Alumbrar

basado en materiales de Majón Meir

Parashat Koraj     3 de Tamuz 5778     1173

Confusión espiritual
Rav Ziv Rave

Imaginemos que algo parecido a la controversia de Koraj y su congregación ocurriese en nuestros días: ¿Acaso nos hubiésemos conmocionado porque alguien discrepa con el más grande talmid jajam (erudito del estudio de la Torá) de la generación? ¿O con el máximo indicador de la halajá, o la Rabanut HaRashit (Supremo Rabinato)? Probablemente no nos hubiésemos “caído sobre el rostro”, como Moshé. Y no porque no sea sumamente grave, sino que porque ya nos acostumbramos a las controversias que “no son por el cielo”, cuyo objetivo es perder el mundo espiritual, y no aclararlo. Pero en realidad esa no es la razón principal de nuestra falta de conmoción, sino que el argumento de Koraj todavía vive y colea con gran potencia, y nos ataca por todos los flancos.
El argumento central de Koraj es la confusión del mundo espiritual. “¡Demasiado es para ustedes! Pues en la asamblea entera todos son santos, y el Eterno está entre ellos, ¿y por qué ustedes se señorean sobre la congregación del Eterno?” (Bamidvar 16:3). La confusión del orden interno de la realidad no es solamente una tergiversación, sino que es el borrado de los órdenes Divinos de la realidad. Esos órdenes son sustituidos por algo inventado o parcial, obra del hombre. El argumento de Koraj que “la asamblea entera todos son santos” se desentiende de la esencia espiritual intrínseca del sacerdocio, de la elección Divina de Aharon y su descendencia, del nivel espiritual que se adquiere con la labor y el esfuerzo, como las virtudes y el nivel de kdushá (santidad) de Aharon. Su argumento de “por qué ustedes se señorean” es una queja en cuanto a la posición que Moshé “le acomodó” a su hermano. La premisa básica es que todos son adecuados para ser Cohen Gadol (Sumo Sacerdote). En lo profundo, Koraj discrepa con toda la Torá, porque de momento que no confía en Moshé pone en duda el vigor de todas las direcciones de D’s que son trasmitidas por él. Por ello, la tierra abrió su boca y lo tragó, porque con su controversia él falta a la verdad que es el vigor de la realidad.
“Cuando D’s le dijo a Moshé (Bamidvar 8:6): ‘Toma a los leviitas de entre los Hijos de Israel y purifícalos, y así les harás para purificarlos… y que pasen navaja sobre su carne’, enseguida le hizo así también a Koraj. Volvió Koraj al pueblo, y nadie lo reconocía. Le dijeron, ¿quién te hizo así? Les contestó, Moshé así me hizo. Y no solo eso, sino que también me tomó por la mano y el pie y me elevó a los cuatro vientos, y me dijo que ahora soy puro. Y trajo a su hermano Aharon y lo adornó como una novia, y lo sentó en el Oel Moed (Tienda de Reunión). Enseguida comenzaron a agitar al pueblo los que odian a Moshé. Dijeron: Moshé es rey, su hermano Aharon es Cohen Gadol, y sus hijos son sacerdotes, y hay que traerle al Cohen la Truma, y el Maaser, y todas las 24 donaciones de los sacerdotes… Enseguida (Bamidvar 16:3): ‘Se congregaron contra Moshé…’” (Midrash Rabah).
La confusión espiritual siempre genera quejas y controversias en contra del que su mundo y su camino le son claros y absolutos. Hoy en día, las naciones del mundo gracias a la confusión espiritual fruto del cristianismo se presentan en contra nuestro con argumentos “Korajitos”, y también logran enrolar a los débiles de espíritu dentro nuestro. La mayoría de los misiles del enemigo dirigidos por satélites están orientados a confundir la identidad israelí original. Mucho dinero, presiones internacionales y esfuerzos diplomáticos, académicos, de prensa y similares son invertidos en encaminar nuestra identidad en direcciones ajenas.
Si no se reconoce que D’s “nos eligió de entre los pueblos, y nos entregó Su Torá”, entonces la alternativa occidental tradicional invade los corazones. Según su versión el mundo es un “pueblo global pequeño”, “no hay diferencia entre un pueblo u otro, entre un judío y un gentil”, “una tierra es sólo cuestión de símbolos” y similares. Cuando la confusión se difunde, el judaísmo se ve como “racismo”, Am Israel (el Pueblo de Israel) es un “conquistador opresor”, la lucha de los árabes es “legítima”, Ierushalaim es “santificada para las tres religiones”. Así, también hechos que fueron determinados en la práctica mientras estuvimos en el exilio, a pesar que son críticos para la esencia de nuestra vida y nuestros lugares santos, debemos aceptarlos.
La confusión de Koraj volvió a aparecer por segunda vez con el cristianismo. Pero la influencia se difundió mucho más allá que dentro de Am Israel. Todas las bases del argumento de Koraj se encuentran en esa religión, pero ahora en cuanto a la Sgulá (esencia espiritual intrínseca) de Israel y el culto a D’s. Explica el Rav Kuk (Israel UTjiato 15) que “el llamado (de esa persona) a todos los pueblos, que se encuentran sumergidos en todo el barro de la impureza, en todas las profundidades de la maldad y la ignorancia, en los abismos de la oscuridad más horripilante: ‘Todos ustedes son santos, todos ustedes son hijos del dios, no hay diferencias entre un pueblo u otro, no hay un pueblo santo elegido en el mundo, toda persona es igualmente santa’ – eso es el Korajismo en la humanidad, que es el Kainismo nuevo (de la raíz de Kain, que ofreció un sacrificio a D’s cuando en su corazón yacía la capacidad de asesinar), del que sufre el hombre, del que ‘la tierra se tambalea de un lado a otro como un borracho, y se columpia de acá para allá como una hamaca, y la trasgresión cometida le pesa, y caerá y no volverá a levantarse’ (Ishaya 24:20), hasta que sople el día y ‘el Eterno castigará a las huestes del alto cielo, y a los reyes de la tierra sobre la tierra’ (Ishaya 24:21)”.
A continuación surgió también la confusión del Islam, que inventó una alternativa humana distinta (véase el comentario de Rasa”g a Daniel 7:7). Esas dos religiones pretenden acercarse a D’s por un camino que Él no ordenó, como Koraj que quiso ser Cohen Gadol. Pero “el hombre que el Eterno escoja, ése es el consagrado” (Bamidvar 16:7). Un culto superficial como ese sólo aumenta el deterioro interno, y las teorías espirituales le proporcionan legitimación práctica.
En un mundo en el que la verdad es escasa, la mentira levanta cabeza. Frente a todos los intentos de confundir, nos fortaleceremos con el clamor de Koraj desde el Geinom (Infierno) al que descendió: “Moshé es verdad, y su Torá es verdad, y ellos (Koraj y su congregación) son mentirosos” (según Baba Batra 74A).

Escucha Israel, el Kotel es nuestro, el Kotel es uno
Rav Shlomó Aviner

Escucha Israel, el Kotel (Muro de los Lamentos) es nuestro, el Kotel es uno. Hasta ahora teníamos un solo Kotel - desde ahora tenemos dos. Hasta ahora teníamos un Kotel puro, kadosh (santo), la cima de la espiritualidad de Israel. Desde ahora tenemos otro Kotel más, no de acuerdo a la halajá, no de acuerdo a lo correcto, no de acuerdo con la tradición, no de acuerdo con el recato. Hasta ahora teníamos un solo Kotel, de un solo pueblo, donde se encontraban jaredim (ultra ortodoxos) y datiim (religiosos), turistas e israelíes, seculares y tradicionalistas, soldados y civiles. Desde ahora tenemos otro Kotel más para los que se apartan de la tradición, de la fe, de la hermandad. Y la Shjina (manifestación de la presencia Divina) llora, y la nación llora.
Por supuesto que en Am Israel (el Pueblo de Israel) hay distintos matices de judíos. Sus rostros son distintos, y sus ideas son distintas, su voluntad es distinta y sus sentimientos son distintos. Pero en el Kotel único se cumplía: “Y quién como Tu pueblo, Israel, un pueblo en la tierra”. Desde ahora: Dos pueblos en la tierra.

Tzaha”l (el Ejército de Defensa de Israel) tiene sitios excelentes para sus ceremonias, pero muchos comandantes querían que sean justamente en el Kotel, en ese pequeño lugar, recatado, kasher, judío, puro, kadosh. Y tenían razón. Porque realmente todo judío en su interior es kadosh. Es cierto que en la práctica todavía hay complicaciones, pero dentro del alma se cumple: Un pueblo kadosh, un pueblo puro, un pueblo creyente. Y eso se reveló en el Kotel, donde todos, de todas las corrientes e ideas, aceptaron comportarse con pureza y kdushá, en ese lugar kadosh que se encuentra frente al lugar de nuestro Beit HaMikdash (El Templo).
Frente al lugar del Beit HaMikdash se encuentra nuestro lugar que es un poco como Beit Mikdash, pero es el más grande lugar nuestro.
Pero llegaron personas de baja altura, que buscan sensaciones, con ojos empañados, y quisieron un Kotel de ellos, sin kdushá, sin pureza, sin recato, sin Torá. Y llegaron representantes de la nación y bajaron sus cabezas, renunciaron, consintieron, salvo dos valientes, dos tzadikim (justos), dos parlamentarios, Zeev Elkain y Uri Ariel, que con la cabeza en alto dijeron: ¡No! ¡No hay reforma! ¡Hay tradición! ¡Hay generaciones! ¡Hay generaciones eternas! ¡Y protestaron en contra de los que ultrajaron el kodesh! ¡Y salvaron el honor de Israel! ¡Y purificaron el aire de Israel!
Nuestro pueblo es un gran pueblo, un pueblo puro, un pueblo kadosh. Si no hoy, entonces mañana, y si no mañana, pasado mañana. Pero ese día llegará. Se va acercando y llegando. Y nada podrá detenerlo.
Muchas cosas duras nos pasaron, y ahora están tras nuestro, y nosotros estamos aquí. Muchas crisis pasamos, nos levantamos y nos fortalecemos. También esta crisis pasará.
Llegaremos todos a rezar en Rosh Jodesh (principio del mes) en nuestro Kotel, el gran Kotel, el Kotel kadosh.
El Kotel será por siempre un lugar de fe, un lugar de rezo pleno, de un espíritu interno puro, el lugar donde Am Israel se colma de amor por nuestro D’s, se colma de reverencia, se colma de kdushá.

Meorot HaShabat

El cometido de esta sección es familiarizar a los lectores con las pautas básicas del Shabat. Cada uno debe aconsejarse con la autoridad rabínica en su comunidad en cuanto a los detalles de las numerosas y a veces complejas halajot del Shabat, y no limitarse a lo escrito en esta sección.
La salida del Shabat
Se acostumbra a bendecir sobre el mirto que fue utilizado en las cuatro especies del Lulav, porque de momento que se hizo con él una mitzva, se hace otra más también[1]. Pero eso es justamente después de la fiesta de Sucot, porque en la festividad misma está prohibido disfrutar del olor del mirto de las cuatro especies, porque fue consagrado para el cumplimiento de la mitzva[2]. Por ello, cuando hace Habdala a la salida del Shabat en Jol HaMoed de Sucot no bendecirá sobre las especies utilizando las ramas de mirto consagradas para las cuatro especies de ese año, sino que bendecirá sobre otras especies.
Luego que el aroma del mirto se debilitó, no se debe bendecir sobre él. Pero cuando todavía hay un poco de aroma, en opinión del Shuljan Aruj en un principio lo mejor es bendecir sobre la rama de mirto que fue utilizada para las cuatro especies[3].
El Ram”a citó las opiniones que a partir de cuando la rama de mirto se secó y el principal aroma cesó, no se debe bendecir sobre él. Y escribió que para cumplir según todas las opiniones, colocará la rama de mirto junto con otras especies que tienen aroma, y bendecirá sobre todos juntos[4].
Especies que hay en la casa para utilizarlos como condimentos o similares[5], como canela, puede bendecir sobre ellos “bore minei besamim”, porque ahora lo toma para olerlo[6]. De todas formas, lo mejor es bendecir sobre especies determinadas que fueron consagradas para olerlas y cumplir la mitzva[7], y así acostumbran la mayoría de las personas, que consagran especies determinadas para la Habdala[8].


[1](Shuljan Aruj, Orej Jaim 297 inciso 4, Mishná Brurá inciso 8, Kaf HaJaim inciso 28). Y así figura en Zohar, y está insinuado en el versículo que dice “en vez de la zarza crecerá el mirto”, y enseguida después “cuida del Shabat para no transgredirlo”.
[2](Allí, Mishná Brurá, Kaf HaJaim inciso 22).
[3](Allí, inciso 4. Mishná Brurá, Kaf HaJaim allí).
[4](Allí).
[5]Hay que saber que no toda especie que tiene aroma puede ser utilizada para bendecir sobre ella. Por ejemplo, pimienta (salvo pimienta inglesa), hay diferentes opiniones entre los poskim si se puede bendecir o no [es decir, si son considerados especies o condimentos]. Y también hay diferencias de opinión en cuanto a jengibre, y por lo tanto no se los debe utilizar para olerlos, porque hay dudas en cuanto a su bendición (allí, Mishná Brurá inciso 1).
Frutas que tienen buen aroma, como la sidra o el membrillo, en Shuljan Aruj HaRav (allí, inciso 3) escribió que puede bendecir sobre ellos en la Habdala, a pesar que son destinados a ser comidos. Y así también dice en Pri Megadim (Eshel Avraham, al principio de 297). Pero el Jason Ish (35 inciso 7) queda en duda si cumple con la mitzva a la salida del Shabat oliendo frutos que tienen buen aroma, como la sidra o el membrillo.

[6]Allí, Mishná Brurá inciso 10, Kaf HaJaim inciso 32 escribieron citando al Ta”z que se debe determinar que se puede bendecir sobre ellos, y así escribió Tosefet Shabat. Pero Jason Ish (35 inciso 1-6) escribió que especies que no son destinadas a ser olidas, y las toma por azar para olerlas, no puede bendecir sobre ellas, porque las utiliza y después las devuelve a su destinado original.
[7](Allí, Mishná Brurá inciso 10).
[8](Allí). Según lo que explicó el Tur, que Rabeinu Efraim tenía una caja de cristal especial en la que habían especies que consagró en un principio para olerlas y cumplir la mitzva.

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