Libertad
auténtica
Rav
Iaacov Filver
La festividad de Pesaj exige
preparación, como dijeron nuestros
sabios (Psajim 6A): “Se pregunta y se estudia las halajot de Pesaj
treinta
días antes de la festividad”. Toda persona debe verse a
sí misma como si
hubiese salido de Egipto. La festividad de Pesaj es “el momento
de
nuestra libertad”, el mes en que salimos de la esclavitud a la libertad
– y
debemos aclarar qué es libertad.
En el prólogo a
Ese argumento podría ser válido si la plenitud se
encontrase fuera de la
persona misma, y tuviese que alcanzarla con gran esfuerzo. Pero no es
así: La
plenitud se encuentra en la naturaleza misma del hombre, como escribe
el Rav
Kuk “la naturaleza del alma humana es dirigirse por el camino
correcto”.
La rectitud se encuentra dentro de la naturaleza humana, como dice el
versículo: “D’s hizo recto al hombre, mas ellos se han buscado
muchos
artificios” (Kohelet 7:29). Por ello, la persona no necesita buscar la
plenitud
lejos, y lo único que debe hacer es revelar y descubrir la
rectitud que se
encuentra dentro de él. A eso se refirió
La cualidad de la libertad – explica el Rav Kuk – surge cuando la
persona
siente que su vida es una vida con una meta que tiene valor. En
contraste, la
cualidad de la esclavitud surge cuando la persona no vive su propia
vida sino
que hace lo que es bueno y hermoso para el otro, que lo subyuga – ya
sea en
forma oficial o moral. En esa situación la persona no se vive a
sí misma, sino
que al otro. Y a ello se refirió Rabí Iehudá
HaLevi cuando escribió en su poema
“Avdei HaZman”: “Los esclavos del tiempo son esclavos de
esclavos,
mientras que sólo el esclavo de D’s es realmente libre”.
Porque todo el
mundo material fue creado para servir al hombre, para ayudarlo a llegar
a su
plenitud: Todo este mundo efímero es el esclavo del hombre. A
veces la persona
consagra su tiempo y energías no para avanzar, sino que para
acumular más y más
pertenencias y lujos - comprar una lujosa casa y un auto prestigioso,
ser uno
de los ricos de la sociedad y similares – lo que no tiene nada que ver
con la
esencia en sí de la persona. No sólo que todo el mundo no
podrá satisfacer su
codicia - como dice el Gaón (genio del estudio de
En contraste, “sólo el esclavo de D’s es realmente libre”,
porque el
esclavo de D’s no malgasta su tiempo y sus energías en lo que se
encuentra
fuera de él, sino que consagra sus acciones al desarrollo de su
personalidad y la
revelación de la imagen y semejanza Divina que hay en él.
Y por ello, concluye
el Rav Kuk: “La libertad en esencia, la libertad del cuerpo de toda
esclavitud ajena, de toda servidumbre - que obliga a la imagen y
semejanza
Divina de la persona a rebajar su valor, su magnífica
grandiosidad y su
majestuosa santidad - esa libertad no es adquirida sino que a
través de la
libertad del alma, la libertad del espíritu de todo lo que lo
aparta del camino
recto y firme, que fue moldeado en su esencia propia”.
Todo lo que hemos dicho respecto a la libertad del individuo
particular, es
también cierto respecto a la libertad nacional: No toda
independencia
nacional es acompañada de libertad. Es cierto que el gobierno
autónomo es la
base para la realización de la misión histórica de
la nación, como dice el
profeta: “Pueblo que cree para Mí, para que cuenten Mis
alabanzas” (Ishaya 43:21).
Pero eso es cierto sólo cuando la nación utiliza sus
recursos y sus facultades
nacionales para plasmar su misión: Entonces, la nación se
sirve a sí misma,
cumpliendo su cometido. Pero si – D’s no lo permita – la nación
busca imitar a
otros pueblos, suplantando su cultura israelí original por la
cultura de Europa
o EE.UU., se convierte en “esclava” de otro pueblo – incluso si vive
una vida
política independiente en su patria. De forma que la libertad
física y política
no son la meta final de la libertad nacional: Se las puede ver
sólo como una
base para permitir la plasmación de la misión
histórica de esa nación. De
esa forma vio el Rav Kuk la meta de la fundación del Estado de
Israel, como
escribió (Musar HaKodesh 191): El Estado de Israel ideal es “la
base del Trono
de D’s en el mundo, todo su anhelo es que D’s sea uno y Su nombre uno –
lo que
es realmente la más elevada felicidad”. La libertad nacional
auténtica podrá alcanzarse
sólo cuando la nación consagre sus recursos nacionales en
el arraigo y desarrollo
de la cultura judía original que heredamos del Monte de Sinai,
cuando la nación
plasme en su vida los senderos de
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El soltero
que busca
Rav
Shlomó Aviner
En Israel hay 600.000 solteros y
solteras mayores de 19 años. No digo que
hay que casarse a los 19, pero ese es el dato estadístico. Dicho
sea de paso,
hay más solteros que solteras.
Ser soltero no es un detalle secundario en la vida, sino que un
problema
central para la persona. “Todo el que se encuentra sin esposa, se
encuentra sin
bendición, sin alegría, sin Torá...”
(Iebamot 63).
Es un problema del individuo particular del que todo el público
debe
preocuparse y encontrarle solución – como otros problemas:
Salud, pobreza,
seguridad y educación. No es ninguna broma: Se debería
nombrar un ministro en
el Kneset (Parlamento) que se ocupe de ese problema, con un
amplio
presupuesto. Como hicieron en Singapur, reconociendo que se trata de es
una
desgracia nacional, y de esa forma lograron solucionar el problema.
Pero
mientras tanto, todos debemos enrolarnos. Es cierto que ya hay muchas
personas
trabajando en ello: Padres, casamenteros, Rabaniot (Rabinas) y
Rabanim
(Rabinos) - pero no alcanza.
Esta es la solución: Ustedes son una pareja casada?.
Bienaventurados sean.
Sí, bienaventurados!. Por lo tanto, procúrenle pareja a
otras dos personas en
su vida. Si todas las parejas harán así - no
quedará ni un sólo soltero!.
Sólo dos!. Deberán invertir mucho tiempo,
energías, dinero, y mucho
sacrificio. Dicho sea de paso: El dinero que invierten puede ser
considerado
parte del diezmo, ya que una persona soltera puede ser calificada como
un
menesteroso en este caso. Es más: Hay quienes hablan de “un
diezmo del tiempo”,
invertir un décimo de su tiempo para fines de caridad. Y por
supuesto que en
este caso se trata de una acción de caridad!. Y podemos agregar
algo más: El
que no tiene dinero para entregar un diezmo a los pobres, podrá
entregar a
cambio un diezmo de su tiempo para este fin!.
No se olviden cómo se encontraban ustedes antes del casamiento,
qué sabor
tenía la amargura y la soledad. Por favor, sacrifíquense
por ello. Y por
supuesto, denle prioridad a los familiares cercanos, y después a
los amigos.
Continúen, incluso si el soltero no está contento con
ello: Nadie debe ser
juzgado cuando se encuentra apenado. También después que
ha salido con la
muchacha alguna vez, acompáñenlo, escúchenlo,
ayúdenlo a diferenciar entre lo
principal y lo secundario. Ayúdenlo a “redondear las puntas”.
Y tú, mi querido soltero - o
querida soltera - que llegas a los casamientos
de tus amigos sintiendo al mismo tiempo alegría, tristeza y
envidia – no te
desalientes!. No pierdas la esperanza!. Muchos se casaron a los 25, 30,
35 y
más – y viven felices. No digas “ya nunca me casaré”,
sé optimista. Optimismo
no es una palabra vacía, un sentimiento pálido: Optimismo
es algo lógico,
arraigado en la experiencia de la vida.
No digo que sea fácil - sólo digo que es posible, y hay
que obstinarse.
Siempre supimos que “es tan difícil encontrar pareja, como
partir el Iam Suf”
(Sota 2A). Es difícil encontrar pareja, y dicho sea de paso,
también después de
haberse casado es necesario seguir esforzándose para que el
matrimonio no se
disuelva. Ve Mesilat Iesharim, que dice que hay que trabajar
para
adquirir una buena virtud – pero también hay que trabajar para
no perderla
después de haberla adquirido. No confíes en que la novia
o el novio te caerán
del cielo: A veces eso sucede – gracias a D’s – pero no se debe confiar
en el
milagro. Obstínate, obstínate más aún!.
Vale la pena.
No digas: “Ya probé 100 veces, por lo visto tengo mala suerte,
estoy
hechizado, no soy normal, soy un perdedor de nacimiento”.
Tonterías!. Tú eres
normal, todo es normal – sólo que a veces es difícil.
Entonces, tú debes ser
más terco, y obstinarte. Pero hay algo que está muy
claro: Si tú trasmites una
sensación de desaliento, ninguna muchacha deseará casarse
contigo!.
Cuando se trata de nimiedades, se puede ceder y no comenzar
Y otro humilde consejo: No seas demasiado selectivo, no seas demasiado
severo tratándose de la apariencia externa de la pareja. No digo
que no tiene
que caerte en gracia - por supuesto que es necesario que así sea
– pero no seas
mimado. La apariencia externa es secundaria, lo principal en la persona
es su
alma. Como dicen los camaradas: “Mi alma!, tráeme el jugo!”. El
cuerpo es
importante, pero es secundario en importancia, como culmina el canto “Adon
Olam”: “Y con mi alma – también mi cuerpo”.
No
digas: “No logro amarla, porque ella no es suficientemente hermosa” –
porque
dentro de diez, veinte o treinta años tendrá arrugas.
Qué harás entonces?.
Cambiarás de esposa, o caerás presa de la
depresión?!.
No
digas: “La amo porque es hermosa”. Por el contrario: De momento que la
amas, es
la más hermosa del mundo para tí (ver Mahara”l, Netivot
Olam, Netiv HaEmet
comentando Ktuvot 17). Porque amas su alma.
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