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Busca tu pertenencia
Rav Shlomó Aviner
(Beahava Ubeemuna No487)

Busca a tu esposa, busca tu pertenencia, busca al principio, busca al final,
búscala cada día, porque si no la buscas, la perderás.
Siempre recuerda lo que dijeron nuestros sabios kdoshim (santos):
El hombre busca a la mujer, y no la mujer al hombre.
Como una persona que perdió su pertenencia; quién busca a quien?.
Acaso no es el dueño el que la busca? (Kidushin 2B).
Buscar, es algo que siempre construye, y nunca destruye.
Buscar, es la forma de vida dentro del hogar, y también fuera de él,
buscar es una actitud, y no justamente cantidad.
Buscar, es tu labor, el hombre, y te es adecuado.
Si no la buscas, la perderás -
físicamente se encontrará en la casa, pero su alma no estará allí. Su corazón se marchitará, como un resorte que se ha quebrado.
Buscar, es una buena palabra, es una llamada telefónica sin ninguna razón,
buscar, es un regalo y una espera
buscar, es una conversación, es escuchar
buscar, es una mirada, una sonrisa, una buena cara
buscar, es humor, es un chiste, es una risa de alegría
buscar, es una galantería, es valorar.
Busca a tu esposa, no sea que la pierdas - porque es necesario buscarla
no es por ninguna causa, y por ello es tan necesario
es tan sabio y tan bueno
y no es ninguna ciencia exacta.
Es sólo un vínculo, un buen vínculo, tan necesario, tan imperioso.
Buscar, es entrar en casa y decir:
Tu vestido es hermoso, y tú lo eres más aún. Para mí, tú eres la más bella.
No te sonrojes, esa es la verdad, te extrañé tanto.
Buscar, es el gran remedio -
el remedio contra la tensión, contra la riña que está por estallar,
es el remedio maravilloso para criar niños felices
que también ellos sabrán buscar y dejarse hallar
niños alegres, niños valientes, niños delicados.
Me has escuchado tú, hombre?. Esa es tú labor - una labor muy agradable.
"Y por qué yo, el hombre, debo buscarla?. Quizás mi esposa es la que debe buscarme?".
Porque así dijeron nuestros sabios, no le discutas.
Ellos nos dijeron su razón: Porque la has perdido!.
Tantas veces la has perdido, que la has olvidado;
la has despreciado, la has ofendido, la has amonestado, la has herido,
la has repelido, la has anulado -
y a pesar de ello, permaneció fiel a ti.
Tu pequeña trabajadora social
que espera que la busques, como el sol que brilla detrás de las nubes
y cuando la buscas, ella se derrite y se funde
y se te entrega totalmente.
Buscar, es también dinero y ayuda
pero por sobre todo, buscar es buscar, una dulce búsqueda.
Recordar un día de cumpleaños, un aniversario de casados
recordar evocaciones emocionantes, como el día en que nació uno de los niños,
con dolor, con alegría, con llanto y risas,
bienaventurado eres tú, hombre, que esa es tú agradable labor.
Hubo una vez un alumno que se escondió en la casa de su anciano Rav, porque quería aprender Torá,
y escuchó cómo busca a su esposa, como si se hubiesen casado ayer,
y aún no se ha saciado de ella.
Bienaventurado eres tú, hombre, que tienes una mitzva tan dulce.
Y al mismo tiempo tan necesaria y tan importante,
tan imprescindible para tu esposa, como el aire para los pulmones -
más que el alimento, más que la salud, más que cualquier otra cosa
bienaventurado eres, que has encontrado tu pertenencia.
No la pierdas día a día, por tontas discusiones y mal entendidos
búscala día a día.
Busca cada día en tu bondad por tus primeras acciones
y recuerda: Buscar, no es una ciencia exacta.
Cuando brota del corazón, también entra en él
si tienes un corazón torcido -  de esa forma se enderezará y se purificará
de esa forma será bueno para tu esposa y para ti.
Qué suerte tienes tú, que tienes a quien buscar día a día!.

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