Rosh-HaShana 1
de Tishrei
5767 No
583
Todos somos
hoy examinados
En la
actualidad (reimpresión)
Quiénes son “bnei Maron”?
Nuestros Sabios explican que “los
hijos de Maron” son ovejas. Es decir, en Rosh HaShana los
hombres son
comparados a ovejas que salen del cerco de a una. Cuando llega el
momento de
dar el diezmo de las ovejas, no se deja ninguna de lado. Algunos dicen
que “bnei
Maron” simbolizan la cuesta de Beit Jorón. Esta era estrecha
y para
ascenderla los hombres debían caminar uno tras otro, mientras
que a ambos lados
se abría un enorme abismo. Otros dicen que “los hijos de Maron”
eran los
soldados del Rey David. Estos eran héroes y electos que estaban
dispuestos a
salir a la guerra uno tras otro (Rosh HaShana 18). Maharsh”a explica
que estas
tres concepciones acerca de “los hijos de Maron”, - si eran ovejas, o
si
ascendían la pendiente de Jorón o eran los soldados del
Rey David - nos
sugieren acerca de tres categorías de personas, los malvados [Reshaim],
los intermedios [Beinoniim] y los justos [Tzadikim]. Las ovejas simbolizan a los malvados que son
conducidos al sacrificio. Quienes ascienden por la pendiente de Beit
Jorón
representan a los intermedios, que
caminan por un estrecho sendero cuando a la derecha y a la izquierda se abre un abismo.
Los soldados del Rey
David representan a los justos, los héroes que superan
victoriosos los pecados.
Efectivamente, el pueblo judío está compuesto por justos,
intermedios y
malvados. Las siglas de estas palabras en hebreo Tzadik (Tzadikim),
Bet (Beinonim), y Reish (Reshaim), forman
el
término: Tzibur - “comunidad”. A pesar de la diferencia
entre sus
miembros, todo el pueblo judío es examinado en conjunto ante
D’s: El Creador ve
el corazón de todos ellos y comprende sus actos (ver Rosh
HaShana,
Ídem.). El hecho que D’s ve al pueblo judío como un todo
en Rosh HaShana,
hace que su juicio sea más misericordioso, como está
escrito: “Y vio D’s todo
lo que había hecho, y he aquí que era muy bueno”
(Bereshit 1:31).
En la actualidad, cuando nos encontramos ante
nuestro Creador en Rosh HaShana, debemos reconocer y comprender
que no
comparecemos solos ante el trono del juicio, sino junto a todo el
pueblo judío,
el pueblo que D’s elige con amor; el pueblo que sufre y ha sufrido
durante
todas las generaciones, y a pesar de todo, se mantiene siempre fiel y
se
adhiere al Eterno y a su Torá. Que estos méritos,
el mérito de los
padres y de los hijos, nos protejan a nosotros, Beit Israel, en
el
próximo año.
Deseando a todos Shaná Tová y
Gmar Jatimá Tová
Anhelando la redención
Dov
Bigún
Rosh
HaShana y Shabat
Rav
Azriel
Ariel
En
El primer día de Tishrei, en contraste, es Rosh HaShana desde el punto de
vista de la
agricultura, como está dicho: “Los ojos del Señor, tu
D’s, están siempre sobre
ella [la tierra], desde el principio hasta el fin del año”
(Dvarim 11:12).
También el año de Iovel (año de jubileo,
cada 50 años) comienza en
Tishrei: “Entonces harás resonar el Shofar en el mes
séptimo, en el
décimo día del mes, en Iom Kipur haréis
que el Shofar suene en
toda vuestra tierra. Santificaréis, pues, el año
quincuagésimo… jubileo, pues,
os será el año quincuagésimo” (Vaikrá
25:9). También el año de Shmita
(año sabático, cada 7 años) concluye en el mes de
Tishrei: “Al fin de cada
siete años en el tiempo señalado del año de
remisión, en la fiesta de Sucot…”
(Dvarim 31:10). Y de ello aprendieron nuestros sabios que “el primer
día de
Tishrei, es Rosh HaShana… para la cuenta de Shmita, Iovel,
de la plantación y de las verduras” (Rosh HaShana 1:1) – es
decir, para todas
las mitzvot relacionadas con la agricultura. Nuestros sabios
agregaron
que se trata del comienzo del año para los reyes de los
gentiles, y también el
día de la creación del hombre: “Este es el día del
comienzo de Tu obra, en
recuerdo del primer día” (Rezo de Rosh HaShana),
mientras que la
creación de Am Israel es en el mes de Nisan.
Entonces, tenemos dos Rosh HaShana: El Rosh HaShana nacional,
Rosh HaShana del kodesh (lo sacro), que se
expresa en la halajá
en el plano del Beit HaMikdash (El Templo) y del pueblo kadosh.
Y
en contraste, tenemos otro Rosh HaShana universal, un Rosh
HaShana
más laico, que se expresa en la halajá en el
plano secular de la vida:
La economía y sus halajot, y el reinado de los gentiles.
Por ello, el rezo de Rosh HaShana habla principalmente de la
corrección genérica del mundo, y no de nuestra
singularidad nacional. En ese
día se recalca principalmente el papel de Am Israel para
con todo el
mundo. Y en contraste, los tres Regalim (Pesaj, Shavuot
y Sucot)
– que comienzan en el mes de Nisan – se centran en nuestra singularidad
nacional, cuyo corazón es el Beit HaMikdash.
A eso le debemos agregar otro principio. En la creación del
mundo
material, el día es considerado posterior a la noche, el
período de actividad
es considerado posterior al descanso preparatorio: “Hubo noche, y hubo
día”
(Bereshit 1:5) [el día comienza por la noche, y no por la
mañana. N. del T.].
“La noche fue creada para descansar” – su objetivo es permitirnos
juntar
fuerzas para el trabajo de la mañana siguiente. En forma
similar, en el ciclo
agrícola anual en Eretz Israel (
En la época de la galut (exilio), Rosh HaShana
es el
primer día de Tishrei: No hay Beit HaMikdash, no hay
Reinado de Israel,
no hay Reinado de D’s. El primer día de Nisan es olvidado. Los
años del reinado
no son contados en base a él, y por supuesto que de momento que
no hay Beit
HaMikdash no tiene sentido determinar cuál es el momento
propicio para
traer las ofrendas. El trabajo diario, la vida cotidiana, las
necesidades de la
subsistencia son los que marcan el paso de la actividad. El
período de descanso
tiene por objetivo solamente juntar fuerzas para seguir subsistiendo.
Todavía
no se puede invertir el orden: Trabajar para que en los períodos
de descanso
físico nos elevemos a las cimas del kodesh.
Pero la raíz del mundo del kodesh se encuentran en lo
profundo
del mundo secular: El día de shabat, que fue creado al
término de
El Rosh HaShana del mes de Tishrei que cae en shabat,
nos
hace encontrarnos con ambos contenidos al unísono: Un Rosh
HaShana del
año secular, que comienza con el descanso del invierno, que nos permite juntar fuerzas
para la actividad del verano, junto con la kdushá del shabat,
que
es la meta de todos los días de actividad, cuya última
cima es “un día que todo
él será shabat y descanso, para toda la
eternidad” (Birkat HaMazon de
Shabat).
Midreshet
Majón
Orá
Centro de estudios
de Torá para chicas en
español y portugués
Están todas
invitadas!!
La inscripción del
próximo año YA COMENZÓ!!
Para mas detalles
llamar al : 052-4621830
o escribir a: tgueu@hotmail.com
, editorial@alumbrar.org
Para las
interesadas, hay dormitorios en el lugar
Las guerras
y el individuo particular
Rav
Shlomó
Aviner
En las últimas décadas hemos comenzado una
nueva época en la que
tenemos nuestro propio ejército. Un ejército que como su
nombre lo indica, es
el Ejército de Defensa de Israel: No se trata de un ejército de ataque, para
conquistar tierras ajenas,
sino que el ejército de defensa de nuestro pueblo y nuestra
tierra. Por ello,
se trata de un ejército muy moral. Einstein dijo: “El
barómetro moral de un
pueblo, es su conducta en la guerra”. Y agregó: “El
barómetro está muy bajo”.
Pero nosotros agregamos: “Nuestro barómetro está alto”…
incluso demasiado alto.
Dijo el humorista Meir Uziel: “No entiendo cómo puede ser que en
la competencia
de ‘Miss Moral’, de entre 143 países siempre salimos
últimos, cuando somos los
únicos que nos presentamos al concurso…”.
Nuestros sabios enumeran entre las fases del proceso de la gueulá
(Redención) las guerras (Sanhedrin 97A), y comenta Rashi:
“Guerras entre los
gentiles y Am Israel (el Pueblo de Israel)”. Y es en ese contexto que figura la
expresión “Atjalta deGueula” (el comienzo de
El Ramba”m utiliza un título realista en su libro de halajá:
“Las halajot de los reyes y sus guerras”. Cuando define
el papel
del rey, dice: “El rey es coronado desde un principio para hacer
justicia y
luchar las guerras, como dice el versículo ‘y nos juzgue nuestro
rey, y salga
al frente de nosotros para pelear nuestras batallas’ (Shmuel Alef
8:20)”
(Ramba”m, Hiljot Melajim 4:10). También uno de los criterios
para determinar si
una persona puede que sea el Meshiaj (Mesías) es que
“luche las guerras
de D’s” (Ramba”m, Hiljot Melajim 11:4). Y cuando se trata de su clara
determinación: “Si venció a todos los pueblos alrededor” (Ídem.). Y
efectivamente, el profeta
Ishaya describe claramente las guerras del Meshiaj (Ishaya,
Cáp. 63).
Hasta que se plasmen los vaticinios de la paz mundial, ningún
país
puede vivir sin un ejército. Por ello, en Am Israel el
ejército es un
ejército del pueblo: No es un ejército de voluntarios o
mercenarios, sino que
“de edad de veinte años en más, todos los que pueden
salir a la guerra”
(Bamidvar 1:3).
Nuestros patriarcas eran guerreros. Nuestro patriarca Avraham
luchó
contra los cuatro reyes. Nuestro patriarca Iaacov también era un guerrero, y
dice: “Y yo te di
Shjem… la que tomé de mano del Emorita con mi espada y con mi
arco” (Bereshit
48:22). Y por supuesto, Ioshua Bin Nun – al que le fue trasmitida
Así escribe el Rav Kuk: “Nosotros contemplamos las primeras
generaciones, sobre las que nos relata
Pero no nos equivoquemos pensando que de momento que nos ocupamos de
cuestiones de Clal Israel (la totalidad genérica del
Pueblo de Israel),
podemos permitirnos desdeñar la rectificación del
individuo particular. Por
supuesto que no es esa la concepción del Rav Kuk, que se puede
definir como
“generalidad y particularidad”, o mejor dicho “el individuo particular
en base
al Clal”.
Es más. La corrección moral del individuo particular es
la base de la
victoria en la guerra, como explica el Ramja”l (Rabí
Moshé Jaim Luzato): El rey
David “marchaba a la guerra con gran confianza”, y le rogaba a D’s
“perseguiré
a mis enemigos y los alcanzaré, y no volveré atrás
hasta acabarlos” (Tehilim
18:38) porque “se depuraba a sí mismo de toda falta” (Mesilat
Iesharim, Cáp.
10). No se trata de faltas que son consideradas pecados evidentes por
todos,
sino que de faltas que las personas están acostumbradas a ellas
y se piensan
que está permitido. Como dijeron nuestros sabios: “La
mayoría roban, algunos
cometen adulterio y todos hablan un poco de Lashón
HaRrá (calumnias)”
(Baba Batra 165A). No se trata de “robo” propiamente dicho – comenta el
Ramja”l
– sino que de falta de rectitud en el comercio, cuando la persona se
permite a
sí misma obtener ganancias de las pérdidas de su
prójimo. Y no se trata de
“adulterio” propiamente dicho, sino que de falta de recato cuando se
mira, se
habla, se escucha o se piensa algo indebido. Y en cuanto a Lashón
HaRrá,
lamentablemente sabemos hasta qué punto esa falta es
común (Mesilat Iesharim, Cáp. 11).
Y la base de todo, es la fe en D’s y
las buenas virtudes. Por ello, debemos cumplir la mitzva de la
edificación del país y la mitzva del
ejército con alegría, sin quejarnos a D’s – D’s no lo
permita! – y
sin exigirle que Él dirija la historia como a nosotros nos
parece que debe hacerlo, según nuestros planes, y no ser
mimados.
Debemos prepararnos para hacerle
frente a las numerosas complicaciones que nos esperan en el camino de
la
redención, y agradecerle a D’s que “es Benéfico, cuyas
mercedes nunca faltan,
Misericordioso, cuya bondad nunca cesa” (Rezo de Shmoná Esre).
Departamento
ibero-americano
Majón Meir
abrió sus
puertas para alumnos ibero-americanos de habla hispana y
portugués, y te invita
a tener esta experiencia única de estudiar Torá en
su ambiente tan
especial en la ciudad de Ierushalaim.
El
programa - dirigido por el Rav Rafael Spangenthal - está
destinado para jóvenes
de diecisiete años en adelante que desean reforzar su identidad
judía por medio
del estudio de
Para más
información los
invitamos a llamarnos o escribirnos:
Director del
Departamento ibero-americano
Rav Rafael
Spangenthal
Tel.: 972-8-9285216
Cel: 972-52-4501467
E-mail: espanol@machonmeir.org.il,
editorial@alumbrar.org