Alumbrar

basado en materiales de Majón Meir

Parashat Ekev     18 de Av 5780     1270 

"Cuando hayas edificado para ti casas buenas"
Rav Iaacov Filver
(reimpresión)

En nuestra Parashá la Torá no solo nos describe las virtudes materiales de Eretz Israel (la Tierra de Israel) - "tierra de arroyos de aguas, de fuentes y hondos manantiales que salen por los valles y por las montañas… una tierra cuyas piedras son hierro, y de cuyas montañas podrás extraer el cobre" (Dvarim 8:7-9) - sino que también las virtudes espirituales: "Una tierra de la cual el Eterno, tu D's, tiene especial cuidado, los ojos del Eterno, tu D's, están siempre sobre ella, desde el principio hasta el final del año" (Dvarim 11:12). Pero la entrada a la tierra encierra peligros, de los que la Torá nos previene: "Cuídate, no sea que te olvides del Eterno, tu D's, y así dejes de observar Sus mandamientos y Sus leyes y Sus estatutos que yo te ordeno hoy. No suceda nunca, cuando hayas comido y te hayas saciado, cuando hayas edificado para ti casas buenas y habitado en ellas, y cuando tus vacas y tu ganado menor se hayan multiplicado, y tu plata y tu oro abunden, y todo lo que tuvieres se aumente - que entonces se ensalce tu corazón y te olvides del Eterno, tu D's" (Dvarim 8:11-14). A primera vista, ¿qué peligro encierra la construcción de "buenas casas"? ¡Por el contrario, es una alabanza decir que alguien proviene de una "buena casa" o familia! ¿Por qué una buena casa puede originar el debilitamiento de la fe?
La Torá nos enseña una regla importante: Una "buena casa" de por sí, no es una garantía del futuro espiritual de la persona. Ya hemos visto asentamientos en los que los habitantes fueron seleccionados escrupulosamente por la "Comisión de Admisión", y todo eso no logró evitar casos de abandono de la religión y vuelta de espaldas al camino de los padres, por parte de la nueva generación. A veces, justamente una buena casa y un buen entorno son motivo de la jactancia de los padres que se ven a sí mismos exentos de la responsabilidad de supervisar la educación de sus hijos, ya que confían en la sociedad lugareña y el buen entorno en el que ellos viven. Me dijo una vez un judío inteligente que el fracaso en el plano de la educación del asentamiento toraní (de acuerdo a la Torá) en el que vive es "porque nosotros pensamos que todo lo que está dentro del cerco del asentamiento se encuentra seguro y protegido". Y por ello la Torá y nos previene: También si has construido una casa buena en un buen entorno, tú debes prestar atención al diseño de la casa - su contenido y valores - debes prestar atención continuamente a la situación de los hijos, debes fijarte cuál es su desarrollo, acompañarlos en sus incertidumbres y sus angustias, estar al tanto de su situación sicológica y espiritual, y por sobre todo les debes ser un ejemplo, entregarles amor y atención. Y si en vez de eso los padres persiguen placeres materiales ("cuando hayas comido y te hayas saciado"), están ocupados todo el día en la multiplicación de sus bienes ("cuando tus vacas y tu ganado menor se hayan multiplicado") y el aumento de sus riquezas ("tu plata y tu oro abunden") - si esa es la cultura de la casa, entonces también si se trata de "buenas casas" sus habitantes pueden llegar a olvidarse de D's.
Y también hay otra carencia en el afán de construir "buenas casas", como es dicho en el Talmud Ierushalmi (Pea, al final), donde cuentan que un grupo de sabios pasearon al lado de un Beit Kneset (Sinagoga) en Lud, y uno de ellos se vanaglorió diciendo: "Cuánto dinero invirtieron mis antepasados aquí, hasta que lograron edificar este Beit Kneset tan gloriosamente". Le dijeron: "¡Cuántas personas han perdido aquí tus antepasados! ¡¿Acaso no había estudiosos de la Torá que necesitaban de ese dinero?!". Cuando la sociedad se ocupa de la edificación del plano superficial, cuando invierte su dinero y sus medios en la construcción de suntuosos edificios dejando de atender lo principal - el desarrollo del aspecto espiritual y elevación de los valores morales - también ella puede llegar a descarriarse y descender. 

Ejército y recato
Rav Shlomó Aviner
(preguntas de alumnos de la Mejina)

Pregunta: El ejército es una sociedad mixta y secular, lo que debilita desde el punto de vista espiritual, e incluso extravía religiosos. ¿Quizás es preferible no enrolarse?
Respuesta: Por supuesto que se debe enrolar. Es peligro de vida del pueblo y de la tierra. Por ello nos enrolamos, incluso si hay peligros. Es una gran mitzva, y “el que guarda la mitzva no experimentará algo malo” (Kohelet 8:5). Ya en la Torá encontramos que puede que en la guerra haya una cautiva hermosa, y se debe vencer el Ietzer HaRra (mal instinto). El que se hecha a perder en el ejército, también se echaría a perder en la universidad o en el trabajo. Y el que teme, será bueno que se enrole en una unidad jaredit (ultra ortodoxa) donde no hay muchachas.
Pregunta: Si yo me encuentro en una unidad donde todos son muchachos, pero traen una entrenadora que nos muestra los ejercicios, ¿participar de ello?
Respuesta: Pedirle al comandante o el Rav del ejército no participar. Si no hay más remedio, estar atrás y no mirar.
Pregunta: ¿Acaso prestar servicio en el ejército en un marco donde hay alguna muchacha, como entrenadora de gimnasia, es problemático?
Respuesta: En general, no se debe participar de algo que tiene detrimentos. Pero si es algo bueno, como Tzaha”l (el Ejército de Defensa de Israel), y luego le fue agregado algo negativo, no es obligación abandonarlo. Pero, por supuesto, tú en forma personal tienes prohibido cometer ninguna trasgresión. “Le preguntó Proklus hijo de Plosefus a Raban Gamliel de Ako, que se bañaba en la bañera pública de Afrodita; está escrito en vuestra Torá ‘ten cuidado de que no se adhiera a tu mano nada de lo prohibido’ (Dvarim 13:18). ¿Por qué te bañas en la bañera de Afrodita? Le contestó: No se contesta en la bañera. Cuando salieron, le dijo: Yo no vine a ella, sino que ella vino a mí” (Avoda Zara 3:4). Es decir, la bañera la antecedió, y estaba destinada para el uso de todos, y después fue colocado allí ese ídolo.
Pregunta: ¿Por qué alientan a los religiosos a enrolarse en unidades de combate, y se lo impiden a las muchachas, de forma que ellas tienen que esforzarse poco y los muchachos deben esforzarse mucho?
Respuesta: Las muchachas no deben enrolarse en ningún marco del ejército, pero enrolarse en unidades de combate es mucho peor.
Pregunta: ¿Por qué les permiten a las muchachas dirigirse a los marcos voluntarios civiles? También en esos marcos hay falta de recato.
Respuesta: No lo permiten. Sólo en lugares determinados, en forma puntual, cuando un Rav confirma que no hay problemas. Es lógico, mucho más del cuidado que se debe tener cuando no se come algo sin antes averiguar si tiene autorización de kashrut de algún Rav. En su momento, la Rabanut HaRashit LeIsrael (Supremo Rabinato de Israel) formó una asamblea de Rabanim (Rabinos) y educadores para formular parámetros claros de marcos voluntarios de acuerdo a la halajá.
Pregunta: ¿Cuáles son las pautas de recato que un muchacho debe cuidar en el ejército?
Respuesta: Como en todo marco civil. Véase Kitzur Shuljan Aruj 152:8.
Pregunta: ¿Por qué no le decimos a los muchachos en el ejército que sean fuertes, y aceptamos el enrolamiento de muchachas? Se necesita muchachas en puestos determinados, como vigías, por ejemplo.
Respuesta:
1. El recato de la mujer es algo importante de por sí, no sólo para evitar trasgresiones de los muchachos. Véase Netiv HaTzniut del Mahara”l.
2. En vez de enrolar muchachas esos puestos pueden ser ocupados por jaredim, que llegarán si no se trata de un marco mixto, o muchachos con algún impedimento físico.
3. Si no hay más remedio, esos puestos deben ser ocupados por muchachas civiles que trabajen para el ejército, que es más fácil evitar problemas.

Pregunta: ¿Si los muchachos se deben enrolar en el ejército porque es peligro de vida, por qué no es válido tratándose de las muchachas?
Respuesta: El ejército puede cumplir todas sus funciones sin muchachas, e incluso mejor. En el ejército del rey David o de los Jashmonaim no había mujeres.
Pregunta:  En forma teórica, si existiese alguna unidad donde sólo habría muchachas, y así también todos los rangos de mando, ¿acaso estaría permitido que las muchachas se enrolen?
Respuesta: Si, si estuviese claro que no habrá varones y que las muchachas no serán traspasadas a otras unidades. Una vez, al lado de la Escuela de Paracaidismo, entré a un almacén donde plegaban los paracaídas. Había sólo muchachas trabajando con gran esmero y sacrificio, pero junto con ellas había un sargento asqueroso.
Pregunta: ¿Hay Rabanim que prohibieron marcos voluntarios civiles para muchachas, cómo es que les permitieron ir a trabajar en lugares mixtos?
Respuesta: No permitieron trabajar en cualquier lugar, sólo donde está de acuerdo con la halajá.
Pregunta: ¿Todo encuentro entre un muchacho y una muchacha es una prueba, quizás lleguen a pecar? ¿No puede haber un encuentro puramente práctico? No somos animales, tenemos libre albedrío…
Respuesta: Un encuentro con una meta clara práctica está permitido, como por ejemplo una mujer que no tiene esposo que se encuentra con el maestro de su hijo o similar. Pero también en esa situación se debe recordar que la persona está compuesta del Ietzer HaRrá y del Ietzer HaTov (buen instinto).
Pregunta: ¿Cómo se elije un trabajo que está de acuerdo con la halajá?
Respuesta: Todo debe ser recto. Sin Lashón HaRra. Sin ofensas. Con recato. Sin engaños.
Pregunta: ¿Dónde se puede encontrar un lugar así? ¡No existe!
Respuesta: Gracias a D’s, hay muchos lugares. Y si no encontró, y no tiene lo qué comer, debe elegir lo menos peor y cuidarse de no pecar.
Pregunta: ¿Cómo puede encontrase un muchacho con una muchacha para buscar pareja, y no mirarla?
Respuesta: Debe mirarla para cerciorarse que ella le cae en gracia – pero no mirarla para disfrutar de su belleza (Ramba”m, Hiljot Isurei Bia 21:3).
Pregunta: ¿En resumen?
Respuesta: Estudiar mucho el libro “Mesilat Iesharim”.

Meorot HaShabat

El cometido de esta sección es familiarizar a los lectores con las pautas básicas del Shabat. Cada uno debe aconsejarse con la autoridad rabínica en su comunidad en cuanto a los detalles de las numerosas y a veces complejas halajot del Shabat, y no limitarse a lo escrito en esta sección.
Melaben
Secado de utensilios

Luego de haberlos lavado en Shabat, está permitido secar los utensilios húmedos con un repasador o algo similar que no se acostumbra a fijar que no quede empapado[1].
También cuando hay muchos utensilios para secar, está permitido secarlos con un repasador o similar. Y no se debe temer que después de haber secado parte de los utensilios el repasador este empapado y llegue a exprimirlo para continuar secando el resto de los utensilios, porque también si un lado del repasador está empapado, todavía se puede secar el resto de los utensilios con otro lado del repasador que aún no está húmedo[2].
Pero como fue aclarado, de todas formas no se debe utilizar para secar los utensilios alguna prenda que acostumbra a fijarse que no quede húmeda, porque de momento que así es se teme que llegue a escurrir el agua absorbida en ella[3].

Utensilios con boca estrecha
Vasos u otros utensilios cuya boca es estrecha, está prohibido secarlos incluso con un repasador. Porque a pesar de que no se teme que llegue a escurrir el repasador, de todas formas de momento que su boca es estrecha, cuando lo seca no es posible que el repasador no sea exprimido del agua que está absorbido en él[4].


[1](Shuljan Aruj, Orej Jaim 302, inciso 12. Mishná Brurá inciso 59. Biur Halajá, comienza mishum).
[2](Allí, Mishná Brurá).
Y véase Shaar HaTziun (inciso 73) que escribió que a primera vista lo que escribió el Radba”z que lo que permitieron secar con un repasador no se refiere a un repasador pequeño, porque se debe temer que llegue a escurrirlo entre el secado de los utensilios, para que pueda secar con él otros utensilios.

[3](Allí, Mishná Brurá).
[4](Allí, Shuljan Aruj y Mishná Brurá. Kaf HaJaim inciso 92).
Si no hay más remedio, no se debe amonestar al que es menos estricto y seca [con una prenda que no acostumbra a fijar que no esté húmeda] incluso vasos cuya boca es estrecha, y volcará antes de secarlo toda el agua que hay en él (allí, Biur Halajá, al final).
También cuando el utensilio está mojado de otros líquidos que no son agua, si se trata de un utensilio estrecho está prohibido secarlo, porque de momento que se teme que llegue a exprimir, a pesar de que no se teme tratándose de otros líquidos que llegue a exprimir, en este caso que el escurrido es seguro, está prohibido (allí, Mishná Brurá al final del inciso 58).

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