Alumbrar

basado en materiales de Majón Meir

Parashat Matot - Masaei     28 de Tamuz 5777     No 1128

Los asentamientos de las dos orillas
Rav Iaacov Ariel
(reimpresión)

La guerra contra Sijon y Og no tenía la intención de ser una guerra de conquista. Sus territorios no tendrían que haber sido anexados en ese momento. Es cierto que las dos orillas del Iarden son parte de Eretz Israel (la Tierra de Israel), pero hay diez niveles de kdushá (santidad) en Eretz Israel, y la orilla oriental del Iarden tiene un nivel distinto de la orilla occidental. La parte occidental del Iarden tiene un nivel superior de kdushá, allí se manifiesta la Shjina (Presencia Divina), allí debe ser construido el Beit HaMikdash (El Templo). La parte oriental será asentada sólo en el futuro lejano, y si no hubiese sido por la oposición caprichosa de Sijon y Og, Am Israel (el Pueblo de Israel) hubiese seguido su camino a la margen occidental de Eretz Israel sin haberles tocado ni un pelo. Por ello, se trató de una guerra de defensa necesaria, y no de una guerra de conquista.
La razón por la cual las tribus de Gad y Reuben desean asentarse en esa zona, es económica- existencial, y no idealista. No es la obligación del asentamiento de Eretz Israel la que los impulsa, sino que la necesidad de cuidar de sus pertenencias. Es cierto que el ganado necesita un lugar apropiado donde pueda ser cuidado, pero el hecho es que por sus pertenencias ellos estaban dispuestos a separarse de Clal Israel (la totalidad genérica del Pueblo de Israel) y asentarse en un lugar con un nivel de kdushá menor, y esa es la raíz del asunto. Es por ello que Moshé se enoja y los compara con los espías – que también su actitud frente a Eretz Israel era como la de unos turistas o comerciantes, que cuando sopesaron las ganancias del asentamiento de la tierra y las dificultades prefirieron quedarse en el desierto.
Es cierto que las tribus de Gad y Reuben eran guerreros temerarios: Estaban dispuestos a enrolarse en las unidades de elite del Ejército de Israel. Eran capaces de asentarse en la frontera, con sus mujeres e hijos. Pero su actitud frente a las necesidades de seguridad, de asentamiento, de la tierra y el pueblo era puramente nacional-existencial. No es la elevada aspiración de elevarse con D's en la tierra sagrada y la redención de todo el mundo lo que los impulsa – sino que el ganado, las ovejas, las vacas y sus necesidades. Moshé – el fiel pastor – bien sabe escuchar las voces ocultas en lo profundo de su ser. Él es responsable también de las generaciones futuras. Cuando llegue el momento de redimir también la margen oriental del Iarden, lo correcto será que no sean las aspiraciones de la tribu de Gad y Reuben las dominantes sino que las aspiraciones idealistas. Por ello, él les junta la mitad de la tribu de Menashe. Él fue el hijo de Iosef que fue llamado así por el anhelo de la patria: Iosef no dejó que su éxito en una tierra ajena lo haga olvidar a Eretz Israel. Él se presenta como el que fue robado "de la tierra de los hebreos" (Bereshit 40:15), y es en ella donde ordena enterrar sus huesos cuando el pueblo salga de Egipto (Bereshit 50:25). Su vínculo con la tierra es un vínculo íntimo y profundo. Moshé quiere evitar una forma de pensar de diáspora dentro de Eretz Israel misma. Por ello, las dos márgenes del Iarden serán unidas a través de los hijos de Menashe Ben Iosef.
La concepción existencial-práctica tiene consecuencias educativas. Los hijos de Gad y Reuben dicen: "Edificaremos aquí rediles para nuestro ganado y ciudades para nuestros hijos" (Bamidvar 32:16) – anteceden la preocupación por el ganado a sus hijos. Moshé invierte el orden: "Construyan ustedes ciudades para sus hijos, y rediles para su ganado" (Bamidvar 32:24) – los hijos anteceden al ganado. Esa escala de valores invertida no es por casualidad: El que todo su vínculo con Eretz Israel se basa en las necesidades existenciales del "ahora", también su concepción educativa se torcerá. Él será capaz de sacrificar la educación de sus hijos sobre el altar de las conveniencias económicas - incluso si edificará magníficos centros de estudio - porque los factores de logros y practicidad le serán más importantes que los factores educativos y los valores. La cantidad de horas de estudio, las notas de los exámenes, los premios y los títulos de honor – todo eso hará preferir las materias prácticas con logros inmediatos, y las materias más espirituales y de valores serán dejadas de lado. Porque una sociedad de ganado y pertenencias, necesita "pastores" – y no "dirigentes espirituales".
En las generaciones futuras, las consecuencias serán evidentes también en el plano de la seguridad. Los descendientes de esos valerosos guerreros de unidades de elite, después de haberse asentado en la margen oriental del Iarden, serán capaces de quedarse pastando tranquilamente su ganado cuando en la otra orilla se encuentran sus hermanos luchando contra el enemigo, y no vendrán a socorrerlos (Shoftim 5:16). Los descendientes más lejanos – que se apartaron más aún de las ideas de sus antepasados – serán los primeros en ser exiliados cuando llegue la desgracia y el imperio Asirio conquiste esa zona.
A pesar de ello, debemos hacerle justicia a las tribus de Gad y Reuben y no presentarlas sólo con matices negativos: Ellos no están interesados en provocar una escisión dentro del pueblo, a través de una división artificial entre dos tipos distintos de asentamientos. Ellos se preocupan,
¿quizás los colonos de los asentamientos de la orilla occidental le digan a sus hijos: "Ustedes no comparten nuestra fe"? Por ello, construyen un gran altar a la orilla del Iarden, que será testigo de la unidad de Am Israel, con todos sus asentamientos. El Iarden debe ser un puente entre dos tipos de asentamientos – los asentamientos prácticos, y los asentamientos idealistas – y no debe separar entre ellos.
Eretz Israel plena, con las dos márgenes del Iarden, es un espejo de Am Israel pleno, con todas sus tribus. También los asentamientos idealistas necesitan los asentamientos prácticos-económicos, y viceversa. No se debe separar esa unidad, el pueblo y la tierra los necesitan a todos. "Juntas, todas las tribus de Israel" (Dvarim, 33:5).

La rebelión
Rav Shlomó Aviner

A partir de la Bar Mitzva (13 años) el hombre se hace independiente según la halajá y también la mujer a partir de la Bat Mitzva (12 años). Por supuesto, eso no quiere decir que estén exentos de respetar a los padres. También un anciano lo debe hacer. También una persona inteligente. Incluso nuestro Rav Moshé respetó a su suegro Itro, como es contado en la Torá.
Pero es independiente y no está subordinado a los padres, y si hay algo que no es correcto, puede rebelarse, por supuesto, con buenos modales, con humildad, pero puede marcar su camino según su voluntad, y todo según la dirección de la Torá.
Una de las cosas que es muy adecuado que un muchacho que tiene Bar Mitzva o una muchacha que tiene Bat Mitzva se rebele en contra, son los caros festejos donde se desperdicia mucho dinero. Es cierto que el banquete de Bar Mitzva o Bat Mitzva es definido como un banquete de mitzva, pero no está escrito en ningún lugar que tiene que ser un derrocho.
De todas formas, es una moda nueva, y al respecto se puede decir que los tiempos pasados eran mejores que los nuestros.
Mi padre, bendito sea su recuerdo, contó que cuando hizo Bar Mitzva fue llamado a la lectura de la Torá un día lunes o jueves, y después del rezo tomaron un poco de brandy y comieron un poco de torta – y con eso terminaron los festejos. Y también si hubiesen querido no hubiesen podido hacer algo más, porque eran pobres, y a veces no había lo qué comer en la casa.
Gracias a D’s en nuestros días no hay hambrientos en el país - a pesar que hay pobres que comen solo pan, fideos y arroz, que es muy poco saludable – pero hay personas que no pueden permitirse festejos de Bar Mitzva o Bat Mitzva caros, y a pesar de ello se ven obligados a hacerlo por la presión social, para que no digan que son tacaños. Y también su hijo o hija se avergonzarán de los amigos de la clase o del movimiento juvenil que tuvieron un festejo lujoso.
La verdad es que ese problema existe no solo en los festejos de Bar Mitzva o Bat Mitzva sino que también en los casamientos, Brit Mila, Pidion HaBen, Zeved HaBat, inauguración de casa, etc. Y también por ello nos lamentamos. Las personas se meten en deudas exorbitantes, y a veces por ello también en presiones y daño de salud. Dicho sea de paso, en el libro “Jaiei Adam” al final de las halajot de Sefer Torá se lamenta que hacen festejos grandes con el término de la escritura de la Torá y su introducción en el Beit Kneset (Sinagoga), y por supuesto en el banquete que le sigue, y dice que sería preferible entregar todo ese dinero a los que estudian la Torá, ya que la meta es que la Torá sea estudiada y no es un pretexto para hacer festejos.
De todas formas en cuanto a Bar Mitzva o Bat Mitzva padres pobres se ven obligados a gastar mucho dinero, por la presión social. Por ello es una oportunidad para los queridos jóvenes de nuestra tierra rebelarse y decidir hacer un festejo uniforme para todos, y de esa forma ahorrarse la presión social. Todo muchacho decidirá, por ejemplo, que los gastos no serán más de 500 shekel – y también eso es mucho. Se puede que cada clase decida, o toda generación del movimiento juvenil, y por supuesto que lo hagan. Y en cuanto a las familias ricas, que gracias a D’s no les falta dinero, sería bueno que entreguen a los pobres el dinero que planearon invertir en la Bar Mitzva o Bat Mitzva. Es mejor alimentar a los hambrientos que engordar a los saciados.
Esa será una rebelión santa. Una vez así apodaron a la fundación de la organización “HaPoel HaMizraji”, que era una rama socialista de la organización HaMizraji, movimiento que fue impulsado por el Rav Shmuel Jaim Landau. También en este caso será una rebelión santa en el mismo sentido, es decir, por el bien de los necesitados y en contra del desperdicio.
Y quizás los adultos lo verán y aprenderán de ello. Y cuando esos jóvenes crezcan, quizás continuarán marchando por ese buen camino…                                                              

Meorot HaShabat

El cometido de esta sección es familiarizar a los lectores con las pautas básicas del Shabat. Cada uno debe aconsejarse con la autoridad rabínica en su comunidad en cuanto a los detalles de las numerosas y a veces complejas halajot del Shabat, y no limitarse a lo escrito en esta sección.
Kidush
Los que cumplen con su obligación de Kidush escuchando a otra persona, deben contestar “Amen a las bendiciones, ya que toda bendición que escucha la persona es una mitzva contestar “Amen y si se trata de una bendición que su intención es cumplir con su obligación escuchándola tiene más obligación de contestar “Amen para demostrar que asiente con el contenido de la bendición. Pero si incluso no contestó “Amen a las bendiciones del que recita el Kidush, de todas formas cumplió con su obligación[1].
Los que escuchan que quieren cumplir su obligación de esa forma, no deben contestar “baruj hu ubaruj shemo” a sus bendiciones[2].
El que escucha el Kidush de su compañero, incluso si contestó “Amen a las bendiciones, no cumple con su obligación a no ser que haya escuchado las bendiciones desde el principio hasta el final[3]. Por ello dos personas que se encuentran en un mismo lugar, y cada uno quiere hacer Kidush de por sí mismo para que su familia cumpla con la obligación, no deben recitar el Kidush al mismo tiempo, ya que la regla es que “dos voces no se escuchan”[4].
Cuando los que escuchan contestan “Amen a la bendición “bore pri hagafen” del que recita el Kidush, este debe esperar hasta que terminen, y sólo después comenzar la bendición siguiente[5].


[1](Shuljan Aruj, Orej Jaim 213 inciso 2, Mishná Brurá inciso 17, Kaf HaJaim inciso 21).
[2](124, Mishná Brurá inciso 21)
Porque cuando escucha el Kidush el escuchante es como si dijese él mismo el Kidush, y si dice “baruj hu ubaruj shemo” es considerado una interrupción de la bendición (allí, Mishná Brurá), y es como si agregase algo a la formulación que determinaron nuestros sabios (Shaarei Tshuva 213 al final del inciso 3, citando Dvar Shmuel).
Y en Birkei Iosef (213 inciso 3) escribió que Shoshanim LeDavid citó a una opinión que discrepa, y determina el Birkei Iosef que lo correcto es cuidarse de no hacerlo, pero no se debe amonestar al que lo hace (fue citado en Shaarei Tshuva allí, y en Zejor LeAvraham Alef 2 y Guimel y Kaf HaJaim 224 inciso 26)
Si ya pasó y contestó “baruj hu ubaruj shemo” no se debe ser estricto, y cumplió con su obligación (224, y Mishná Brurá allí).

[3](213 inciso 3, Mishná Brurá inciso 19). Y véase Shaar HaTziun (inciso 20) que si no escuchó algunas palabras que no son parte esencial de la bendición y su raíz, por lo visto cumplió con su obligación, de la misma forma que el que bendice él mismo y no dice parte de las palabras.
[4](271, Mishná Brurá al final del inciso 3, y Kaf HaJaim allí inciso 11)
[5](véase 141 inciso 5, Mishná Brurá inciso 17. Y es lo mismo tratándose de este caso).
Así también los que escuchan no deberán contestar “Amen” antes que el que bendice termine su bendición, para que no sea considerado “amen apurado”, y también porque hay que escuchar la bendición para cumplir la obligación del principio hasta el final (véase 124 inciso 8, Mishná Brurá inciso 30, 35). Y si el que recita el Kidush alargó cantando la bendición, debe prestar atención de no contestar “Amen” hasta que termine de pronunciar toda la última palabra de la bendición (allí, Mishná Brurá inciso 35).

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