Parashat Bo 4
de Shvat 5772 No
853
"Y
fortaleció D’s el corazón de Paro"
Rav
Iaacov Filver
La
idea que somos nosotros los que conducimos
los procesos históricos y determinamos toda la realidad,
acompaña a muchas de
las personas también hoy en día. Pero la verdad es que
muchas veces somos sólo
un instrumento de la Providencia Divina, para hacer avanzar
procesos que fueron
determinados por el Cielo. El uso de la Providencia Divina
de las personas para hacer avanzar Sus programas ya lo encontramos en
el Pacto
de las Partes, en el que D’s le hace saber a nuestro patriarca Avraham
que hay
un escenario pre determinado en cuanto a los procesos históricos
del Pueblo
Judío, procesos que las personas y sus acciones no pueden
controlarlos, sino
que son producto de una decisión anterior de la Providencia Divina.
Y al respecto fue dicho que “son muchos los propósitos en el
corazón de la
persona, pero el consejo del Eterno es el que prevalece” (Mishlei
19:21). Y por
ello, dice el Ramba”n, ¿por qué describió en
detalle la Torá
la búsqueda de
sus hermanos por parte de Iosef?, “para hacernos saber que muchas cosas
ocurrieron, que podrían hacerlo arrepentir… para hacernos saber
que el decreto
es auténtico, y el esfuerzo es vano, porque D’s le hizo
encontrar un guía sin
que él supiese, para hacerlo llegar a los hermanos, para
hacernos saber que el
decreto de D’s se cumplirá”. Esa Providencia Divina, con todas
sus acciones,
era oculta incluso para los ojos de nuestro patriarca Iaacov, y cuando
le dijo
a sus hijos que volvieron de Egipto “¿por qué me hicieron
mal?” (Bereshit
43:6), dijeron al respecto en el Midrash (Bereshit Rabah
91:6): “Nunca
dijo Iaacov algo vano salvo en esta ocasión. Dijo D’s: Yo estoy
ocupado
coronando como rey a su hijo en Egipto, ¿y él dice ‘por
qué me hicieron mal’?
Al respecto dice el versículo (Ishaya 40:27) ‘¿por qué dices
tú, oh Iaacov y hablas, oh Israel, mi camino está oculto
del Eterno, y mi causa
no la tiene en consideración mi D's?’”.
También el endurecimiento del corazón de Paro
ejemplifica la intervención activa de la Providencia
en el correr de la historia humana,
como dice el versículo: “Para aumentar mis maravillas en la
tierra de Egipto”
(Shmot 11:9). No solo para poner en evidencia la capacidad de D’s, que
es
todopoderoso, sino que principalmente para hacernos saber la
intervención de la Providencia Divina
en nuestro mundo. En ese sentido el endurecimiento del corazón
de Paro
tenía una meta doble: La primera meta en cuanto a Egipto, y la
segunda en
cuanto a Israel. En cuanto a Egipto, como respuesta a las
sacrílegas palabras
de Paro: “No conozco al Eterno” (Shmot 5:2). Y al respecto le
dijo D’s a
Moshe: “Pero Yo endureceré el corazón de Paro,
así aumentaré Mis señales
y Mis maravillas en la tierra de Egipto. No oirá a ustedes Paro,
entonces pondré Mi mano sobre Egipto... Y sabrá Egipto
que Yo soy el Eterno,
cuando extienda Mi mano sobre Egipto” (Shmot 7:3-5). Pero no
sólo para con Egipto,
sino que también para los Hijos de Israel hay un mensaje en el
endurecimiento
del corazón de Paro, como dice el versículo:
“Porque Yo he endurecido su
corazón y el corazón de sus siervos... para que cuentes
en los oídos de tu
hijo, y del hijo de tu hijo lo que Yo realicé en Egipto, y las
señales que puse
sobre ellos, así sabrán que Yo soy el Eterno” (Shmot
10:1-2). Incluso nuestro
Rav Moshé no lo comprendió en toda su profundidad, y en
momento de crisis le
dice a D’s: “¿Por qué hiciste mal a este pueblo, y por qué
me has mandado? Desde que
vine a Paro para hablar en Tu nombre, se hizo mal a este
pueblo, y no
has socorrido a Tu pueblo” (Shmot 5:22-23). El argumento de
Moshé fue explicado
por Rabí Avraham Even Ezra: “Porque Moshé pensó
que de momento que le hable a Paro
en nombre de D’s, les aliviará el
trabajo y el D’s comenzará a salvarlos. Y por el contrario, Paro
endureció la esclavitud e hizo maldades”. Pero, ¿por
qué se extraña Moshé de la
dificultad? Ya le fue dicho en la revelación de la zarza:
“Porque el rey de
Egipto no los dejará salir a ustedes” (Shmot 3:19). Es que
Moshé pensó que
incluso si habrá dificultades en el proceso de la gueulá
(Redención), no
puede ser que haya retrocesos. Y al respecto le hizo saber D’s que
puede que
también hayan retrocesos - y a pesar de ello continuará
dirigiéndose a su meta.
Algo parecido escuchamos hoy en día de
muchos de los creyentes que nuestra época es “atjalta de
gueula” [el
comienzo de la
Redención].
Y también ellos, como Moshé, se quejan respecto al
deterioro de la situación,
porque no toman en cuenta que puede que haya retrocesos en el proceso
de la gueulá.
Pero debemos saber que el Señor del Mundo dirige procesos
históricos en
general, y la historia de Israel en particular, según un
programa Divino pre
determinado, y en las distintas fases de ese proceso encontramos
también
episodios en los que se endurece el corazón de nuestros
enemigos, como ocurrió
en cuanto a Sijon, rey emorita (Dvarim 2:30) respecto al cual fue
escrito: “Pero
no quiso Sijon, rey de Jeshvon, dejarnos pasar por su país,
porque endureció el
Eterno, tu D's, a su espíritu, fortaleció su
corazón para entregártelo en tu
mano, como en este día”. Y así continúa hasta
nuestros días, como cuando se
endureció el corazón de Jusein, rey de Jordania, en la Guerra de los Seis
Días, y
el endurecimiento del tirano de Siria que exigió las aguas del
Kineret, o el
corazón de los palestinos de Aza, que a pesar que se les
ofreció casi todo se
empecinan en exigir también el “derecho de retorno”. Cuando
nosotros no
cooperamos con el programa Divino, entonces la Providencia Divina
endurece el corazón de nuestros enemigos para desbaratar su
intención. Y en
nuestro corazón rogamos para que también si no lo somos
merecedores, la Providencia Divina
se comporte para con nosotros con misericordia, para nuestro bien, un
bien del
que gozaremos para muchos años.
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Alabanzas
al Sionismo Religioso
Rav
Shlomó Aviner
Desde su principio, el Sionismo
Religioso cumple lo que el Rav Kuk – su principal maestro espiritual –
dijo
sobre sí mismo: “Yo siempre me encuentro entre los senderos,
cuando uno de mis
ojos está atento a cómo enderezar los caminos de paz y
hermandad entre los
ancianos, temerosos de D’s y maravillosos estudiosos de la Torá…
y por otro lado
cómo influir los senderos del Bendito y Su amor y Su fe en el
corazón de los
jóvenes que llegan para asentarse en la tierra kodesh
(santa), de forma
que sea según la voluntad de D’s, para cumplir la advertencia
auténtica de amar
la verdad y la paz” (Orej Mishpat 254). Por ello, como su nombre es su
gloria:
Sionismo-religioso. No se trata de dos cosas distintas que deben ser
unidas artificialmente,
sino que un mismo asunto, único y entrelazado. Porque el
sionismo es en sí
mismo Torá.
El problema es que esa unificación
santa es interpretada por muchos del pueblo que habita en Tzion para
mal. Hay
quienes entienden que la
Torá
debe ser alabada, pero el estado despreciado, y hay quienes piensan que
se debe
alabar al estado y desprecian la Torá. De forma que el
Sionismo Religioso aprendió a
ser apedreado por derecha e izquierda. Pero maravillosamente, esos
ataques no
lo debilitan, no disminuyen sus adeptos, sino que por el contrario
él se
multiplica y va creciendo, y cuanto más lo mortifican,
así más se ensancha y
crece. Y hoy en día comprende poco más que un 10% de la
población judía en
nuestro país, y su influencia educacional e ideológica es
muchísima más grande
que su número relativo. Esa fortaleza es producto de dos
factores:
1. Los ataques continuos lo cuidan
del extremismo y la exageración en alguna dirección, y lo
bendicen.
2. Por lo general los argumentos que
utilizan en contra de él no tienen ningún fundamento, y
es una buena señal, ya
que si lo critican sin sentido es porque no encuentran ningún
defecto verdadero
en él.
Y por ello el Sionismo Religioso no
se inmuta, sino que continúa su camino con seguridad. Un ejemplo
es el último
ataque de los medios de prensa – que hay quienes opinan que es dirigido
por
algún elemento interesado – cuya cantidad no logra disimular su
bajo nivel.
Hay gran variedad de ataques, parte
de ellos nuevos, parte de ellos utilizados ya en el pasado, como el
argumento
del alejamiento de las mujeres en la sociedad en general y en el
ejército en
particular, extremismo religioso y coerción religiosa,
dirección demasiado toraní
en las escuelas, separación de niños y niñas, de
hombres y mujeres, recato –
cuando esos ataques llegan, por supuesto, de las porciones más
liberales del
mapa nacional.
Los argumentos de la prensa de los
últimos días son un maravilloso ejemplo de casos
singulares que fueron generalizados
y extendidos a todo un público. Primer ejemplo: Algunos pocos
cadetes de
oficiales salieron de un acto cuando comenzaron a cantar mujeres. Ya
sea que
tuvieron razón o se equivocaron, hay que recalcar que ellos no
gritaron, no
insultaron y no maldijeron, no dañaron el acto sino que se
escabulleron en
silencio, para no molestar a los demás y respetarlos. ¡Y
por eso estalló una
tormenta!
Segundo ejemplo: Algunas decenas de
jóvenes penetraron un campamento militar y apedrearon oficiales
de nuestro
ejército. Por supuesto que es una acción despreciable y
terrible, pero
nuevamente se trata de una minoría que sólo se representa
a sí misma. Como
hemos dicho: Dime cómo te atacan, y te diré quién
eres.
Y ese tzadik (justo) – el
Sionismo Religioso – en vez de responder con firmeza frente a todas
esas falsas
acusaciones, quebrantando todas ellas mostrando la verdad - en su
humildad,
sólo se defiende disculpándose sin descanso, cumpliendo
en sí mismo lo que
dijeron en la Gmará
que si tu compañero te ha llamado “burro”, ponte una montura en
tu espalda
(Baba Kama 92B), es decir, acepta sus palabras. Esa actitud de
paciencia y tolerancia
del Sionismo Religioso no es producto de su debilidad, sino que por el
contario
de su fortaleza anímica y potencia espiritual que le permiten
continuar con
firmeza. Él hace tiempo que está vacunado frente a todo
tipo de intentos de
deslegitimarlo, y por ello continua con su fuerte espíritu, sin
maldecir ni
insultar, sino que en silencio y con seguridad.
Y así es también en cuanto a los
intentos de división, por dentro y por fuera, que no tienen
ningún éxito, y
también los empecinados intentos de todo tipo de organizaciones
efímeras dentro
del Sionismo Religioso.
Está claro que el Sionismo Religioso
es muy variado, porque como hemos dicho, se dirige entre dos senderos,
entre el
Sionismo y el Religiosismo, y entre esos dos hay muchos caminos
intermedios,
muchas diferencias de opinión en cuanto a diferentes temas: El
estado, el
ejército, las órdenes del ejército, la gueulá
(Redención), el valor de
lo nacional, los estudios de la Torá,
las universidades, Eretz Israel (la Tierra de Israel),
el recato, la sociedad mixta,
la innovación en la halajá… pero todas esas
diferencias son secundarias
frente al denominador común que es mucho más grande.
¿Y qué es el denominador
común? El renacimiento de la nación en su tierra,
según su Torá.
Todos los que intentan dividirlo no
logran nada, porque el Sionismo Religioso tiene experiencia en eso por
su
esencia misma, por ser un puente entre los distintos. La labor de la
paz para
él no es consecuencia de un esfuerzo, sino que es parte de su
esencia propia. A
los ojos del Sionismo Religioso el sionismo es religioso por esencia,
también
si participan de él personas alejadas de la Torá,
y también ellos son enviados
Divinos, incluso si ellos mismos lo negarán. Una
colaboración compleja y
dificultosa con jilonim (laicos) surca en él en forma
natural. El
Sionismo Religioso se caracteriza por una tolerancia con creatividad,
ya sea
para con los jaredim (ultra-ortodoxos), ya sea para con los jilonim,
ya sea para con la derecha, ya sea para con la izquierda, y por
supuesto para
con sub-corrientes dentro de él. ¡Y cuán
maravillosa es su actitud amadora para
con sus hijos que se han alejado de la Torá, que son
considerados parte de su propia carne!
Por ello, no es sorprendente que
todo tipo de fondos y organizaciones fuera de Israel – que intentan
forjar un
“estado de sus ciudadanos” en vez de un “estado judío” –
trabajan tan duro para
debilitar y dividir al Sionismo Religioso, porque identifican en
él el gran
cemento y la gran esperanza para la unidad de la nación y su
judaísmo. Ellos
invierten mucho dinero y esfuerzo para deshacer al Sionismo Religioso,
cambiar
su forma de pensar en dirección al pluralismo menos judío
– y no logran nada.
También los intentos de fortalecer distintos cuerpos
efímeros dentro de él en
dirección centrífuga no tienen éxito. La fuerza
centrípeta es mucho más fuerte.
El Sionismo Religioso continúa su
camino sin desviarse, y a pesar de todos los vientos en contra, se va
fortaleciendo y engrandando, ya sea en sionismo como en religiosismo.
De él
salen más y más voluntarios que se enrolan en unidades
combatientes y
oficiales. En el último curso de oficiales hubo 40% de
integrantes del Sionismo
Religioso, y el Beit HaKneset (Sinagoga) de la base estaba
colmado en shabat.
Y todo eso, como consecuencia de una educación idealista. Y
también la visión
del Rav Neria z”l: “Edificaremos ieshivot (centros de estudio
de la Torá)
en todo lugar”
se materializa frente a nuestros ojos, y por supuesto que
también hay ulpenot,
midrashot y mijlalot para las chicas.
Todos los intentos de
descalificación e invalidación no tienen éxito.
Todas las críticas que el
Sionismo Religioso no es suficientemente moderno o por el contrario no
es
suficientemente puro no logran confundir a nadie. El público
Sionista Religioso
continúa aumentando, continúa alumbrando más y
más.
Por supuesto, no es que no tenga
ningún defecto, pero en general, es bueno. Muy bueno. Desde el
punto de vista
moral, religioso, educacional, nacional. Hay muy poca criminalidad, y
muy poco
abandono de valores. Hay muchos valores morales.
Y en la práctica, salvo algunos que
ladran esporádicamente, es merecedor de gran aprecio en el
país y en el mundo,
y tiene una influencia a la vida nacional muy por encima de su
número. En la
práctica, el Sionismo Religioso casi siempre determina el orden
político –
salvo algunas dolorosas derrotas. Pero así es la vida, no
siempre se tiene
éxito.
El Sionismo Religioso no se inmuta
por todos los que intentan confundirlo, tiene fe en su camino, y si hay
dificultades no es porque el camino sea incorrecto, sino que porque
aún no
hemos llegado al final de él. Se auto critica constantemente,
con gran
sinceridad y en un esfuerzo eterno de mejorar, y no necesita en
absoluto de las
críticas ajenas. Y tampoco se inmuta frente a todo tipo de
difamaciones. Es valiente,
tiene fortaleza y marcha con potencia luchando por sus ideas, con amor
por
todos.
Y no se ha cansado, siempre se
encuentra en un elevado nivel, muy por encima.
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Tel.: 972-8-9285216
Cel: 972-52-4501467
E-mail: sfaradit@emeir.org.il,
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