Alumbrar
basado en materiales de Majón Meir
Rav
Azriel Ariel (reimpresión)
Pasaron 210 años de esclavitud en
Egipto. Finalmente ha llegado el momento tan anhelado - el momento de
la
liberación. Los muros de la prisión egipcia caen, y Paró
(el Faraón)
mismo les grita: "¡Levántense, salgan de mi pueblo!"
(Shmot 12:31).
Muchas preocupaciones llenan las cabezas: Hay que preparar los animales
para la
carga, hay que embalar lo que se pueda llevar, hay que decidir
qué dejar, hay
que preparar vestimentas adecuadas y comida para la caminata, hay que
prepararse sicológicamente para la nueva vida – y al mismo
tiempo la inquietud
por el futuro que es desconocido… Una gran alegría invade el
corazón: ¡Finalmente
se hace realidad el sueño de varias generaciones! "Cuando D's
hizo
regresar a los que volvieron a Tzion, estábamos como
soñando" (Tehilim
126:1).
Al pueblo que se encuentra en medio
de todo eso, D's le agrega otro mandamiento – que a primera vista
parece no
tener ninguna relación con ese gran momento: "Por favor, habla
en los
oídos del pueblo, y que cada varón pida a su
prójimo, y cada mujer a su prójima
utensilios de plata y oro" (Shmot 11:2). ¿Acaso eso es lo que le
falta al
pueblo que sale ahora al desierto? ¿Acaso eso es lo que desea el
prisionero que
escapa de su calabozo? ¿Qué valor tiene toda la plata y
todo el oro del mundo,
en comparación con el apreciado regalo de la libertad de la
esclavitud de
Egipto, de la liberación del látigo del opresor?
¿Por qué le pide D's al pueblo
justamente en ese gran momento buscar plata y oro?
Una primera respuesta podemos
encontrar en el comentario de Rashi (Rashi, Shmot 11:2). D's le
prometió dos
cosas a nuestro patriarca Avraham: Que su simiente será
esclavizada y sufrirá
largo tiempo, por un lado, y que saldrá con una gran riqueza,
por el otro. ¡Si
la primera parte se cumplió, será una severa
tergiversación de la justicia si
la segunda parte no se cumplirá! Pero esa respuesta sólo
devuelve la pregunta
al pasado: ¿Por qué D's le prometió a Avraham "y
después saldrán con gran
riqueza" (Bereshit 15:13)? ¿Acaso eso es lo que lo
consolará, sabiendo
todos los años terribles que sus descendientes vivirán en
Egipto? ¿Acaso alguna
de las personas que fueron asesinadas en el Holocausto estaría
dispuesta a
pasar por todo ese infierno para que sus nietos reciban un
puñado de billetes
de Alemania, del banco o la empresa de seguros de Suiza?
Por ello, necesitamos la respuesta
del Rav Kuk (Ein Aya, Brajot 1:114): La esclavitud es algo terrible. No
sólo se
trata de un martirio físico, del sufrimiento: Lo peor, es la
humillación del
espíritu. ¿Cuáles son los anhelos del esclavo?
¿Cuáles son sus sueños? ¿Acaso
puede él aspirar a algo más que un poco de descanso?
¿Acaso es capaz de elevar
su cabeza por encima del deseo de un poco de pescado, "pepinos,
sandías,
puerro, cebollas y ajos" (Bamidvar 11:5), o la olla de la carne? El
peor
daño de la indigencia, es la pobreza de espíritu que ella
acarrea. Un pueblo de
menesterosos, que sueña con una rebanada de pan seco –
¡¿cómo podrá soñar algo
como adquirir
Por ello, D's le ordena a nuestro Rav
Moshé: "Por favor, habla en los oídos del pueblo", y le
pedirán a los
egipcios utensilios de plata y oro. No lo hagan como el que no tiene
más
remedio, porque lo obligan. No lo hagan como el que cumple una orden
del rey.
"Por favor es una expresión de ruego, solicitud" (Rashi, Shmot
11:2),
cuando la persona lo hace según su elección, su libre
albedrío. Y cuando lo
haga, se encontrará a sí mismo recibiendo mucho
más que plata y oro: El que
reconoce su valor propio, y sabe que se merece recibir plata y oro por
todo el
trabajo forzado, no se conformará sólo con un "refugio"
que lo
proteja del látigo, y no procurará su sustento
recolectando los granos de entre
el estiércol de las bestias de una nación despreciable.
El pedido del dinero
preparará los corazones para los anhelos que le serán
exigidos al pueblo que
sale de Egipto. Entonces, ese pueblo sabrá reconocer su valor –
que él
realmente es hijo del Rey, y a él le es adecuada la corona real.
Entonces,
sabrá que debe vivir una vida de libertad e independencia
plenas, que exigen el
enaltecimiento de la riqueza espiritual y cultural – a la par de la
riqueza
material y económica. Sólo entonces sabrá
soñar con el grandioso destino que le
espera, ser "un pueblo de sacerdotes y una nación santa", que
será un
ejemplo para todo el mundo.
Rav
Shlomó Aviner
Pregunta: Un jasid de Jaba”d (corriente
jasídica) me dijo: “Nuestros peores son mejores que los mejores
de ustedes”.
¿Cuál debe ser nuestra reacción?
Respuesta: No hay que reaccionar. Él no lo dijo como
jasid de
Jaba”d sino que como orgulloso. Yo, en mi humildad, no estoy
muy
familiarizado con Jaba”d, pero no recuerdo que haya algo
así escrito en
sus libros.
Pregunta: Pero ellos seguramente piensan que tienen
razón.
Respuesta: Cada uno piensa que él tiene la
razón, de lo
contrario abandonaría su doctrina. Pero una vez escuché
de un talmid jajam (erudito
del estudio de
Pregunta: ¿Y quién es todo el
judaísmo?
Respuesta: Nuestro Rav Moshé. Pero después de
él, cada uno es
parte, y todas las partes juntas son el judaísmo. Por supuesto,
yo pienso que
yo soy adepto de la doctrina más cierta, pero enseguida
reconozco que también
las otras corrientes son ciertas. El Mahara”l explica que en
cuanto a
“estos y aquellos son palabras del D’s vivo”, que todas las doctrinas
dentro
del judaísmo son ciertas, y todas las diferencias de
opinión son para saber
dónde se encuentra más verdad. Pero no hay una doctrina
que sea toda la verdad.
Pregunta: ¿Acaso nosotros, los discípulos
del Rav Kuk, no decimos
a veces que toda la verdad se encuentra dentro de nosotros?
Respuesta: Entonces, es un error. Y ya fue mencionado ese
tema
en el libro “LeShloshá BeElul” del Rav Kuk (1:46). Una
vez propuso hacer
algo junto con otros Rabanim (Rabinos), y le acotaron que esos
son de
otra corriente. Dijo: No me hagan “kukistas”. Es decir, trabajamos con
todo el que
tiene que ver con el culto a D’s.
Pregunta: ¿Pero Jaba”d dicen que el Admo”r
(director
de la corriente jasídica) es el presidente de la
generación?
Respuesta: Cada uno piensa que su Rav es el más
importante, y
desde su punto de vista tiene razón. Y la verdad, es que todos
tienen razón.
Pregunta: Es más, ¡hay muchos de ellos que
dicen que el último
Rebi es el Meshiaj (Redentor)!
Respuesta: También en eso tienen razón.
Pregunta: Lamentablemente, yo debo confesar que a veces
siento
recelo por Jaba”d, por lo que dicen que el Rebi
está vivo…
Respuesta: Lamentablemente, en toda corriente hay
fantasías, y
justamente el contacto con otras corrientes es lo que las cura. Pero en
toda
corriente hay cosas buenas. ¡¿Acaso lo que los jasidim de Jaba”d están diseminados
con gran sacrificio en todo el mundo para fortalecer
Pregunta: ¿En resumen?
Respuesta: Una de las 48 medidas para la adquisición
de
Meorot
HaShabat
El cometido de esta sección es
familiarizar a los lectores con las pautas básicas del Shabat.
Cada uno
debe aconsejarse con la autoridad rabínica en su comunidad en
cuanto a los
detalles de las numerosas y a veces complejas halajot del Shabat,
y no limitarse a lo escrito en esta sección.
Las comidas de Shabat
Dentro de las halajot del
buen comportamiento se habla de que el que corta del pan no debe cortar
una
rebanada demasiado pequeña, como si fuese un avaro, y por otro
lado que no debe
cortar una rebanada que sea más grande que kabeitza,
porque se ve como
si fuese un glotón[1].
Pero en Shabat es una mitzva
cortar una rebanada grande, que le alcance para toda la comida[2],
y no se teme que parezca un
glotón. Porque de momento que en los días comunes no
acostumbra a hacer así, y
sólo en Shabat lo hace, es notorio que no lo hace por
mala educación,
sino que la mitzva de la comida en Shabat le
es importante, y por ello desea comer más de lo acostumbrado[3].
Cuando con su bendición otras
personas cumplen con su obligación, en un principio lo mejor es
que le entregue
a cada una de las personas que comen de la rebanada que cortó
para sí mismo, y
no del resto del pan[4].
Hay que repartirle a cada uno una
porción de kazait, para que no parezca un avaro[5].
Y también porque es bueno
que en un principio cada uno coma kazait enseguida
después de la
bendición del pan[6].
Por ello, en la comida de Shabat
cuando bendice sobre los dos panes y otros cumplen con su
obligación
escuchándolo, hay que cortar una rebanada grande que le sea
suficiente para
toda la comida, y también para repartir kazait a cada
uno de los demás[7].
[1](Shuljan Aruj, Orej Jaim, 167 inciso 1. Shuljan
Aruj HaRav allí, inciso 4).
El Lebush (allí)
escribió que “una rebanada demasiado pequeña” es menos de
kazait, y en Biur
HaGr”a dijo que discrepan en el Talmud Ierushalmi cuál es el
volumen de
kabeitza, cuando hay quienes dicen que es kazait y hay quienes dicen
que es
menos de kazait.
[2](274 inciso 2. 167 Ram”a. Shuljan
Aruj HaRav allí).
[3](167, Mishná Brurá inciso 12. 174,
Mishná Brurá
inciso 6). Y en Kaf HaJaim (274 inciso 15) escribió así,
y agregó que lo debe
hacer luego de haber cortado kazait para él y kabeitza para su
esposa.
[4](167 inciso 1, Mishná Brurá inciso
14). Eso es
cierto incluso en los días comunes, cuando otros cumplen con su
obligación de
bendecir escuchándolo, como es aclarado allí. Y
así escribió Kaf HaJaim (allí,
inciso 19), pero escribió que del Ariz”l se entiende que debe
cortar del pan
para los demás.
[5](allí, Mishná Brurá inciso
15). Y véase allí
que citó al Darkei Moshé que dice “kazait o un poco
menos”. Y en el Shuljan
Aruj HaRav (allí, inciso 4) escribió citando al Maguen
Avraham que no se necesita
kazait. Y terminó diciendo que alcana con medio kazait, y
así acostumbran.
[6]Allí. Y véase Shaar HaTziun
(inciso 14) que a
pesar que la obligación de bendecir es incluso para comer menos
de kazait,
incluso muy poco, de todas formas en un principio es bueno que la
persona coma
kazait enseguida después de la bendición.
Eso es cierto ya sea un
día común o ya sea en Shabat, como es aclarado
allí.
[7](Allí, Ram”a inciso 2, Mishná
Brurá inciso 14).
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