"Sea
la gracia del Eterno sobre
nosotros"
En la
actualidad (Beahavá Ubeemuná
No506)
Luego de haber
sido concluido el Mishkan
(Tabernáculo), en el octavo día de su inauguración
hubo dos grandes crisis. La
primera, cuando la Shjina
(Presencia Divina) no se reveló, a pesar que Aharón
elevó sus manos y
bendijo al pueblo al finalizar la edificación y la
inauguración del Mishkan.
El versículo nos cuenta que "Moshé y Aharón
entraron en el Oel Moed
(Tienda de Reunión), después salieron y bendijeron al
pueblo" (Vaikrá
9:23), y sólo después está escrito "y
apareció la
Gloria del Señor ante todo
el pueblo... y como lo viese todo el pueblo, lanzó gritos de
júbilo y cayeron
sobre sus rostros" (Ídem., 24). Y Rashi comenta: "Cuando vio
Aharón
que todos los sacrificios fueron ofrecidos, y todas las tareas fueron
llevadas
a cabo, y no descendió la Shjina,
se lamentaba y decía que seguramente D's aún está
enojado con él, y por su
culpa no se revela la Shjina
a Am Israel. Le dijo a Moshé: Mi hermano Moshé,
así me haces, que yo
entre y sea avergonzado?. De inmediato entró Moshé con
él, le rogaron a D's y
descendió la Shjina
frente a Am Israel. Ellos salieron y bendijeron al pueblo, y
dijo 'sea
la gracia del Eterno, nuestro D's, sobre nosotros, y sea Su voluntad
que se
rebele la Shjina
en todas vuestras labores'".
La segunda crisis fue la muerte de Nadav y
Abiu. La reacción de Aharón en ese caso -
tratándose de una desgracia
particular - fue "y Aharón guardó silencio"
(Vaikrá 10:3). Y por guardar
silencio recibió como recompensa que D's le habló a
él personalmente (Rashi,
allí).
Cuando se trata de una crisis general,
cuando la anhelada Shjina no se le revela a Clal Israel
(la
totalidad genérica de Am Israel), Aharón no
calló. Por el contrario, se
quejó a nuestro Rav Moshé. Pero tratándose de una
crisis particular, cuando
murieron dos de sus hijos - calló, y santificó el Nombre
de D's de esa forma.
En la
actualidad, hay que diferenciar entre una
crisis
particular y una crisis general, y también la reacción
frente a ellas debe ser
distinta. Tratándose de una crisis particular - por más
dolorosa que sea - hay
que aceptarla como hizo Aharón el Cohen (Sacerdote)
cuando murieron sus
hijos, "y Aharón guardo silencio": No cuestionarle a D's, D's no
lo
permita, sino que aceptar Su veredicto.
Pero cuando se trata de una crisis
colectiva, cuando la Shjina
no se le revela a Clal Israel - como en la edificación
del Mishkan
- no se debe renunciar ni se debe callar, sino que por el contrario,
debemos
actuar: Rezar y rogarle a D's, y bendecir a Clal Israel - como
hicieron
Moshé y Aharón - y continuar con redoblado vigor, con la
certeza que la crisis
no es casual, sino que nos incita a descubrir dentro nuestro potentes
fuerzas
que se encuentran ocultas en el alma de la nación. Y de esa
forma continuaremos
ascendiendo por el camino de la gueulá
(Redención) y la salvación
plenas, y seremos merecedores de que "sea la gracia del Eterno, nuestro
D's, sobre nosotros, y la obra de nuestras manos confirma sobre
nosotros, sí,
confirma Tú la obra de nuestras manos" (Tehilim 90:17)
de quien anhela la
salvación plena
Dov
Bigún