Majón
Meir |
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El
rezo del soldado/policía desgarrado
Rav
Shlomó Aviner (Beahavá Ubeemuná
No526)
Señor del Mundo, sálvame de mi hermano que me ha ordenado
atacar a mi
hermano "la madre con los hijos" (Bereshit 32:12).
Señor del Mundo, Tú me has traído aquí hoy,
muéstrame el camino a Ti,
porque de dónde recibiré yo la alegría de Eretz
Israel, la tranquilidad
de Ahavat Israel (amor por todo Am Israel)?.
Por favor fortifícame, por favor, para que sea una persona y no
un
robot, que no haga ninguna locura, que no sea partícipe de un
gobierno de
soborno y abominación, perversión y crimen.
Señor del Mundo, tengo miedo de mí mismo, busco la calma
en el centro de
la tormenta, alúmbrame con Tu semblante "porque el día va
terminando,
porque se extienden las sombras de la tarde" (Irmya 6:4).
D's, Señor de todos los Mundos, Tú eres rey de reyes, que
sea Tu
voluntad que mi corazón ame a toda persona de Am Israel,
sálvame del
odio, salvaguárdame de una guerra fraticida.
Mi D's, no me sacrifiques sobre el altar de la maldad, límpiame
del
lavado de cerebros - que me gritarán Nazi, Judenrein - porque me
siento impuro,
me avergüenzo de mí mismo.
Pobre de mí si llego a encontrarme con un buen amigo, pobre de
mí si me
encontraré frente a un niño que grita enloquecido, frente
a una niña que llora
desconsoladamente, frente a los ojos que lloran de una madre, frente a
la
penetrante mirada de un padre!.
Hay, mi hermano, mi hermano!. Me es preferible que me golpees, que me
hieras, me maltrates. Me es preferible morir, ser enterrado bajo el
polvo. Si
no puedo ser un hombre, si no soy merecedor de ser llamado persona - me
es
preferible que me entierren bajo el polvo.
Mi D's, el piso tiembla bajo mis pies, por favor no destrozes mi
corazón, ayúdame a ser una buena persona, no renunciar a Eretz
Israel ni
tampoco a Am Israel.
Señor del Mundo, apiádate de mí, porque mi alma se
despedaza. Ayúdame a
permanecer siendo una persona, porque mis hermanos han avandonado la
fraternidad y pretenden atacar a sus hermanos.
D's, "quien adiestra mis manos para la batalla y mis dedos para la
guerra" (Tehilim 144:1) - contra los enemigos de mi pueblo, y no contra
mi
pueblo. Ayúdame, que no hiera a mi hermano, como los capataces
judíos en
Egipto, que fueron golpeados por proteger a sus hermanos.
Ayúdame, que mis
comandantes me comprendan.
Ayúdame, para que dentro de mi uniforme mi alma no se transforme
en el
alma de un terrorista, sino que continue siendo un alma judía.
Cuán fuerte es mi dolor, terrible. Si expulsaré a un
hermano - él será
herido, pero con el tiempo la herida sanará - pero yo, nunca
podré recuperarme,
quedaré inválido para toda mi vida, me carcomerán
los remordimientos de
conciencia infinitos. Las visiones de los semblantes de personas
sufriendo, las
escenas de niños gritando, me perseguirán en
sueños y también durante el día.
Señor del Mundo, me encuentro en una gran desgracia, desciendo
hasta el
polvo, me siento un criminal, la sangre me abandona, yo reviento por la
terrible injusticia. Cómo podré irrumpir por la fuerza en
una casa?!. Si
expulsaré un judío, no me lo perdonaré nunca,
tendré un agujero en el corazón,
perderé mi alma.
Mi D's, cuida la pureza de mi alma en mi cuerpo, cuída "mi alma
única del poder del perro" (Tehilim 22:21), mi buen D's
sálva mi alma!.
Porque han pasado sobre mi las terribles aguas.
D's, enséñame a tener misericordia por mi hermano,
sálvame de todo odio
y toda violencia.
D's de los Ejércitos, sálvame de la locura nacional. Que
no le levante
una mano a nadie!. Que no golpee a ningún judío!. Que no
me comporte cruelmente
para con ningún judío!. Que no golpee - D's no lo permita
- a ningún judío con
esposas!. Que no fabrique un informe ficticio de detención para
encubrir mis
malas acciones, que logre vencer a mi mal instinto. Y si me
maldecirán,
"que mi alma sea silenciosa ante los que me insultan, que frente a
todos
sea mi alma humilde como el polvo". Abre mi corazón con Tu
Misericordia, y
que pronto desbarates las intenciones de este gobierno malvado.
D's sálvame de manos de mi hermano que me ordena expulsar a mi
hermano,
porque este es mi hermano y también este otro, yo amo a ambos, y
me encuentro
en el medio - extiéndeme Tu mano.
Y sabrán todas las naciones que Tu moras en Tu pueblo, y Tu amor
se
encuentra dentro nuestro, para siempre.
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