Alumbrar
basado en materiales de Majón Meir
Parashat Bereshit 27
de
Tishrei 5776 No
1038
Rav
Elishá Aviner (reimpresión)
En
Nuestros sabios citan otra discusión
entre Rebi y Antoninus: “¿Desde qué momento le es
entregada el alma a la
persona?” También en esa discusión Rabí
Iehudá aprende de Antoninus que el alma
le es entregada en el momento de la fertilización (Rashi:
“Cuando el ángel toma
la gota y la trae frente a D’s y pregunta qué será de
ella - enseguida le es
entregada el alma y la vida”).
En esa aseveración – que el Ietzer
HaRra influye en la persona sólo de momento que sale del
vientre materno –
hay algo optimista y algo pesimista. El aspecto optimista es que el Ietzer
HaRra no es algo que está relacionado con la esencia misma
de la persona,
sino que es algo que surge a consecuencia del encuentro con la vida
práctica.
En contraste con él – que surge sólo en el nacimiento y
el encuentro con la
vida – el alma antecede al nacimiento, y eso nos enseña
que es algo más
esencial que el Ietzer HaRra.
Pero también hay un aspecto menos
optimista: El encuentro con la vida misma somete a la persona
al Ietzer
HaRra, incluso tratándose de un bebé recién
nacido. A partir del
nacimiento, el Ietzer HaRra no deja en paz a la persona.
Tendrán que
pasar 13 años hasta que surja el Ietzer HaTov (buen
instinto) y pueda
gobernar. Como dicen nuestros sabios: “El Ietzer HaRra es 13
años mayor
que el Ietzer HaTov, porque el Ietzer HaRra
nació desde la salida
del vientre materno y crece con la persona. Comienza a trasgredir el Shabat,
y no hay quién lo impida. Se dirige por el mal camino, y no hay
quién lo
impida. Después de 13 años, nace el Ietzer HaTov”
(Psikata DeRav Kahana,
Nispajim 3).
13 años de gobierno del Ietzer HaRra
no se deben tomar a la ligera. El Ietzer HaRra ya logró
dejar su huella
en el niño – joven, e influir en la formación de su
personalidad. ¡¿Acaso
después de tantos años de gobierno sin control del Ietzer
HaRra será
capaz el Ietzer HaTov de revertir la situación y borrar
las huellas del
pasado, y forjar una personalidad que sea toda ella buena?!
La respuesta a esa pregunta se encuentra
en un Midrash que describe de otra forma el período de
la niñez. El Midrash
se basa en el versículo de Kohelet (Eclesiastés):
“He aquí, solamente
esto he hallado, que D's hizo recto al hombre, mas ellos se han buscado
muchos
artificios” (Kohelet 7:29). “D’s – que es llamado justo y recto –
creó a la
persona a Su imagen y semejanza para que sea justa y recta como
Él. Y si tú
dirás: ¿Por qué creó al Ietzer HaRra,
como dice el versículo ‘las
inclinaciones del corazón del hombre son malas desde su
mocedad’? Tú [D’s]
dices que es malo, ¿quién podrá hacerlo bueno?
Dijo D’s: Tú [el hombre] lo
haces malo. ¿Por qué un niño pequeño – de 5
años, 6, 7, 8 y 9 – no peca? Sólo a
partir de los 10 años, cuando cría al Ietzer HaRra,
comienza a pecar. Y
si tú dices: La persona no es capaz de cuidarse a sí
misma, dice D’s: Tú [el
hombre] lo has hecho malo. ¿Por qué cuando eras un
niño pequeño no pecabas, y
ahora que lo has hecho crecer pecas?”.
Ese Midrash habla del tema que si
“las inclinaciones del corazón del hombre son malas desde su
mocedad”, ¿qué
posibilidad hay que la persona sea buena? Si D’s plantó dentro
nuestro un
instinto que es malo, ¿acaso pretende que seamos buenos? El
punto álgido de la
respuesta, es que el niño no nació malo, y la prueba
está que por lo general en
los primeros diez años de su vida el niño no peca.
Respecto a esa época, se
puede citar el versículo que “D's hizo recto al hombre”.
Sólo después de los 10
años, comienza otra época, la época de “ellos se
han buscado muchos
artificios”, el retorcimiento y las complicaciones que conducen al mal.
En
efecto, un niño pequeño no peca. Él es inocente, y
quiere hacer el bien. Es
disciplinado, y es posible encaminarlo por el buen sendero. Él
obedece a sus
padres y maestros, presta oídos a los sermoneos. También
si se tropieza, es
posible elevarlo nuevamente al buen camino. Sólo a los diez
años de edad
comienza el niño a presentar algunas señales de astucia,
y dirigirse en
direcciones menos deseables. Se ocupa mucho tiempo de sí mismo,
y de satisfacer
sus placeres materiales. El Ietzer HaRra ha despertado, y late
con
fuerza.
La intención del Midrash es
aprender del comportamiento del niño pequeño que el
mal no es algo
relacionado con la esencia del hombre, y por ello también si
la persona se
arruinó a sí misma, “lo has hecho crecer”, tiene la
posibilidad de volver a la
situación inicial, vivir sin pecado y sin deterioro.
¿Acaso ese Midrash está en
contradicción con
La persona no nació con Ietzer HaRra,
sino que con Ietzer – es decir, deseo. Ese deseo puede ser
dirigido en
dirección positiva, o negativa. El Ietzer nace de
momento que sale del
vientre materno, pero un niño pequeño no pecará –
porque el Ietzer en sí
no es malo, y el niño ni siquiera sabe qué es “malo”. “En
ese entonces [los
primeros años de su vida] no tiene conocimiento de ningún
mal, sólo le fue
creado el deseo, el anhelo constante”. La tarea de la persona es desear
el
bien, “anhelar
Esa es también la intención de nuestros
sabios cuando dicen “creé el Ietzer HaRra, creé
también
Rav
Shlomó Aviner
Respuesta: No.
Él sólo dijo que no contradice
Pregunta: ¿Está
permitido visitar el Museo de
Respuesta: Si.
No es algo relacionado con fe, sino que con ciencia. El Mahara”l de
Praga dice que la ciencia investiga lo que existe en la realidad, y
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