Alumbrar

basado en materiales de Majón Meir

Parashat Shmini     28 de Nisan 5781     1303 

Mirando atrás
Rav Jagai Londin
(reimpresión)

Acercándonos a Iom HaAtzmaut (Día de la Independencia) es un buen momento para mirar atrás al gran proceso en el que nos encontramos: Luego de la Expulsión de España, al final de la Época Media llega la nación a la pérdida de las esperanzas: “Estos huesos son toda la Casa de Israel, he aquí que dicen; se han secado nuestros huesos, y a perecido nuestra esperanza, fuimos enteramente cortados” (Iejezkel 37:11). Si la “salida al exilio es la tumba, y los gusanos nos rodean”, pero “de todas formas, había grupos y grandes ieshivot (centros de estudio de la Torá)”, entonces la dispersión del último centro espiritual y nacional es como “se pudrió la carne, y los huesos fueron diseminados una y otra vez… se postró hasta el suelo nuestro espíritu, y nosotros anhelamos ahora la resurrección de los muertos” (al final de los agregados a Sifra DeTzniuta).
Justamente desde ese punto tan bajo, comienza a destellar el renacimiento de la nación – “así dice el Eterno, el Señor, he aquí que voy a abrir vuestras sepulturas, y os haré subir de vuestras sepulturas, oh pueblo Mío, y os traeré a la Tierra de Israel” (Iejezkel 37:12). El principio de la reunión de los exilios es con los grandes pensadores: Hace unos 450 años, se revela “la voz que habla de la garganta del piadoso” (Shl”a, Shavuot, cap. 250, inciso 8), en el Beit HaMidrash (centro de estudio de la Torá) de Rabí Iosef Karo, de los expulsados de España en Turquía, que declama en la noche de Shavuot: “Suban a Eretz Israel (la Tierra de Israel), porque no todos los momentos son iguales, y no hay obstáculos para la salvación, con pocos o muchos, y no tengan lástima de vuestras pertenencias, porque toda la abundancia de la tierra elevada comerán… los pimpollos se ven en la tierra, ha llegado el momento del canto y la voz del ruiseñor se escucha en nuestra tierra…”. Por ello, llega a Eretz Israel Rabí Iosef Karo con sus discípulos, y funda un punto de asentamiento de talmidei jajamim (eruditos del estudio de la Torá) en Tzfat. Algunas generaciones más tarde llegan los discípulos del Gr”a (el Gaón de Viena) y los discípulos del Baal Shem Tov, que fundan comunidades y centros de estudio en Ierushalaim, la ciudad de lo santo.
Esa es la primera etapa del regreso de la nación a su tierra: “Los huesos se acercaron, cada hueso a su hueso correspondiente” (Iejezkel 37:7) – los huesos, “que son los talmidei jajamim de Am Israel, que sostienen al cuerpo” (al final de los agregados a Sifra DeTzniuta), vuelven y se reúnen en Eretz Israel. Esos talmidei jajamim se ocuparon de los aspectos espirituales, estudiaron Torá y rezaron, y recibían su sustento de “Kaspei HaJaluka” (fondo de caridad para el sustento de los habitantes de Israel). Todavía no hay un movimiento de vida nacional, pero de todas formas esos son los cimientos.
La reunión de los exilios continúa formando carne y tendones con la publicación de los libros del Rav Kalisher y el Rav Alkalai, que incitan a hacer aliá (inmigración a Eretz Israel), y con el despertar del “Viejo Asentamiento” a salir de entre las murallas y fundar asentamientos como Petaj Tikva y Guei Oni. En paralelo, a raíz de las revueltas en Rusia – se funda el movimiento “Jovevei Tzion” y comienza la “Primera Aliá”.
A raíz del caso Dreyfus en Francia, se funda el movimiento sionista por Hertzl y sus seguidores – judíos asimilados de Europa occidental, decepcionados por el antisemitismo moderno. El movimiento, que goza de gran popularidad, realiza encuentros políticos con intención de conseguir permiso para una autonomía judía en Eretz Israel, y convierte la conciencia del problema judío y la solución sionista en patrimonio del público general.
La “Segunda Aliá”, la conquista de Eretz Israel por los británicos y la Declaración de Balfour, que fue declarada por ellos durante la Primera Guerra Mundial – fortalecen al movimiento sionista y ayudan a la cristalización del “estado en camino”. El agravado del altercado con los árabes de Eretz Israel, y en paralelo más grupos que hacen aliá, fortalecen al asentamiento y generan bases necesarias para la sociedad, la economía y la seguridad.
Esa es la segunda etapa del renacimiento de la nación: “Vi, y he aquí que tendones y carne crecieron sobre ellos, y los cubrió la piel por encima, pero no había en ellos aliento” (Iejezkel 37:8) – edificación del aspecto material, los primeros pasos en la conducción de la vida independiente. Las cosas todavía figuran dentro de movimientos sectoriales, sin marcos nacionales – pero la carne y los tendones son formados. Hay un proceso de crecimiento de la vida nacional.
La moraleja es dolorosa, en cuanto a la incapacidad de la nación de sobrevivir en una realidad de exilio, lo que es aclarado terminantemente con el Holocausto de los judíos de Europa – y eso es un catalizador para la edificación de la Casa Nacional. Todo el pueblo judío sale a luchar para la formación del estado: Los pocos que quedaron de Europa en el marco del escape y “HaApala” (inmigración ilegal), el judaísmo de América se enrola y apoya en el plano político y financiero de la lucha, en el judaísmo de oriente despierta con vigor el sionismo bajo el marco del extremismo del altercado israelí árabe en Eretz Israel, y se desata con todo vigor la pugna de los movimientos clandestinos. Todo eso nos llevó “a ese gran día”, el 5 de Iyar del 5608 – en el que fue declarado el Estado de Israel.
Esa es la tercera etapa: “Me dijo, profetiza al aliento, profetiza, oh hijo del hombre, y di al aliento; así dice el Eterno, el Señor, ven de los cuatro vientos, oh aliento, y sopla sobre estos muertos para que revivan” (Iejezkel 37:9) – el imbuido de la vida en los huesos y la carne, la revelación de la existencia nacional. Como dijo el Rav Tzvi Iehudá Kuk (LeTokef Kdushat Iom Atzmautenu, LeNetivot Israel Alef): “..,hemos llegado, a través de todos nuestros muchos y terribles sacrificios en la tierra y en el exilio, con todos los milagros y maravillas que nos fueron revelados en nuestros sistemas militares y de gobierno, a este momento y el cumplimiento de esta mitzva. Pero el milagro de los milagros, la maravilla de las maravillas, la raíz de todo lo que nos mostró D’s, es este día: La declaración de la resolución que se levantó el Estado de Israel, que ha comenzado nuestra independencia y nuestra soberanía sobre la tierra de nuestros antepasados, nuestro patrimonio y heredad”.

Medicina preventiva
Rav Shlomó Aviner

Por supuesto, la salud del alma es más importante que la salud del cuerpo. Pero también la salud del cuerpo es importante, porque es donde mora el alma. Si el cuerpo decae, el alma se debilita con él.
Por ello, por supuesto que tiene razón nuestro gran Rav, el Ramba”m cuando en su gran libro incluyó también un capítulo entero en cuanto a la medicina preventiva (Hiljot Deot, cap. 4).
Por supuesto, desde el Ramba”m la medicina se desarrolló mucho, gracias a D’s. Hay quienes piensan que las definiciones del Ramba”m en cuanto a la medicina son kodesh (santo), son palabras de D’s. No es así. Son el extracto límpido de la medicina de su tiempo, sobre todo del gran médico Galinus. Así el Ramba”m mismo lo rebela en sus escritos médicos, en sus ocho partes.
El Ramba”m determina cuatro principios generales de la medicina preventiva: Alimento sano, comer lo necesario sin exagerar, garantizar una digestión correcta, y ejercicio físico diario.
Todo eso es cierto hasta nuestros días. Por supuesto, la definición de alimento sano cambió desde ese entonces. Por ello debemos incluir: No fumes, no consumas alcohol, te, café, evita la carne gorda, no comas tortas, escapa del azúcar y de los refrescos dulces. Toma mucha agua, eso siempre es bueno. Come frutas, verduras, nueces y similares. Se puede también agregar la necesidad de aire puro, de luz del sol, de suficiente descanso. Y por supuesto, higiene.
No nos olvidemos, nuestro cuerpo no nos pertenece, le pertenece a D’s. Lo recibimos como préstamo, y debemos cuidarlo bien, como estipulan las leyes de los cuidadores de la Torá.
El Ramba”m escribe que el que come todo lo que le apetece y de esa forma arruina su salud, es como un animal. Por encima de él, el que come alimento sano. Si es sabroso, muy bien. Pero si no, no pasa nada. Pero no es el elevado nivel aún, porque hay algo egoísta en la preocupación de sí mismo. Pero no se puede decir que sea malo, aunque no es lo mejor.
Y hay quien se preocupa por su salud para que pueda rendirle culto a D’s fielmente (Hiljot Deot, cap. 3).
El Ramba”m define la preocupación por la salud del cuerpo como uno de los caminos del culto a D’s (allí, cap. 4). Ese concepto nos es conocido: Y te dirigirás por Sus caminos (allí, cap. 1). También eso es vinculación con D’s, si es para el alma.
Los romanos dijeron: Mente sana en cuerpo sano. Y nosotros, discípulos de nuestro Rav Moshé decimos: Cuerpo sano para un alma sana.

Meorot HaShabat

El cometido de esta sección es familiarizar a los lectores con las pautas básicas del Shabat. Cada uno debe aconsejarse con la autoridad rabínica en su comunidad en cuanto a los detalles de las numerosas y a veces complejas halajot del Shabat, y no limitarse a lo escrito en esta sección.
Cazado
Criaturas que pican

Animales que no son cazados – que no se acostumbra a cazarlos para utilizarlos – la prohibición de cazado es sólo de nuestros sabios, como fue aclarado anteriormente. Por lo tanto, está prohibido según nuestros sabios cazar pulgas, mosquitos o similares[1].
Pero cuando esos animales pican a la persona, o se encuentran sobre su cuerpo y pueden llegar a picarle, está permitido en Shabat atraparlos con la mano y quitarlos, porque de momento que la prohibición de cazado de ellos no es de la Torá escrita sino que de nuestros sabios, cuando pueden producirle dolor nuestros sabios no lo prohibieron, e incluso no prohibieron moverlos por ser muktze[2]. Pero se debe cuidar que no los mate cuando los toma con la mano, por la prohibición de matado[3].
Hay quienes son menos estrictos, y en su opinión también cuando esos animales se encuentran en su prenda por dentro está permitido tomarlos y quitarlos. Y escribieron los poskim que no se debe amonestar a los que son menos estrictos, pero lo correcto es ser más estricto en un principio. Y si puede quitarlos sacudiendo la prenda o similar sin tomarlos con la mano, por supuesto que lo correcto es hacer así y no tomarlos con la mano[4].

Cazado de animales dañinos
Víboras o escorpiones que andan por donde hay personas, incluso si sabemos con certeza que no son venenosos y no pueden matar, de todas formas de momento que su picado produce dolor y sufrimiento, está permitido en Shabat colocar un recipiente sobre ellos para cazarlos[5].
La razón es que según la Torá escrita la prohibición de cazado es sólo cuando se lo hace para utilizar el animal cazado, pero cuando no se pretende utilizar el animal cazado está prohibido sólo según nuestros sabios. Y en este caso, de momento que puede llegar a dañar o producir dolor nuestros sabios no lo prohibieron[6].


[1](Shuljan Aruj, Orej Jaim 317 inciso 9).
[2](Allí, inciso 9. Mishná Brurá inciso 36 37. Kaf HaJaim inciso 73). Porque el que lo toma cuando pica no pretende cazarlo sino que se ocupa de él para que no lo pique, y esa acción no es considerada Melaja en absoluto. E incluso no se lo debe prohibir por Muktze, porque tratándose de algo que produce dolor no lo prohibieron (Shuljan Aruj HaRav inciso 18 19).
[3](Allí, Shuljan Aruj y Mishná Brurá inciso 38). Y matado es una de las Melajot que eran necesarias en la construcción del Mishkan, cuando se debía degollar los animales para utilizar su cuero.
Y a pesar de que el matado de un animal para que no lo pique o muerda es una Melaja que no es necesaria en sí, no lo permitieron por dolor, porque cuando la Melaja es necesaria en sí es una prohibición de la Torá escrita. Lo que no es así cuando se caza esos animales, incluso cuando hace la Melaja por sí no está prohibido según la Torá escrita, sólo por nuestros sabios, y por dolor lo permitieron (allí, Biur Halajá comienza veasur leorgo).

[4](Allí, Mishná Brurá inciso 37). Y véase Shaar HaTziun (inciso 63) que citó opiniones que no se debe ser menos estricto cuando se encuentra sobre su prenda por dentro, sino que cuando se encuentra sobre su cuerpo. Y hay quienes escribieron que a pesar de que cuando se encuentra sobre su cuerpo si no lo pica no se debe ser menos estricto, y por ello lo correcto es ser más estricto en un principio y no se debe amonestar los que son menos estrictos. Y véase Kaf HaJaim (allí, inciso 74) que tal parece que su opinión es como los que lo permiten cuando se encuentra sobre su piel y no lo pica.
[5](317 inciso 7, Mishná Brurá inciso 27). Pero no es correcto introducirlos en algún recipiente como se acostumbra a hacer cuando se caza, para que no sospechen que los cazó para su uso (allí, Shaar HaTziun inciso 39, citando Naar Shalom).
E incluso si no lo persiguen en este momento, sino que teme que lo persigan o persiga otra persona, o quizás no se cuide de ellos y lo piquen, o dañen a otros que no se cuidarán suficiente de ellos (Shuljan Aruj HaRav allí, inciso 17).
Y si la posibilidad que dañen es muy lejana, está prohibido cazarlos (328, Mishná Brurá inciso 143).

[6](317 allí. Kaf HaJaim inciso 55). Y cuando los caza para que no dañen, está permitido [incluso si no está permitido matarlos], de momento que no los necesita para nada, y si supiese que se quedarán en su lugar no los cazaría, y es una Melaja que no es necesaria en sí, que está prohibida sólo según nuestros sabios. Y tratándose de algo que puede dañarlo, no lo prohibieron. E incluso según el Ramba”m que opina que una Melaja que no es necesaria en sí está prohibida según la Torá escrita, reconoce que en nuestro caso el cazado está permitido, porque opina que esa acción no es considerada Melaja en absoluto, sino que es una consecuencia secundaria, porque su intención no es cazar en absoluto, y por el contrario, su intención es alejar al animal de él (allí, Mishná Brurá inciso 27).

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