No
enojes a D’s
Rav
Shlomó
Aviner (Beahava Ubeemuna No620)
No enojes a
D’s!.
Lo que más Lo
enoja – es Lashón HaRrá (calumnias). Cómo
sabemos?. Porque por eso fue
destruido el Beit HaMikdash (El Templo) y fuimos exiliados de
nuestra
tierra: Sinat Jinam (odio gratuito) es en realidad Lashón
HaRrá,
como lo demuestra el autor del libro “Jafetz Jaim” al principio
de su
libro.
Todos tienen
defectos, y siempre podrás encontrar de qué hablar mal.
Por ello, por favor, no
desprecies a nadie. Y tu agudo sentido de crítica –
utilízalo para encontrar
tus propios defectos, y no en el marco de “La Comisión de
Búsqueda de Defectos
de los Demás”.
Incluso en la
antigua Roma castigaban al que hablaba Lashón HaRrá
con el exilio y el
trabajo forzado – no porque les preocupaba la pureza de las palabras y
la
santificación de la lengua, sino que comprendían que eso
desmenuza la sociedad.
Y todo eso incluso
si lo que dices es verdad. Pero si no lo es, eso es mucho más
severo. Por ello,
acostúmbrate – una costumbre muy buena – a no creer nada, sin
antes verificarlo
a fondo.
Escápate,
escápate de la Lashón HaRrá!. Si para
autorizarle a alguien obrar en contra
de la excomulgación que instituyó el Rav Guershom se
necesita el permiso de
cien Rabanim (Rabinos) – para autorizar algo que puede ser
contrario a
la prohibición de la Torá de “no andarás
chismeando” (Vaikrá 19:16) se
necesita el permiso de mil Rabanim!.
Escápate de
todas las formas de permisión de Lashón HaRrá.
Escápate de cien partes
de permisión, para no caer en una sola parte de
prohibición.
Por ello, no
prestes oídos a Lashón HaRrá. Y si por
error lo escuchaste – no lo
creas!.
Escribió el
autor del libro “Jafetz Jaim”: Cómo le puedes creer a una
persona que no
se cuida de decir Lashón HaRrá, y sospechar de
una persona que por lo
visto es correcta?! (Shmirat HaLashón, Shaar HaZjira,
Cáp. 12).
Y no digas que
“yo tengo que hablar, tengo que contarlo, que difundirlo, para salvar
al mundo,
para salvar la nación, para salvar la tierra, para salvar la Torá”.
No
corrijas nada de una forma que enoja a D’s. Utiliza la fuerza de la
palabra
para bien – y de esa forma alegrarás a tu Creador.
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