Alumbrar

basado en materiales de Majón Meir

Parashat Jukat     7 de Tamuz 5777     No 1125

Sijon, Og y los reinos de Knaan
Rav Eran Tamir
(reimpresión)

El último tema central en nuestra Parashá es el encuentro con los pueblos enemigos en el camino a Eretz Israel (la Tierra de Israel): Edom, los Knaanitas, Sijon y Og. A Edom lo rodeamos, mientras que a los Knaanitas, Sijon y Og los enfrentamos y los vencimos. Así lo resume el rey David: “El que hirió a muchas naciones, y mató a poderosos reyes; a Sijon rey del emorita, y a Og rey de Bashan, y a todos los reinos de Knaan; y dio la tierra de ellos como herencia, herencia de Israel, Su pueblo” (Tehilim 135:10-12). Y debemos preguntar: Si todos los reinos de Knaan – 31 reyes contra los que luchamos – fueron incluidos en una misma categoría, lo correcto hubiese sido que el rey David diga “todos los reyes de los Emoritas”, o “todos los reyes de la margen oriental del Iarden” y “todos los reinos de Knaan”. ¿Por qué fueron mencionados en especial Sijon y Og, cada uno por separado?
El Rav Kuk (Olat Reaya Bet 83) explica que la lucha contra Sijon, Og y todos los reinos de Knaan no es sólo un episodio histórico del pasado, sino que se trata de tres tipos distintos de contiendas con las que debemos enfrentarnos durante toda la historia, y por supuesto que también hoy en día. Las naciones del mundo nos atacan en tres planos distintos, de tres formas diferentes, y debemos estar preparados para ello, para poder vencer en la lucha y edificarnos a través de ella.
La primera, “Sijon rey del emorita” – Sijon es como un
siaj (potro, en hebreo. N. del T.) del desierto, como un borrico salvaje. Los animales salvajes – a diferencia de los civilizados – se caracterizan por no tener límites, viven cuando todo les es permitido. El “sijonismo” que lucha contra nosotros a lo largo de toda la historia se expresa en la maldad, el salvajismo y la crueldad sin límites, que busca aterrorizarnos y hacernos perder las esperanzas. Es una guerra sicológica-moral que no amenaza nuestra existencia física, sino que nuestra estabilidad anímica. “El vigor salvaje es una fuerza que inspira temor, que fue utilizada sobre todo por los antiguos grandes malvados del mundo, como Nebujadnetzar que comió una liebre viva para enraizar en su ser la cualidad de la tiranía y la crueldad salvajes, sabiendo que eso le permitirá fortalecer su terrible reinado” (Olat Reaya Bet, 83). Frente a esa “valentía” salvaje debemos anteponer el auténtico vigor anímico y la moral, que emanan de la fe en nuestra causa y nuestras metas. Am Israel (el Pueblo de Israel) demostró muchas veces en el pasado y también hoy en día que todas las tribulaciones y desgracias que le suceden no sólo que no lo desplomaron, sino que lo fortalecen y le hacen expresar su vigor anímico.
La segunda, “Og rey de Bashan”. En contraste con la guerra sicológica, esta es una guerra física bruta militar, como Og que era muy corpulento, enorme y fuerte. En esa lucha el enemigo nos ataca con su fuerza bélica, que incluye muchos guerreros bien adiestrados, provistos de armas y medios tecnológicos avanzados. A esa amenaza debemos hacerle frente con un fuerte ejército que es capaz de vencer, doblegar y exterminar todo enemigo. Muchos “Og” nos atacaron,  pero finalmente siempre lo lamentaron.
La tercera, “todos los reinos de Knaan”. Se trata de una guerra colectiva, una presión internacional que es ejercida en contra nuestro, que nos amenaza y nos disuade. Frente a esa presión general, debemos unirnos como una sola persona, una unión que nos dará vigor y fuerza para hacerle frente a todos los que se juntan para hacernos daño - como siempre lo hicimos en situaciones difíciles.
El “sijonismo” salvaje de Aza, el “ogismo” nuclear de Irán y la presión colectiva de America y Europa no podrán vencernos, como no pudieron en el pasado. Debemos inmunizarnos moralmente, fortalecernos bélicamente y unirnos, y con la ayuda de D’s venceremos. Como dice el Rav Kuk: “Y esto nos debe enseñar para todas las generaciones que la voluntad de D’s y Su palabra serán para siempre, y no podrán hacer nada todas las fuerzas anímicas salvajes, ni las fuerzas materiales gigantes, ni las alianzas de pueblos y reinos que se unen contra el Pueblo de D’s. Como ocurrió con Sijon rey del emorita, Og rey de Bashan y todos los reinos de Knaan. Y finalmente su tierra nos fue entregada como patrimonio, para Israel Su pueblo” (Olat Reaya Bet, 83) – en aquel entonces, y con la ayuda de D’s pronto en nuestros días.

Dile al Primer Ministro
Rav Shlomó Aviner

Si por casualidad tú te encuentras con el admirado Primer Ministro, por favor hazle saber: El Mandato Británico sobre nuestra tierra terminó. Porque quizás él no lo sabe.
¿Por qué decimos eso? Porque fue publicado que ya hace 11 años que se ha congelado la edificación en Beit El, a pesar que hace cinco años él prometió que podrán sumarse 300 familias a ese asentamiento.
Pero la verdad debe ser dicha, que incluso si no prometiese nada sería una obligación nacional construir en Beit El, no centenas de viviendas sino que miles. Y no solo en Beit El sino que en todo Iehudá y Shomrón (Judea y Samaria), y en todo lo largo y ancho del país. Es algo natural que todo pueblo asiente su tierra. No hemos escuchado que haya limitaciones para los ingleses de asentar Inglaterra, para los americanos de asentar EE.UU., o los árabes sauditas de asentar Arabia Saudita. Todo pueblo es soberano en su tierra. Pero nuestro país es el único en el globo terráqueo que los ciudadanos son limitados en la edificación y asentamiento.
¡¿Muy extraño?! ¡No! Así fue durante el Mandato Británico, cuando el Libro Blanco (el tercero) limitó la aliá (inmigración a Israel) de los judíos y la adquisición de bienes. Por ello, si tienes la oportunidad, por favor hazle saber a nuestro Primer Ministro que ya hace tiempo se terminó el Mandato Británico.
Quizás tú digas: ¿Y qué será con los árabes que hay aquí? No hay ningún problema. Ellos deben decidir: Si ellos quieren vivir en un país propio, tienen 22 países en el Medio Oriente - que se marchen a alguno de ellos. Pero aquí no es su país. También verifiqué hoy de mañana: Este país se llama Estado de Israel, y no Estado de Ishmael. Y si ellos quieren vivir en nuestro país es posible, aceptamos las minorías, por supuesto a condición que no se ocupen de matarnos o destruir nuestro país.
Dicho sea de paso, los árabes tienen permitido vivir en todo lugar en el país, y edificar casas en todo lugar en el país. Y nosotros, los judíos, que esta es nuestra tierra, ¡lo tenemos prohibido! ¿No es extraño? No. Así fue durante el Mandato Británico. Por ello, por favor, proponle al Primer Ministro, por supuesto, en forma decorosa, que conviene actualizarse de vez en cuando y descubrir que el Mandato Británico terminó.
Y nuevamente, quizás tu digas: Ahora los británicos no molestan, pero otro pueblo es el que nos molesta y nos imparte órdenes dónde construir y dónde no - el pueblo americano.
Si es así, debes aceptar la verdad del que la dice: El presidente de EE.UU. James Monroe fue el padre de la Doctrina Monroe que determina que los países no se entrometerán en lo que ocurre en otros países, en ese entonces se hablaba de Europa y otros países que no se entrometieron en lo que ocurre en EE.UU. Si es así, yo estoy de acuerdo, los americanos no se entrometerán en nuestros asuntos aquí y dónde construimos, y a cambio prometemos no entrometernos en lo que ellos construyen allá.
Es cierto que más tarde fue agregado el Corolario de Roosevelt, donde dijeron que ellos sí se entrometerán en lo que ocurre en America Latina. Si es así, por favor hazle saber a nuestro Primer Ministro que la Tierra de Israel no está en America Latina – lo verifiqué esta mañana en el mapa. Y también el Memorándum de Clark, más tarde habló sólo de America Latina.
En efecto, los americanos hablan inglés como los británicos, pero ya he dicho que el Mandato Británico ha terminado, entonces es conveniente hacérselo saber al Primer Ministro. Y por supuesto que él les hará saber cortésmente a los americanos: No se entrometan en nuestra construcción, y nosotros no nos entrometeremos en la construcción de ustedes, se lo prometemos.
Ellos pueden estar tranquilos, se puede confiar en las promesas de él.

Meorot HaShabat

El cometido de esta sección es familiarizar a los lectores con las pautas básicas del Shabat. Cada uno debe aconsejarse con la autoridad rabínica en su comunidad en cuanto a los detalles de las numerosas y a veces complejas halajot del Shabat, y no limitarse a lo escrito en esta sección.
Kidush
En el Kidush de la noche de Shabat antes de bendecir “bore pri hagafen” sobre el vino, se dice “vaijulu hashamaim vehaaretz…[1].
Ese recitado de los versículos es el testimonio que emitimos que D’s creó Su mundo en seis días y descansó en el séptimo día[2], y el emitido de ese testimonio purga todos los pecados[3].
Dijeron nuestros sabios: Todo el que reza y dice “vaijulu” en la noche de Shabat, el versículo lo compara como si se hubiese hecho socio de D’s en la creación[4].
A pesar que ya recitó esos versículos en el rezo, vuelve a decirlos  en el Kidush, para que cumplan la obligación sus hijos y las demás personas de su casa[5]. Y dijeron en el Midrash que se deben recitar esos versículos tres veces: Una vez en el rezo, otra vez después del rezo, y otra vez más con la copa[6].
Si no dijo “vaijulu” en el Kidush, debe recitar esos versículos en medio de su cena sobre una copa de vino[7].
El recitado de los versículos de “vaijulu” antes del Kidush se los comienza con las palabras “iom hashishi” [que están escritas en el versículo anterior] porque las siglas de “iom hashishi” junto con “vaijulu hashamaim” insinúan al nombre de D’s[8]. Y hay quienes acostumbran a empezar de “vaiei erev vaiei boker, iom hashishi…”[9], cuando las palabras “vaiei boker vaiei erev” las dicen en voz baja[10].


[1](Shuljan Aruj, Orej Jaim, 271 inciso 10).
[2](allí, Mishná Brurá inciso 45).
[3](Zohar, Vaiakhel 207B, Midrash Sojer Tov).
Y así dice el Zohar: La persona debe emitir ese testimonio con alegría, con buena voluntad e intención, atestiguar frente al Señor de la fe, y todo el que atestigüe ese testimonio con intención del corazón y buena voluntad en ello, sus pecados son purgados.
Y véase la descripción del asesinato de Rabí Eliezer ben Shamua.

[4](Shabat 119B). Está escrito “vaijlu”, y se debe leer “vaijulu” , es decir, D’s y él (allí, y Shuljan Aruj 268, Mishná Brurá inciso 1).
[5](allí, 271, Mishná Brurá inciso 45 citando al Tur).
[6](allí, Mishná Brurá citando al Rokeaj. Kaf HaJaim inciso 59 citando Shaar HaKavanot). Y en el Or Zarua (segunda parte, Hiljot Erev Shabat inciso 20) escribió que encontramos un asidero a esa costumbre en Sojer Tov como explica allí, que por eso acostumbran a decir tres veces “vaijulu” porque tres veces está escrita la palabra “asher” en el párrafo de “vaijulu”, y tres veces está escrito “asher” en el párrafo de la Vaca Roja, para enseñarnos que todo el que dice tres veces “vaijulu” es un purgado de todos sus pecados, como si hubiese cumplido toda la Torá.
[7](allí, Mishná Brurá).
[8](allí, inciso 10 Ram”a). Y a pesar que todo versículo que no cortó nuestro Rav Moshé no podemos cortarlo, eso es justamente cuando se leen los versículos como están escritos, pero recitándolo como un rezo está permitido (Kaf HaJaim allí, inciso 66). Y véase en el libro Seder HaIom (Kidush de Shabat) y también en Maguen Avraham (allí, inciso 22) que se comienza con las palabras “iom hashishi” porque con ellas se completan las 72 palabras del Kidush, que insinúan el nombre de D’s de 72 letras, que es el que nos hizo milagros en la Salida de Egipto y con Su potencia tranquilizó al mar.
[9]Porque no es correcto comenzar con las palabras “iom hashishi, vaijulu” porque no tiene ningún sentido, y por ello comienza “vaiei erev vaiei boker”. Y si dijésemos que empezará del principio del versículo “vaiar elokim et kol asher asa veine tov meod”, porque todo versículo que no lo cortó Moshé no podemos cortarlo, no es correcto comenzar en la noche de Shabat con ese versículo, porque nuestros sabios dijeron que “tov meod” insinúa a la muerte. Y de momento que no podemos comenzar desde el principio del versículo, está permitido comenzar por la mitad (Jatam Sofer allí).
[10](Lebush allí, inciso 10).

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