecimiento”
(Vaikra Rabah 27 12).
Los
sacrificios que cesan en el futuro son los que deben ser ofrecidos por
un
pecado, como Jatat o Asham, e incluso el sacrificio de
Ola,
que purga por los malos pensamientos. Y de momento que en el futuro no
habrá
pecado, quedarán sólo los sacrificios de agradecimiento y
Shlamim, que
serán ofrecidos por toda la abundancia que habrá
(según Maharz”u, allí).
En el
rezo decimos: “Te agradecemos a Ti… porque Te agradecemos”, damos las
gracias
por el mérito de estar vinculados con D’s y agradecerle, y le
agradecemos por
haber abierto los ojos de nuestro raciocinio, porque nos
permitió entender que
debemos agradecerle. El sentimiento sano de agradecimiento endereza las
obras
de las personas, ya que él desea ser fiel a D’s, que le hizo
bondades. Esa es
la base de muchas partes del libro “Jovat HaLebabot”. Aparte de
eso, el
agradecimiento le permite a la persona elevarse a la comprensión
que también
las dificultades y el sufrimiento son parte del programa Divino, y por
ello “todo
es para bien”. Entre los panes que acompañan al Sacrificio de
Agradecimiento hay
panes leudados y panes que son Matza, “que son distintos, los
unos no
son como los otros, para hacernos saber que todas las fuerzas
distintas, todas
ellas son para D’s” (Mahara”l, Tiferet Israel, cap. 30).
El sentimiento
de agradecimiento particular que la persona se eleva a él, los
Portones del
Agradecimiento, lo llevan a un nivel más alto, al Patio del Rey,
cuando “el
alma siente el resplandor general de la abundancia Divina y Su bondad
para con
todas las criaturas, según la elevada conducción plena de
luz de bondad, que en
base a ella llega el cántico ‘entrad en Sus puertas con acciones
de gracias, y
en Sus atrios con alabanza’ (Tehilim 100:4)” (Olat Reaya Alef,
pág. 222).
Puede que
el que agradece se eleve otro nivel más, al punto de vista
elevado en el que se
comprende que el ver el mal es sólo producto de la
observación puntual, que no puede
abarcar todo el panorama. Y así escribe el Rav Kuk: “En el mundo
en general, en
el aspecto práctico y espiritual, el mal no se encuentra sino
que en su valor
particular, pero juntando todo, todo es realmente bueno, no porque el
mal sea
anulado en la mayoría, según los cálculos
delgados, sino que según el valor
propio ideal” (Orot HaKodesh Bet, 4 HaTov HaClali HaAtzmi).
“El
resplandor del Meshiaj (Redentor) basará la certeza del
bien total de
toda la realidad, y el mundo se colmará de resplandor y
alegría, que siempre
emanan de los elevados cielos. Y entonces llegará el
reconocimiento que es
bueno agradecerle a D’s, tanto por el mal como por el bien, y
también en el
plano espiritual según la base espiritual de la
renovación de Lea, que dijo
cuando dio a luz a Iehudá; ‘Esta vez, agradeceré al
Eterno’ (Bereshit 29), ‘y
todos los sacrificios cesan, salvo el Sacrificio de Agradecimiento’,
‘entrad en
Sus puertas con acciones de gracias’” (Orot HaTjia 49).
Postmodernismo
Rav
Shlomó Aviner
Pregunta:
¿Por qué nos
oponemos al post
modernismo? Hay muchas otras concepciones problemáticas…
Respuesta:
Antes que nada, debemos entender
qué
arguye el postmodernismo. Su definición – posterior al
modernismo – ya es brumosa:
Es posterior al modernismo, pero no hay una definición de
qué es, sino lo que
no es - no es modernismo. Es más, hay muchas formas de oponerse
al modernismo.
Entonces,
antes que nada debemos comprender qué es modernismo. Los
historiadores definen
el modernismo como la época posterior a la Edad Media, y
decidieron que comenzó
con la caída de Constantinopla hace unos 500 – 600 años.
Los filósofos
prefieren ver su comienzo con Maquiavelo, Montaigne y Bacon. Pero no
tiene
mucha importancia para nosotros. Y por supuesto, no estamos hablando
del
modernismo en el arte, sino que en el plano de las ideas y la moral.
Se lo puede
definir en tres parámetros: El raciocinio, lo subjetivo y el
desarrollo.
1. El
raciocinio, se encuentra por encima de la fe y la revelación.
2. Lo
subjetivo, la libertad del particular. se encuentra por encima de la
obediencia.
3. El desarrollo,
se encuentra por encima de la tradición, y en general, el futuro
se encuentra
por encima del presente e incluso de lo eterno.
Todo eso,
en contraste con la concepción de la Edad Media y la
concepción del mundo
antiguo.
¿Es
provechoso o no? También y también. La cuestión
es: ¿Qué es preferible? ¿Una fe
distorsionada, o un pensamiento libre de ella, pero con mucho
vacío y negativismo?
Por ello, por supuesto que tenemos lo que criticar al modernismo, pero
también
criticamos a la fe que lo antecedió, y es difícil decidir
qué es peor. Y véase
en el artículo del Rav Kuk al Ramba”m, que la humanidad se
tambalea
alternadamente de un lado al otro, como un péndulo (Maamarei
HaReaya, pág. 113).
Y pasemos
ahora al postmodernismo, que ya no tiene fe en el modernismo, es decir,
en sus
valores. Hemos dicho que el modernismo incluye vacío y
contenido, parte del
vacío es justificable y parte no, parte del contenido es
justificable y parte
no. Como sea, tiene cierto contenido valioso. Pero el postmodernismo ya
no
tiene fe en él:
El
raciocino ya no le interesa, sino que el sentimiento.
Lo subjetivo
es relevante sólo para el particular.
La
continuación histórica no le preocupa sino que la fama,
la celebridad.
No lo universal,
sino que el particular.
No el
futuro, sino que el presente.
No lo
eterno, sino que vivir el momento.
Es eclecticista,
es decir, elige lo que le es cómodo.
Busca el
entretenimiento.
Es
dionisista, es decir, busca el placer.
No tiene
fe en cuentos largos, en la coherencia, es decir es vanguardista.
Le gusta
el collage, es decir, conjugación de trozos, ideas, citas,
guiñados de ojo.
Juega con compromisos que en realidad no piensa cumplir, y eleva las
capacidades
prácticas.
En
resumen, es un vacío total, pero un vacío agradable,
atrayente, interesante,
deleitoso.
No hay valores,
no hay ideales - hay sólo placer. Un vacío ameno. Por
supuesto, no estamos en
contra del placer, el placer es una necesidad legítima para que
la persona se
sienta bien, pero no es el contenido de la vida, la meta de la vida.
Un vacío
ameno conduce, tarde o temprano, a una crisis espantosa, porque el alma
no
puede vivir del vacío, y hay un límite de cuanto se puede
desentender de su
sufrimiento. Pero mientras tanto, se genera un daño terrible.
Fortalezcámonos
y vigoricémonos con la Torá kdoshá
(santa), con la verdad y la justicia,
con la rectitud y la bondad, por nosotros, todo el género
humano, y por nuestro
D’s, el Rey del Mundo.
Meorot
HaShabat
El cometido de esta sección es
familiarizar
a los lectores con las pautas básicas del Shabat. Cada
uno debe aconsejarse
con la autoridad rabínica en su comunidad en cuanto a los
detalles de las numerosas
y a veces complejas halajot del Shabat, y no limitarse
a lo escrito
en esta sección.
Melaben
La Melaja de Melaben
es una de las 39 Melajot tipo que está prohibido hace en
Shabat[1].
En la edificación del Mishkan (Tabernáculo)
utilizaban la lana para tejer las cortinas del Mishkan, las
prendas de
los Cohanim (Sacerdotes) y el Parojet[2].
Luego de haber trasquilado
la lana del ganado, tenían que blanquecerlo – limpiarlo de la
suciedad adherida
a ella. El blanquecido de la lana se hacía lavándola en
agua y otros materiales
que la blanquean[3].
La prohibición de Melaben es
relevante ya se trate de lana, lino u otras fibras que se blanquean[4].
Lavado
Toda Melaja similar a alguna Melaja
que había en el Mishkan, es derivada de ella, y
está prohibido
hacerla según la Torá escrita. Por lo tanto, de
la misma forma que el
blanqueado de la lana prima o fibras de lino está prohibido en Shabat
según
la Torá escrita, también el lavado de alguna
prenda en Shabat
está prohibido según la Torá escrita, ya
que el lavado de una prenda es una
Melaja derivada de Melaben[5].
La prohibición del lavado según la Torá
escrita es relevante ya se trate de un objeto confeccionado con una
tela, o
cuero blando. Y hay quienes opinan que también es relevante
tratándose de objetos
confeccionados de cuero duro. Por lo tanto, la halajá es
diferente si se
trata del lavado de un tela o cuero, como será aclarado
más adelante[6].
Esa prohibición es relevante ya se
trate de telas y cueros blancos – es decir, de color claro – o telas y
cueros
de colores – es decir, oscuros[7].
En cuanto al lavado encontramos
varias acciones que está prohibido hacer en Shabat, como
remojado en
agua, frotado, exprimido, sacudido. Los detalles serán aclarados
más adelante.
[1](Mishná, Shabat 73A. Ramba”m Hiljot
Shabat 9:10).
[2](Rashi, Shabat allí, comienza hagozez
tzemer,
donde explica que las Melajot relacionadas con el trasquilado de la
lana y su
preparación eran necesarias en la edificación del
Mishkan).
[3]Rashi (allí, comienza hamalbeno)
escribió que
se habla del lavado en el río [con agua]. Y Tiferet Israel
(Shabat, 7:2 comentando
las 39 Melajot, inciso 13) escribió que el Libun se hace
frotando o lavando. Y
Kalkalat Shabat (allí) escribió que frotó, o
alisó o hizo alguna otra acción
que lo blanquea, como por ejemplo que dejó el lino al sol
vertiéndole agua, también
eso es considerado Melaben (véase Mishná Brurá 302
39 inciso 1, Biur Halajá
comienza mutar). Y está claro de ello que hay fibras que son
blanqueadas con
agua, y hay las que son blanqueadas calentándolas con el sol o
el fuego.
[4](Ramba”m y Mishná Brurá
allí).
[5](Ramba”m allí, halajá 11.
Mishná Brurá allí, inciso
2).
[6](Allí, Mishná Brurá. Y
véase más adelante, en
cuanto al lavado de cueros).
[7](Shuljan Aruj HaRav allí, inciso 21. Y
véase
Mishná Brurá allí, Kaf HaJaim inciso 66).
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