Alumbrar
basado en materiales de Majón Meir
Un
nuevo canto
de alabanza
En
la actualidad
Es una mitzva contar en
la noche del Seder respecto a la Salida de Egipto, “y todo el
que se
extiende en el relato, es alabado”. ¿Y cómo debemos
contar? Nos enseñan
nuestros sabios: “Según el entendimiento del hijo, su padre le
enseña” (Psajim
116A). Es decir, el padre o el abuelo que hacen el Seder, deben
esforzarse en esa noche especial de ser buenos maestros y educadores.
Como es
sabido, un educador bueno se adapta a los alumnos, toma en cuenta su
capacidad
de entendimiento y habla a sus corazones y raciocinio, con amor y
cariño. El
tema central del cuento de la Salida de Egipto es el gran amor de D’s
por Su
pueblo Israel, que no cesa en ningún lugar ni momento, como
bendecimos todos
los días “que elige a Su pueblo Israel con amor”. Y de la misma
forma que
padres buenos aman a sus hijos en toda situación, en las
elevaciones y
descensos, así también D’s nos ama de la misma forma ya
sea cuando estamos en
el exilio con tribulaciones, o cuando vemos Su rostro y vemos la Gueulá
(Redención)
como hoy en día. Como dijeron nuestros sabios respecto a la Hagadá,
“comienza con la deshonra y termina con el alabado”.
La deshonra: “Fuimos esclavos
de Paró (el faraón) en Egipto”. Y la alabanza: “Y
el Eterno, nuestro
Seños, nos sacó de allí con mano firme y brazo
extendido” (Hagadá de Pesaj).
La deshonra y la alabanza no
están separadas, como dice el versículo “hubo anochecer,
y hubo mañana, día uno”
(Bereshit 1:5). Así también el exilio y la Gueulá,
la oscuridad y la
luz, el descenso y la elevación – todo es un mismo tema, cuando
el descenso es
la preparación para la elevación, y el exilio es la
preparación de la Gueulá
(véase Mahara”l de Praga, Netzaj Israel cap. 1. Olat Reaya,
Hagadá). Y como
acostumbraba a hacer Hilel cuando el Beit HaMikdash (El Templo)
existía,
que envolvía Matza (pan ácimo) y hierbas amargas
y las comía juntos,
para cumplir lo que dice el versículo “sobre matzot y
hierbas amargas lo
comerás” (Hagadá de Pesaj).
En la actualidad, “en
toda generación la persona debe verse como si él ha
salido de
Egipto…” no solo a nuestros antepasados redimió D’s, sino que
también a
nosotros nos redimió junto con ellos, como decimos “y nos
sacó de allí para llevarnos
y darnos la tierra que le prometió a nuestros patriarcas”
(Hagadá de Pesaj).
Bienaventurada es nuestra generación en la que se cumplen no
sólo las cuatro
expresiones de la Gueulá, que en paralelo a ellas
bebemos las cuatro
copas – “y os sacaré… y os salvaré… y os redimiré…
y os tomaré como pueblo para
Mi, y les seré D’s” – sino que también la quinta
expresión: “Los llevaré a la
tierra por la cual he alzado Mi mano para entregarla a Avraham, a
Itzjak y a
Iaacov, y la daré a ustedes en heredad, Yo soy el Eterno” (Shmot
6:8). Y se cumplirá en
nosotros la
bendición “así el Eterno, nuestro Señor y el
Señor de nuestros antepasados, haznos
llegar a otras fiestas y alegrías, las cuales nos
llegarán en paz, alegres con
la edificación de Tu ciudad, y felices con Tu culto, y
allí comeremos de los
sacrificios y del Pesaj, y Te alabaremos con un nuevo canto por
nuestra Gueulá
y la liberación de nuestras almas” (Hagadá de Pesaj).
Con bendiciones de Jag Pesaj kasher vesameaj
(fiesta de Pesaj kasher y alegre)
Anhelando la redención plena
Dov
Bigún
La
primera Redención y la última
Rav
Shlomó Aviner
La Gueulá (Redención) no
es algo que cesó. Ella comenzó con la
Salida de Egipto, y se continúa a lo largo de las generaciones,
hasta la Gueulá
plena. “Y los Hijos de Israel salen con mano alzada” (Shmot 14:8),
continúan saliendo, en forma perpetua. El Mahara”l de
Praga explica en
su prólogo al libro “Netzaj Israel” que la Gueulá
futura se
encuentra en potencia dentro de la primera Gueulá.
A pesar de ello hay una gran diferencia entre esas redenciones, como
explica el Rav Kuk (Maamarei HaReaya 164). La Salida de Egipto fue
apresurada,
la precipitación de Am Israel (el Pueblo de Israel) y
la precipitación
de los egipcios (Brajot 9). Y por encima de todo, la
precipitación de la Shjina
(manifestación de la presencia Divina). Salimos
rápidamente, como una flecha
que es lanzada del arco.
Éramos un grupo de esclavos sumergidos dentro de Egipto, y nos
levantamos
con el empuje de una mano maravillosa, y nos transformamos en un gran
pueblo,
colmado de potencia, valentía y brío, para diferenciar en
forma tajante ese
pueblo que acaba de nacer de toda la oscuridad que lo rodea.
Pero en cuanto a la Gueulá futura está escrito
“porque no saldréis
con precipitación” (Ishaya 52:12). Avanzamos con pasos lentos,
sin escaparnos
del mundo.
El mundo no es el mismo mundo corrupto y pervertido de los egipcios.
Hay
en él muchos destellos de luz. Durante varios miles de
años logramos difundir en
el mundo mucha bondad y abundancia. Logramos subsistir con gran
sacrificio, y
difundimos rastros de luz en todos los pueblos. Por ello, no es
adecuada la
desconexión total y tajante de ellos ahora, sino que debemos
absorber toda su
pureza, y al mismo tiempo depurar todos los tipos de idolatría.
Hay que realizar una gran tarea de aclaración dentro nuestro:
Cuáles son
las cosas buenas que asimilamos durante la larga Galut (exilio)
– que en
realidad son nuestras. Y cuales son los desperdicios corruptos de los
que
debemos limpiarnos. Esa tarea no se puede hacer con
precipitación.
Y cuando esa tarea culmine dentro nuestro, también
influirá sobre toda la
humanidad: “La visión que vaticinó Ishaya hijo de Amotz
respecto a Iehudá e
Ierushalaim. Será al final de los días que estará
establecido el Monte de la
Casa del Eterno en la cabecera de los montes, y será enaltecido
de las demás
colinas. Y afluirán hacia él todas las naciones.
Acudirán muchos pueblos, y dirán:
Vayamos y subamos al Monte del Eterno, a la casa del Señor de
Iaacov, para que
nos enseñe sus caminos, e iremos en sus senderos. Porque de
Tzion saldrá la Torá
y la palabra del Eterno de Ierushalaim” (Ishaya 2:1-3).
En ese sendero no se puede marchar con precipitación. Por ello,
no
debemos preocuparnos demasiado cuando vemos que la luz y la oscuridad
se
mezclan en nuestros días. Así decimos en la Hagadá
de Pesaj: “Se
acerca un día que no es día ni noche”. Y así
escribió el profeta Zjariá: “Será
un día único, conocido para el Eterno. Ni día ni
noche. Y sucederá que en el
momento de anochecer habrá luz” (Zjariá 14:7). Explica
Rashi: “Ni día – no un
resplandor luminoso como el Mundo Venidero. Ni noche – no un momento de
desgracia, como cuando estamos bajo el dominio de otros en el exilio”.
Y en la Hagadá
de Pesaj a continuación: “Elevado, has conocer que tuyo
es el día, y
también la noche”. También el día y también
la noche son parte del orden de la
conducción Divina.
Debemos armarnos de valentía y paciencia al mismo tiempo. En el Halel
decimos : “Tuve fe cuando he hablado, pues yo he esperado mucho. Yo
hube dicho
en mi apresuramiento, toda persona miente” (Tehilim
116:10-11). Una acepción del término
“aniti” es según el Talmud Ierushalmi:
Esperé. Y así debe ser
interpretado: Si hablaré en base a la fe, estoy dispuesto a
esperar mucho. Pero
si exijo que todo sea rápido, entonces digo que todo es mentira.
Junto con la
diligencia es necesaria también la paciencia. Problemas que en
este momento son
insolubles, con la ayuda de D’s serán resueltos en un
año, dos años, o varios
años.
Cuando hay fe, hay paciencia.
Meorot
HaShabat
El cometido de esta sección
es familiarizar a los lectores con las pautas básicas del Shabat.
Cada
uno debe aconsejarse con la autoridad rabínica en su comunidad
en cuanto a los
detalles de las numerosas y a veces complejas halajot del Shabat,
y no limitarse a lo escrito en esta sección.
Jazara
Cuarta condición, que
no sea anulada la primera colocación sobre el fuego: Está
permitido devolver la
olla sobre el fuego sólo cuando ello es considerado una
continuación de la
primera colocación – es decir, la situación en la que
estaba sobre el fuego
antes de que la bajó de allí[1].
También cuando se
cumplieron las tres condiciones anteriormente mencionadas [fuego
cubierto,
alimento cocinado todo lo necesario, todavía está
caliente] para que esté
permitido devolver la olla, escribió el Shuljan Aruj que
se debe cuidar
que no deposite la olla sobre el suelo. Pero si la depositó,
está prohibido
devolverla sobre el fuego, porque cuando deposita la olla sobre el
suelo anula
la primera colocación, y de ahora en más la
colocación de la olla sobre el
fuego no es considerada la continuación de la situación
anterior sino que una
nueva colocación, que está prohibida en Shabat[2].
Pero si no depositó la
olla sobre el suelo, incluso si la puso sobre una cama, un banco o
similar[3],
en opinión del Shuljan
Aruj está permitido devolverla sobre el fuego[4].
En opinión del Ram”a,
no alcanza con que no deposite la olla sobre el suelo, sino que
también debe
cuidarse de dos cosas más: Cuando baja la olla del fuego debe
tener presente en
su pensamiento que va a devolver la olla[5],
y debe sostener la olla todo
el tiempo en su mano, sin depositarla sobre ningún objeto [ni
siquiera una cama,
un banco o similar]. Porque sólo de esa forma la
devolución de la olla sobre el
fuego es considerada la continuación de la primera
colocación[6].
[1]Porque de esa forma no son relevantes las dos
razones que fueron mencionadas para la prohibición de
devolución: Si continúa
la situación de la primera colocación, no parece como si
cocinase, y tampoco se
teme que avive las brasas. Lo que no es así si la primera
colocación fue
anulada, y cuando devuelve la olla es como si la colocase por primera
vez, y
eso estaría prohibido según las razones mencionadas.
[2](Shuljan Aruj, Orej Jaim 253 inciso 2,
Mishná
Brurá inciso 55. Biur Halajá comienza velo inija al gavei
karka).
[3]Y los Poskim hablan en cuanto a las mesas de
mármol en la cocina de nuestros días, si son consideradas
como cama o banco, o
como el suelo.
[4](Allí, Beit Iosef, fue citado por Biur
Halajá
allí). Y véase la próxima acotación, que en
opinión del Shuljan Aruj está
permitido en esa situación devolver la olla sobre el fuego,
incluso si no pensó
en un principio hacerlo.
[5](Allí, Ram”a). Porque si piensa
devolverla,
todavía no fue anulada la primera colocación. Pero si
cuando la bajó no pensaba
devolverla, y enseguida después cambió de opinión,
está prohibido incluso si no
la depositó sobre el suelo, porque es considerada una nueva
colocación (allí,
Mishná Brurá inciso 56).
Pero la opinión
del Shuljan Aruj es como la del Ramba”m, que incluso si no pensaba
devolver la
olla sobre el fuego, está permitido devolverla mientras que
está tan caliente
que la mano se aparta y no fue depositada sobre el suelo (Maguen
Avraham allí,
inciso 21. Kaf HaJaim allí, inciso 41).
[6](Allí, Ram”a. Mishná Brurá
inciso 55).
En el
libro Torat Shabat (del Rav Iaacov Ben Avraham Vail, 253 inciso 13) y
Damesek
Eliezer al comentario del Gr”a (inciso 41) escribió en cuanto a
la opinión del
Ram”a que si sostiene la olla con la mano, incluso si la colocó
sobre la cama o
un banco está permitido devolverla. Y si la colocó sobre
el suelo cuando la
sostiene con la mano, véase más adelante.
A pesar
que fue aclarado que cuando se cumplen todas las condiciones
está permitido
devolver la olla sobre el fuego, de todas formas escribió Kaf
HaJaim (allí,
inciso 38) que muchos de los temerosos de D’s acostumbran a no devolver
ninguna
olla, por varias razones: Quizás el alimento está a punto
de dejar de hervir, y
lo devolverá sobre el fuego [y en ese caso hay quienes creen que
en opinión del
Shuljan Aruj está prohibido devolverlo, porque es como una nueva
colocación]. Y
también temen que la mayoría de las personas cuando lo
vean pensarán que
siempre se puede devolver la olla, y no saben fijarse en los distintos
detalles
necesarios.
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