Majón
Meir |
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No
estés deprimido
Rav
Shlomó Aviner (Beahavá
Ubeemuná No545)
Por favor,
basta, deja de sermonearme diciendo: "No estés deprimido!. Por
qué te
encuentras tan triste, tan intranquilo?. Por qué no cumples tu
función?. No hay
ningún motivo para que te comportes de esa manera!. Todo
está en orden, no
tienes ninguna dolencia, todo se encuentra en tu imaginación.
Sólo estás
deprimido, eso es todo. Yo intento ayudarte, pero tú no
colaboras, eres sólo un
mimado". Con tus palabras no me ayudas en lo más mínimo,
sólo empeoras mi
situación. Sólo de escucharte uno se puede deprimir.
Tú realmente
piensas que me es agradable vivir en un estado de depresión?.
Tú realmente
piensas que yo así lo elijo?. Esta enfermedad me destruye por
dentro, consume
mis fuerzas!. Sí, es una enfermedad, realmente una enfermedad,
una enfermedad
de la cabeza, una cruel enfermedad. Una enfermedad que arruina todo
aspecto
positivo mío, que me avergüenza - porque los demás
me miran con desprecio
jactancioso, no como a quien sufre del corazón, o del
hígado o del riñón.
Cómo te atreves
a decir que yo no colaboro?!. Ya lo he probado todo: Medicamentos,
tratamiento psicológico,
grupos de apoyo y asesoramiento de Rabanim (Rabinos). Todo!. Y
no me he
resignado, continúo luchando. No estoy dispuesto a rendirme.
Por ello, "no
juzgues a tu prójimo hasta que te encuentres en su lugar". Si
conocieses
mi mundo interno, me valorarías y me admirarías. Si, lo
digo sin enorgullecerme:
Yo soy fuerte, yo lucho, y continúo luchando.
Acaso tú sabes
cuanta energía anímica es necesaria para rechazar
pensamientos de suicidio?. Tú
no luchas ni la mitad de lo que yo lucho, ni un décimo. Para
realizar las más
simples tareas cotidianas necesito invertir más energía
de la que tú inviertes
una semana entera. Por todo eso, por favor, calla.
Todos los
sermones no me ayudan en lo más mínimo. No he perdido la
esperanza. Veo
personas que se encontraban en situación similar y se han
liberado totalmente.
Cada uno a su forma. Yo también tengo días mejores, y
continúo mi obstinada
lucha, avanzando poco a poco.
Lo que me ayuda
es la amistad, un vínculo íntimo bueno. Ojala lo
encontrase dentro de mi
familia!. Creo que si mi familia fuese más cálida, nada
me hubiese ocurrido.
Vivo en un mundo frío y distanciado, y eso es lo que me desgarra
anímicamente.
Mi gran enemigo es la soledad!.
Por ello, si
realmente quieres ayudarme, se mi amigo, un amigo auténtico - y
te lo
agradeceré toda mi vida. La palabra, es - amistad!. Si, mi
amigo, amor - es la
palabra.
También la fe en
D's me ayuda mucho "si no creyese que tengo esperanzas de ver la bondad
del Eterno" (Tehilim 27:13), entonces "hubiere perecido en mi
aflicción" (Tehilim 119:92). Bienaventurado soy, que D's no me
desprecia,
sino que siempre me ama. Me ama, me ama - y tiene fe en mí.
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