Alumbrar
basado en materiales de Majón Meir
Rav Itiel
Ariel
En la detallada descripción de la partición del
Iam Suf
Nuestros
sabios describieron con extensión la sensación de
opresión que antecedió a la
apertura del Iam Suf, cuando Am
Israel (el Pueblo
de Israel) ve delante de él el mar, los egipcios
persiguiéndolos por detrás, y
se siente atrapado entre la espada y la pared. "En ese momento no
sabían
qué hacer, cuando el mar les cerraba el paso y el opresor y las
fieras del
desierto los perseguían" (Shmot Raba 21). Tosafot
(Taanit 16B)
agudiza más aún la sensación de
desesperación en ese momento, sobre todo
tratándose de la generación que acababa de salir de
Egipto. En su opinión, esa
es la profunda intención del rezo "el que les respondió a
nuestros
antepasados a la orilla del mar, Él nos responderá...
quien recuerda lo
olvidado", ya que esa salvación llegó
sólo cuando Am Israel se
desesperanzó totalmente de la gueulá (Redención). Y por ello recordamos para todas las
generaciones que en
ese momento D's escuchó los clamores de desesperación de
ellos, y despertó
De
acuerdo a eso, los fabulosos muros de agua que se levantaron a su
derecha e
izquierda fueron en cierta forma la continuación del
sentimiento de opresión,
que continúa todo el tiempo, desde el clímax
de la adversidad, hasta el clímax de la gueulá, y también en ese momento se sienten en
cierta
forma confinados. Si pretendimos ver el milagro como una salida de la
opresión
al espacio de la libertad, "desde la angustia clamé a D's, y D's
me
respondió sacándome a la anchura" (Tehilim 118:5), nos
espera cierta desilusión,
cuando aparece el suelo entre las dos portentosas murallas de agua,
hasta tal
punto que Am Israel temía pasar entre
ellas (ver Abot DeRabi Natan, Cap. 38). La protección que las
murallas de agua
le conferían a Am
Israel, le parecía a sus
ojos una amenaza, y por ello dijeron "no podemos pasar entre esas
murallas..." (Allí), temiendo que se desmoronen sobre ellos
(como
realmente casi ocurrió, cuando el ídolo de Mija
pasó con ellos entre las
aguas).
Pero en
realidad, justamente la sensación de desesperación
enfatiza el milagro y el
cambio radical que Am
Israel
experimentó - desde el fondo de la desesperación y el
derrotismo, al polo
opuesto, la salvación Divina. La dependencia absoluta de
su Padre en el
cielo de los que pasaron entre las aguas del Iam Suf,
no dejó
la más mínima duda en las personas que experimentaron ese
milagro - ya sea que
reconocieron el milagro que les ocurrió, o no. Esos momentos en
la vida de la
nación en los que
Esa idea
volverá a repetirse en la continuación de
Este Shabat es Tu Bishvat, es decir el 15avo
día del mes
de Shvat, que es cuando comienza el año nuevo para los
árboles frutales (Rosh HaShana
1:1). Hasta Tu Bishvat cayeron la
mayoría de las lluvias del año, y las reservas de agua
llegaron al nivel
requerido para brindarle al árbol ese precioso elemento tan
necesario. El árbol
en invierno pierde sus hojas, su verdor desaparece, su apariencia se
deteriora,
parece como si estuviese a punto de marchitar. Pero en el interior, en
lo
profundo, sucede justo lo contrario: En esa etapa de recogimiento la
savia se
limita a circular en el tronco y algunas ramas, y si bien es cierto que
eso
coarta la expresión de vida exterior, en el interior los
elementos necesarios
para el crecimiento y nuevo renacimiento del árbol en la
primavera son
preparados y acumulados. Y es gracias a ellos que cuando llega la
primavera, de
pronto el árbol comienza a brotar, sus ramas recobran su verdor
y se extienden,
nuevas hojas frescas aparecen, el árbol florece y de sus flores
surgirán
preciados y dulces frutos. Todo eso, gracias al período de
recogimiento
invernal necesario, que en realidad, es el que prepara el futuro fruto,
que
será maduro y alimenticio.
También la persona es así: "Porque el hombre es un
árbol del
campo" (Dvarim 20:19). Hay etapas en la vida en que la persona se
recoge,
se cultiva, se concentra en sí misma. A primera vista, parece
que pierde su
tiempo, "no hace nada", invierte todo su tiempo y energía en
conocerse a sí mismo, en elevarse paso a paso, colmar su
espíritu con el
estudio. Y después, al término de esa etapa de estudio y
sondeo, de pronto
comienza a brotar, comienza a brindar a su entorno, y los frutos
serán maduros,
dulces y alimenticios para el beneficio de él y de todo el
pueblo. ¡Cuánto
debemos aprender de los árboles, que saben armarse de la
paciencia y la
perseverancia para esperar el período de tiempo necesario de
recogimiento!
Cuando la persona es impaciente, y pretende acortar ese período,
los frutos que
podrá brindar no serán maduros, le faltará la
preparación necesaria, y su
capacidad de brindar será limitada.
También Am Israel (el Pueblo de Israel) es comparado con
el
árbol: "Como los días de un árbol, serán
los días de Mi pueblo"
(Ishaya 65:22). En la galut (exilio) nos recogimos en nosotros
mismos,
nos concentramos en la parte más espiritual, y las expresiones
de vida eran
casi inexistentes. Fuera de nuestra tierra, diezmados y perseguidos, no
podíamos dar fruto. Incluso hubo quienes pensaron que ese pueblo
marchitó, no
volverá a cobrar vida. Pero en el interior, la vida espiritual
de la nación
continuó, sin revelarse. Esperamos durante 2000 largos
años de invierno el
momento en que podamos volver a vivir nuestra vida en forma plena. Y
finalmente, D’s nos hace despertar del letargo invernal: "Habla mi
amado,
y me dice: ¡Levántate, amiga mía, hermosa
mía, y vente! Porque ha pasado el
invierno, la lluvia se ha acabado y se ha ido, las flores se ven en la
tierra,
el tiempo del cantar de las aves ha llegado, y la voz del
ruiseñor se oye en
nuestra tierra" (Shir HaShirim 2:10-12). Am Israel vuelve a
cobrar
vida, se levanta de las cenizas del Holocausto, las ancianas ramas se
cubren de
verdor y nacen frescas hojas, y una nación vigorosa vuelve a
palpitar en su
tierra. Y no está lejano el día en que veremos las flores
transformarse en
dulces y maduros frutos, que perfumarán y regocijarán a
toda la humanidad,
cuando llegue el momento apropiado: "Yo también los
traeré a ellos a Mi
santo monte, y los haré gozosos en Mi casa de oración,
sus holocaustos y sus
sacrificios serán aceptados sobre Mi altar, porque Mi casa
será llamada casa de
oración para todos los pueblos” (Ishaya 56:7).
¿Cuándo
se debe ser más estricto?
Rav
Shlomó Aviner
Respuesta:
Antes que nada
debemos saber que ser más estricto no es para cualquiera. Es un
nivel muy alto.
El libro “Mesilat Iesharim” describe un sendero gradual. Antes
que nada,
se debe adquirir la medida del cuidado, de no pecar. Luego, la medida
de la
celeridad en el cumplimiento de las mitzvot. El camino es
largo. Luego,
la medida de la limpieza: No cometer trasgresiones que las personas se
equivocan y piensan que no son tales. A las personas les resulta
cómodo
imaginarse que está permitido. El que cumple con esas tres
cosas, es tzadik
(justo). Luego, comienza la medida del ascetismo, alejarse de cosas que
D’s no
prohibió, por temer a resbalarse en la ladera del camino. Luego,
la medida de
la pureza, en la que todo se hace por la buena causa. Y luego la medida
de la
piedad: Cumplir lo que D’s no ordenó, por amor a D’s. En el
ascetismo se
abstiene de cosas que D’s no prohibió, y en la piedad se hacen
cosas que D’s no
pidió. Luego, llega el capítulo del sopesado de la
piedad: Sopesar con cuidado
si no cometes algún daño con tu piedad. Verificar si por
ser más estricto en
algo, no dañas alguna otra cosa. Por ejemplo, el que es estricto
con la kashrut
de los alimentos, a pesar que tienen autorización de un Rav,
puede llegar a
ofender al que se los ofrece.
Como
sea, la piedad no es nuestro nivel. Nuestro nivel son el cuidado, la
celeridad
y la limpieza. Lamentablemente todavía cometemos trasgresiones.
Por ello, ser más
estricto es casi cómico. Una persona es más estricta en
la ayuda al prójimo,
también las vecinas – pero a su esposa no la ayuda. Como
persona, él se aparta
de la normalidad, se encuentra al límite de necesitar
tratamiento sicológico.
Es más estricto con lo que no tiene obligación, ¡y
lo que tiene obligación no
cumple!
No
seas más estricto, no es nuestro nivel. ¡También la
medida del cuidado de no
hacer trasgresiones no nos es fácil!
Pregunta:
¿El que todavía
comete trasgresiones, por qué no debe ser más estricto?
Respuesta:
Porque la persona
no tiene energía infinita, lo que es llamado la doctrina de los
medios
limitados. No tienes dinero infinito, no tienes tiempo infinito, no
tienes
fuerzas anímicas infinitas. No puedes hacerlo todo. Por ello,
debes aprovechar
tus energías para no pecar, para cumplir tu obligación, y
no desperdiciarlas en
cosas que no son obligación. Todo tiene un precio, no hay
remedio. Si tú le
ayudas a tu hermano, en ese mismo momento no puedes ayudarle a tu
hermana. Si
tú estudias Gmará, en ese mismo momento no puedes
estudiar halajá.
Todo es a cuestas de otra cosa. Por ello, antes que nada, debes hacer
lo que
tienes obligación, y después ser más estricto.
También
lo que se tiene obligación es un mar sin fin, sobre todo porque
la medida de la
limpieza incluye evitar cosas que las personas piensan que son
sólo para los
más estrictos, y en realidad no es así. La persona se
dirá: Yo seré más estricto,
no quiero hablar Lashón HaRrá (calumnias). Se
equivoca: ¡Es obligación
para todos!
El
Ramja”l (Rabí Moshé Jaim Luzato, autor del libro Mesilat
Iesharim) cita tres
ejemplos: Lashón HaRrá, como hemos dicho. El que
piensa que será más estricto
y no engañará a las personas en su negocio, y no es ser
estricto, es obligación
para todos. Quizás tú digas: Todos engañan – no es
pretexto. Y en tercer lugar,
una persona que se aleja de las mujeres – y no es ser estricto, es
obligación
para todos.
Por
ello antes debes cumplir las halajot que está claro que
su trasgresión
es considerado pecado. Luego, cumple también las cosas que las
personas se
engañan a sí mismas y se dicen que no son trasgresiones,
cuando en realidad lo
son.
El que
así acostumbra, es un tzadik. Así es hasta el
capítulo 12 del libro “Mesilat
Iesharim”. Nuestro Rav, el Rav Tzvi Iehudá Kuk no
enseñaba más que eso,
para que la persona no se sueñe que debe ser más
estricto, lo que no es su
nivel.
Y
quizás sí se puede estudiar la continuación, pero
cuando se está claro que no
es para nuestro nivel. Nosotros también estudiamos respecto a
nuestro patriarca
Avraham, y al mismo tiempo sabemos que él se encontraba en un
nivel mil veces
por encima del nuestro.
El cometido de esta sección es
familiarizar a los lectores con las pautas básicas del Shabat.
Cada uno
debe aconsejarse con la autoridad rabínica en su comunidad en
cuanto a los
detalles de las numerosas y a veces complejas halajot del Shabat,
y no limitarse a lo escrito en esta sección.
Encendido de las velas
Con el encendido de las velas se
bendice “baruj ata… asher kideshanu bemitzvotav vetzivanu lehadlik ner
shel
Shabat”[1]
[Bendito seas Tú… que nos has
santificado con tus mitzvot y nos has ordenado encender la vela
de Shabat].
E incluso cuando se encienden varias velas, es mejor decir “ner” [vela]
en
singular que “nerot” [velas] en plural, porque la obligación es
de encender
sólo una vela[2].
Hay quienes opinan que la mujer debe
bendecir antes de encender las velas, como se hace con el resto de las mitzvot
que se bendice por su cumplimiento inmediatamente antes de cumplirlas[3].
Y hay quienes opinan que la mujer
debe bendecir sólo después de haberlas encendido, porque
en su opinión con esa
bendición es como si recibiese el Shabat en forma
explícita, y si
bendecirá antes del encendido tendrá prohibido hacer melajot
y no podrá
encender las velas. Por ello, primero encenderá las velas y
luego bendecirá, y
escribió el Ram”a que así se acostumbra[4].
Según las opiniones que la mujer
bendice luego de haber encendido, para que la bendición sea un
poco como
inmediatamente antes del cumplimiento, la mujer pondrá sus manos
frente a su
rostro luego de haber encendido las velas, para que no las vea[5],
recitará la bendición
correspondiente, y luego descubrirá su rostro, y de esa forma
ella bendice antes
de tener algún provecho de las velas y es un poco como bendecir
inmediatamente
antes del cumplimiento de la mitzva[6].
[1](Shuljan Aruj 263, inciso 5).
[2](Allí, Mishná Brurá inciso 22). Y si ya
bendijo en plural, también
cumplió con su obligación, incluso si sólo
enciende una vela (allí, Kaf HaJaim
inciso 38).
Una mujer que no está segura si bendijo o no [puede pasar
cuando hay alguna distracción en la casa y no le permitió
concentrarse cuando
encendió las velas], no tiene que volver a bendecir, porque
cuando se tiene
alguna duda de ese tipo es preferible no bendecir nuevamente, no sea
que diga
el Nombre de D’s en vano. Y
además hay que suponer que hizo como acostumbra siempre, y
bendijo cuando
encendió las velas (allí, Biur Halajá, comienza
kesheiadlik ibarej). Pero si
está segura que no bendijo cuando encendió las velas, si
todavía está permitido
encender [hasta un poco antes de la puesta del sol] puede bendecir.
Pero si ya
llegó el momento en que está prohibido encender, no
bendecirá (allí, Biur
Halajá).
[3](Allí, Ram”a. Mishná Brurá inciso 26).
[4](Allí, Ram”a. Mishná Brurá inciso 27,
Ben Ish Jai segundo año, Noaj
inciso 8).
En Iom Tov, que está permitido encender velas de un fuego
que arde, primero bendecirá y luego encenderá las velas
de un fuego que arde,
porque incluso si recibe el Iom Tov con la bendición
todavía puede encender las
velas de esa forma. Y en opinión del Maguen Avraham para no
hacer diferencia
entre Shabat e Iom Tov también en Iom Tov bendecirá
sólo después de haber
encendido. Pero muchos Ajaronim opinan que en Iom Tov se debe bendecir
antes
del encendido (allí, Mishná Brurá).
Y cuando el hombre enciende las velas de Shabat, que se
acostumbra que no recibe el Shabat con ese encendido, y también
una mujer que
hizo un condicionado [si es necesario] que no recibirá el Shabat
con ese
encendido, hay diferencias de opinión en los poskim, porque de
momento que no
reciben el Shabat pueden bendecir antes del encendido, como el resto de
las
mitzvot que se bendice inmediatamente antes del cumplimiento. Derej
HaJaim
opina como Maguen Avraham, que incluso de esa forma se bendice luego
del
encendido para no hacer diferencia, pero según Rabí Akiva
Iguer y Jaiei Adam se
debe bendecir y luego encender (allí, Biur Halajá
comienza ajar hahadlaka).
[5]El Ben Ish Jai (segundo año, Noaj inciso 8)
agregó que según el
conocimiento esotérico es correcto cerrar los ojos en ese
momento. Hay quienes
acostumbran a circunvalar las velas con sus manos antes de ponerlas
sobre su
rostro (véase Noheg KaTzon Iosef).
[6](Allí, Ram”a. Kitzur Shuljan Aruj 75 inciso 4)
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