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"Porque ellos son Mis siervos"
Rav Itiel Ariel
(Beahavá Ubeemuná No513)

No todas las mitzvot de la Torá requieren el mismo esfuerzo para ser cumplidas. Hay mitzvot que son conceptuadas como más "fáciles" de cumplir, y hay otras más "difíciles". Y "la recompensa es de acuerdo al esfuerzo" (Avot 5:23). Pero no encontramos en ningún lugar una identificación explícita de los versículos con el nivel de dificultad del que cumple la mitzva - ya sea estimulándolo a cumplirla, o prometiéndole alguna bendición Divina que lo ayudará en el cumplimiento de esa mitzva. A lo sumo la Torá  se limita a alguna promesa genérica al que cuide sus mitzvot.
Pero la mitzva de la Shmitá (descanso de la tierra cada siete años) es excepcional: Encontramos un eco positivo en la Torá de la inquietud que acompaña al agricultor que cuida esa mitzva. Y también le agrega una promesa detallada que soluciona la dificultad anímica y la situación de incertidumbre que éste debe enfrentar. En este caso, la Torá considera necesario cambiar su actitud y robustecer el valor del agricultor - que cesa de utilizar sus medios de producción necesarios durante todo un año, y abandona sus frutos a todo el que los desee. Y por ello, le confiere una bendición singular - "Yo mandaré Mi bendición sobre vosotros en el año sexto, de modo que la tierra produzca fruto suficiente para los tres años" (Vaikrá 25:21).
El autor del libro "Shem MiShmuel" (5681) intenta aclarar la intención de la pregunta que la Torá pone en boca del público: "Y si dijeseis; qué comeremos en el año séptimo...?" (Vaikrá 25:20). Acaso es síntoma de alguna fisura en la confianza en D's del agricultor, o quizás es expresión de la integridad de su fe?. Acaso debemos interpretarla como una expresión de debilidad? - a pesar que debemos comprender la situación en la que se encuentra el que la formula, y contestarle según su nivel espiritual. O por el contrario; quizás esa pregunta es testigo de la grandeza del creyente, que hace partícipe a D's de sus tribulaciones, y pregunta con candidez qué debe hacer él, y cómo debe prepararse?. Por un lado, el que pregunta necesita una promesa que la producción será bendecida y abundará hasta tal punto que le alcanzará para tres años, pero por otro lado el estilo de la formulación demuestra la madurez anímica del que es capaz de recibir esa promesa y actuar de acuerdo a ella.
Pero en realidad, parece ser que no hay ninguna contradicción entre esas dos situaciones anímicas opuestas, sino que se trata de un proceso continuo y complejo de aclaración en el plano de la fe, producto del enfrentamiento de una situación de incertidumbre a largo plazo. El proceso comienza con un gran desasosiego, y finaliza con su desaparición cuando se profundiza y se observa la realidad desde otro punto de vista. Porque cuanto más se observa la realidad con un vistazo de fe, así aumenta la certidumbre y la seguridad en D's. Ese pasaje del Mundo de la Inseguridad al Mundo de la Certidumbre, caracteriza sobre todo la valentía de los que cuidan la mitzva de la Shmitá - respecto a los cuales nuestros sabios dijeron "poderosos en fuerza que ejecutáis Sus mandamientos" (Tehilim 103:20) - y a los agricultores en general - "los que siembran con lágrimas, con regocijo segarán" (Tehilim 126:5). La integridad de la fe no se demuestra negando la realidad y haciendo caso omiso de las profundas inquietudes que ella nos presenta, sino que en la capacidad de arraigar la certidumbre del gran papel que D's le confiere a la persona para que lo desempeñe, "y el Eterno hará lo que sea bueno a Sus ojos" (Divrei HaIamim Alef 19:13).
Una idea parecida es mencionada por el Netzi"v (Rav Naftali Tzvi Iehudá Berlín) de Voloshin en cuanto a la prohibición "no lo esclavizará duramente" (Vaikrá 25:53), que le prohíbe al amo esclavizar a su siervo judío con trabajos duros en exceso. En su opinión, esa ley no se limita sólo a las condiciones de trabajo justas del esclavo y la prohibición de obligarlo a efectuar tareas físicas que no le son adecuadas, sino que también se refiere al plano psicológico. El amo - como quien tiene la tarea de dirigir el proceso de regeneración del esclavo y la recuperación de su autoestima - debe incentivarlo y prepararlo para su futura liberación y la vida independiente que le sucederá. Debe alimentar la esperanza del esclavo que algún pariente suyo lo redimirá, y debe impedirle decaer en una esclavización sicológica producto de su prolongado trabajo. Y todo eso, porque su verdadero papel es ser el esclavo de D's, y cuanto más claro lo tenga, irá adquiriendo su propia libertad, "'porque ellos son Mis siervos' (Vaikrá 25:42) - y no son esclavos de esclavos" (Baba Kama 116B).

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