Alumbrar

basado en materiales de Majón Meir

Jol HaMoed     17 de Tishrei 5778     Sucot     No 1139

Procesos reversibles e irreversibles
Rav Zeev Karov
(reimpresión)

La fiesta de Sucot (Fiesta de las Cabañas) es la fiesta de la fe. La Suca (cabaña) es llamada por el Tirgum Onkelus (traducción de la Torá al arameo) "a la sombra de la fe". Hay Muchos que creen en forma general en la existencia de D's. Las estadísticas y los estudios que son publicados ocasionalmente - sobre todo en vísperas de Iom Kipur (Día del Perdón) - hablan de un 90% de personas que creen en D's.
Pero la pregunta cardinal es qué significado y qué influencia tiene esa creencia en la vida del creyente. El milagro de la vida en sí y el vínculo interno entre toda persona y D's, la inducen a pensar que el mundo no fue creado por azar. Pero esa conclusión no necesariamente implica que D's supervisa nuestras vidas en cada momento: La persona desea ver su vida libre de toda dependencia o vínculo que implique obligación alguna. Por supuesto que cuando se encuentran en dificultades, todos desearían que D's lo ayude. Pero por otro lado, en la vida cotidiana y sobre todo cuando la persona siente que las cosas "le van bien", le es más cómodo pensar que su vida depende sólo de él, y se encuentra totalmente en sus manos. Como dice el versículo: "No sea que cuando hayas comido y te hayas saciado, cuando hayas edificado para ti buenas casas y hayas habitado en ellas... que se enorgullezca tu corazón y te olvides del Eterno, tu D's" (Dvarim 8:12-14).
La fiesta de
Sucot nos enseña un nivel de fe que penetra en cada momento de nuestras vidas. Dos mitzvot de la festividad están dirigidas a ello: La mitzva de habitar en la Suca - nos aclara cual es el origen de la existencia y vida del hombre. Le dicen a la persona: "Sal de tu vivienda fija, y habita en una vivienda provisoria" (Suca 2A). La casa fija le da a la persona una sensación de protección y seguridad, como si la forma en que vive su vida fuese un hecho irreversible. El que tiene una vivienda fija se siente "dueño de la casa", él determina quién entrará y quién saldrá de ella, él tiene la última palabra. Cuando se sale a una vivienda provisoria, eso le recuerda las limitaciones de su capacidad, y su dependencia del Creador del Mundo. Justamente cuando la persona posee una vivienda propia, debe recordar que lo provisorio y lo permanente es determinado por D's, y no por él. La casa - que es el mundo de la persona - puede confundirla, y hacerla pensar que ella es la reina del mundo. Por ello, le hacen recordar que quien sacó a Am Israel (el Pueblo de Israel) de Egipto y quiso que Am Israel sea un fenómeno irreversible, eterno, Él es capaz de hacerlo también en el desierto, en un lugar provisorio.
También la mitzva del Lulav (las cuatro especies) le aclara a la persona en qué debe basar su seguridad, y qué es lo que le da la cualidad permanente a la vida. La época de la cosecha y recolección es una época en que "hayas comido y te hayas saciado" (Dvarim 8:12). Es una situación en que la persona puede sentir "mi poder y la fuerza de mi mano" (Dvarim 8:17), y olvidarse de D's, y sentir que esa es la situación permanente y fija de la persona en este mundo. Por ello, fuimos ordenados tomar cuatro tipos de plantas distintas - que representan todo el mundo vegetal - y reconocer que todo nos fue entregado por D's.
Hoy en día escuchamos hablar a menudo en cuanto a "procesos irreversibles". Cuando abandonamos los centros urbanos de las ciudades Ramala, Aza, Kalkilia y otras, muchos dijeron que "nunca volveremos allí". Pasaron unos pocos años, y Tzaha”l (Ejercito de Defensa de Israel) ha vuelto y realiza operaciones en ellos. También hoy en día, hay quienes creen cándidamente cuando nos dicen que "el proceso de desconexión es irreversible" - lo que es ridículo. Hay un dueño auténtico del mundo. Durante dos mil años no estuvimos en Eretz Israel (la Tierra de Israel), en Ierushalaim, en Jaifa, en Beit-El, etc., y ahora hemos vuelto. También el proceso de desconexión y expulsión es reversible.
La voluntad Divina es un proceso irreversible. Si D's ha decidido que hayan "dos mil años, la época del Meshiaj (El Redentor)" (Sanhedrin 97A), así será, ya sea evidente para nuestros ojos o no. Si el Creador del Mundo ha decidido que Am Israel debe volver a su tierra, ese es el verdadero proceso irreversible, y no los caprichos de algún Primer Ministro, sea cual sea.

Podemos decir entonces que la fiesta de Sucot es una de las fiestas más relevantes en nuestros días.  Vivimos en una época en la que hay mucha abundancia, muchos vehículos cubren el asfalto en Israel, en todo lugar hay grandes centros comerciales - también cuando la situación es definida como "difícil", relativamente hablando, desde el punto de vista económico. Una época en la que los periodistas definen qué es reversible y qué no lo es. En estos días somos ordenados ir a vivir a una vivienda provisoria y recordar qué es realmente provisorio y qué es permanente, y quién determina qué es reversible y qué no lo es.
El Creador del Mundo determinó que
Am Israel es el pueblo eterno, y por ello no tuvieron ni tendrán éxito todos los vanos intentos de borrarlo del mundo. D's nos ha traído por tercera vez a nuestra tierra, una gueulá (redención) sin galut (exilio) tras ella, y ese es un proceso irreversible.

Esa extraña persona – David Ben Iosef zt”l
Rav Shlomó Aviner

Esa persona maravillosa, David Ben Iosef, que se elevó al cielo. La persona menos rutinaria, y junto con ello la persona más rutinaria de la nación. ¿Qué es más rutinario que “amarás a tu prójimo? Él amó a cada uno, pero realmente, no sólo palabras, con todo el corazón, toda la fuerza y todo el tiempo.
Decenas de años estuve en contacto con esa persona, y no cesé de maravillarme: Esa es una persona que no envejeció, siempre joven, siempre viviendo, siempre efervescente, siempre fresca, como la leche que fue ordeñada en este momento, como un fruto que ha caído justo ahora, como una flor que acaba de ser recogida. Siempre estaba colmado de nuevas ideas, siempre se maravillaba de las ideas antiguas.
Esa era una persona que dolía el pesar de la nación, el dolor del particular y del público, el dolor de los niños y de los adultos. Pero no estaba deprimido, no estaba amargado, no criticaba, sino que buscaba soluciones, piensa y hace, decide y cumple. Sus soluciones no eran complicadas, sino que naturales.
Una persona natural. Una persona como D’s hizo al hombre, derecho. Una persona natural y derecha. A veces llegaba a alguna clase, todos se sentaban en sillas en forma decorosa, y él se sentaba en el suelo. ¿Acaso no es el suelo de Eretz Israel (la Tierra de Israel)? ¿Acaso no es más honroso que una silla?
También parte de sus libros fueron impresos en letra a mano. Una escritura maravillosa, grande, amplia, fluyente, con puntos, colmada de luz, de vida. Si, fluyente. Era una persona fluyente. Fluye luz, fluye Torá, fluye temor a D’s puro. Fluye cada buena virtud. A veces le escribía una carta pequeña, algunas palabras, recibía a cambio un diluvio de gracias, como si le hubiese traído la Torá del Monte de Sinai.
Una vez le envié el comentario del Rav Kuk respecto al versículo donde nuestro patriarca Avraham dice “hineni” [me he aquí. N. del T.]. Se maravilló tanto y se emocionó hasta lo profundo de su alma. En efecto, esa era su personalidad: ¡Me he aquí! Una persona que siempre dice: Me he aquí.
Una persona que es todo corazón, un corazón sensible, desbordante. Una persona que es imposible enojarse con ella, también cuando dice algo con lo que no concordamos. Tú estás cautivo de su sonrisa, su sencillez y su fe. Una fe gigante, que contiene mundos, y junto con ello una fe sencilla y cándida. Como si D’s hubiese querido hacer una bondad con el mundo e hizo aterrizar una persona de las generaciones antiguas.
Era una persona tan amplia que no se lo puede definir, sino que a través de la negación: Una persona que no era egoísta en absoluto. El egoísta es el que se tiene sólo a sí mismo. Él era una persona que no se tenía a sí misma.
Él fue enterrado en el Har HaMenujot (Monte del Descanso), pero sabemos que también allí no tendrá descanso, porque los talmidei jajamim (eruditos del estudio de la Torá) no tienen descanso, ni en este mundo ni en el mundo venidero, como fue dicho: “Andarán de victoria en victoria, se presentará ante el Señor en Tzion” (Tehilim 84:8. Brajot 64A).
Que su alma esté atada con el origen de la vida, con todos los tzadikim (justos).                                                              

Meorot HaShabat

El cometido de esta sección es familiarizar a los lectores con las pautas básicas del Shabat. Cada uno debe aconsejarse con la autoridad rabínica en su comunidad en cuanto a los detalles de las numerosas y a veces complejas halajot del Shabat, y no limitarse a lo escrito en esta sección.
Kidush
No se debe cambiar el lugar donde se come luego del Kidush y pasar a comer a otro cuarto, incluso cuando ambos cuartos se encuentran en una misma casa. Y si luego del Kidush se arrepintió y pasó a comer a otro cuarto, debe volver a hacer Kidush en el cuarto donde comerá[1].
También si cuando hizo Kidush tomó en cuenta que pasará a comer a otro cuarto, en un principio no debe pasar a comer al otro cuarto[2]. Pero si no hay más remedio, si ambos cuartos se encuentran bajo un mismo techo y pensó cuando hizo el Kidush en cambiar de cuarto, puede cambiar el lugar donde come a otro cuarto, incluso en otro piso, y no tiene que volver a hacer Kidush allí[3].
Si puede ver el lugar donde hizo Kidush desde el cuarto donde quiere pasar a comer [incluso si lo ve sólo un poco y no en su totalidad[4].], si cuando hizo Kidush pensó cambiar de cuarto, puede hacerlo en un principio y comer allí su comida[5].
Pero cuando no hay más remedio, cuando hizo Kidush y no puede comer donde hizo el Kidush, incluso si no pensó en ello cuando hizo el Kidush, puede comer en otro cuarto del que ve el lugar donde hizo el Kidush[6].


[1](Shuljan Aruj, Orej Jaim 273 inciso 1, Mishná Brurá inciso 4. 273 inciso 2, Mishná Brurá inciso 9. Kaf HaJaim allí inciso 20, Ben Ish Jai segundo año, Bereshit inciso 2). Porque la primera vez que hizo Kidush no cumplió con su obligación, ya que no comió donde hizo Kidush.
[2](allí, Biur Halajá comienza vejen ikar, Shuljan Aruj HaRav allí inciso 2, Kaf HaJaim allí inciso 16, Ben Ish Jai allí).
[3](allí, Mishná Brurá inciso 5 8, Biur Halajá comienza vejen ikar).
En efecto, no se debe cambiar el lugar donde se come a otra casa o al patio, también cuando hizo Kidush pensando en hacerlo, e incluso si no hay más remedio (allí, Mishná Brurá inciso 8). Y si ve el lugar donde hizo Kidush desde el nuevo lugar, véase en las acotaciones siguientes.
Y véase Kaf HaJaim (allí, inciso 18) que si cambió su lugar a otra casa y pensó hacerlo así cuando hizo Kidush, escuchará el Kidush de otra persona que todavía no cumplió su obligación. Y si no es posible, no volverá a hacer Kidush, porque hay diferentes opiniones respecto a ese caso y cuando se duda, es preferible no bendecir.

[4]Incluso si lo ve por una ventana, alcanza (allí, Mishná Brurá inciso 6).
[5](allí, Biur Halajá al final de vejen ikar).
[6](allí, Mishná Brurá inciso 7, Shaar HaTziun inciso 8, Kaf HaJaim allí inciso 14).
Y si no hay más remedio, puede cambiar su lugar incluso a otra casa o al patio si puede ver desde el nuevo lugar el lugar donde hizo Kidush [si no hay un camino que es utilizado en forma fija en el verano y en el invierno que los separa] (allí, Mishná Brurá, Kaf HaJaim inciso 13).

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