Alumbrar

basado en materiales de Majón Meir

Parashat Dvarim     4 de Av 5780     Shabat Jazon     1268 

Con amor
En la actualidad

El Rav Kuk zt”l con su mirada genérica y penetrante de todas las generaciones, desde el principio hasta el final, nos enseña que la destrucción del primer y segundo Beit HaMikdash (El Templo) fue consecuencia de la tendencia material excesiva. El materialismo exacerbado generó la perversión de las virtudes y la corrupción moral. Y la consecuencia – culto a otros dioses, relaciones prohibidas y asesinato, que caracterizaron los fines de la época del primer Beit HaMikdash, y el odio gratuito que nos llevó a la destrucción del segundo Beit HaMikdash y dos mil años de galut (exilio).
La galut fue el corregimiento de ese materialismo, y fue como un programa de educación largo donde Am Israel (el Pueblo de Israel) se ocupó sólo del espíritu. La situación saludable y natural de una nación exige un equilibrio entre el espíritu y lo material, como una unión del cielo y la tierra, como la escalera de Iaacov cuyos pies se encontraban sobre la tierra, y su cabeza llegaba al cielo. De la misma forma que lo terrenal sólo no es bueno, tampoco la espiritualidad sola no es buena, y en nuestra generación, la generación del renacimiento nacional, Am Israel retorna a su situación equilibrada, paulatinamente. En primer lugar se edifica el país, y por ello todavía nos ocupamos del aspecto material en gran manera, pero la tendencia materialista es sólo pasajera, y no está lejos el día en que la nación volverá también a la espiritualidad, a las raíces y los valores que se plasmaran en grandeza en el Estado de Israel, como el alma que da vida al cuerpo (véase Orot 159).

En la actualidad, nuestra generación prepara el terreno para la edificación del tercer Beit HaMikdash, que será construido pronto, en nuestros días. Somos merecedores de ver con nuestros ojos el movimiento de edificación, desarrollo y creación en nuestro país, a un ritmo sin par en el mundo. Justamente por el gran esfuerzo que se invierte en el mundo de la edificación y el materialismo, en nuestra generación a primera vista hay un descenso moral y espiritual. Pero todo eso es por poco tiempo. Y ya ahora somos testigos del despertar y la búsqueda de contenido, sentido y valores, y como hemos dicho no es por azar.
La meta a la que aspiramos, en forma consciente e inconsciente, es el descubrimiento del amor gratuito, que es todo lo contrario del odio gratuito que generó la destrucción y la galut. Amor gratuito quiere decir yo amo a las criaturas, sin ninguna condición o cálculo de conveniencia, yo amo porque el amor por las criaturas y el prójimo es la esencia de la vida. Sin amor, no hay vida (véase Orot 69). Y de la misma forma que D’s ama a Su pueblo Israel siempre, en todo lugar y en todo momento, como un buen y amante padre, que ama a sus hijos en toda situación, también cuando ellos se alejan de él, así también nosotros debemos amar a nuestro prójimo. Debemos marchar por los caminos de D’s y Sus virtudes. Y en base a ello seremos merecedores de la edificación del tercer Beit HaMikdash, y veremos con nuestros propios ojos la plasmación del rezo “y trae el salvador a los hijos de sus hijos por Su nombre, con amor”. 

El que se lamenta y duele por la galut y la destrucción del Beit HaMikdash
Con anhelo de la salvación y el consuelo pleno

Dov Bigún

Yo lo sé todo
Rav Shlomó Aviner

Yo lo sé todo, o casi todo. Porque no tengo tiempo para ocuparme de los pequeños detalles, me alcanza con entender el principio de las cosas, y entonces yo ya comprendo todo el tema.
En nuestros días no es difícil saberlo todo, hay motores de búsqueda en el Internet, en cuestión de pocos minutos yo llego a todo tema y enseguida ya entiendo todo de ese tema.
Había una vez en que las personas sabias escondían su sabiduría, sus libros y nos gobernaban. Eso terminó, ahora yo soy independiente, con la ayuda del Internet yo lo sé todo.
Soy médico, psicólogo, economista, Ramatka”l (Comandante en Jefe), Primer Ministro, y por supuesto que también soy Rav. Me duele el corazón por todas esas personas, que una gran responsabilidad se encuentra sobre sus hombros, y no saben nada. Quizás antes sabían mucho, pero ellos confían demasiado en sí mismos, y no se esfuerzan en actualizarse. Y seguramente tienen también Internet.
Por ejemplo, los médicos no saben nada. Vean cuántos errores cometen, cómo un médico dice algo, y otro dice al revés – y a veces el mismo médico se desdice.  Basta. Hay que poner un límite a la oscuridad. Ahora nosotros decidimos solos. Ya no soy un niño pequeño.
Y no mencionaremos a los psicólogos, que hablan de todo tipo de teorías en el aire que aprendieron de memoria y no son afines con la realidad. De todas formas yo no los necesito, me alcanza con lo que yo leo.
Los economistas, son un desastre. Cuanta desocupación, cuantas crisis, cuanta pobreza, cuantos despilfarros, cuantos engaños. Pobre de nosotros. No entiendo cómo tienen semejante seguridad en sí mismos para hablar de temas que no entienden de ellos.
En cuanto al ejército, ya no confío en él. Envían a los soldados a operaciones sin sentido, y ellos mueren allí. Esas personas del ejército no entienden las cosas más sencillas que yo entiendo. Yo estuve en el ejército, y yo se exactamente lo que ocurre allí. Una rutina sin sentido ni lógica.
Y los políticos, son los peores, no se puede confiar ni un poco en ellos. Si consagrasen algunos minutos a leer en el Internet lo que yo sé, eso ahorraría de ellos tantos errores. Pero yo sospecho que no les importa, sólo les importa una cosa: Su silla.
Pero cuando llegamos a los Rabanim (Rabinos), eso ya está al borde de la Profanación del Nombre de D’s. Quizás ellos leyeron muchos libros, pero no lo suficiente. Ellos están desconectados de la realidad, no saben lo que pasa. Por supuesto, de momento que el Internet es abominable a sus ojos, ellos todavía viven en la Edad Media. Se volvieron totalmente irrelevantes. Y yo hace tiempo que dejé de preguntarles preguntas de la halajá. Todo puede ser encontrado con rapidez en el Internet. Pero hay personas que todavía tienen fe en ellos. Si ellos son Rabanim (Rabinos), conviene que tengan un poco de humildad, y reconozcan que ellos no son realistas. Que se queden sentados en su esquina, que estudien sus libros, y no se metan en nuestros asuntos, como si ellos lo supiesen todo. Les diría todo eso en la cara, no me avergonzaría, pero es una perdida de tiempo, ellos no escuchan.
Y ellos no son los únicos que no escuchan, mucha gente que yo encuentro, y les digo las cosas en forma directa, cosas lógicas, no escuchan. Ellos están trancados en sus ideas y se piensan que lo entienden todo. Ellos se esfuerzan tan poco en pensar, ellos son tan poco críticos, tan cerrados, tan trancados. Orgullosos. Se piensan que lo saben todo.
Por supuesto que yo cuido la Torá y las mitzvot. Es una suerte que hay un D’s. Pero no son los Rabanim que decidirán por mí qué dice D’s, y se apoderarán de mi vida. Esas épocas han pasado, yo tengo Internet. Y yo, con mi sabiduría, con rectitud y verdad interpretaré qué dice D’s. Viva la libertad, viva yo. Si, viva yo. Yo me siento comprometido a la verdad de mí, y no le permitiré a otros decidir por mí.
Yo hablo con personas, pero ellos se empecinan en no coincidir conmigo. Al principio me molestaba, pero decidí no tomarlo a pecho. Es el problema de ellos. Intenté explicarles, ellos no quieren entender, no los necesito. Yo los abandono a su destino superficial y tonto.
Lo que me molesta son las muchachas que encuentro para encontrar pareja. Tampoco ellas escuchan. También ellas se piensan que lo saben todo. ¡Querida muchacha, un poco de raciocinio, un poco de humildad, un poco de escuchado! ¿Tú no logras comprender que yo entiendo de ese tema y tú no? ¿Por qué hablas sin sentido? Por supuesto, no podré casarme con una muchacha como esa. Yo me encuentro con otra muchacha, y otra muchacha, y todas son así, y el tiempo va pasando. ¿Cómo es? ¿No se puede encontrar una muchacha que esté dispuesta a reconocer la verdad? Por lo menos es bueno que eso me ocurre ahora, y no después del matrimonio y me ahorra el disgusto.
¿Qué podré decirte, mi amigo? Por lo menos ese es mi consuelo, que sé mucho. Yo lo sé todo, o casi todo. Y yo me actualizo todo el tiempo, y tengo una vida interesante. Por lo visto todavía no ha llegado el momento que todos lleguen a mi situación. Es una pena que no están dispuestos a escucharme. Que se queden en su error. Yo continuaré con vigor con mi verdad.

Meorot HaShabat

El cometido de esta sección es familiarizar a los lectores con las pautas básicas del Shabat. Cada uno debe aconsejarse con la autoridad rabínica en su comunidad en cuanto a los detalles de las numerosas y a veces complejas halajot del Shabat, y no limitarse a lo escrito en esta sección.
Melaben
Lavado del cuerpo en Shabat

En Shabat está permitido lavarse la cara, las manos y los pies[1]. Así también bajo ciertas condiciones está permitido lavar todo el cuero en Shabat[2].
Secado después del lavado
El que se baña en Shabat [cuando está permitido], incluso si lavó todo su cuerpo, puede secarse con una toalla[3], sólo que debe cuidarse mucho que no llegue a escurrir su pelo, como será aclarado.
A pesar de que cuando se seca la toalla se humedece, nuestros sabios no lo prohibieron, y no temieron que llegue a escurrir la toalla.
Así también después de haberse secado con la toalla está permitido moverla. Y a pesar de que una prenda húmeda está prohibido moverla en Shabat como fue aclarado anteriormente, de todas formas tratándose de una toalla está permitido.
Los poskim (sabios que determinan la halajá) mencionan dos razones:
1. El agua que es absorbida por la toalla cuando se seca es considerada “poca agua”, y una prenda que absorbió poca agua nuestros sabios no temieron que llegue a escurrirla, como fue aclarado anteriormente. Por ello, está permitido secarse con la toalla, y después de haberse secado está permitido moverla[4] [también después de haberla soltado de su mano[5]].
2. Por lo general, no se acostumbra a fijarse que una toalla no esté húmeda, y por lo tanto no se teme que llegue a escurrirla para secarla. Y también después de haberse secado está permitido moverla[6].
Luego de utilizar la toalla hay que prestar atención que no la coloque a secarse como acostumbra a hacer con las prendas mojadas en días corrientes.


[1](Shuljan Aruj, Orej Jaim 326, inciso 1).
[2](Véase allí).
[3](301 inciso 48).
En el Shuljan Aruj (allí) escribió: “La persona se seca con una aluntint [es decir, una prenda con la que se secan luego de bañarse]”. Y en Mishná Brurá (allí, inciso 173) escribió que tal parece del Maguen Avraham que en nuestros días es bueno secarse con algo que no se fija que no esté húmedo. Y en Biur HaGr”a parece que toda aluntint es así.

[4](Elia Rabah citando a Sefer HaTruma. Fue citado por Mishná Brurá allí, inciso 175. Y así también Kaf HaJaim allí, inciso 275).
Otra razón encontramos en los poskim, que de momento que todos los que se bañan acostumbran a secarse luego de bañarse, y si prohibirán el secado es como si prohibiesen el bañado, entonces nuestros sabios no lo prohibieron y no temieron que lleguen a escurrir. Y de momento que permitieron secarse con la toalla, permitieron también traerla a su casa (allí, Beit Iosef y Mishná Brurá inciso 175. Shuljan Aruj HaRav inciso 60. Kaf HaJaim inciso 276). E incluso en nuestros días, que es posible no bañarse en Shabat, y a primera vista se puede evitar secarse con la toalla, no está prohibido, de momento que nunca fue prohibido por un conjunto de sabios (Maguen Avraham allí, inciso 58. Fue citado por Shuljan Aruj HaRav y Kaf HaJaim allí).
Y véase Mishná Brurá (allí) que según eso, después que trajo la toalla a su casa y la dejó en algún lado, estará prohibido volver a moverla. Pero según las otras razones que fueron aclaradas, incluso después de haber traído la toalla a su casa y haberla dejado en algún lugar, estará permitido moverla.

[5](Allí, Mishná Brurá).
[6](Biur HaGr”a, fue citado por Mishná Brurá allí, inciso 173. Shaar HaTziun inciso 214. Y también en Kaf HaJaim allí).

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