No
ofendas
Rav
Shlomó Aviner
(Beahava Ubeemuna No577)
No
ofendas a nadie. No es una halajá
sólo para piadosos, es una obligación sencilla y
severa de la Torá.
"Y
no ofenderéis el uno a su prójimo, y le temerás a
Tu D's, porque Yo soy el
Eterno, vuestro D's" (Vaikrá 25:17) - "el versículo nos
prohíbe
ofender de palabra" (Baba Metzia 58B). Es tan severo como respetar Shabat,
como comer Kasher, como respetar las leyes de la Pureza Familiar,
y
como Eretz Israel (la Tierra de Israel).
"Si es una persona que se
arrepintió sinceramente de sus malas acciones anteriores, no le
digas: Recuerda
tus antiguas acciones" (Baba Metzia 58B). Porque si se
arrepintió, eso fue
borrado, como si nunca hubiese sido hecho, no le guardes para siempre
un
expediente policial. No le impidas encontrar pareja por ello.
"Si es hijo de conversos,
no le digas: Recuerda las acciones de tus padres. Si es un converso, y
quiere
estudiar Torá..." (Ídem.). Ahora, es un hijo del
Pueblo de Israel,
como el mejor de ellos!. En nuestro rezo, decimos "por los tzadikim
(justos), y por los jasidim (devotos), y por los ancianos de Tu
pueblo, la Casa
de Israel, y por los sobrevivientes de sus
escribas, y por los conversos auténticos" - todos ellos son los
mejores
exponentes del pueblo. Y luego, decimos "y por nosotros" - los
judíos
sencillos (Rezo de Shmona Esre).
"Si
D's le envía suplicios, o enfermedades, o entierra a sus hijos,
no le dirá -
como le dijeron sus amigos a Iyov - 'tu temor a D's no es tu confianza,
tu
esperanza y la integridad de tus caminos?. Recuerda, te lo pido,
quién que era
inocente ha perecido?. Y en dónde han sido exterminados los
justos?' (Iyov 4:6-7)
[insinúa con ello que D's lo está castigando por sus
pecados. N. del T.]"
(Baba Metzia 58B). Tú no eres un profeta, no posees
inspiración Divina, no
conoces los secretos del Creador - entonces, no pretendas dilucidar por
qué
recaen sobre él esas desgracias. Sobre todo cuando sabemos que
existe un “tzadik que le va mal" (Brajot 7). No alcanza
con que
sufre, sino que tú también siembras sal sobre sus
heridas, en vez de
consolarlo, fortalecerlo y alentarlo?!. Realmente, es terrible!.
"Si
changadores buscan cereal para sus animales de carga, no les
dirá: Diríjanse a
fulano, que vende cereales - cuando nunca en su vida los vendió"
(Baba
Metzia 58B). No es un tema para hacer bromas. No tenemos nada contra
las bromas
- siempre que sean en una baja dosis y con un contenido correcto
(Rabí Tzadok
HaCohen de Lublin, en su libro Tzidkat HaTzadik) - pero no a costa de
los
demás!. No se burla de las personas!.
Y
por supuesto, antes que nada, no ofendas a tu esposa. "Siempre debe
cuidarse de no ofender a su esposa, porque de momento que llora con
facilidad,
se ofende rápidamente" (Baba Metzia 59A). La
interpretación común: Ella es
sentimental, y por ello se ofende con facilidad. Pero el Mahara"l explica de otra forma: Si otra
persona la
ofende, ella no llorará - sólo cuando tú la
ofendes. Ella no tiene pretensiones
de otros, una persona ajena no le debe nada. Pero tú te has
casado con ella,
ella confía en ti, y si tú la ofendes - es una terrible
traición!. Y por
supuesto, la esposa tampoco debe ofender a su marido: Es lo mismo!.
Lamentablemente, hay maridos que golpean a sus esposas. Es muy poco
común que
esposas golpeen a sus maridos. Pero esposas que ofenden a sus maridos -
lamentablemente las hay.
Y
no ofendas a tus hijos. Recuerda que los padres son todo su mundo, todo
su
apoyo en este duro mundo, colmado de problemas e inseguridad. Si
tú los
ofendes, su mundo se derrumba, se encuentran al borde de un precipicio,
en la
oscuridad. Es algo terrible. Por supuesto que hay que educar, por
supuesto que
a veces hay que amonestar - pero no ofender, no cortar el pabilo de su
vida. Y
si por error ofendiste - porque eres un ser humano, y a veces te
equivocas -
por favor, remienda tu error, y dile que tú lo quieres mucho.
No
ofendas a tus padres. Es cierto que a veces molestan, pero D's nos
ordenó:
"Reverenciaréis cada cual a su madre y a su padre"
(Vaikrá 19:3).
"Y hasta qué punto se los debe reverenciar?. Incluso si estaba
vestido con
ropas elegantes, y se lo ha sentado en un lugar de honor frente a toda
la
congregación, y viene su padre y su madre y le rasgan sus
vestiduras, lo
golpean y le escupen - no los ofenderá, sino que callará
y temerá al Rey de los
reyes, que así le ordenó" (Rambam, Hiljot Mamrim 6:7). Y
dicho sea de
paso, tú también los has molestado mucho en tu
niñez y en tu juventud, y ellos
lo soportaron. No te hará ningún daño comportarte
igualmente.
Tampoco
debes ofender a tus alumnos. Debes limitarlos, pero no ofenderlos. Y
tampoco
ofendas a tus maestros.
Por
supuesto, no ofendas a los Rabanim (Rabinos),
ya sean de tu corriente o de otra - porque todos pertenecen al
"Campamento
de la Shjina
(manifestación de la Presencia Divina)".
Ofender a un talmid
jajam (erudito
del estudio de la Torá) es algo
terrible. Y el que desprecia un talmid jajam es
considerado un hereje, y no se merece el Mundo Venidero (Sanhedrin
99B).
Seguramente tú lo ofendes porque piensas que de esa forma salvas
la Torá,
la generación - pero en realidad, tú los destruyes.
Nuestros sabios dicen que
es como una cúpula construida de piedras: De momento que alguna
de ellas es
debilitada, toda la construcción está en peligro de
derrumbe (Ierushalmi,
Sanhedrin 10A). Despreciar a un talmid jajam,
es deshonrar la Torá y poner en tela
de juicio todo su contenido. Por ello, condúcete según
las enseñanzas de tu Rav
- pero no ofendas a los Rabanim de
los demás.
Quizás
tú digas: "Está prohibido ofender a tantas personas!. No
podré hablar
libremente!". En efecto - debes sacrificarte. "Es preferible que la
persona se tire a la hoguera, y no ofenda a su prójimo en
público" (Baba
Metzia 59A). Hay quienes lo interpretan en forma textual - es decir, es
preferible dejarse matar y no ofender (Tosafot, Sota 10B, comienza
"Noaj"). Y hay quienes lo interpretan en forma figurada (Meiri),
cuando esa metáfora recalca que se trata de algo muy severo.
Por
ello, "acostúmbrate a hablar siempre con amabilidad, con toda
persona, en
toda situación" (Igueret HaRamban).
Es posible leer
la publicación de esta semana y las anteriores en www.alumbrar.org. Para recibirla
directamente a
su casilla
de correo electrónico, escríbanos a suscribame@alumbrar.org