Alumbrar
basado en materiales de Majón Meir
"Considerarás
el Shabat un
deleite"
Rav
Ioram Eliahu (reimpresión)
Antes de ordenar la construcción del Mishkan
(El Tabernáculo) en nuestra Parashá, D's
dice que
"durante seis días se podrá hacer las labores, pero el
séptimo día será
sagrado para ustedes, un Shabat de reposo completo para el
Eterno"
(Shmot 35:2). Y explica Rashi citando a nuestros sabios que "les
antepuso
la prohibición de realizar las labores en Shabat al
mandamiento de construir
el Mishkan, diciéndoles con ello que el Mishkan
no debe ser
construido en Shabat". De ese mandamiento se puede pensar que
todo
el tema del Shabat no es más que ser un día de
reposo para los cansados
trabajadores, o un día de liberación del duro yugo de la
procuración del
sustento. Y en efecto, esa concepción es muy común en la
mayoría del público,
incluso personas correctas y de buen corazón.
En un análisis más profundo encontramos que
el respeto del Shabat tiene metas más elevadas.
Así escribe el autor del
"Sefer HaJinuj" (Mitzva 32): "De las bases de esta mitzva
es que estemos desocupados de nuestros quehaceres en honor a ese
día, para
enraizar en nuestros corazones la fe en la creación del mundo,
que es un
principio básico que trae con él todos los fundamentos de
la religión"...
"porque cuando todas las personas descansen en un día
determinado de la
semana, y alguien preguntará; ¿por qué se descansa
ese día? Y le contestarán;
porque en seis días hizo D's el cielo y la tierra. Y de esa
forma cada uno
reforzará su fe auténtica". Es más, nosotros
decimos en el rezo y en el Kidush
"los hijos de Israel guardarán el Shabat... Entre
Mí y los Hijos de
Israel será una señal perpetua" (Shmot 31:16-17). "El Shabat
indica el pacto entre D's y Am Israel (el Pueblo de Israel), y
es
equivalente a todas las otras mitzvot de
El Rav Kuk – como acostumbra – agrega otro
nivel al tema del Shabat, y así escribe: "La persona
individual se
desentiende de la vida secular a menudo, en cada Shabat. 'Llega
el Shabat,
llega el descanso' – y el espíritu comienza a liberarse de las
duras amarras...
y aspira marchar por elevados senderos y alcanzar sus anhelos
espirituales,
según su naturaleza de origen" (Prólogo a Shabat
HaAretz). Podemos
entender de lo que dice el Rav Kuk que "el Shabat posibilita el
florecimiento
de las fuerzas ocultas en la nación que fueron reprimidas
durante los días
seculares, y no se desarrollaron por la tensión continua de la
vida práctica. El
descanso pleno tiene su expresión sólo si es
acompañado de la búsqueda de una
vida de kdushá (santidad), de vinculación con D's
y cumplimiento de Sus mitzvot.
De forma que la esencia original y el contenido principal del Shabat, es la aspiración de
acercarse a D's. Ese descanso es para darnos una
tregua, para poder desentendernos de la vida superficial, y
posibilitarnos
vincularnos con D's, como lo exige nuestro espíritu desde lo
profundo" (Shirat Uma LeArtza).
Para
llegar a ello, la persona debe prepararse a sí misma para el
encuentro con el Shabat, e incluso el que estudia Torá
fue ordenado "estudiar un poco menos en vísperas de Shabat,
para
preparar lo que necesita en Shabat" (Shuljan Aruj, Orej Jaim,
251:2, acotación).
Y lo explicó maravillosamente el Rav David
Jai HaCohen en su libro "Ma Iedidut Menujatej" (un libro que
acompaña a la persona, en el plano de la halajá y
la fe, desde el
principio del Shabat hasta su término): "Los
preparativos en
vísperas de Shabat – que tienen por objetivo elevar a
toda persona de Am
Israel a su kdushá (santidad) – deben hacerse por
todos y cada uno.
Nuestros sabios nos cuentan de los más grandes Amuraim
(sabios de la
época de
Pero también en Shabat la persona
debe esforzarse por alcanzar su kdushá, y así fue
determinado en la halajá
(Shuljan Aruj, Orej Jaim 290:62): "Después de la comida, se fija
un
estudio de los profetas y de las Agadot". Y en la
acotación allí:
"Las personas simples que durante la semana no estudian todo el
día Torá,
deben estudiar más en Shabat". Sólo a
través de ese estudio y el
buen provecho de las horas del Shabat la persona será
merecedora de asimilar
el resplandor singular de Shabat.
Por ello, la persona debe "recordar la
kdushá del Shabat de muchas formas,
recordará el nivel del Shabat
y su actitud en él, quién es el que lo llama a vincularse
con el Shabat
y con Él, y para qué es llamado. Recordará que el Shabat
es el principio
y la base de todas las alegrías, y dirá con reverencia
'cántico para el día de Shabat.
Es bueno alabar al Eterno y cantar alabanzas a Tu elevado nombre...'
(Tehilim
92:1-2). Todo el sentido de ese Salmo es el contenido del Shabat:
'Porque Tú, Eterno, me has alegrado con Tu labor... el ignorante
no sabe, y el
tonto no comprende', pero cada persona, desde los más chicos
hasta los más
grandes, si no son personas ligeras, debe saber y comprender qué
es el Shabat,
qué es un mundo de Shabat, y qué es una persona
de Shabat"
(Min HaBeer, Bereshit). Y cuando salga del Shabat debe
examinarse a sí
mismo: ¿Hasta qué punto logró esa elevación
y vinculación que el Shabat
llega para entregarle? Y lo sabrá fijándose si se lamenta
cuando termina el Shabat.
Y si se da cuenta que no se lamenta tanto, y se alegra de volver
enseguida con
la salida del Shabat al trajín de la vida, es
señal que no logró
asimilar la potencia y la esencia del Shabat. Y esperará
con anhelo la
llegada del próximo Shabat, para corregir y elevarse a
D's y disfrutar
del deleite que trae consigo el Shabat. Y así le
será prometido que
"si dejarás de rechazar el Shabat... si no haces tus
propios
designios ese día, ni ejerces tu negocio o hablas de
él... entonces te
deleitarás en el Eterno, y Te haré cabalgar sobre los
lugares elevados de la
tierra, Te alimentaré con la herencia de Iaacov, tu padre,
porque la boca del
Eterno así lo ha dicho" (Ishaya 58:13-14).
Reverencia
en la Casa de D’s
Rav
Shlomó Aviner
Gracias
a D’s volvemos lentamente a los Batei Kneset (Sinagogas).
¡Estamos tan
alegres! Cumplimos con sacrificio rezos en público a la
intemperie, pero por
supuesto, no es lo mismo.
Está
escrito en la Torá: “Y Me harán un Mishkan
(Tabernáculo) y moraré
dentro de ustedes”. El Mikdash es el corazón de nuestra
vida, en él mora
la Shjina (manifestación de la
Presencia Divina) en
toda la tierra, sobre toda la nación, sobre cada uno de Am
Israel (el
Pueblo de Israel). Pero no sólo amamos el Beit HaMikdash
(El Templo).
Antes que nada, lo reverenciamos, lo que es llamado temor del Mikdash.
Lamentablemente, no tenemos
ahora Beit Mikdash, pero tenemos un pequeño Mikdash
– el Beit Kneset.
También él es el corazón de nuestra vida. En el
libro “HaKuzari” escribe
Rabí Iehudá HaLevi que el rezo es el corazón del
tiempo. Y también el estudio
de la Torá en el Beit Kneset es el
corazón del tiempo. Y también
en ese lugar se cumple la mitzva del temor del Mikdash,
como fue
determinado en la Gmará, en el Ramba”m y en el Shuljan
Aruj. Y
lamentablemente, no somos cuidadosos con ello, no todo lo necesario.
Por ejemplo, parloteamos en el Beit
Kneset, lo que está prohibido según todas las
opiniones. No hablamos en
cuanto a que molesta a los demás que rezan, y la persona siempre
debe recordar
que no está sola en el mundo. Es una trasgresión severa
para con el prójimo.
Estamos hablando de el menoscabo del temor por el Beit Kneset.
La profesora Nejama Leibovitch
acostumbraba a comparar ese tema con un concierto. ¡¿Acaso
en un concierto parlotearías
con tu compañero?! ¡¿Acaso en un concierto
entrarías ruidosamente tarde?! ¡¿Acaso
en un concierto saldrías antes de haber terminado?!
¡¿Acaso en un concierto
darías la espalda a la orquesta, y mirarías al
público a ver si hay algo
interesante?! ¡¿Acaso en un concierto llamarías por
teléfono, o dejarías el
timbre del teléfono prendido?!
Quizás nuestro Beit Kneset
se ofendió, y por eso estuvo a un lado tanto tiempo.
Debemos arrepentirnos. Si una
persona desea conversar con su compañero algo importante y
urgente – afuera. Si
una persona desea contar un chiste importante y urgente – por favor,
afuera. Si
una persona desea lanzarle acotaciones de todo tipo al oficiante –
después del
rezo, afuera.
En la Casa de D’s andaremos con
respeto, con santo temor.
Meorot
HaShabat
El cometido de esta sección es
familiarizar
a los lectores con las pautas básicas del Shabat. Cada
uno debe aconsejarse
con la autoridad rabínica en su comunidad en cuanto a los
detalles de las numerosas
y a veces complejas halajot del Shabat, y no limitarse
a lo escrito
en esta sección.
Cazado
Cazado de pescados
El que quita un pescado de una piscina
o rio, introduciendo algún recipiente en el agua y quitando el
pescado junto
con el agua, comete una trasgresión de cazado según la Torá
escrita. Y a
pesar de que también ahora el pescado todavía se
encuentra dentro del agua –
que es donde vive – de todas formas de momento que dentro del
recipiente el
pescado puede ser atrapado con facilidad de una vez, es considerada una
acción de
cazado[1].
Aislado de pescados
Los que crían pescados en la casa
dentro de un acuario, a veces necesitan aislar algún pez del
resto, por ejemplo
cuando se teme que un pescado pequeño sea comido por los
pescados más grandes.
La acción del aislado se hace corriendo al pescado dentro de una
pequeña jaula
que se encuentra en el agua del acuario.
En Shabat está prohibido
según la Torá escrita aislar el pescado dentro de
una jaula pequeña,
porque esa acción es considerada cazado como fue aclarado
anteriormente, porque
en el espacio del acuario es difícil tomar un pescado de una
vez, mientras que
en la pequeña jaula se lo puede atrapar con facilidad de una vez[2].
Liberado de un pescado
En la Melaja del cazado fue
prohibida la coartación de la libertad de un animal, pero su
liberación de donde
está atrapado está permitida en Shabat[3].
Por lo tanto, está permitido en Shabat
abrir la puerta de una pequeña jaula, y liberar los pescados
pequeños para que
puedan pasearse por todo el acuario, a condición de que no los
mueva con la
mano[4]
[así también se debe tener
cuidado que esa acción no traiga aparejada alguna otra
prohibición de Shabat,
como el mover accesorios del acuario que son muktze o similar].
[1](Shuljan Aruj, Orej Jaim 316 inciso 1. Mishná Brurá inciso 4 y 33. Kaf
HaJaim inciso
10). Y si quitó el pescado del agua, y murió, se hace
acreedor por haber
quitado la vida. Y no justamente muerto, sino que si todavía
está aleteando, si
tiene entre sus aletas como una moneda llamada sela seca, es
considerado que quito
vida, también si después lo devolvió al agua,
porque de esa forma no podrá recuperarse
y vivir (allí, Mishná Brurá inciso 33. Kaf HaJaim
inciso 68).
[2](Véase Mishná Brurá
allí, inciso 4 en cuanto a
un pájaro, y es lo mismo tratándose de un pescado).
[3](Maguen Avraham citando a Maguid Mishne. Fue
citado por Mishná Brurá allí, inciso 25. Kaf
HaJaim inciso 48).
[4](Allí).
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