La primer mitzva
Rav Iaacov Filver (Beahavá
Ubeemuná No550)
"'Este mes
os será el principio de los meses' (Shmot 12:2) - es la primer mitzva
que
le fue ordenada a Am Israel". Así comienza Rashi su
comentario a la
Torá (Bereshit 1:1, Rashi). Y debemos preguntarnos:
Qué tan importante
es la mitzva de Kidush HaJodesh [determinación
del principio de
cada mes, según comentaron nuestros sabios el versículo.
N. del T.] para haber
sido elegida como la primer mitzva, en vez de otras mitzvot
más
genéricas, como "Yo soy el Eterno, Tu D's" (Shmot 20:2), o
"amarás a tu prójimo como a ti mismo" (Vaikrá 19:18) - que es una regla general de toda la Torá?.
Y también debemos
preguntarnos por qué la Torá antecedió la mitzva
de Kidush
HaJodesh a la entrega de la Torá, cuando
todavía el pueblo se
encontraba en Egipto?.
A primera vista,
se puede contestar que inmediatamente después de esa mitzva,
le fue
ordenado a Am Israel tomar un cabrito por casa paterna en el
décimo día
del mes, para ofrecerlo más tarde como sacrificio de Pesaj.
Y si no
supiesen cuando es Rosh Jodesh (principio del mes), no
podrían saber
cuando será el décimo día. Pero según el midrash,
la mitzva de Kidush
HaJodesh tiene un valor más genérico, y no se limita
sólo a una necesidad
práctica del calendario hebreo: "'Este mes os será el
principio de los
meses' - es como un rey que tenía un reloj. Cuando su hijo
llegó a la madurez,
le dijo; hijo mío, hasta ahora el reloj se encontraba en mi
mano, pero de ahora
en más te es entregado a ti. En forma similar, hasta ese momento
D's se
encargaba de fijar los meses y los años bisiestos, pero cuando Am
Israel
llegó a su madurez les dijo; hasta ahora los cálculos de
los meses y los años
se encontraban en Mi mano. De ahora en más, les son entregados a
ustedes"
(Tanjuma, Bo 12). Y en forma similar, figura en otro midrash:
"Dijo
D's; desde que creé al mundo Yo cargo con la tarea del
cálculo de los meses. De
ahora en más, esa tarea les es entregada a ustedes. Es entregado
a ustedes,
pero ustedes no son entregados en su mano". La mitzva de Kidush
HaJodesh está relacionada con el control humano de la
dimensión del tiempo.
El tiempo es uno de los tres factores de los cuales la persona nunca se
puede liberar
en toda su vida: Lugar, tiempo y voluntad. El tiempo debe su
importancia a que se
trata del marco en el que vive la persona. La pregunta clave es: Acaso
la
persona es el dueño de su tiempo, o es el tiempo el que dicta el
orden diario
de la persona?. Mientras los hijos de Israel se encontraban en Egipto como esclavos de Paró
(El Faraón), no eran dueños de su tiempo:
Para el esclavo no sólo su vida es dictaminada por los
demás, sino que todo el
orden diario, el ritmo y su forma de vida no se encuentran bajo su
poder y le
son dictados por los demás. Por ello, no es extraño que Am
Israel se sumergiera
en Egipto en los "49 portones de la impureza", a pesar que cuidó
su
identidad judía. Y cuando D's se proponía entregarles la Torá
y sus mitzvot,
cuando aún se encontraban en Egipto, estimó necesario
hacerles saber que la
situación en la que se encuentran no es irreversible. De
aquí en más el tiempo
será entregado en sus manos, como dijeron en el midrash:
"Es
entregado a ustedes, pero ustedes no son entregados en su mano".
Mientras
la persona no es dueña de su vida no tiene sentido entregarle la
Torá y
ordenarle mitzvot, y por ello era necesario que Am Israel
tenga
presente ese conocimiento antes que se disponga a recibir la Torá
en el
episodio del monte de Sinai, para que hasta ese entonces la
nación asimile el mensaje:
De aquí en más, su tiempo está en sus manos.
Ese concepto -
que la persona gobierna sobre su tiempo y no es el tiempo el
dueño de la
persona - era muy importante en ese entonces para la generación
que saldría de
Egipto. Pero no es menos importante para toda persona, en todo momento
y en
toda época. Porque no sólo el esclavo sino que
también el que formalmente es definido
como un "hombre libre", y su tiempo está en sus manos, no
siempre es
realmente un hombre libre, como lo formuló Rabí
Iehudá HaLevi: "Los
esclavos del tiempo, son esclavos de esclavos". También a las
personas
libres, llega la mitzva de Kidush HaJodesh y les
recalca la
importancia del tiempo y la capacidad del hombre de santificarlo: El
tiempo es
el marco de la vida, que le fue entregado al hombre como un obsequio
del cielo,
y la vida son unidades de tiempo, que cada persona se hace merecedor de
ellas,
quien más quien menos. Y todo el papel del hombre sobre la
tierra es darle un
sentido al marco de tiempo que le fue concedido. Y es en ese punto
donde se
encuentran la Torá y las mitzvot, que son los
que le ayudan a la
persona a utilizar en forma correcta su tiempo. Porque la persona que
se
encuentra ella sola frente a la realidad que lo rodea, es como si
tantease en
la oscuridad: Vacila y titubea, cómo delinear los valores y la
forma de vida
correctos en la realidad en la que se encuentra?. Es cierto que muchas
veces
logra la persona perfilar con sus propias fuerzas parte de su vida - ya
sea con
su entendimiento, ya sea con su conciencia, o con la rectitud natural
del
hombre que D's hizo derecho (Kohelet 7:29). Pero con todo ello, la
persona aún
suele equivocarse, ya sea por las limitaciones en las que nos
encontramos, ya
sea por la imposibilidad de identificar en forma exacta lo bueno y lo
malo, lo
cierto y lo falso. Por todo ello, bien hizo la Torá que
colocó en la
cúspide de las 613 mitzvot la mitzva de Kidush
HaJodesh,
la mitzva que recalca el control del hombre sobre el tiempo. Ya
que sin
ese control, no se podría ordenar al hombre Torá
y mitzvot.
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