Alumbrar
basado en materiales de Majón Meir
"Pongamos
un cabecilla y
volvamos a Egipto"
Rav
Eial Vered
El Pecado de
los Espías, al respecto al cual fue dicho “pero en este asunto
ustedes no
tienen fe en el Eterno, su D’s” (Dvarim 1:32) es sin dudas la crisis
más severa
en el desierto. Pero debemos prestar atención a una pregunta que
lo antecede:
¿Qué fue tan severo en ese pecado? En el Pecado del
Becerro de Oro, los Hijos
de Israel participaron en forma activa e hicieron un becerro – y el
purgado fue
relativamente rápido. Mientras que en este caso, en el Pecado de
los Espías, si
nos fijamos un poco – veremos que a fin de cuentas se está
hablando de un
pecado pasivo: No quisieron subir a Eretz Israel (la Tierra de
Israel).
¿Desde cuándo se castiga tan categóricamente por
no hacer algo?
La respuesta
profunda es que no se trata sólo de algo pasivo, sino que es lo
contrario. Es
la primera vez que hay algo activo. No se trata sólo de falta de
voluntad de
subir a Eretz Israel, sino que algo mucho más severo.
La severidad
del Pecado de los Espías es que los conceptos cambiaron. Egipto
hasta ahora era
el lugar que quedó atrás. También cuando
añoraron volver a Egipto y comer allí
gratis los cohombros y melones, todavía era considerado volver
atrás. Mientras
que en el Pecado de los Espías los espías y el pueblo
utilizan expresiones
totalmente distintas, “pongamos un cabecilla y volvamos a Egipto”
(Bamidvar
14:4). Y agrega el Midrash: “Pidieron nombrar a Datan en vez de
Moshé, y
Aviram en vez de Aharon”.
Hay un
liderazgo recto en Am Israel (el Pueblo de Israel), es el
liderazgo de
Moshé y Aharon. Y ese es un liderazgo que conduce en una
dirección, de Egipto a
Eretz Israel.
Pero hay un
liderazgo alternativo, y es el liderazgo de Datan y Aviram, que lo
singular en
él es que cambia el mundo de los conceptos. Ellos no intentan
persuadir al
pueblo a hacer el mal. Ellos intentan cambiar los conceptos, trocar la
luz por
la oscuridad y la oscuridad por la luz, trocar lo amargo por lo dulce,
y lo
dulce por lo amargo.
De pronto,
Egipto es la cabecera, la dirección hacia la cual se debe
dirigir, y Eretz
Israel es lo que queda atrás. En la Parasha Koraj
continuarán Datan
y Aviram y llamaran a la tierra de Egipto “una tierra que mana leche y
miel”, y
Eretz Israel “una tierra que devora sus habitantes”. Es
increíble.
En el Pecado
de los Espías fue la primera vez que no fueron persuadidos a
pecar, si no que
eligieron pecar. El Pecado del Becerro de Oro fue la consecuencia de
dejarse
llevar, también el Pecado de la Avidez. También el Pecado
de los Espías comenzó
dejándose llevar de cierta forma, pero en cierto momento se
convirtió todo él
en intencional, en elección de Egipto y orientación en
esa dirección. Semejante
pecado no puede ser perdonado. Es una herida demasiado profunda en la
conciencia nacional de las generaciones. Esa generación, en la
que algo interno
profundo fue quebrado, es necesario cambiar.
Y el
corregimiento es eligiendo a Eretz Israel. No como un refugio,
no como
el lugar lógico, sino que volviendo la cabeza y
orientándonos a la tierra. En
un principio.
Y cuanto más
nos asentamos en lugares que expresan esa elección, así
corregimos y borramos
de a poco el Pecado de los Espías. Y nuestra generación
lo corrige. Con los que
cayeron desecando los pantanos, con los que asentaron las colinas, con
los que
marchan al frente del campamento en lugares que no es lógico
vivir en ellos, y
marchan en base al anhelo de Eretz Israel, y en base a la
promesa:
Volvamos la cabeza y regresemos a la tierra.
Yo siempre busco
las alabanzas de la tierra.
En los últimos
tiempos me di cuenta de una pequeña calcomanía en los
grandes tachos de basura
verdes en Petaj Tikva. La empresa que las vacía es Tzvi Cohen, y
en cada tacho
hay una gran calcomanía en la que está escrita: “Para D’s
la tierra y toda
ella”. Muy bien, me dije.
Pero por
debajo, hay otra frase bien clara: “Juntos cuidaremos y edificaremos
nuestra
tierra”. ¿Escucharon? Juntos cuidaremos y edificaremos nuestra
tierra. ¿Y dónde
está escrito? ¡En los tachos de basura! Incluso
allí. Hasta allí debe llegar el
amor por la tierra, para corregir el Pecado de los Espías. Ellos
tomaron frutos
buenos de la tierra, frutos dulces, y los calumniaron. Y nosotros, en
nuestra
generación, corregiremos todo eso de raíz, escribiremos
sobre los tachos de
basura cuán buena es esta tierra, y juntos cuidaremos y
edificaremos nuestra
tierra.
¿Renovación
del Sanhedrin?
Rav
Shlomó Aviner
Pregunta: En un diario fue editado un artículo que
propone
renovar en nuestros días algo así como el Sanhedrin (Suprema
Corte de
Justicia, la suprema autoridad en la Torá), y
también el Rav figura como
uno de los 71 sabios candidatos. ¿Cuál debe ser nuestra
actitud frente a esa
idea?
Respuesta: Si es cierto, es algo descabellado. Yo en mi
humildad por supuesto que no estoy a ese nivel. Ni siquiera se puede
pensar en
ello. Pero también si figuran allí grandes eruditos del
estudio de la Torá
de nuestra generación, debemos decir claramente que, a pesar de
su grandeza,
tampoco ellos se encuentran al nivel de los sabios del Sanhedrin.
Pregunta: ¿Cuál es el nivel del Sanhedrin?
Respuesta: Hace unos 15 años hubo quien
intentó renovar el Sanhedrin.
Cierto Rav me preguntó si estoy dispuesto a adherirme a la
iniciativa. Le
contesté: Por supuesto que no, ya que como determina el Ramba”m
se debe ser
capaz de indicar la halajá en toda la Torá
(Ramba”m, Hiljot
Sanhedrin 4:8), como menciona el Rav Kuk en su carta (Iguerot HaReaya,
carta
402). Y yo en mi humildad no soy capaz de indicar la halajá
en un uno
por ciento de la Torá, quizás en una parte por
mil. Me dijo ese Rav que
no hay problema, y con la ayuda del Internet podré indicar la halajá
en
toda la Torá. Le dije que entonces puede sentar
directamente al Internet
en su Sanhedrin. Me dejó en paz. Luego de dos
años nuevamente me habló,
me dijo que abandonó la idea de renovar el Sanhedrin,
pero ahora quiere
construir el Beit HaMikdash (El Templo) y me pregunta si yo
quiero
adherirme…
Pregunta: En la época de Rabí Iosef Karo
hubo un intento de
renovar la smija (autorización rabínica que fue
trasmitida de generación
en generación, hasta nuestro Rav Moshé).
Respuesta: Es cierto, pero no tuvo éxito. El Rav Kuk
lo
menciona, y dice que si no tuvo éxito en ese entonces, por
supuesto que no lo
tendrá hoy en día: “Esta generación, es mucho
más pequeña en su entendimiento,
es mucho más baja en relación a los sabios de
generaciones pasadas” (Iguerot
HaReaya, carta 303).
Pregunta: También el Rav Maimón en su
momento quiso renovar el
Sanhedrin y argumentó que el Rav Kuk sí
habló de ello.
Respuesta: Es cierto. En su libro “Renovación del Sanhedrin
en nuestro nuevo país”. Pero el Rav Kuk habló de una meta
lejana.
Pregunta: El sostiene que también lo insinuó
en su discurso de
inauguración de la Rabanut HaRashit (Supremo Rabinato).
Respuesta: Él no dijo que la Rabanut HaRashit
es el Sanhedrin,
sino que es la semilla que entregará frutos en las generaciones
futuras
(Maamarei HaReaya, pág. 455). Él nunca pensó en la
renovación del Sanhedrin
como algo actual, y se expresó al respecto a menudo (carta 303,
402, 217,
Otzarot HaReaya Bet 872, 1073).
Pregunta: ¿Entonces, seremos como el rebaño
que no tiene
pastor?
Respuesta: D’s no lo permita. Tenemos un pastor: La Rabanut
HaRashit. En vez de hablar de visiones lejanas, hay que fortalecer
la Rabanut
HaRashit.
Meorot
HaShabat
El cometido de esta sección es
familiarizar a los lectores con las pautas básicas del Shabat.
Cada uno
debe aconsejarse con la autoridad rabínica en su comunidad en
cuanto a los
detalles de las numerosas y a veces complejas halajot del Shabat,
y no limitarse a lo escrito en esta sección.
Hatmana
Nuestros sabios prohibieron la Hatmana en Shabat
incluso
con algo que no agrega calor, porque temieron que si envolverá
las ollas, verá
que el alimento no está lo suficientemente caliente y antes de
envolverla la
hervirá sobre el fuego, como fue aclarado anteriormente.
Ese decreto nuestros sabios lo determinaron sólo cuando se desea
envolver un alimento caliente, pero cuando se trata de un alimento
frío no
temieron que lo caliente, y no lo prohibieron. Por ello, está
permitido en Shabat
envolver un alimento frío con prendas o frazadas u otras cosas
que no agregan
calor, para que no esté tan frío[1]. Por ejemplo: Una persona que tiene una botella con un
líquido muy
frío, tiene permitido colocarla bajo frazadas para que
esté un poco menos fría[2].
Así también una persona que teme que una corriente de
aire frío enfríe
demasiado sus alimentos, puede cubrirlos con prendas u otras cosas que
no
agregan calor, para que no se enfríen más[3].
Pero todo lo que fue permitido tratándose de un alimento
frío, es
envolverlo con algún material que no agrega calor. Pero
envolverlo con algo que
agrega calor está prohibido, incluso cuando su intención
es sólo calentarlo un
poco para que no esté tan frío, e incluso antes de la
llegada del Shabat
está prohibido[4].
[1](Shuljan Aruj, Orej Jaim 257 inciso 6, Lebush
allí inciso 6). Y véase Mishná Brurá
(allí, inciso 31) y Kaf HaJaim (inciso 34)
que también una persona importante lo tiene permitido, y no se
teme que
aprendan de ella y lleguen a hacer Hatmana también cuando se
trata de alimentos
calientes, que está prohibido. Pero Kaf HaJaim allí
escribió citando al Meiri
que una persona importante es conveniente que sea más estricto
tratándose de
temas que las personas consideran que es más severo, para que no
aprendan de
ella a ser menos estrictos también en otras condiciones y
llegarán a cometer
una trasgresión.
[2]Y está permitido envolver algo
frío dentro del
polvo (si no es muktze, por ejemplo, si lo dedicó a ello),
porque a pesar que
por lo general el polvo agrega calor (como es aclarado en Shuljan Aruj
allí,
inciso 3), de todas formas está permitido enterrar en él
algo frío, porque sólo
cuando se trata de algo caliente el polvo agrega calor, pero cuando se
trata de
algo frío, por el contrario, el polvo lo enfría
(véase Biur Halajá allí,
comienza aval bedavar. Y Kaf HaJaim allí, inciso 35).
[3](Shuljan Aruj, allí).
[4](Allí).
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