Alumbrar
basado en materiales de Majón Meir
Rav Ziv
Rave
Una persona “occidental” de los demás
pueblos, “culta y moderna”, que se fije en las Parshiot del
principio
del libro Vaikra (Levítico), puede llegar a pensar que
somos primitivos.
Puede que su desconcierto haga despertar muchas preguntas respecto a
nuestro
anhelo espiritual de ofrecer sacrificios animales, comer su carne y
derramar su
sangre sobre el altar, ¿qué culpa tiene el pobre animal?,
¿qué purga hay aquí,
cuando la persona que pecó ofrece ese sacrificio?
Es difícil culpar a una persona así,
que juzga el mundo según su punto de vista superficial
desvinculado. Puede que
el sacrificio de animales no se vea bien en YouTube, pero no es ese el
criterio
para evaluar ninguna de las órdenes Divinas.
Profundizando en el tema: El culto de
los sacrificios expresa el anhelo de la corrección de toda la
realidad y su
elevación, no sólo de Am Israel (el Pueblo de
Israel) sino que de todos
los pueblos, y también del reino animal, vegetal y mineral, y la
influencia de
ese culto llega incluso hasta el elevado mundo espiritual. Muchos
conceptos
secretos, que no son para cualquiera, son sólo el principio de
la comprensión
de lo que se encuentra escondido en la orden: “Cuando una persona de
ustedes traiga una ofrenda al Eterno, de animales, de bovinos o de
ovinos
ofrecerá su ofrenda”
(Vaikra 1:2).
El hombre fue creado a lo último en
el Génesis, y todos los otros seres, en lo alto y en lo bajo, le
dieron de sí
mismos. Como dice el versículo “dijo el Señor” – a todos
los seres creados –
“hagamos un hombre” (Bereshit 1:26). Esa creación, en la que el
hombre se hizo conteniendo
a todos los demás, es la expresión de la intención
Divina que el hombre con sus
acciones influya a todos los niveles de la realidad (Nefesh HaJaim Alef
6). Así
es que en el hombre su aspecto material es del reino mineral – “polvo
del
suelo” (Bereshit 2:7), y hay en él fuerzas de crecimiento,
acción y sentimiento
del reino animal. Y por encima de todo eso, le fue agregado un nivel
humano, “y
sopló en sus narices aliento de vida” (Bereshit 1:7), imagen y
semejanza
Divina, conocimiento y habla y libre albedrío. De esa forma
creó D’s un sistema
en el que el orden de la influencia Divina, en todos los niveles de la
realidad, se dirigen según la situación moral del hombre.
Si orientará su ser con
su libre albedrío a ser dirigido por su alma, por el temor a
D’s, la kdushá
(santidad) y la pureza, en paralelo a ello la presencia Divina se
manifestará y
dirigirá al “gran hombre”, es decir el mundo, con alegre
resplandor y buen
rostro. Y también puede ser al revés, D’s no lo permita.
Todos los seres
creados que parecen estar separados, en realidad son un mismo cuerpo
para la
manifestación de la presencia Divina, y reciben su vitalidad en
relación
directa a la índole de la vida moral del hombre.
El hombre incluye en él todos los
seres. Sólo a primera vista superficial está aislado de
los animales, pero en
realidad está unido con ellos. Esa es la razón por la
cual antes de la
generación del Diluvio, cuando el hombre pervirtió su
camino, también los
animales tenían relaciones con animales distintos, “no
está escrito ‘se
pervirtió todo hombre’, sino que ‘se pervirtió toda
carne’” (Midrash Raba,
Bereshit 6). El ánima animal en la persona es la representante
del nivel animal
que existe dentro del hombre, y su lugar es en el aspecto superficial
de su
personalidad. Atrae a la persona al aspecto material, “y de ella llegan
todas
las malas virtudes, de los 4 elementos básicos de ella, es decir
la ira y el
orgullo del fuego, que se eleva hacia arriba, y la pasión por
los placeres del
agua, porque el agua fortalece todo tipo de placeres, el libertinaje y
la payasearía
y el vanaglorio y otras vanidades del viento, y la holgazanería
y la tristeza
del polvo” (Tania cap. 1).
El sacrificio del animal en el Beit
HaMikdash (El Templo), el lugar que unifica todo lo que existe en
su raíz
más elevada, actúa corrigiendo la raíz animal de
la realidad genérica, y por lo
tanto también en el hombre. Es así que el aspecto animal
superficial que el
hombre es atraído por el al pecado, se va corrigiendo más
y más, la turbiedad
es quemada por el fuego de lo alto, y a la raíz animal en la
persona le llega
trasparencia y limpieza, porque todo fue socavado de una misma
raíz, y la
persona es purgada. En forma general, la ofrenda de sacrificios eleva
al mundo
a su raíz Divina, y fortalece la manifestación de la
presencia Divina en este mundo.
De esa forma, la carencia y la oscuridad del aspecto material de la
realidad se
debilitan, la manifestación de la unidad de D’s se fortalece, la
fuerza de la
imaginación se purifica, se posibilita la profecía, la
influencia, la dirección
y la providencia Divinas aumentan, y más y más portones
de luz y bendición,
espirituales y materiales, son abiertos. Ese proceso es justamente lo
opuesto a
la cultura de placer de Ajashverosh, que en su banquete muestra los
utensilios
del Beit HaMikdash, esclaviza el contenido del kodesh
(lo santo)
a la animalidad, la imagen y semejanza Divinas del hombre a las bajas
pasiones.
El culto en el Beit HaMikdash vincula la realidad a su meta
interior,
todos los niveles se elevan, y junto con la raíz animal que es
corregida, así
también el aspecto mineral, a través del agua y la sal
que son ofrecidos en el
altar, y el mundo vegetal a través de las menajot
(sacrificios del reino
vegetal), la sémola, el aceite y el vino, y por supuesto que
toda la humanidad
a través de los Cohanim en su culto, los Leviim
en su estrado, y Am
Israel en su lugar.
“La persona se pregunta, ¿qué
necesidad hay de todas esas numerosas acciones y seres, distintos y
variados? Y
no entiende cómo todo eso es una gran unidad… Si te
extrañas tú cómo hablarás,
escucharás, olerás, sentirás, verás,
entenderás y sentirás, contéstate que toda
la vida, y todo lo que antecede, todo te entrega tu existencia. No hay
ningún
punto pequeño de más, todo es necesario y todo tiene un
papel. Tú, y todo lo
que se encuentra por debajo de ti, están unidos y se elevan con
todo lo que se
encuentra por encima de ti y por encima de tu nivel” (Orot HaKodesh
361).
Rav
Shlomó Aviner
Pregunta: ¿Acaso hay que legislar una ley que
obligue a los
alumnos de ieshivot (centros de estudio de
Respuesta: Como todo en el ejército, se divide en
tres:
1. Obligación de
enrolamiento
Todos
deben enrolarse en el ejército. Y también eso se divide
en tres, como es
aclarado en el artículo “LeMitzvat HaAretz” de nuestro
Rav, el Rav Tzvi
Iehudá Kuk cuando estalló
a.
Salvación de la totalidad genérica de Am Israel (el
Pueblo de Israel):
“No te quedarás quieto ante la sangre de tu prójimo”
(Vaikra 19:16), y por
supuesto que no cuando se trata de la sangre de toda
b.
Salvación de Eretz Israel (
c. La mitzva
de
(Véase
toda la aclaración respecto al enrolamiento de los alumnos de ieshiva
en
el ejército en LeNetivot Israel allí, en las acotaciones.
Sijot HaRav Tzvi
Iehudá, Tzava UMiljama. Shu”t Sheilat Shlomó 1:368).
2. Aplazado del
enrolamiento
Es cierto
que no hay nadie que esté exento de enrolarse en el
ejército, pero se lo puede
aplazar. No está escrito en
3. No se puede enrolar
por la fuerza
Todos
deben prestar servicio, pero al mismo tiempo se necesita un poco de
raciocinio
y buen tino. No se puede obligar. Dijo nuestro Rav, el Rav Tzvi
Iehudá (Sijot
Al Tzava UIeshiva, pág. 25 – 32) que no se los puede enrolar por
la fuerza.
Asuntos de ese tipo no se hacen por la fuerza. Se necesita paciencia.
Hay que
esperar que eso llegue por parte de los directores de la ieshiva,
que avancen
y entiendan y reconozcan la grandeza de la mitzva que hay en
ello. No se
debe permitir coerción religiosa, anti religiosa o nacional en
ese tema. No
logrará el resultado deseado. Todo comandante del
ejército coincidirá con que
no tiene lo qué hacer con un soldado sin motivación.
Ellos no aportan nada,
sino que son sólo un peso para el sistema. Ya dijo un Ramatka”l
(Comandante
en Jefe) que prefiere un ejército pequeño e inteligente.
La
voluntad es muy importante.
Cuando
presté mi servicio militar, y también el servicio como
reservista, me encontré
con muchos alumnos de ieshiva del público jaredi.
Ellos no se
revelaron frente a sus maestros, eran muchachos tzadikim
(justos) y
temerosos de D’s que decidieron disminuir su estudio en la ieshiva
y
comenzar a trabajar, y de acuerdo a ello llegaron a la
conclusión que llegó su
momento de prestar el servicio militar. Por ejemplo, en los años
5717 – 5718
cincuenta y seis muchachos jaredim de la corriente
jasídica de Viznitz se enrolaron en el ejército en el
marco de Naja”l en
Ami Oz frente a la franja de Gaza, y trabajaron allí en la
agricultura y el
pulido de diamantes, cuando el dirigente del grupo era un Rav, el
cuñado del Admo”r
(dirigente de una corriente jasidica) anterior de Viznitz, el
presidente de
Nos valdremos de paciencia, veremos el resplandor de
Meorot
HaShabat
El cometido de esta sección es
familiarizar a los lectores con las pautas básicas del Shabat.
Cada uno
debe aconsejarse con la autoridad rabínica en su comunidad en
cuanto a los
detalles de las numerosas y a veces complejas halajot del Shabat,
y no limitarse a lo escrito en esta sección.
La salida del Shabat
De momento que oscureció al
término
del Shabat, la persona tiene prohibido comer o beber vino u
otra cosa
[salvo agua] hasta que haga Habdala[1].
Eso está prohibido
desde que el sol se oculta, porque ya a partir de ese momento hay dudas
si es
considerado noche o día[2].
La razón es porque desde que termina
el Shabat la persona tiene obligación de cumplir la mitzva
de
hacer Habdala. Y de momento que la mitzva comienza
enseguida
cuando llega ese momento, nuestros sabios fueron más estrictos y
prohibieron
incluso que pruebe algo hasta que haga Habdala[3].
También después de haber hecho Habdala
en su rezo, diciendo “Ata Jonantanu”, o después de haber
dicho “baruj
hamabdil bein kodesh le jol”[4],
mientras no hizo Habdala
sobre la copa, tiene prohibido comer o beber[5].
El que comenzó su comida antes de la
puesta del sol[6],
puede continuar comiendo y bebiendo todo lo que quiere, incluso
después de la
salida de las estrellas, hasta que bendiga Birkat HaMazon. Y a
pesar que
ya terminó Shabat, de todas formas de momento que
comenzó cuando era
permitido, no tiene obligación de cesar su comida[7].
No se debe ser estricto y terminar
su comida cuando termina el Shabat, porque cuando suspende en
la mitad
su comida es como si echase al Rey – porque parece como si se apurase a
terminar el Shabat[8].
También cuando en medio de su comida
se ve obligado a prender la luz o similar, y para ello dijo antes “baruj
hamabdil bein kodesh le jol”, no tiene obligación de hacer Habdala,
y tiene permitido continuar comiendo su comida[9].
[1](Shuljan Aruj, Orej Jaim 299 inciso 1). Y en
Kaf HaJaim (allí, inciso 6) escribió que según la
opinión de los Gueonim
tampoco agua se debe beber antes de hacer Habdala.
Si por equivocación bendijo
sobre alguna comida o bebida antes de hacer Habdala sobre la copa, y se
acordó
que todavía no hizo Habdala, a pesar de ello probará un
poco del alimento, para
que su bendición no sea en vano. Pero no continuará
comiendo hasta que haga
Habdala (271 inciso 5, Ram”a. Mishná Brurá inciso 26, Kaf
HaJaim inciso 39.
Shuljan Aruj HaRav 299 inciso 2).
[2](Allí, Mishná Brurá inciso
1. Kaf
HaJaim inciso 3 citando varios Ajaronim, y así también
Ben Ish Jai, segundo
año, Vaietze inciso 18).
Pero si todavía no comió la tercer comida de Shabat,
véase en Mishná
Brurá (299 inciso 1) que un poco después de la puesta del
sol por supuesto que
tiene que comer, a pesar que ya se ocultó el sol.
Todo el que prueba algo antes de hacer Habdala, muere de la enfermedad
Askara, D’s no lo permita. Los discípulos de Rav Ashi no se
cuidaban de tomar
agua antes de hacer Habdala (Psajim 105A).
[3](Shuljan Aruj HaRav 271 inciso 9. 299
Mishná
Brurá inciso 1 al final).
[4](299, Maguen Avraham inciso 13).
[5](Allí, Mishná Brurá inciso
1 al final, Shaar
HaTziun inciso 5).
[6]Es decir, bendijo HaMotzi cuando todavía
era
día, a pesar que se demoró con su comida hasta la noche,
tiene permitido comer
y beber (allí, Mishná Brurá inciso 2).
[7](Allí, inciso 1. Mishná
Brurá inciso 4). Y como
la primer opinión que citó el Shuljan Aruj y así
determinó, y así también Ram”a
que la costumbre sencilla es como esa opinión. Y véase
Kaf HaJaim (allí, inciso
12) que así también se entiende del Ariz”l.
[8](Allí, Mishná Brurá y Kaf
HaJaim inciso 8).
Y en forma similar estudiaron
en Mejilta, recuerda y cuida – cuídalo a su salida, como la
persona que no
quiere que su querido se marche, todo lo que puede (allí).
[9](Allí, Shaar HaTziun inciso 8. Kaf HaJaim
263
inciso 104). Pero en esa situación, no es seguro que puede
bendecir “Retze” en
Birkat HaMazon, como fue aclarado anteriormente.
Si rezó Arvit en medio
de su comida, puede que ya está obligado a hacer Habdala y tiene
prohibido
continuar comiendo hasta que haga Habdala (299, Mishná
Brurá inciso 4, Kaf
HaJaim inciso 7). Y en Birkat HaMazon no añadirá “Retze”
(188, Mishná Brurá
inciso 32).
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