Alumbrar

basado en materiales de Majón Meir

Parashat Itro     22 de Shvat 5777     No 1107

¡¿Despidió?!
Rav Eran Tamir

La salida de Moshé al encuentro de su suegro Itro que llega a él en el desierto - luego de haber escuchado los milagros que D’s le hizo a Am Israel (el Pueblo de Israel), como es dicho en nuestra Parashá “salió Moshé al encuentro de su suegro, se prosternó y lo besó… y entraron en la tienda” (Shmot 18:7) - nos parece natural y comprensible, como dice el autor del comentario Or HaJaim allí – “el honrado de su suegro le alcanzó para salir a su encuentro”.
Por ello, a primera vista, es muy extraño el comportamiento de nuestro Rav Moshé luego de ello cuando envía a Itro de vuelta a su tierra, como dicen en nuestra Parashá (Shmot 18:27) – “y despidió Moshé a su suegro, y él se marchó a su tierra”, justamente luego de haber recibido el buen consejo de Itro, de nombrar magistrados “jefes de millares, jefes de centenas, jefes de cincuentenas y jefes de decenas” (Shmot 18:21). ¿Acaso así se debe comportar Moshé con su suegro, que tanto honró antes de ello cuando salió a su encuentro, y justamente ahora, un momento antes de la Entrega de la Torá a Am Israel? ¿Acaso no era más adecuado que Moshé lo introduzca en su casa y lo adhiera a Am Israel?...
Se puede decir que ese comportamiento de Moshé nos enseña la actitud correcta frente a la “sabiduría en los gentiles” – que les hace adquirir los medios materiales y los órdenes externos técnicos de la vida que son como la envoltura de la esencia de la vida misma – y el contenido de la vida y su esencia Divina, como fueron reveladas en la Entrega de la Torá, que son patrimonio exclusivo de Am Israel. Esa actitud exige una separación absoluta de los pueblos del mundo y su cultura, como es expresado en el envío de Itro de vuelta a su tierra. Ese es el punto de pasaje básico y crítico entre la proposición técnica que hay que recibir de él, y la revelación del contenido Divino singular solamente para Am Israel.
Así escribió el Rav Kuk (Orot, Orot Israel 5:2) – “D’s le hizo una bondad a Su mundo, que no depositó todos las talentos en un solo lugar. No en una sola persona, y no en un solo pueblo, no en una sola tierra, no en una sola generación y no en un solo mundo, sino que los talentos están esparcidos por un lado… y por otro lado el núcleo espiritual esencial de todos los talentos se esconde en Israel. Pero para unificar en forma general también el mundo con ellos es necesario que ciertas partes de los talentos falten en Israel, para que sean complementados a través del mundo y todos los bondadosos de los pueblos. Y de esa forma hay lugar a recibir por parte de Israel del mundo, y entonces está despejado el camino de la influencia, pero el recibido debe ser por fuera, en cuanto a los aspectos materiales y seculares, y la influencia por dentro, en cuanto a la kdushá (santidad) y el mundo espiritual. Es decir, el aspecto interior de la vida es pleno en Israel, y no hay necesidad de recibir complementación de ninguna fuerza ajena del mundo… y en cuanto al aspecto exterior de la vida, a veces es necesaria la complementación justamente por fuera, ‘la belleza de Iefet en la tienda de Shem’… y en cuanto a la abundancia del aspecto interior de la vida Kneset Israel (el alma genérica del Pueblo de Israel) sólo influye y no recibe, ‘el Eterno solo lo dirige, y con él no hay un dios extraño’ (Dvarim 32:12)”.
El papel de Am Israel en el mundo en base a la Entrega de la Torá es revelar el núcleo de kodesh (lo santo) que se encuentra en toda criatura, ya sea el kodesh que está en el kodesh, ya sea el kodesh que se encuentra en lo laico. En contraste, el papel de los pueblos del mundo como fue revelado en la proposición de Itro, es desarrollar el aspecto laico de lo laico de la realidad, en forma científica y tecnológica, ordenar la vida de forma técnica y similares. Esa es la bondad que D’s hizo en nuestro mundo, cuando repartió los talentos de kodesh y laicos entre Am Israel y los pueblos, una repartición y división que sólo en base a ella se revelará la conjugación entre ellos en forma correcta, como escribió el Rav Kuk (Maamarei HaReaya, Needar BaKodesh pág. 408-409, 14-15) – “el lugar de lo laico y del kodesh deben ser fijados. Debemos saber lo laico y su poder, su lugar, su valor y sus límites… lo laico se unió al kodesh y esa unión a veces es una bendición, y a veces es una maldición. Cuando los límites no son borroneados y cada uno cuida su papel, que es aclarado y elevado, entonces la unión de lo laico con el kodesh
es una bendición. Pero cuando los límites no están claros y lo laico entra en los valores del kodesh para dibujar conceptos, medidas y cantidades, y el kodesh se desplaza a lo laico para determinar órdenes, entonces todo se corrompe…”.
Así escribió el Rav Kuk (Ein Aya Shabat Alef, 2:11) en cuanto a los aspectos positivos que hay que tomar de entre los pueblos, marcando límites espirituales claros – “la base fiel en cuanto a la conducción en ello, es que Israel tiene que cuidar mucho su espíritu y corazón, y si a veces ve algo bueno, una conducción correcta y corregimiento del mundo en los pueblos, y lo traerá dentro de su límite, debe fijarse que no es el espíritu de los pueblos en general lo que introduce en el contenido interno de su vida, porque cuando el espíritu de los pueblos entre en la vida de Israel, entonces no hay límites, y es desplazado el espíritu de Israel de su lugar y sobre su trono se sienta un extraño. Porque el espíritu de Israel debe ser vigoroso y fijo en su corazón, la Torá y las mitzvot y todas las buenas virtudes santas que están relacionadas con ella, deben ser la fortaleza y el vigor de Israel, y en el aspecto externo y secundario de la vida, de acuerdo a las necesidades y el asentamiento del mundo, a veces tomará de todo lo bueno que encuentre en los gentiles alrededor suyo. Y todo eso mientras el espíritu dentro suyo sea vigoroso y fiel al nombre de D’s, el Señor de Israel y Su Torá, eso no es como si los gentiles entrasen dentro de los límites y tomasen parte de su patrimonio, sino que él llega y toma de ellos, o ellos le traen lo necesario que puede recibir de ellos, ‘la belleza de Iefet en la tienda de Shem’”…

La civilización tecno-bárbara
Rav Shlomó Aviner

Pregunta: Tengo delante un informe actualizado de la Asamblea del Bien del Niño, y tal parece que nuestros niños son adictos al Facebook, WhatsApp e Instagram. El 90% de los jóvenes los utilizan.
Respuesta: Es espantoso. Eso genera muchos daños, incluso al nivel humano sencillo. En vez de hablar con su amigo cara a cara, lo hace a través de la tecnología. El vínculo desaparece.
Pregunta: Es cierto. Entre las edades de 12 a 17, un 88% hablan así con los amigos de la clase, 63% con los padres, 27% con el abuelo y la abuela. Sólo un 7% no utilizan esos medios.
Respuesta: Bienaventurados sean esos 7%. Que D’s se apiade de los otros.
Pregunta: ¿Y quizás esa tecnología no es un problema tan grave y se trata de exageraciones? ¿Quizás a fin de cuentas nuestros niños son sanos y fuertes y alegres?
Respuesta: Lamentablemente no es cierto, muchos de nuestros niños son conocidos por los servicios sociales y parte de ellos son considerados en peligro. La situación nos hace llorar.
Pregunta: Es cierto, en el informe está escrito que de 2768000 niños hay 448700 que les son conocidos a los servicios sociales, es decir, un 16%. Y entre ellos, 367000 están en peligro. ¿Acaso eso es por el Facebook? Lo preguntaremos de otra forma: ¿Acaso los niños se encuentran sumergidos en el Facebook porque están desvinculados de la familia y el medio, o al revés, su adicción tecnológica es la que genera esa desconexión?
Respuesta: Por lo visto ambas cosas son ciertas. Dicho sea de paso, la desvinculación no es el único daño, lamentablemente. Hay personas extrañas depravadas que cazan a los niños a través del Facebook y similares (30% de la juventud). Y gran parte de ellos a raíz de eso fueron víctimas de ataques sexuales (10% de los alumnos). Eso es en cuanto a maldad para con niños, y hay también en el otro sentido, cuando muchos, muchísimos niños se portan con crueldad para con otros niños, y publican en contra de ellos algún “like” o foto.
Pregunta: Es espantoso. Allí dicen que un 43% de los jóvenes hacen cosas de ese tipo.
Respuesta: Eso es más que espantoso. Es apodado “la civilización tecno-bárbara”. Es decir, la persona se hace más y más tecnológica, pero en paralelo no se hace más y más moral. Utiliza la tecnología para hacer el mal. Es un problema sabido. Personas rectas en EE.UU., tzadikim (justos) de los demás pueblos, están muy preocupados por ello, pero no logran hacer nada, y el problema se va agudizando.
Pregunta: Es cierto, esos son problemas comunes a todo el género humano…
Respuesta: Eso me recuerda el último libro que escribió el famoso sicólogo Carl Gustav Jung, “Mitos modernos: Señales del Cielo” donde él habla de los extraterrestres. Los extraterrestres no existen, y a pesar de ello cientos de millones de personas creen que existen – es decir, es un mito. Mito es una convicción falsa pero pertinaz, porque las personas la necesitan.
Pregunta: ¿Por qué las personas necesitan a los extraterrestres?
Respuesta: Antes que nada hay que entender por qué los extraterrestres llegan aquí, como si así fuese. Ellos tienen una tecnología muy superior, ¿qué vienen a buscar entre nosotros, que somos tan primitivos en comparación a ellos? Es que el extraterrestre es un ser muy tecnológico, y muy deseoso de placeres, pero en contraste con ello no tiene corazón, no tiene moral, y entiende que eso finalmente provocará su extinción. Por ello, él llega aquí para robar simiente de los hombres y de las mujeres, para renovar su personalidad. Hasta aquí más o menos la explicación de Jung en cuanto a ese mito.
Pregunta: Bueno, pero ¿qué tiene que ver ese cuento chino con nuestro tema? ¿Por qué ese mito nos es tan importante?
Respuesta: ¡Porque los extraterrestres somos nosotros mismos! ¡El hombre tecno-bárbaro que desea placeres, falto de corazón y moral! ¡Somos nosotros! ¡Tenemos miedo de convertirnos en eso! Entonces proyectamos nuestro miedo en los extraterrestres.
Pregunta: ¿Y en resumen?
Respuesta: Gracias a D’s que no nos ha hecho extraterrestres, y nos esforzaremos por continuar siendo personas.

Meorot HaShabat

El cometido de esta sección es familiarizar a los lectores con las pautas básicas del Shabat. Cada uno debe aconsejarse con la autoridad rabínica en su comunidad en cuanto a los detalles de las numerosas y a veces complejas halajot del Shabat, y no limitarse a lo escrito en esta sección.
Encendido de las velas
La mitzva del encendido de las velas se cumple cuando se las enciende en un lugar que será utilizado en Shabat cuando las velas aún están prendidas, pero si se las enciende en un lugar que no será utilizado, no se cumple la mitzva.
“El encendido cumple la mitzva”, es decir, lo principal en esa mitzva es cuando se las enciende. Por lo tanto, cuando se encienden las velas ellas tienen que encontrarse en el lugar que corresponde según la obligación, porque con el encendido se cumple la mitzva[1]. Y no se debe encender las velas en un lugar que no será utilizado, y luego llevarlas al lugar donde se utilizará, porque de momento que fueron encendidas en el lugar que no corresponde [un lugar que no es utilizado] no ayuda para nada su encendido. E incluso después cuando las velas son llevadas al lugar que corresponde [que es utilizado], no ayuda nada[2].
Si encendieron las velas en un lugar que no es utilizado, de momento que no se cumple la mitzva, si todavía hay tiempo se debe apagar las velas y volverlas a encender nuevamente en el lugar correcto[3].


[1]Semejante a lo que es explicado en la Gmará (Shabat 22B) en cuanto a las velas de Janucá, respecto a las cuales también es válida la regla de “el encendido cumple la mitzva” y no la regla de “el colocado cumple la mitzva”, porque si con el colocado se cumpliese la mitzva sería posible encenderlas en un lugar donde no hay obligación y luego llevarlas al lugar que corresponde (véase Jaiai Adam, Klal 154 inciso 22).
[2]Shuljan Aruj 263:10 Ram”a, y Mishná Brurá inciso 48. E incluso si condiciona en forma explícita que no recibe el Shabat hasta que lleve las velas al lugar que corresponde, y sean colocadas en el lugar que es utilizado en Shabat, se debe encenderlas  en el lugar que corresponde (allí, Mishná Brurá inciso 47).
[3]Allí, Mishná Brurá inciso 48. Ya que en la Gmará es explicado que no cumplió la mitzva con el primer encendido (allí, Shaar HaTziun inciso 54).
Pero en cuanto a la mujer que recibe el Shabat con el encendido de las velas, no está claro si podrá volver a encender ella misma, o tiene que pedirle a otra persona que todavía no recibió el Shabat que las encienda (véase Shuljan Aruj 263:14 en cuanto al encendido de las velas de Shabat por error).

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