Alumbrar
basado en materiales de Majón Meir
No
acostumbrarse
Rav
Jagai Londin
La Parashá Ekev comienza con las
palabras “y será en consecuencia de que escuchen estos
mandamientos” (Dvarim
7:12) respecto a los cuales dicen Rashi – “los preceptos ligeros, que
las
personas suelen pisotear con sus talones”. En otras palabras, hay
peligro que
la persona en campos determinados se conduzca por inercia, por
costumbre. Hay
ciertas mitzvot que parecen ser ligeras y secundarias, y la
persona
comienza a hacerlas de paso, sin prestar atención. Costumbre – herguel
en hebreo – es semejante a pie – reguel en hebreo. El pie y el
talón son
órganos muy básicos sobre los que descansa todo el
cuerpo. Toda persona
necesita costumbres y formas de vida ordenadas para poder comportarse,
pero
está prohibido que ellos se transformen en lo principal.
Nuestros sabios le
exigen a la persona una renovación continua. Por ello hay una
regla en la halajá,
“lo continuo antecede a lo que no lo es”. Justamente las cosas
continuas tienen
que estar en la cúspide de la escala de preferencias. Por ello,
también en los
versículos que hablan del nombre de Iaacov figura “su mano
agarrando el talón
de Esav” (Bereshit 25:26). La esencia de Iaacov es utilizar las manos,
órganos
que actúan en base a la elección y conciencia, y tomar
con ellas el talón, es
decir las costumbres de Esav. Esas formas de comportamiento esavistas y
acostumbradas – y conducirlas también ellas en forma consciente
y pura.
El
chofer loco
Rav
Shlomó Aviner
Fulano es
una persona delicada, amable, educada, sensible, que no
dañará ni a una mosca.
Pero de momento que se sienta en su auto en el lugar del chofer, se
transforma
en una fiera agresiva, vengadora. No está claro cómo es
que esa caja de metal
genera esa terrible transformación, pero las consecuencias son
duras: Un millón
de muertos por año en el mundo, 25 millones de personas heridas.
Y en el país:
400 muertos, 10.000 heridos.
Lamentablemente,
hay muchos tipos de locos en el mundo, y este es uno de ellos. Hay
quienes lo
apodan “Road Rage”, la furia del camino.
Por ello,
querido chofer, cuídate de no caer en ese profundo pozo.
Recuerda lo que
escribió el Ramba”m: “De la misma forma que el sabio es notorio
en su sabiduría
e ideas, y es distinto de los demás en ellas, así
también debe ser notorio… en
la forma en que anda” (Ramba”m, Hiljot Deot 5:1) – es decir,
también en la
forma en que conduce.
Y estos
son los diez mandamientos del chofer tranquilo:
1. No
manejes por encima de la velocidad permitida. No te preocupes, te
esperarán.
2. No te
dejes llevar a una competencia, incluso si otro chofer intenta comenzar
contigo
una competición. Es un comportamiento criminal de desprecio de
la vida de los
otros choferes y de los peatones.
3. Sal
temprano y toma en cuenta que puede que haya embotellamientos. Si has
salido
tarde, acepta el hecho que no llegarás a tiempo, y no intentes
ganar tiempo valiéndote
de peligrosas artimañas.
4. Si te
encuentras en un embotellamiento o te tardas y otro chofer te
cortó el camino,
a pesar que es difícil, continúa tranquilo,
perdónale, a fin de cuentas él es
una persona y no un ángel.
5. Si otro
chofer te insulta y te hace gestos insultantes, no mires, no
reacciones.
“¿Quién es el valiente? El que domina su instinto”.
6. Cuida
distancia del auto frente a ti. Hay frenados imprevistos.
7. Si un
chofer se comporta en forma peligrosa o indebida, no te nombres su
educador,
sino que si hay necesidad, informa a la policía.
8. Evita
utilizar la bocina para castigar o aliviar tu frustración. Eso
molesta. Y por
supuesto que no debes adherirte al concierto de bocinados.
Utilízala sólo si
realmente es estrictamente necesario o para advertir a otro chofer - y
alcanza
con un bocinado corto.
9. Si
sientes presión anímica, respira profundamente y escucha
música. En viajes
largos, haz paradas para refrescarte.
10. Se
educado. Deja a otros choferes pasar cuando ellos te lo indican. No
utilices
todo el ancho del camino. Da derecho de preferencia a los peatones. Un
tercio
de los muertos en accidentes de tránsito son peatones, la
mayoría en pasajes
peatonales. Conduce con cuidado. No te demores demasiado cuando
sobrepasas otro
auto.
Tienes una
gran responsabilidad. Un auto es un aparato con mucha potencia, que con
facilidad puede llegar a dañar al prójimo. “Amarás
a tu prójimo como a ti mismo”
– y también al que no cumple con ese mandamiento.
Meorot
HaShabat
El cometido de esta sección es
familiarizar a los lectores con las pautas básicas del Shabat.
Cada uno
debe aconsejarse con la autoridad rabínica en su comunidad en
cuanto a los detalles
de las numerosas y a veces complejas halajot del Shabat,
y no
limitarse a lo escrito en esta sección.
Kvisha UMelija
Nuestros sabios prohibieron salar
rábano en Shabat, como fue aclarado anteriormente.
Escribieron los poskim
(sabios que determinan la halajá) que la
prohibición de salar en Shabat
que fue mencionada en la Gmará en cuanto al
rábano, es también válida
tratándose de otros alimentos que se acostumbra a conservar,
como pepinos y
similares[1].
También tratándose de alimentos que
no se acostumbra a preparar de ellos conservas, si ellos son del tipo
que
necesita ser salado – es decir, que la sal los hace aptos para ser
comidos –
está prohibido salarlos en Shabat[2].
Por lo tanto, los alimentos que la
sal disminuye su gusto amargo – como el rábano, el ajo, la
cebolla y las demás
verduras picantes, y también todo alimento que tiene cierto
sabor ácido y la
sal ayuda a aliviar ese gusto[3]
- está prohibido salarlos en Shabat.
Porque la naturaleza de esos alimentos es que cuando quedan en la sal,
ella hace
que exuden y emanen líquidos, y de esa forma su amargura o
acidez disminuye[4].
Así también alimentos que la sal
ayuda a ablandarlos o por el contrario, endurecerlos, está
prohibido salarlos
en Shabat. Como lentejas, porotos y similares, que son
cocinados con su
cáscara y la sal ayuda a ablandarlos para que puedan ser comidos[5].
También si quiere salar los
alimentos enseguida antes de la comida, y no piensa dejarlos con la sal
hasta
que emanen líquidos y su amargura sea aliviada, está
prohibido, porque cuando
salan varias porciones juntas parece como si preparase conservas, y
también
parece como si curtiese[6].
Sólo cuando sala algunas porciones
juntas está prohibido, pero si sala un solo trozo está
permitido bajo ciertas
condiciones, como será aclarado más adelante.
[1](Shuljan Aruj HaRav 321 inciso 4. Mishná
Brurá allí,
inciso 13. Tosefet Shabat inciso 13. Kaf HaJaim inciso 15 y 31).
[2](Allí, Ta”z inciso 2. Fue citado por
Mishná
Brurá allí, Kaf HaJaim allí).
[3]Como por ejemplo semillas de granada que son
muy ácidas, y se acostumbra a ponerles sal para aliviar su
acidez (Ben Ish Jai,
segundo año, Bo inciso 14).
[4](Shuljan Aruj HaRav allí. Ben Ish Jai
allí,
inciso 13 14).
[5](Shuljan Aruj allí, inciso 6. Ta”z
allí inciso
6. Shuljan Aruj HaRav allí. Mishná Brurá inciso
22. Kaf HaJaim inciso 35). Porque el
salado les hace bien, y
es similar al conservado y el curtido (Mishná Brurá
allí).
Y en Ben Ish Jai
(segundo año, Bo, inciso 16) escribió así: “Y por
ello en nuestra ciudad, que
acostumbran a cocinar porotos llamados bakli con su cáscara, si
se olvidaron de
salarlos cuando los cocinaron, está prohibido ponerles sal, y
así también con
el fruto llamado lubia, y en hebreo rubia, si no los salaron cuando los
cocinaron,
está prohibido ponerles sal cuando los sirven, porque todos esos
tipos de
alimentos la sal ayuda a ablandar su cáscara. Pero puede pasar
cada uno por la
sal cuando los come. Y ese fruto llamado en árabe lubia, es
más severo, porque
en nuestra ciudad acostumbran a hacer de ellos conservas”.
[6](Allí, Shuljan Aruj inciso 3.
Mishná Brurá
inciso 14).
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