Alumbrar
basado en materiales de Majón Meir
Parashat Bo 4
de Shvat 5775 No
1003
Rav
Azriel Ariel (reimpresión)
Un pueblo de esclavos se encuentra a
punto de salir libre, luego de 210 años de terrible esclavitud.
No sólo su
cuerpo fue esclavizado por el duro trabajo: El espíritu - del
particular y de
la sociedad - también fue esclavizado por el imperio egipcio y
su cultura.
Mientras sus pies se sumergían en la arcilla, el limo y los
ladrillos, el
espíritu de nuestros antepasados se sumergía en los 49
portones de la impureza
de Egipto. Por ello, no alcanzaba con el consentimiento de Paró
(El
Faraón) de que sus cuerpos saliesen de Egipto: Hubo que
esforzarse mucho por
sacar al espíritu del confinamiento espiritual y cultural en el
que se
encontraba cautivo. Un proverbio jasídico famoso expresa con
buen gusto esa
doble salida a la libertad, diciendo: ¿Para qué llega el Meshiaj
Ben Iosef
(Redentor del linaje de Iosef)? Para sacar a los judíos de la galut
(el
exilio). ¿Y para qué llega el Meshiaj Ben David
(Redentor del linaje de
David)? Para sacar la galut de los judíos...
Un largo "curso" le es
impartido a Am Israel (el Pueblo de Israel) en el proceso de la
salida
de Egipto. De esa forma podemos entender por qué era tan
importante endurecer
el corazón de Paró y hacer recaer sobre él
diez plagas, antes de la
salida de Am Israel de Egipto. El judío humillado, que
asimiló su
situación de inferioridad frente al opresor egipcio,
tenía que ver una y otra
vez a su amo siendo vencido frente a sus ojos por el D's de Israel,
hasta el
punto que "y vio Am Israel a los egipcios muertos sobre la
orilla
del mar" (Shmot 14:30). Y eso se lo contará al hijo simple que
le nacerá:
"Con fuerte mano el Eterno nos sacó de Egipto, de la casa de
servidumbre" (Shmot 13:14). Pero no alcanza con eso. Una
revolución
espiritual no puede lograrse sólo desde "afuera", mirando en
forma
pasiva lo que le ocurre a los demás. La revolución de
la libertad debe
llegar a través de las acciones de los Hijos de Israel mismos.
La primer mitzva que fueron
ordenados los miembros de Am Israel - es el calendario
judío. El
ciclo anual es el que modela la identidad de cada persona y de cada
pueblo.
Cesar de utilizar el calendario egipcio, y adoptar el calendario
nacional
auténtico - es capaz de expresar profundamente la salida del
pueblo a la
libertad eterna. La cuenta de los años comenzará de
nuevo, a partir de la
salida de Egipto, y no del reinado de Paró. Los
años de esclavitud
anteriores serán sólo prehistoria, carentes de
significado para la nueva
identidad. Los meses serán enumerados de una nueva forma, y los
nombres de los
meses les serán dados en base al mes de la libertad, que "os
será el
primero de los meses del año" (Shmot 12:2).
Luego, será anunciada la rebelión
religiosa. Cada familia de Am Israel tomará el
ídolo del esclavizante
- el cordero - y lo atará por cuatro días a la pata de su
cama. Y luego - lo
degollará, y mojará con su sangre el dintel y las jambas
de la puerta. No lo
hará en secreto, sino que a los ojos de todos. No en la
oscuridad de la noche,
sino que a la luz del día. Y a la par de Su pueblo, dirá
D's: "Y sobre
todos los dioses de Egipto ejecutaré juicios, Yo soy el Eterno"
(Shmot
12:12).
La libertad no es sólo "dejar
de hacer", no es sólo liberarse del yugo del opresor: La
libertad exige
que sea consolidada una identidad propia autónoma. Esa
identidad
nacional no se obtiene sólo a través de las acciones y
los pensamientos, sino
que también a través de la boca. Cada pueblo - tiene su
comida nacional típica.
Y aquí, D's nos ordena el "menú de la libertad": El
sacrificio de Pesaj,
que debe ser comido "asado al fuego" (quizás esa es la
razón - en
forma inconciente - por la cual se acostumbra a comer carne asada en Iom
HaAtzmaut), acompañado de matzá (pan
ácimo) y maror (hierbas
amargas). Y más tarde, en el desierto, comenzará la
disputa entre el "pan
celestial" - el man - y la olla de la carne de Egipto, o los
pescados, los cohombros, los melones, los puerros, las cebollas y los
ajos
(Bamidvar 11:5). Hasta hoy en día, incluso en los lugares
más alejados de la
identidad judía, es cuidado cierto recuerdo de ella bajo la
forma de las
comidas típicas festivas: Kneidalaj de Pesaj, Oznei
Aman
de Purim, o las Sufganiot de Januca.
Pero no se puede basar la identidad
propia en la comida. Justamente en ese momento en que "la matzá y el maror se
encuentran frente
a ti" (Hagadá de Pesaj) - cuando la vista y
el gusto se encuentran en su máxima actividad - cada miembro de Am Israel debe contarle a sus hijos el
relato que ellos expresan, el relato de
la salida de Egipto. "Y en aquel día contarás a tu hijo,
diciendo; es a
causa de lo que hizo conmigo el Eterno cuando salí de Egipto"
(Shmot
13:8). El relato de la salida de Egipto es mucho más que el
relato de la bondad
y los milagros que D's nos hizo. Ese es el relato de la
creación del pueblo
como Pueblo de D's, como un pueblo que
Con la
salida de Egipto fueron entregadas otras mitzvot,
que
profundizan la conciencia de la libertad y la identidad propia. Brit Milá (circuncisión) - como el sello de la
libertad en el
cuerpo del judío, y los Tfilin (filactelias) -
que
nos recuerdan los principios básicos de la fe y el relato de la
salida de
Egipto - que imprimen el sello de la libertad en su espíritu.
El camino
a la libertad es largo, y muy complejo. Debe abarcar todos los campos
de la
vida, y todos los aspectos de la psicología individual y
nacional. El exige un
cambio envolvente y genérico, en el calendario, en la comida y
en la salida de
un lugar determinado, también en la economía y en la
lengua, y sobre todo - en
la conciencia, que su principal consolidación llegará al
cabo de cincuenta
días, el día en que será entregada
¿Y quién
sabe, quizás todos los eventos de nuestros días tienen
como objetivo volver a
plantearnos la exigencia de "sacar la galut de
los
judíos"?...
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Director de Majón Meir
Los jaredim
y el sionismo
Rav
Shlomó Aviner
Respuesta: La gran regla, es que la persona
no se ocupe de criticar a los demás
sino que a sí mismo. Es fácil criticar a los
demás. Se puede utilizar en forma
interpretativa la halajá que “todas las llagas ve la
persona, salvo las
suyas propias” (Negaim 1:6). Por ello, la confesión es en
primera persona: "Fuimos
culpables". Y no en segunda persona: "Ustedes fueron culpables".
O en tercera persona: "Ellos fueron culpables". Los jaredim tienen
sus Rabanim (Rabinos). Ellos saben lo que tienen que hacer, y
no
necesitan de tus consejos.
En el año 5608 estalló una epidemia de cólera en
Viena. Los judíos comenzaron a buscar culpables, y buscar los
pecados de los
demás. Llegó uno de esos “buscadores de pecados” –
importante miembro de
Esa es la regla: Ver los defectos y las virtudes de
nuestros prójimos, y aprender de ellas.
¡¿Acaso se puede pensar que los jaredim no
tienen virtudes?! Cuidado de la halajá, ya sean temas
severos o
detalles, fe pura sin ningún destello de herejía, temor a
D’s, respeto por los talmidei
jajamim (eruditos del estudio de
Es decir, son el tipo de judíos que fuimos durante
dos mil años. Entonces, nosotros todos somos jaredim. El
sionismo no es
en lugar del ser jaredi, es un agregado, no es una alternativa
sino que
un valor acumulativo. Por el contario, un jaredi sionista debe
ser más jaredi
que un jaredi que no es sionista. Por supuesto, no estamos
hablando de la
vestimenta – eso es algo superficial. Estamos hablando de asuntos
básicos:
Temor a D’s, estudio de
¿Entonces, resulta que a primera vista el sionismo es
un agregado, y está prohibido por la orden de “no
agregarás”? No es así.
Siempre fuimos sionistas. ¿Qué es sionismo?
Edificación de la tierra, regreso a
Tzión, edificación del Estado de Israel, su
ejército. Pero en la galut (el
exilio) todas esas mitzvot cesaron, y ahora vuelven a
despertar. No
fuimos eximidos de ellas, sólo no podíamos cumplirlas. Y
ahora que podemos
cumplirlas, gracias a D’s, esas mitzvot vuelven a ser
relevantes.
Bienaventurados somos.
Pero ellas no son en vez de ser jaredi, sino
que se suman al ser jaredi. Y también en la forma de ser
jaredi
que acostumbramos durante dos mil años debemos fortalecernos.
Hay poskim (eruditos que
determinan la halajá) que opinaron que el que no es tzadik
– que
no haga aliá (inmigración a Israel), porque esta
tierra es kdoshá
(santa) (como el autor del libro Trumat HaDeshen y Shaarei Tzedek),
pero la halajá
no fue determinada como ellos, y se debe hacer aliá de
todas formas. Y por
ello nuestro Rav, el Rav Tzvi Iehudá Kuk recalcó que en
nuestra tierra se
necesita añadir temor a D’s.
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