Alumbrar
basado en materiales de Majón Meir
“Lo
comerán
apresuradamente”
Rav
Elishá Aviner (reimpresión)
Las halajot
de la ofrenda de Pesaj son especiales, y por eso hacen que
los hijos
pregunten: “Y será cuando hubieres llegado a la tierra…
observaréis este culto.
Y será cuando os preguntaren vuestros hijos: ¿Qué
es para vosotros este culto?
Y diréis: Sacrificio de Pesaj es para el Eterno…”
(Shmot 12:25-27).
Explican los comentaristas que los hijos preguntan justamente respecto
al sacrificio
de Pesaj, porque es una ofrenda singular, distinta de todas las
otras
conocidas. Como escribe el Rashba”m: “‘¿Qué es para
vosotros este culto?’ – que
es distinto de todas las otras festividades en varios aspectos”.
¿En qué
es distinto el sacrificio de Pesaj de las demás
ofrendas? Contesta Rabí
Avraham Even Ezra: "La razón por la cual preguntan los hijos, es
que ven
toda la familia unida en un solo grupo, que comen un cordero entero,
cuando
está prohibido romperle ningún hueso, y ningún
extranjero puede comer de él, ni
tampoco alguien que no ha sido circundado – y todo eso no se acostumbra
en otra
festividad”. Hay otras halajot que seguramente harán
preguntar a los
hijos: Está prohibido dejar la carne del cordero hasta la
mañana, y no se puede
cocinarlo o cocerlo.
¿Y por
qué todo eso? Contesta el Ramba”m (More Nebujim 3:46) que hay
una misma razón
para todas esa halajot. Los Hijos de Israel fueron ordenados
comer el
sacrificio de Pesaj la noche en que salieron de Egipto, y por
ello todas
las halajot del sacrificio de Pesaj tienen por cometido
alentar
la celeridad: “Las leyes especiales del sacrificio de Pesaj - y
son que
lo comamos solamente asado, en una sola casa, y no quebremos ninguno de
sus
huesos – todas ellas tienen una misma simple razón. Porque de la
misma forma
que
Pero a
fin de cuentas, ¿para qué todo ese apresuramiento? La
respuesta del Ramba”m nos
sorprende por su sencillez: “La meta del apresuramiento y la celeridad
era para
que ninguna persona se demore y no llegue a salir de Egipto junto con
todos los
demás, quedando sólo cuando pueden llegar a
dañarle”. Es decir: D’s temió que
alguna persona de los Hijos de Israel se demore cocinando, y no salga
junto con
todos los demás Hijos de Israel de Egipto, y se
encontrará él solo dentro de la
enemiga muchedumbre egipcia, y corra peligro. Por ello, D’s
prohibió que se
ocupen demasiado del sacrificio de Pesaj y les permitió
solamente lo
mínimo indispensable para comerlo.
¡Qué
extraño! Cuando todo Am Israel (el Pueblo de
Israel) está saliendo de
Egipto, a la libertad, se está liberando de la dura y larga
esclavitud y está logrando
escaparse de la cárcel egipcia, ¡¿un judío
está tan ensimismado en la
preparación de manjares y comidas hasta tal punto que se
perderá la salida de
Egipto?! ¿Acaso es lógico? ¡¿Acaso puede
ser que una persona este tan
sumamente ocupada en nimiedades hasta tal punto que no se
esforzará por
alcanzar su libertad?! ¡¿Acaso una persona normal
estaría dispuesta a renunciar
a su libertad por un poco de carne?!
Lamentablemente,
¡la respuesta es que sí! Cuando se piensa
sólo en el “ahora”, en el
placer inmediato, en la ganancia a corto plazo, todo eso puede llegar a
esconder los grandes ideales que son el patrimonio del mañana.
El presente, que
vive y palpita, puede hacer olvidar el gran futuro. Según el
Ramba”m el
carácter de todas las mitzvot de la festividad –
Y quizás
preguntemos: ¿Por qué fueron determinadas las halajot
relacionadas con
la urgencia para todas las generaciones? Contesta el Ramba”m: “Fue
fijada esa
situación para todas las generaciones, para recordarnos
cómo sucedieron las
cosas, como dice el versículo ‘y tendréis ese día
por memorial… por ley
perpetua lo celebraréis’ (Shmot 12:14)”. Es decir, debemos
revivir en cada
generación la vivencia de la salida de Egipto. La vivencia es
importante de por
sí misma, y también es importante por la enseñanza
que nos imparte para todas
las generaciones.
A lo
largo de la historia, varias veces Am Israel fracasó
cuando se demoró en
momentos que brilló el resplandor de la gueulá.
Algunos versículos de “Shir
HaShirim” (Cantar de los Cantares) – que acostumbramos a leer en la
festividad de Pesaj – insinúan ese punto, según
el comentario de Rabí
Iehudá HaLevi. En relación con el regreso a Tzion en la
época del segundo Beit
HaMikdash (El Templo) vaticinó el profeta Zjaria: “Canta y
regocíjate, oh
hija de Tzion, pues he aquí que Yo vengo…” (Zjaria 2:14). Pero
sólo unos pocos
de los que fueron deportados a Babilonia escucharon el llamado de Ezra.
Al
respecto, escribe Rabí Iehudá HaLevi: “La mayoría
se quedaron en Babilonia,
consintiendo con el exilio y bajo gobierno ajeno, con tal de no
separarse de
sus casas y sus ocupaciones. Y puede ser que eso fue lo que
insinuó el rey
Shlomó cuando dijo: ‘Es la voz de mi amado, que está
golpeando a la puerta’
(Shir HaShirim 5:2), que está insinuando cuando D’s los
llamó a volver a la
tierra. ‘Heme quitado la túnica, ¿cómo me la he de
volver a vestir?’ (Shir
HaShirim 5:3), insinúa su pereza, que se negaron a escuchar el
llamado y volver
a Eretz Israel (
Hemos
aprendido algo importante: También en momentos de gueulá
pueden los
individuos – o incluso muchas personas – llegar a comportarse con
pereza, y
poner en peligro todo el proceso. También en nuestros
días, con el tercer
regreso a Tzion en nuestra generación, debemos actuar con
celeridad, con
rapidez, para no desaprovechar el momento adecuado. Pronto, en nuestros
días, ¡amen!
¿Un
estado palestino?
Rav
Shlomó Aviner
Pregunta:
¿Es correcto que haya un
estado para
el pueblo palestino, como lo tiene nuestro pueblo?
Respuesta:
No sólo que la respuesta
es no, sino
que no hay lo qué preguntar, porque el pueblo palestino no
existe. Ellos son
árabes como todos los árabes, los árabes tienen 22
países y no hay ninguna
razón moral por la cual ellos deben continuar devorando trozos
de nuestro país,
como lo hicieron hasta ahora en el norte, en el sur, en el este y el
occidente.
El nombre
Palestina deriva del nombre “Plishtim”, y nunca hemos escuchado
que los
árabes sean descendientes de ese pueblo. Fueron los ingleses los
que le
pusieron ese nombre a nuestra tierra en su maldad, queriendo borrar el
vínculo
con nuestra tierra. Dicho sea de paso, los Plishtim
desaparecieron hace
tiempo, y también en aquel entonces ellos no se asentaron
aquí de tiempos antaño,
sino que llegaron de una tierra lejana e invadieron esta tierra, como
lo
atestigua su nombre [plishtim es invasores en hebreo. N. del T.].
Esa es
la regla, esas personas que se apodan palestinos son árabes como
todos los
árabes, y nunca tomamos de ellos un país, que nunca
tuvieron.
Es
cierto que los árabes dominaron nuestra tierra durante cierto
momento en la
historia, como otro eslabón de la cadena de ladrones. Y esta es
la cadena de
ladrones después del Reinado de Israel que existió
durante cientos de años: Los
babilonios, los persas, los griegos, los romanos, los bizantinos, los
árabes,
los cruzados, los mamelucos, los otomanos, los británicos – y
gracias a D’s,
hemos regresado.
Los
árabes la robaron de otros, y les fue robada de ellos.
¿Alguien
me puede explicar cómo es que los ladrones tienen derecho a
nuestra tierra? La
pregunta es válida tratándose de ladrones nuevos, y mucho
más tratándose de ladrones
antiguos, en los que se cumplió “el que roba de un
ladrón…”.
Meorot
HaShabat
El cometido de esta sección es
familiarizar
a los lectores con las pautas básicas del Shabat. Cada
uno debe aconsejarse
con la autoridad rabínica en su comunidad en cuanto a los
detalles de las numerosas
y a veces complejas halajot del Shabat, y no limitarse
a lo escrito
en esta sección.
Cazado
Animales hogareños que se rebelaron
Animales que fueron adiestrados o se
acostumbraron a la casa, y ahora se rebelaron – es decir, a pesar de
que
vuelven a su jaula por la tarde de todas formas durante el día
se escapan de
sus dueños, y no se los puede atrapar con facilidad – en cuanto
a su cazado en Shabat:
Si ellos se pasean ahora por el
campo o por un patio grande, según todas las opiniones nuestros
sabios
prohibieron perseguirlos a un lugar estrecho y cerrar la puerta[1],
porque de momento que se rebelaron
y no es fácil atraparlos el confinado a un lugar estrecho se ve
como un cazado[2].
Pero si se pasean en un patio
pequeño, donde se los puede atrapar de una vez [es decir, en ese
patio se puede
atrapar de una vez esos animales incluso cuando no están
acostumbrados a la casa],
son considerados cazados, y está permitido encerrarlos en un
lugar más
estrecho, y nuestros sabios no lo prohibieron[3].
Cazado de bestias
Tratándose de animales como vacas o
caballos no cabe hablar de cazado, incluso según nuestros
sabios. La razón es
que esos animales por su naturaleza no se escapan de las personas, y
cuando la
persona los intenta atrapar con la mano ellos se quedan en su lugar.
Por lo tanto,
está permitido en Shabat cerrar la puerta del establo
cuando las vacas o
los caballos están en él[4].
A veces una vaca o un caballo se
rebela, y se escapa a un lugar alejado e incluso por la noche no vuelve
a su lugar,
y para atraparlos se necesita valerse de todo tipo de artimañas.
En ese caso son
considerados como los otros animales, que está prohibido
cazarlos según la Torá
escrita[5].
[1](Shuljan Aruj, Orej Jaim 316 inciso 12). Es
decir, también en opinión del Shuljan Aruj que lo
permitió tratándose de
animales domesticados, como fue aclarado anteriormente.
[2](Allí, Mishná Brurá inciso
56).
[3](Allí, Mishná Brurá inciso
55. Kaf HaJaim
inciso 115). Y si es un pájaro que puede volar, no alcanza con
que sea un patio
pequeño, sino que también debe tener techo (allí,
Shaar HaTziun inciso 84).
[4](Allí, inciso 12, Mishná
Brurá inciso 59).
[5](Allí, Ram”a).
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