Un
ejército serio en nuestra tierra
Rav
Shlomó
Aviner (Beahavá
Ubeemuná No581)
1.
Quedarnos en la galut (exilio) e imaginarnos que la
asimilación y los
Pogromos no nos dañarán, es una irresponsabilidad y falta
de seriedad – y
nuestra intención no es culpar a nadie,
sólo nos lamentamos.
Pero regresar
a nuestra tierra y reconstruirla, edificar nuestro estado, su
economía y su
ejército – es enfrentar nuestra responsabilidad, y tomar una
actitud seria.
2.
Habitar despreocupadamente en nuestra
tierra, e imaginarnos que no tenemos enemigos, que nos encontramos en
un nuevo
Medio Oriente en el que no habrá más guerras -
sólo algunas tropas de guerrilleros
- que si renunciamos a un
tercio o dos tercios de nuestra tierra nuestros vecinos harán la
paz con
nosotros, que no hay casi necesidad de fuerzas de reservistas en el
ejército,
que no hay casi necesidad de almacenes de implementos militares – es
una
irresponsabilidad, y también algo peor que ello. Y no
pretendemos culpar, sólo
llamar la atención.
Pero hacer desvanecer las falsas ilusiones,
evaluar la situación desde una perspectiva real con
valentía, reconocer que aún
tenemos enemigos obstinados, que la concepción apaciguante de
Chamberlain que
decía “paz, y no más guerras” es una equivocación
que hizo estallar la Segunda
Guerra Mundial, tener en cuenta que Churchill le contesto:
“Después de tu paz
hay una guerra, mientras que después de mi guerra habrá
paz” – esa es una
expresión seria del espíritu del género humano.
3.
Idear una nueva doctrina según la cual
contra los terroristas no se debe utilizar toda la potencia de nuestras
armas –
bombardeos y tanques – sino que debemos ser delicados, y por supuesto
que no
debemos herir a los que fueron definidos – arbitrariamente – como
“población
inocente” sino que preocuparnos por su bienestar, y pensar que no es
correcto
ni siquiera eliminar en forma puntual un terrorista porque no se debe
castigar
a una persona sin antes juzgarlo – y de esa forma provocar la muerte de
nuestros fieles soldados que luchan como leones, y expulsar de sus
casas a un
millón y medio de fieles ciudadanos – eso es falta de seriedad,
eso es
irresponsabilidad, esa persona vive en otro planeta, en una torre de
marfil
académica. Y no pretendemos atacar, sólo acotar.
Pero tener un ejército fuerte, que
está listo
siempre para atacar a los lobos que pretenden exterminarnos, un
ejército que
lucha una “guerra total” para salvarnos y salvar a nuestras esposas e
hijos –
eso es ser serio, eso es ser responsable, eso es ser cuerdo.
4.
Fomentar una fantasía nacional que
pretende transformar a nuestro ejército en un ejército
“mujeril”, un ejército
“materno”, un ejército en el que no se arriesga la vida de los
soldados, un
ejército en el que no se mata ni se muere, un ejército
flotando en el cielo, un
ejército sólo representativo, un ejército de paz –
es engañarnos a nosotros
mismos, es falta de seriedad. Y no pretendemos criticar, sólo
corregir.
Pero reconocer que salimos de la galut
y su
bajeza de espíritu, que nos liberamos de cierto extraño
masoquismo que busca el
sufrimiento – eso es ser moral, eso es ser natural, eso es ser sano!.
Valerse del espíritu de la universidad
en el campo
de la ciencia y tecnología, economía y
organización – pero tomar nuestros
valores y nuestra concepción de los profundos tesoros de la vida
de nuestro
pueblo que renace – esa es la forma correcta y seria de ver la realidad.
Saber – con dolor y con valentía – que
ejército y
guerra quiere decir matar y ser matado, que cuando no se esta dispuesto
a morir
en la lucha justamente por ello las víctimas son más
numerosas – D’s no lo
permita. Y que por el contrario, cuando se está dispuesto a
morir, entonces se
derrama menos sangre. Saber que no se puede remediar la
situación a la ligera,
diciendo “paz, paz” – eso es ser serio, ese es un liderazgo
auténtico que tiene
una meta clara, por la que se está dispuesto a pagar su precio.
Y el pueblo que habita en Tzion no se deja
engañar
por los que vaticinan que “todos los reservistas se escaparán
del frente de
batalla”: Por el contrario, todos llegaron juntos al frente en la
operación “Joma
Umaguen” y en esta Guerra del Líbano.
Y el pueblo dice – y la voz de la multitud es
como
la voz de D’s – que “D’s le dará vigor a Su pueblo, D’s
bendecirá a Su pueblo
con el Shalom”.
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