Alumbrar
basado en materiales de Majón Meir
Rabí
Akiva y sus discípulos
Rav
Iaacov Ariel
Rabí Akiva tenía 24000 discípulos, y
todos ellos fallecieron entre Pesaj y Shavuot (Pentecostés),
porque no respetaron unos a otros (según Iebamot 62B, Kohelet
Rabah 11). Según
la tradición, en Lag BaOmer (el día 33 de la
Cuenta del Omer) no
murieron, y por ello acostumbramos a alegrarnos en ese día.
Comprendemos por
qué cesamos las costumbres de duelo de esos días en Lag
BaOmer, pero
¿cuál es la razón para la alegría?
Rabí Akiva unificó en él cualidades
distintas y diversos papeles. Él “ataba coronas a las letras”,
es decir,
vinculaba la Torá oral con la Torá
escrita. El autor de la
mayoría de los Midrashim de halajá, es
Rabí Akiva. Él es el pilar
de la Torá oral, el estudioso de la halajá
por excelencia - y al
mismo tiempo es uno de los 4 sabios que entraron en el Pardes (alegoría
que insinúa los estudios esotéricos), y el único
que salió de él con entereza.
El estudioso de lo esotérico y escondido. En contraste con
Rabí Akiva, que
salió con entereza, hubo uno que “arrancó las semillas”,
cortó la rama del
árbol de raíz. Rabí Akiva salió con
entereza, dejó todo en su plenitud, en su
organismo unificador.
Rabí Akiva fue también el escudero de Bar
Kojva (Ramba”m, Hiljot Melajim). Es un papel totalmente distinto en
esencia del
estudio de la Torá, en el plano simple y
esotérico.
Por lo general, el que se destaca en un
plano determinado, no lo hace en otro. “Nunca nadie me venció,
salvo un
artista” – así dicen que se expresó el Ramba”m respecto
al Raaba”d. Pero es
necesario que las distintas fuerzas se conjuguen, que el que se ocupa
de lo
esotérico no esté desconectado del que se ocupa del plano
evidente, que la
persona práctica sienta vinculación con el pensador.
Los discípulos de Rabí Akiva eran muy
diversos. Tuvo discípulos en cierto plano de la Torá,
y otros en otros
planos. Tuvo discípulos del estudio de la Torá y
tubo discípulos de los
temas prácticos.
Pero a diferencia de su gran Rav, que
unificó en su personalidad todas las fuerzas, en ellos las
cualidades se
disgregaron. Si hubiesen respetado los unos a los otros, y hubiesen
valorado el
papel de cada uno, todos juntos podrían haber sido meritorios de
continuar la
obra de su Rav. Pero cuando la desunión aumentó, y no se
respetaron, y cada uno
no valoró como corresponde a su amigo, el patrimonio espiritual
de su Rav se
desmoronó. Una epidemia los atacó, y todos ellos murieron.
Pesaj y Shavuot
simbolizan dos paradas en Am Israel (el Pueblo de Israel): La
Salida de
Egipto y la Entrega de la Torá. La creación
nacional de Israel, y el
estudio de la Torá, el estado y el kodesh (lo
santo). En Pesaj
comienza a estar permitida la cosecha nueva en el país, y en Shavuot
es
permitida en el Beit HaMikdash (El Templo). Sfirat HaOmer (la
Cuenta del Omer) es como un puente entre ellos, los vincula en una sola
unidad
plena. Esa época es destinada a la vinculación y
unión, en ella se ponen a
prueba esas cualidades de Am Israel. Los discípulos de
Rabí Akiva
murieron entre Pesaj y Shavuot, porque desconectaron la
plenitud
de esas dos festividades.
Después
que murieron todos sus discípulos, Rabí Akiva
comenzó de nuevo, y sus 4 nuevos
alumnos continuaron la Torá oral: Rabí Meir,
Rabí Iehudá, Rabí Iosi, Rabí
Shimón Bar Iojai y Rabí Elazar Ben Shamua (Iebamot 62B).
Rabí Shimón Bar Iojai, el gran
discípulo
de Rabí Akiva continuaba la personalidad de su Rav. Él es
el estudioso del
plano evidente y del esotérico. El hombre de la Torá
y la lucha contra
los romanos. En Lag BaOmer fue nombrado como sabio que
continúa la
tradición desde nuestro Rav Moshé. Luego que los
discípulos de Rabí Akiva
murieron, el mundo estaba desolado. Sobre todo, de Rabí
Shimón fue comenzada la
cadena nuevamente, y comenzó una nueva época en la
historia de Am Israel.
Él es el Rav de Rebi, el que dio forma final a la Mishná,
el gran libro
de la Torá oral. Volvió la unidad a Am Israel
y a la Torá.
Por ello, Lag BaOmer no sólo es el día en que
cesó el duelo, sino que
también es el día de la alegría del descubrimiento
renovado de la Torá
en toda su plenitud y su unificación. Lo evidente y lo
esotérico, el estudio y
la práctica, el país y el Beit HaMikdash
volvieron a estar unidos y
plenos. “La Torá de D’s plena alegra el alma”.
Preguntas
y respuestas - guerra
Rav
Shlomó Aviner
Pregunta: ¿Qué nos quiere decir D’s cada vez
que caen misiles
en nuestra tierra?
Respuesta:
Lo mismo que nos dice desde la
Declaración de la
Independencia, e incluso antes: No se recibe un país sobre una
bandeja de
plata, sino que luchando para defenderlo. Así fue en la época de Ioshua, los jueces, Shaul y
David.
Así fue en la época de los Jashmonaim, y
así también en nuestros días.
Pregunta: ¿Hasta cuándo continuaremos luchando?
Respuesta: No sabemos. No tenemos profetas.
Tampoco los profetas lo sabían todo, sólo lo que D’s les
decía. Pero le
agradecemos a D’s que después de la Guerra de la Independencia,
que fue una
guerra de supervivencia, en comparación con ella nuestras
guerras de hoy en día
no son guerras en las que está en peligro la existencia del
estado.
Pregunta: Pero guerra es algo espantoso.
Muertos, heridos, viudas, huérfanos. ¿El género
humano no lo entiende?
Respuesta: El problema comenzó con Kain que
asesinó a Hebel, porque tenía un impulso asesino. No fue
las diferencias de
opiniones las que generaron el asesinato, sino que el impulso asesino
se valió
de ese pretexto. En el Estado de Israel, gracias a D’s, no tenemos
impulso
asesino. Pero no así nuestros vecinos. Ellos también se
asesinan entre ellos, a
lo largo de todos los años.
Pregunta: ¿Entonces mientras el hombre sea un
animal no hay esperanzas que haya paz?
Respuesta: Por supuesto que sí. Gracias a la
persuasión. Ese es el idioma que ellos entienden. Por ello, hay
que utilizarlo
para nuestro bien, y también el suyo.
Pregunta: ¿Entonces por qué no salimos a
luchar cuando cae el primer misil, y en vez de ello nos contenemos una
y otra
vez?
Respuesta: Porque la guerra no es un tema de
los particulares o de un pequeño grupo, sino que de toda la
nación. Tenemos
prohibido salir a una guerra en la que caerán víctimas y
parte del pueblo culpe
a la otra parte por su muerte. Para salir a una guerra se necesita un
consentimiento amplio. Y lo que el pueblo que habita en Tzion hoy en
día
consiente es: Guerra si no hay más remedio. Hay también
factores internacionales
de los que no nos podemos desentender totalmente.
Pregunta: ¿Entonces el terror tiene éxito?
Respuesta: Por supuesto que no. El terror no
tiene ninguna fuerza, no puede conquistar un país, sólo
puede molestar. Por
ello, no debemos dejarlos molestarnos, sino que actuar en contra de
él con todo
el rigor, pero con tranquilidad.
Pregunta: ¡¿Tranquilidad cuando hay muertos y
heridos?!
Respuesta: Si. Por supuesto, cada miembro del Pueblo
de Israel que es herido nuestro corazón derrama sangre. Pero eso
es en el plano
personal. En el plano nacional, se necesita fortaleza y valor.
Así fue ordenado
Ioshua: “Esfuérzate y se valiente” (Ioshua 1:6). Se necesita
valor en la
guerra, y se necesita valor continuo en épocas de terror. Lo
principal es que
en este momento la persuasión funciona para con los
países de la zona, y ellos
no se atreven a comenzar ninguna guerra desde la Guerra de Iom Kipur,
hace 45
años. Debemos agradecerle a D’s día y noche. La guerra es
mucho más peligrosa
que el terror. Dicho sea de paso, también accidentes de
tráfico son más
peligrosos: 300 muertos por año. Y fumado es mucho más:
8000 muertos por año.
Pregunta: ¿Y qué se puede decir en cuanto al
argumento que conviene renunciar a partes de Eretz Israel (la
Tierra de
Israel) por la paz? ¿Qué es preferible, un pequeño
país tranquilo o un país
grande colmado de sufrimiento?
Respuesta: Nuestro país no es grande, sino que
pequeño, y no está lleno de sufrimiento, sino que de
tranquilidad. En cuanto al
argumento en sí, es una equivocación cuádruple:
Nacional, religiosa, moral y
Divina. Nacional: Un pueblo no renuncia a partes de su tierra, es un
crimen
nacional y también aumenta la presión del enemigo y el
peligro. Religiosa:
Fuimos ordenados luchar para defender nuestra tierra, toda ella. Moral:
Esta
tierra no es nuestra para que podamos hacer lo que nos plazca con ella,
sino
que le pertenece a Am Israel (el Pueblo de Israel) para todas
las
generaciones. Divina: D’s nos entregó esta tierra, desde
antaño hasta ahora.
Pregunta: En cuanto a la guerra, hay jaredim
(ultra ortodoxos) que argumentan que “el Eterno luchará por
ustedes, y
ustedes permanecerán en silencio” (Shmot 14:14).
Respuesta: Ese fue un versículo que D’s nos
dijo, y nosotros debemos tener fe. Es decir, cuando D’s dice, debemos
creer. Ahora
D’s no dijo, por ello no debemos inventar, como dice el Rav Avraham Ben
HaRamba”m en su libro “HaMaspik LeOvdei Hashem” (Shaar
HaBitajon). En
efecto, nuestro Rav Moshé salió a luchar, y así
también Ioshua, los jueces,
Shaul, David y otros. Por supuesto, la guerra no es el único
sacrificio que nos
es exigido, también hacer aliá (inmigrar a
Israel) y también el
asentamiento de la tierra.
Pregunta: ¿Cómo podemos decir que se trata del
principio de la gueulá (Redención) si hay guerras?
Respuesta: Por el contrario, ese es uno de los
componentes de la gueulá. En la galut (el
exilio) los gentiles
nos asesinaban, y ahora gracias a la bondad Divina nos podemos
defender. Así
dice la Gmará (Meguila 17B): Guerras – es el comienzo
de la gueulá.
Pregunta: ¿Entonces sólo debemos esperar la
llegada del Meshiaj (El Mesías)?
Respuesta: También el Meshiaj hará
guerras. Y sólo en fases más tardías de los
Días del Meshiaj habrá paz
(véase Ramba”m, Hiljot Melajim, cap. 11-12).
Pregunta: ¿En resumen?
Respuesta: Tres veces le fue dicho a Ioshua “esfuérzate
y se valiente” en el primer capítulo: Se fuerte y valiente con
la Torá,
con la edificación de la tierra, y con la guerra.
Meorot
HaShabat
El cometido de esta sección es
familiarizar a los lectores con las pautas básicas del Shabat.
Cada uno
debe aconsejarse con la autoridad rabínica en su comunidad en
cuanto a los
detalles de las numerosas y a veces complejas halajot del Shabat,
y no limitarse a lo escrito en esta sección.
Hatmana
La Hatmana con algo que agrega calor
está prohibida también
cuando se hace el viernes en vísperas de Shabat, antes
de su llegada[1].
La razón es porque la base del decreto que prohíbe
envolver con algo
que agrega calor es para que no lleguen a hacerlo utilizando cenizas
mezcladas
con brasas. Se teme que la persona vea que el alimento en la olla no
está
suficientemente caliente y avive las brasas para calentarlo más.
Por ello,
también cuando terminó la acción del envuelto el
viernes antes de la llegada
del Shabat, de todas formas, todavía se teme que llegue
a avivar en Shabat
las brasas para aumentar su calor[2].
Ollas que se encuentran sobre un
fuego cubierto o Plata eléctrica, está prohibido
envolverlas con prendas
o frazadas, incluso el viernes antes de la llegada del Shabat.
Y a pesar
que las prendas o las frazadas no agregan calor [y debería estar
permitido
envolver la olla con ellas], escribió el Shuljan Aruj
que si las ollas
se encuentran sobre una fuente de calor, cuando se las envuelve con
esos
materiales eso hace que se calienten más, y es considerado Hatmana
con
algo que agrega calor[3].
[Y cuando no envuelve la
olla de todos lados, es decir, alguna parte notoria de la olla queda
descubierta, será aclarado más adelante].
Así también un recipiente que tiene
un alimento y se encuentra sobre otra olla que se encuentra sobre el
fuego o la
Plata eléctrica, está prohibido envolverlo con
prendas o similares,
porque de esa forma eso agrega calor, como fue aclarado[4].
Hay quienes escribieron que también
cuando la olla se encuentra sobre el fuego el envolverla con prendas es
considerada Hatmana con algo que no agrega calor[5],
y de acuerdo a ello hay
muchas personas de las comunidades del oriente que acostumbran a ser
menos
estricto con ello[6].
[1](Shuljan Aruj, Orej Jaim 257 inciso 1).
E incluso si envolvió
la olla por la mañana del viernes antes del mediodía, si
no quita el envoltorio
cuando llega Shabat, trasgrede esa prohibición (allí,
Mishná Brurá inciso 6,
citando a Pri Megadim).
[2](Allí).
La prohibición de
envolver con algo que agrega calor es vigente también cuando el
alimento está
cocinado todo lo necesario, y el agregado de la cocción lo
daña (Shuljan Aruj
allí, inciso 7. Ram”a allí escribió que esa es la
principal opinión. Véase
allí, Biur Halajá comienza vejen ikar).
Y a pesar que en cuanto
a la prohibición de Sheia fue aclarado anteriormente que cuando
el alimento
está cocinado todo lo necesario y el agregado de cocción
lo daña está permitido
dejarlo sobre una hornalla que no está cubierta, y no se teme
que avive las
brasas, en cuanto a la prohibición de Hatmana es distinto.
Porque por lo
general la Hatmana es para la comida del mediodía del Shabat, y
es más probable
que llegue a avivar las brasas para que el alimento no se
enfríe. Y también cuando
hace Hatmana para la cena, nuestros sabios no diferenciaron. Lo que no
es así
tratándose de Sheia, que por lo general es para la cena [porque
deja la olla
descubierta], y en un corto lapso de tiempo el alimento no se
enfriará tanto, y
no se teme que avive las brasas si el alimento está cocinado
todo lo necesario
y la cocción excesiva lo daña (Maguen Avraham
allí, inciso 16 citando al Tur.
Mishná Brurá inciso 33. Kaf HaJaim inciso 36). E incluso
si deja la olla sobre
el fuego para el almuerzo, no se debe temer, porque de momento que la
olla no
está cubierta, un poco de avivado de las brasas no
ayudará para nada, y por
ello no se teme que lo haga (Maguen Avraham allí).
[3](Allí, inciso 8. Shuljan Aruj HaRav 10).
[4](Pri Megadim, 258 Eshel Avraham inciso 1).
[5]Porque de momento que las prendas no agregan
calor de por sí mismas, no se suma el calor por debajo de la
olla para
considerar las prendas como algo que agrega calor.
[6]Cubrir antes de Shabat las ollas que se
encuentran sobre el fuego o la Plata eléctrica – véase
Eretz Jaim (257), que
citó allí y en Shu”t Zajor LeItzjak citando a Mahara”m
Ben Jabib que la
determinación del Shuljan Aruj en ese tema no fue aceptada.
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