Alumbrar
basado en materiales de Majón Meir
“Vete”
Rav
Ziv Rave
Muchas personas culpan de sus faltas
al entorno de donde vienen. “Si hubiese recibido otra educación,
o fuese hijo
de un Rav, si hubiese crecido en otro barrio o en una situación
socio económica
distinta, mi vida se habría desarrollado de otra forma, por
supuesto que me
encontraría en una situación mucho mejor”. Pero debemos
decir la verdad, eso es
un error. En efecto, la educación de la persona es un
coeficiente importante, y
la cultura de donde la persona mama es crítica, y también
todas las condiciones
externas que formaron su vida, pero a fin de cuentas – está en
sus manos
cambiar. Es más, no tiene sentido lamentarse si su punto de
partida no es
bueno, sino que la persona debe reconocer que no es por azar que
así es. Hay
una providencia Divina exacta en cuanto al entorno en el que
llegó su alma al
mundo, la familia, el lugar geográfico, la época, etc. El
punto de partida de
la persona, incluso si es bajo, si solamente decidirá avanzar,
crecer y
dirigirse por el camino de D’s con toda su fuerza, le será
aclarado que todas
sus virtudes y su forma de labor, era necesario que se desarrollen
justamente
de esa forma. Por supuesto, en un principio deseamos educar a nuestros
hijos en
un entorno cálido, que apoya y de fe, pero si la persona no
creció así, no debe
consentir con la carencia, y está de más amargarse por
ello. Por el contrario,
la carencia misma es lo que puede ser un trampolín de toda su
labor y su misión
en este mundo. En forma potencial, puede que justamente allí se
encuentra
escondido el catalizador para hacer nacer una habilidad singular y
especial, o
un factor importante para la edificación de su personalidad.
Moralejas y
vivencias que la persona absorbe pasando por sus dificultades y sus
luchas
pueden ser algo que salve y cure muchas almas. Una personalidad
profunda, que
se edificó de la salida de la oscuridad a la luz, puede ser un
faro para muchas
almas perdidas en el tormentoso mar de la vida.
Eso lo aprendemos de nuestro patriarca
Avraham, el gigante entre gigantes, el ejemplo para todos los creyentes
en el
monoteísmo, el más grande revolucionario
histórico, sin par en su influencia a
toda la humanidad. Todos los méritos de las generaciones que
llegarán después
dependen de la kdushá (santidad) de su concepción
de D’s y su cristalina
fe que enseñó con amor a todo el que estaba dispuesto a
escuchar. “Avraham el ivri,
que todo el mundo se encuentra en una orilla del río, y
él en la otra [ivri
en hebreo tiene también la acepción de “lado”, y
también “hebreo”. N. del T.]”,
que tomó un martillo y pulverizó todos los modelos de
pensamiento, culturas y
formas de rituales oscuros que eran acostumbrados en su
generación. ¿Y cuál fue
el entorno donde nació? Él creció con un padre que
rinde culto con piedad a los
dioses, en una cultura pagana de las peores en Ur Kasdim, y cuyo
líder es el
rey Nimrod que lo persigue e intenta quemarlo vivo por sus creencias.
Nuestro patriarca Avraham no está
ocupado en tener compasión por sí mismo o aceptar sus
defectos, él se ocupa en
hacer florecer los páramos desolados. Justamente el desierto de
la fe seco
donde fue plantado en un principio fue el que hizo todo su
florecimiento de fe,
de todas las generaciones. Todo el mal que lo envuelve en su tierna
infancia es
el que generará el torrente del río del bien que comienza
de él y no cesará
hasta el fin de los días. Toda la individualidad pagana de las
bajas pasiones
es la que hará despertar el alma más genérica,
sobre cuyos hombros se
encontrará la responsabilidad de todas las generaciones, y el
corregimiento de
toda la humanidad.
Eso lo aprendemos de lo que escribe
Rabí Tzadok HaCohen de Lublin (Pri Tzadik, al principio de Lej
Leja), respecto
al versículo: “El Eterno dijo a Abram: Vete por ti de tu tierra
y de tu lugar
de nacimiento, y de la casa de tu padre, a la tierra que Yo te
mostraré”
(Bereshit 12:1). Si nos fijaremos, veremos que el término “vete
por ti de tu
tierra” no es común. Por lo general cuando se habla de la salida
de alguien de
cierto lugar se dice “sal de tu tierra”, y cuando se habla de una
persona que
se dirige a algún lugar es adecuado decir “vete”. Como en el
episodio del
Sacrificio de Itzjak, “vete a la tierra de Moria”. Pero el
término “vete por ti
de tu tierra” necesita ser explicado.
Rabí Tzadok HaCohen de Lublin
resuelve eso citando al “Zohar”, “vete por ti, para corregirte a
ti
mismo, para corregir tu nivel… (Primera parte, 77B). Es decir, a pesar
de que
ha nacido de Teraj que era un idólatra, y en un lugar donde
rendían culto a
otros dioses con pasión, no debe temer por ello, por el
contrario, de eso mismo
podrá irse y llegar a su nivel adecuado”. Eso es porque el
entorno de donde
viene la persona es el que le entrega en sus manos herramientas
especiales,
revela aptitudes y dibuja pautas que le ayudarán a edificar su
singularidad, si
se elevará a sí mismo en el culto a D’s.
Por ello, según todo lo que fue
dicho la interpretación de ese versículo así debe
ser, D’s le dice a Avraham
“vete”, ve y edifica tu nivel, “de tu tierra y de tu lugar de
nacimiento”, es
decir, en base a ello, que has nacido en un lugar malo y bajo,
justamente en
base a ello te edificarás, y justamente “de la casa de tu
padre”, en base a la
realidad que Teraj era un idólatra. Y debes saber que todos esos
puntos de partida
no son por azar, sino que son los ladrillos de construcción, de
las cuales
podrás corregir tu nivel, efectuar tu misión, hacer
brillar tu resplandor puro
y singular en Mi mundo.
Rabí Tzadok explica que ese
principio espiritual es válido también tratándose
de toda la nación. La
situación mala de la galut (el exilio), es lo que
generará los procesos
sicológicos y de fe que traerán la gueulá
(redención) plena. La realidad
carente misma es la que será como una palanca para el completado
que se hace
con un vigor que no tiene par. De esa forma él explica los
versículos: “El
Eterno dispersará a ustedes entre las naciones y quedarán
pocos en número entre
los pueblos adonde el Eterno los conduzca allá… ahí
servirán a dioses hechura
de las manos de los hombres, madera y piedra, que no ven y no escuchan,
no
comen y no huelen… desde allí buscarán al Eterno tu D’s,
y lo hallarás si lo
buscas con todo tu corazón y toda tu alma” (Dvarim 4:27-29). La galut misma hará que “buscas con todo tu
corazón y toda tu alma”, y de esa
forma, “lo hallarás”.
Post
modernismo y alma
Rav
Shlomó Aviner
Es
difícil de definir el post modernismo. En forma sencilla, es la
antítesis del
modernismo - que también es difícil de definir. Por ello,
hay que decir que hay
muchos tipos de post modernismo. Cada uno y su post modernismo. Si
ustedes
quieren, esta será la definición: El hombre es el que
determina sus ideales,
sus valores, sus aspiraciones. Él determina la esencia de su
vida, según sus
tendencias. Cada uno con su fe. Él edifica su mundo, su vida y
su pensamiento
en base a su mundo interior.
Pero
el mundo interior de la persona es muy complejo, con muchos matices, y
es
también campo de batalla y contradicciones. Como es sabido, en
la persona hay nefesh,
ruaj y neshama [distintos niveles de espiritualidad. N.
del T.],
y cada uno tira en otra dirección.
Eso es
aclarado en el libro “Orjot Tzadikim”, en el último
capítulo, “Shaar
Irat Shamaim”.
Por
supuesto, lo principal en el hombre es su neshama (alma). La neshama
es como una princesa, es la hija del Rey de los reyes. “Y sopló
en sus narices
aliento de vida” (Bereshit 2:7). Es cierto que fue colocada en el sucio
cuerpo,
pero siempre aspira a D’s, sobre todo en Am Israel (el Pueblo
de
Israel), “porque tú eres un pueblo santo para el Eterno, tu D’s”
(Dvarim 7:6).
Pero
la persona tiene dos dueños, nefesh y ruaj, que
son compartidos
también por el reino animal.
La nefesh
tira al hombre a comer y beber, entregarse a todo tipo de pasiones
corporales,
marchar tras los ojos. El psicólogo Freud vio en ella la parte
principal del
hombre.
El ruaj
tira al hombre a una posición encumbrada, al honor, al enojo, al
orgullo. Esos
fenómenos existen también entre los animales, en cierta
medida. El psicólogo
Adler vio en la persecución del honor y el complejo de
inferioridad la
principal parte del hombre.
Cuando
la nefesh y el ruaj gobiernan, es decir, la
pasión y el orgullo,
debilitan la neshama. Ella sufre.
El
post modernismo es una mezcla cambiante de persona en persona, de neshama,
ruaj y nefesh en distintos porcentajes – poca neshama,
y
mucho ruaj y nefesh, y por supuesto distintos tipos de
búsqueda
del ruaj y la nefesh. Todo eso explica el relativismo
moral que
se encuentra en la base del post modernismo: “Serán como D’s,
conocedores del
bien y el mal” (Bereshit 3:5). El hombre decide cuáles son los
criterios del
bien y del mal. Ese es el Pecado del Primer Hombre, como lo explica el
Ramba”m
al principio de su libro “More Nebujim”, y Rabí Jaim de
Voloshin en su
libro “Nefesh HaJaim” (Shaar 1, capitulo 6, acotación).
Nuestro
tema es engrandecer la neshama, alumbrar la neshama,
que ella se
depure y también eleve al nefesh y al ruaj.
Quizás tú digas: Esa neshama
complicará a la persona, en contraste con el nefesh y el
ruaj que
erigen una vida agradable afín consigo mismo, auténtico
consigo mismo. No es
así. El que observa la realidad desde un punto de vista
auténtico verá que es
justo lo contrario. El que vive una vida de nefesh y ruaj,
está
esclavizado a una dura labor de persecución del dinero, los
placeres, el honor,
las recreaciones, la posición social, la carrera, etc. Y el que
vive la vida de
la neshama, es dichoso. “Bienaventurado es el que se encuentra
en Tu
casa” (Tehilim 84:5). “Bienaventurado es el que se dirige por los
caminos
íntegros” (Tehilim 119:1).
Porque
la parte principal de la persona es la neshama, esa es su
naturaleza
interna. La nefesh y el ruaj, que son compartidos
también por los
animales, son sólo medios, no metas. Por supuesto, cuando el
resplandor de la neshama
alumbra, también ellos se depuran y son buenos, agradables y
fieles.
“Bienaventurado
es el pueblo que así le es, bienaventurado es el pueblo que el
Eterno es su
D’s” (Tehilim 144:15).
Meorot
HaShabat
El cometido de esta sección es
familiarizar a los lectores con las pautas básicas del Shabat.
Cada uno
debe aconsejarse con la autoridad rabínica en su comunidad en
cuanto a los
detalles de las numerosas y a veces complejas halajot del Shabat,
y no limitarse a lo escrito en esta sección.
Borer
Dos tipos de alimentos que se
encuentran en el plato - por ejemplo, un guiso de zanahorias y
cohombros
mezclados - a pesar de que ambos son aptos para ser comidos, de todas
formas si
ahora desea las zanahorias y no desea los cohombros, las zanahorias son
consideradas “comida” y los cohombros “desperdicios”, y debe quitar las
zanahorias de dentro de la mezcla – “comida de entre los residuos” – y
no al
revés[1].
Y deberá hacerlo enseguida
antes de la comida[2].
[Más adelante será aclarado qué alimentos son
considerados dos tipos a esos
efectos[3]].
Pero cuando se encuentra en el plato
un guiso de zanahorias solamente, donde hay mezclados trozos
pequeños y trozos
más grandes, de momento que todo es un mismo tipo de alimento el
separarlos no
es considerado “Borer”. Por ello, también si desea comer
sólo de los trozos
grandes y no desea los trozos pequeños, puede quitar los trozos
pequeños del
plato y dejar en él sólo los trozos grandes[4].
Así también cuando desean servir
pollo o carne en la mesa, está permitido quitar los
pequeños trozos y dejar
sólo los grandes para servirlos, porque todo es considerado un
mismo tipo, y no
hay problema de “Borer”[5].
De momento que la separación entre
pequeño y grande no es considerada “Borer”, entonces
también cuando
tiene delante una mezcla de distintos tipos, como un frutero donde hay
manzanas
y peras, naranjas y clementinas, está permitido separar los
frutos pequeños [de
todos los tipos] de los frutos grandes [de todos los tipos] como desee,
porque
de momento que no separa los distintos tipos de frutas, sólo las
grandes de las
pequeñas, no hay problema de “Borer” en su acción[6].
Cuando preparan la mesa y ordenan
los utensilios de la comida, a veces los cubiertos están
mezclados y se debe prestar
atención de separar lo que se necesita para esta comida
enseguida antes, y no
mucho tiempo antes[7].
[1](Shuljan Aruj, Orej Jaim 319 inciso 3.
Mishná
Brurá inciso 12) E incluso cuando los trozos son grandes, y cada
trozo es
notorio de por sí en la mezcla, si son dos tipos mezclados es
Borer y está
prohibido (allí, Ram”a).
[2](Allí). Y si separó y lo
dejó para después, se
hace acreedor de Jatat (allí). Por lo tanto, también
tratándose de dos tipos de
alimentos, si separa lo que desea ahora, debe hacerlo enseguida antes
de la
comida, como el que separa comida de residuos (allí,
Mishná Brurá. Biur Halajá,
comienza sheborer, citando a Tosafot, Maase Rokeaj y otros).
[3]Véase más adelante.
[4](Trumat HaDeshen 57. Fue citado por Beit Iosef
y Ram”a allí).
En efecto, el Ta”z
(allí, inciso 2) discrepa con ello, y escribió que se
debe ser más estricto
incluso con un solo tipo, que no separe sólo lo que quiere comer
ahora, o que
tome lo primero que encuentre y lo deje para la próxima comida,
y no de la
forma en que se separa. Pero muchos Ajaronim discrepan con él y
coincidieron
con el Ram”a, que determinó como Trumat HaDeshen (allí,
Mishná Brurá inciso
15). Y en Kaf HaJaim (inciso 30) citó muchos Ajaronim que
objetaron al Ta”z,
pero citando a Jaiei Adam determinó que lo correcto es ser
más estricto.
Y Ben Ish Jai (segundo
año, Beshalaj inciso 2) escribió: “Y es bueno tomar en
cuenta la opinión de los
que son más estrictos. Y a pesar de que la mayoría de los
Poskim opinan que no
hay Borer tratándose de un solo tipo de comida, y tal parece que
así es la
opinión del Shuljan Aruj, a pesar de ello de momento que hay de
los Ajaronim
que así piensan, lo correcto es ser más estrictos, y el
que no lo hace tiene en
quién fiarse”
[5](Véase Maamar Mordejai allí,
inciso 5. Birkei
Iosef inciso 4 citando Orjot Jaim).
[6](Allí, Ram”a).
[7]Eso también es relevante cuando separa
objetos
que están mezclados, como por ejemplo prendas o libros que
están entreverados,
y necesita alguno de ellos, debe cuidarse de separar lo que le es
necesario
para utilizarlo enseguida (véase Menujat Shabat 80 inciso 70).
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