Conduce
con cuidado
Rav
Shlomó Aviner (Beahava Ubeemuna No574)
Conduce
con cuidado!. Cada año mueren en Israel cerca de 500 personas en
accidentes de tránsito – mucho más que las
víctimas del terror. Si tú conduces
sin cuidado – eres cierto tipo de terrorista!. El Rav Vais
determinó que se te
debe tratar como un rodef (quien persigue a otra persona para
matarla):
Nadie te matará, pero puedes llegar a matar a otro o morir
tú mismo (Minjat Itzjak 5:148). O también
puedes llegar a
herir a alguien, o a lastimarte a ti mismo. También eso es
terrible: Cada año,
hay decenas de miles de heridos graves, con quebraduras de
cráneo, con
conmoción cerebral, con heridas en el rostro o el cuello, con
heridas en el
torso y en los miembros internos – es decir, corazón – en los
pulmones, en
arterias primordiales y en las costillas.
Es una regla física muy
sencilla: Si un
automóvil se detiene de súbito, todo el que se encuentra
dentro de él continúa
su movimiento por inercia - en la misma dirección y a la misma
velocidad - y
será arrojado contra el parabrisas, el volante o el panel de
indicadores.
Por ello, por favor, no conduzcas
más rápido que
la velocidad máxima permitida, incluso si no te parece
lógica. Esa velocidad no
fue determinada en forma arbitraria, sino que fue fijada de acuerdo a
criterios
internacionales muy exactos.
Por favor, no te hagas el
inteligente y no pases
una línea blanca. No sobrepases otros vehículos,
sólo cuando el camino este
libre frente a ti un gran trecho. No te acerques demasiado al
vehículo que se
encuentre frente a ti, toma en cuenta que necesitas cierto espacio para
poder
frenar si él se detiene bruscamente. También según
la ley, debes tener tu
vehículo bajo control a toda velocidad.
No conduzcas recostado, como si
te encontrases
en la playa – es muy peligroso!.
Si bebiste alcohol – no
conduzcas!. Porque las
reacciones se hacen más lentas, y cada décima de segundo
es crítica. Un
ejemplo: Si tú conduces a 72 km/h, surcas 20
metros en un segundo, 2 metros en una
décima de segundo. Entiendes?. Eso también es importante
con relación a la
postura anteriormente mencionada y al cuidado de la distancia con el
vehículo
frente a ti.
Ponerse el cinturón de
seguridad es una mitzva de la Torá - tanto
para
el conductor como para los pasajeros, también en un viaje corto
y también si se
conduce lentamente. Un 70% de las lesiones podrían haber sido
evitadas si
hubiesen utilizado cinturones de seguridad, y un 100% de las lesiones
tratándose de velocidades menores a 50km/h.
Un niño, no se lo sienta
adelante. Un bebe,
requiere un asiento especial – y no te hagas el vivo. El que vio un
bebe
desmenuzado, o un bebe que le fueron arrancados miembros en un
accidente de
tránsito, no necesita explicaciones.
El Rav Kuk dijo que si en
nuestros días
existiese el Sanhedrin (Corte Suprema),
prohibirían la utilización de vehículos
automotores, salvo para servicios
públicos importantes – porque cuidar la vida es más
importante que mejorar el
nivel de vida (Likutei Reayá Bet 42).
Dicho sea de paso, bicicleta,
moto y motociclo
son más peligrosos aún - sobre todo en lo que respecta a
lesiones de cráneo.
Por favor, utiliza un casco protector. Y tú, el rápido
conductor de moto, no
embistas cuando el semáforo se pone verde – porque muchos
accidentes fueron
producidos por automóviles que quisieron “aprovechar” su luz
verde a último
momento. Y tampoco andes zigzagueando entre los vehículos,
incluso si sabes
controlar totalmente tu moto, porque quizás los demás
conductores no controlan
de la misma forma sus vehículos.
Si estás cansado –
estás destinado a la
tragedia!. Todos los accidentes en que el vehículo mismo se
volcó, chocó contra
un puente o un poste de luz – sobre todo en las autopistas - fueron
producidos
por conductores cansados. Estas son las causas del cansancio:
1.
Falta de sueño. El tiempo de reacción se prolonga.
Detente, y descansa un poco!.
2. Calor. Abre
las ventanas, y espera que el automóvil se enfríe antes
de continuar conduciendo.
3. Monotonía. Cambia de vía,
escucha la radio, conversa con los pasajeros, detente para refrescarte.
4. El reflejo del Sol en el asfalto cansa al
sistema nervioso. Utiliza lentes de Sol.
5. Estómago lleno. Te hace pesado,
aminora la atención. Por ello, antes de conducir – come una
comida liviana.
6. Sed y hambre. Por ello, come algo liviano.
La sed produce falta de concentración y cierto mareo. Por ello,
bebe lo necesario antes y durante el viaje.
7. Horas peligrosas: 1:00 a 5:00 por la
mañana, porque se acostumbra a dormir en esas horas. Y
también 14:00 a 17:00, porque hay cierta modorra. Así es
nuestro reloj biológico. Otro horario peligroso: 20 minutos
antes de la puesta del Sol, porque la gente se apura para rezar minja (rezo diario)!. Es preferible llegar un poco tarde al rezo.
Dicho sea de paso, no sólo
el conductor y su
familia pueden llegar a morir o lesionarse, también los
“huéspedes” que ellos
levantaron por el camino. Por ello, si has subido a un vehículo
y su conductor
oprime el acelerador sin misericordia y conduce como un bólido –
de forma que
al primer obstáculo que encuentre por el camino la probabilidad
de subsistir es
nula – no digas Tehilim (Salmos) ni le
reces a D’s que llegues sano y salvo a tu casa: Sencillamente,
pídele
educadamente que te permita descender, incluso en medio del camino!.
Gracias a D’s hay conductores
excelentes,
cuidadosos, que respetan las leyes. Qué placer!. Por favor,
tú también se uno
de ellos!.
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