Alumbrar

basado en materiales de Majón Meir

Parashat Miketz     28 de Kislev 5778     No 1148

“La necedad del hombre pervierte su camino” - frente a la verdad
Rav Zeev Karov
(reimpresión)

Los hermanos de Iosef decidieron que ellos deben matarlo, pero finalmente “sólo” lo vendieron. No cabe duda que los hermanos de Iosef tenían profundos motivos para justificar su actitud frente a él: No se trata del populacho ni de asesinos, sino que de los que constituyeron la base de las tribus de Am Israel (el Pueblo de Israel). Ellos llegaron a la conclusión que eso es lo que debe ser hecho. Lo difícil de entender no es el hecho mismo de la venta, sino que la forma en que ellos enfrentaron semejante acción.
Parece ser que con gran  facilidad ellos engañan a su padre y lo apenan mucho, e incluso olvidan a su hermano, que vendieron a los Ishmaelitas. ¿Acaso el tzadik (justo) Iehudá, el primogénito Reuben y todos los otros hermanos no intentan averiguar qué pasa con su hermano? Más extraña aún es su reacción frente a todo lo que les sucede en Egipto: El rey de Egipto los acusa de ser espías, y luego él mismo los invita a comer con un almuerzo kasher en su compañía. ¿Acaso no se percatan que algo extraño ocurre? ¡¿No sospechan nada?!
Las dificultades que encuentran en Egipto los llevan a decir “verdaderamente, somos dignos de castigo” (Bereshit 42:21), pero enseguida inculpan a D’s: “¿Qué es esto que D’s ha hecho con nosotros?” (Bereshit 42:28). En cierta forma ellos dicen: Quizás no actuamos como correspondía, y D’s nos castiga por ello. Pero no reconocen toda la profundidad de su error, y por supuesto que no comprenden la íntima relación entre lo que les ocurre en Egipto y la venta de Iosef.

La Gmará (Taanit 9A) cuenta que Rabí Iojanan encontró al niño de Reish Lakish que  decía el versículo: “La necedad del hombre pervierte su camino, y luego su corazón se enoja contra el Señor” (Mishlei 19:3), y Rabí Iojanan le preguntó si ese versículo tiene algún antecedente en la Torá. El niño le contestó que es aprendido de los hermanos de Iosef, como está escrito: “Y les saltaba el corazón y temblaron, diciéndose unos a otros: ¿Qué es esto que D’s ha hecho con nosotros?” (Bereshit 42:28), es decir, “la insensatez y estupidez de la persona le hacen tergiversar y desviar los caminos y acciones, y se encoleriza contra D’s, estropeando su fe” (Marsh”a, allí).
Las personas son capaces de construir con su insensatez un mundo imaginario, pensando que es el verdadero. No son capaces de mirar la realidad tal cual es, porque se encuentran aprisionados en la concepción que ellos edificaron de ella. También grandes personas pueden caer en la trampa de la necedad.
En esa situación, si la realidad no es acorde con su imaginación e insensatez, las personas se encargan de encontrar los “verdaderos” culpables: En primer lugar, es culpable todo el que no piensa como ellos. Luego, otros son culpables; los mitnajalim (colonos), los asentamientos, y por supuesto, D’s. Se conforman con una autoinculpación mínima: No somos culpables, y tenemos razón, pero “vimos la angustia en su alma, cuando nos rogaba tuviésemos piedad de él, y no le escuchamos” (Bereshit 42:21). Teníamos razón, pero tendríamos que haber sido un poco más misericordiosos.
También grandes personas pueden caer presas de la trampa de la insensatez. Si ellos edificaron cierta concepción según su forma de entender, sin ser absolutamente fieles a la Torá y la dirección Divina, les será muy difícil ver su equivocación. Así fue con los hermanos de Iosef, con los espías, y otros.
Sólo cuando los hermanos comienzan a analizar realmente sus acciones, de pronto comprenden el gran dolor que causaron a su padre, se ven obligados a enfrentar nuevamente la venta de Iosef, “y su hermano murió” (Bereshit 44:20). Entonces - y sólo entonces - Iosef comprende que sus hermanos son capaces de enfrentar la verdad como corresponde.
“La necedad del hombre pervierte su camino” - “D’s hizo al hombre de forma que puede dirigirse por el sendero del bien y la vida, a través de las leyes de la sabiduría que le reveló. Mientras el hombre tiene fe en las leyes de la sabiduría, se dirige por el camino del bien, y no se enoja frente a D’s. Sólo cuando su insensatez y sus dudas respecto a la sabiduría lo abordan, es cuando pervierte su camino” (Malbi”m, allí).

El raciocinio humano es limitado, y se encuentra colmado de dudas. La insensatez es el intento de resolver las cuestiones de la vida sólo según el raciocinio humano. Las personas se encuentran con una realidad complicada y difícil, y dejándose llevar dicen que la Torá, la sabiduría Divina, no es capaz de alumbrar el camino en esa situación actual tan compleja. O arguyen que por ahora, se puede ignorar la sabiduría Divina que D’s nos entregó. A veces, también las personas fieles a la Torá abandonan la sabiduría Divina en ciertas cuestiones. “Tzadikim que no tienen fe”.
Una persona que edifica una concepción del mundo que es antagónica a la sabiduría Divina, esa es la insensatez que pervierte los caminos de la vida. Una persona como esa, “se enoja contra el Señor”: Él se revela contra los valores que le impiden construir una realidad de acuerdo a su insensatez, culpa a D’s por haber “complicado” al mundo.
La gran innovación que aprenden los hermanos de Iosef, es que “no fuisteis vosotros quienes me enviasteis aquí, sino D’s” (Bereshit 45:8). Iosef les enseña que deben dejar de mirar la realidad con lentes de carne y hueso, sino que con la Aspaklaria Meirá (claro cristal). La concepción del mundo debe edificarse según la sabiduría Divina, hay que ser fieles a ella y de acuerdo a ella contemplar la realidad. Como comprendieron los Macabim cuando salieron a luchar, a pesar de los “cuerdos” que les advirtieron que no había ninguna posibilidad de vencer, y no tiene ningún sentido luchar. Así está escrito en el libro HaJashmonaim: “Y contestó Iehudá, y dijo; ¿acaso le es imposible a D’s entregar muchos en manos de pocos?, ¿acaso hay algo que pueda limitarlo a traer la salvación a través de muchos o pocos? La salvación proviene de D’s, y también un ejército numeroso no logrará escapar”.

Janucá - preguntas y respuestas
Rav Shlomó Aviner

Pregunta: ¿Cada uno enciende velas en la casa, o sólo el padre?
Respuesta: Ashkenazim (provenientes de comunidades de Europa), cada uno. Sfaradim (provenientes de comunidades del norte de África y de Asia), sólo el padre por todos (Shuljan Aruj y Ram”a, Orej Jaim 671 inciso 2).
Pregunta: ¿Qué debe hacer una soltera que vive sola?
Respuesta: Por supuesto que debe encender velas, pero no afuera, por recato (de momento que “también ellas estuvieron en ese milagro”. Shabat 23A. Jatam Sofer allí).
Pregunta: ¿Si mi padre encendió en la casa cuando yo no estaba presente, cumplí con mi obligación?
Respuesta: Si. Porque su intención es que todos cumplan la obligación con su encendido (Shuljan Aruj, allí).
Pregunta: ¿Si no me encuentro en la casa y mi esposa enciende velas, cumplí con mi obligación?
Respuesta: Si (allí).
Pregunta: ¿Si  me encuentro en el campo en Janucá, puedo encender velas?
Respuesta: No. Sólo en la casa o en una carpa (véase Hiljot Shlomó, Moadim, capitulo 14 inciso 8. Mikraei Kodesh Janucá, del Rav Moshé Harari, capítulo 3 inciso 2).
Pregunta: ¿Cuál debe ser la distancia entre las velas?
Respuesta: Suficiente para que no se fundan unas a otras, y para que las llamas no se junten (véase Mikraei Kodesh Janucá, del Rav Moshé Harari, capitulo 2 acotación 11 citando al Gaón, el Rav Mordejai Eliahu).
Pregunta: ¿Pueden utilizarse velas eléctricas?
Respuesta: Solo si no hay más remedio, sin bendecir (Piskei Tshuvot 673 inciso 1).
Pregunta: ¿Si no tiene suficientes velas, cuántas velas se debe encender?
Respuesta: Una vela cada día (Shabat 21B).
Pregunta: ¿Dónde se enciende afuera?
Respuesta: En el espacio de la puerta, en el lado izquierdo del que entra, frente a la mezuza, a una altura entre 3 palmos y 10 palmos (es decir, 24cm y 80cm. Shuljan Aruj, Orej Jaim 671 inciso 6. Mishná Brurá inciso 34).
Pregunta: ¿Cuándo se enciende?
Respuesta: Ashkenazim a la puesta del sol, Sfaradim y jasídicos a la salida de las estrellas. Si se demoró, afuera puede encender mientras todavía haya personas que se pasean por la calle. Y en la casa, mientras haya personas despiertas (Piskei Tshuvot 672 inciso 1).
Pregunta: ¿Se puede comer antes de encender las velas?
Respuesta: Una comida frugal (allí, inciso 1).
Pregunta: ¿Cómo se encienden las velas de Janucá en vísperas de Shabat?
Respuesta: Se enciende antes de la llegada del Shabat, y se necesita que las velas continúen encendidas media hora después de la noche. Si no tiene velas largas, debe utilizar velas gruesas como las de Shabat (Piskei Tshuvot 679 inciso 1).
Pregunta: ¿Se puede llevar la Janukia a algún otro lado luego de haber encendido las velas?
Respuesta: No (Shabat 23A. Shuljan Aruj, Orej Jaim 672 inciso 2).
Pregunta: ¿Si nos vamos de la casa, podemos apagar las velas de Janucá?
Respuesta: Si, media hora después de la hora en que se las debe encender (Shuljan Aruj, Orej Jaim 672 inciso 2. Mishná Brurá inciso 7. El Jazon Ish innovó que se puede apagar las velas luego de media hora. Véase Jut HaShani, Hiljot Janucá en cuanto a la opinión del Jazon Ish).
Pregunta: ¿Está permitido tirar a la basura los restos de las velas, el aceite y las mechas?
Respuesta: Dentro de una bolsa de plástico, por respeto de lo que sirvió para una mitzva (Shuljan Aruj, Orej Jaim 677 inciso 4. Véase Mikraei Kodesh Janucá, del Rav Moshé Harari, capitulo 5 acotación 51 citando al Gaón, el Rav Mordejai Eliahu).
Pregunta: ¿Se puede encender velas de Janucá en un acontecimiento público?
Respuesta: Si rezan allí Minja y Arvit. Si no, se puede encender pero sin bendecir (allí).
Pregunta: ¿Se encienden las velas mientras se bendice, o sólo después?

Respuesta: Después. Mientras se recita “HaNerot Halalu” (Shuljan Aruj, Orej Jaim 676 inciso 4. Mishná Brurá inciso 8. Ialkut Iosef, Moadim, 226).                                                             

Meorot HaShabat

El cometido de esta sección es familiarizar a los lectores con las pautas básicas del Shabat. Cada uno debe aconsejarse con la autoridad rabínica en su comunidad en cuanto a los detalles de las numerosas y a veces complejas halajot del Shabat, y no limitarse a lo escrito en esta sección.
Las comidas de Shabat
Una persona que no tiene dos panes enteros para bendecir, si tiene un pan entero le agregará un pan que no está entero y bendecirá sobre ellos[1], y luego de la bendición cortará del pan entero[2].
Si no tiene ni siquiera un pan entero, bendecirá sobre dos panes que no están enteros, porque de todas formas son dos panes, solo que no es honroso[3].
La mitzva
de bendecir sobre dos panes no es un obstáculo para cumplir la mitzva de comer en Shabat[4], y de momento que comió pan según la cantidad necesaria[5], cumplió con la mitzva de comer en Shabat, a pesar que no bendijo sobre dos panes.
Acostumbraron los puntillosos que antes de bendecir sobre el pan marcan con el cuchillo el lugar donde cortarán después de haber bendecido
[6]. La razón es para demorar lo menos posible entre la bendición y el comido [hasta que decida dónde y de qué tamaño cortar] [7].
En efecto, cuando bendice sobre algo delgado [como Matza o similar] de momento que no hay ninguna demora en quebrarlo enseguida después de la bendición, no es necesario marcar antes de bendecir[8].


[1]Véase Shu”t Jatam Sofer (Orej Jaim 46) que citó de las responsas al final del libro Minjat Iaakov que escribió que cuando bendice sobre un pan entero y otro no, es considerado como bendecir sobre dos panes enteros. Y véase allí Jatam Sofer lo que escribió, y no determinó.
[2]Porque por lo menos es entero (como es aclarado 168 inciso 1).
[3](Aruj HaShuljan 274 al final del inciso 5).
[4](274, Mishná Brurá inciso 2).
[5]Véase anteriormente cuánto pan se debe comer.
[6](Ba”j 167, citando a Rasha”l. Maguen Avraham 274 inciso 1. Majatzit HaShekel allí. Mishná Brurá inciso 5).
[7](Majatzit HaShekel allí).
Y véase allí que escribió que debe señalar realmente el pan, y no como la gente hace que pasan el cuchillo sobre el pan sin marcar nada, y no queda ninguna señal sobre el pan, que no sirve para nada.
Pero en Kaf HaJaim (allí, inciso 11. 167 inciso 18) citó al Ba”j y el Maguen Avraham, y a continuación citó al Ieshuot Iaakov que escribió que no es correcto hacer así, y también Tzala”j escribió que no es correcto señalar con el cuchillo, y Beit Menuja lo citó. Y escribió Kaf HaJaim que por lo tanto lo correcto es preparar para la bendición de las comidas de Shabat panes pequeños y delgados, para que no tenga que cortarlos entre la bendición y la comida, y por lo tanto no tendrá que marcarlos tampoco. Y en el libro Likutei Mari”j citó a Iad Iosef y Torat Jaim que también según los temas esotéricos hay que marcar el pan.

[8](Shuljan Aruj HaRav 167 inciso 3) incluso en un día corriente no es necesario cortar el pan antes de la bendición.
Y véase en Kaf HaJaim anteriormente citado, y en el inciso 11 citó la costumbre de Mahari”l que en Shabat acostumbraba a hacer pan de sémola, y de momento que era delgado, no tenía que señalar antes de la bendición.

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