Parashat Noaj
3 de Jeshvan 5766 No
537
Asumiendo
responsabilidad
Rav Iaacov
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Noaj nació en un mundo
corrupto, como dijeron nuestros sabios (Bereshit
Raba 25): "Cuando D's creó al Primer Hombre lo hizo dueño
de toda la
creación. El buey obedecía al arador, y también el
surco lo obedecía. Pero de
momento que él pecó, dejó de ser así: El
buey no le obedecía al arador, ni
tampoco el surco". Y a partir del pecado del Primer Hombre el mundo
continuaba decayendo más y más, llegando a la
máxima bajeza en la época de
Noaj, hasta tal punto que el versículo atestigua que "dijo el
Eterno; no
demoraré para siempre el veredicto del hombre" (Bereshit 6:3). Y
no sólo
las criaturas se pervirtieron, sino que la naturaleza misma
también: "No
cosechaban lo que sembraban. Sembraban trigo, y cosechaban espinas y
cardos". Al principio, Noaj asumió su responsabilidad y no era
indiferente
a las necesidades de su generación. Los vio arando con sus
propias manos, y les
fabricó arados, hoces y azadones. Y por su significativo aporte
a la vida
social dijeron sus congéneres: "Éste nos ha de consolar
de nuestra obra y
del trabajo de nuestras manos" (Bereshit 5:29).
Noaj ayuda a la sociedad, pero sus esfuerzos son en vano: La sociedad
saciada le responde olvidándolo, y continúa decayendo en
la corrupción y el
saqueo. Y los que comenzaron con ello, fueron justamente las personas
más
encumbradas, los hijos de los jueces (Bereshit 6:2, Rashi). Y de ellos
comenzó
a propagarse la corrupción en toda la multitud, hasta que toda
la tierra se
corrompió y se colmó del saqueo. Noaj "andaba con D's"
(Bereshit
6:9), y dicen nuestros sabios (Midrash HaGadol): "Se comportaba con
recato, candidez y rectitud frente a su Creador". No solamente se
sintió
traicionado, sino que también fue perseguido por su
generación (Vaikrá Raba
27). Por todo ello, Noaj reaccionó desconectándose de su
generación: Por lo
visto no pudo soportar la traición de su gente, no olvidó
ni les perdonó, y a
partir de ese momento deja de asumir su responsabilidad colectiva, se
desvincula de su generación y se encierra en su familia. Y
cuando D's le dice:
"El fin de toda carne ha llegado delante de Mí" (Bereshit 6:13),
Noaj
no intenta clamar misericordia por su generación - como hizo
Avraham por la
gente de Sdom, y Moshé por el pueblo en el Pecado del Becerro de
Oro. Y cuando
D's le ordena construir un arca, él no acude al pueblo para
advertirle e
intentar provocar su arrepentimiento, sino que permanece en su casa.
Mientras
que la intención de D's era que viéndolo construir y
trajinando la gente le
pregunte a qué se debe, y quizás se arrepientan. Y en
efecto, cuando Noaj
comenzó a talar pinos, ellos se reunieron y le preguntaron:
"Noaj, qué haces?".
Y él les respondió: "Estoy construyendo un arca, porque
D's me ha dicho
que provocará un Diluvio". Pero ellos hicieron caso omiso de sus
palabras
(Midrash Tanjuma).
Avraham también tuvo todas las razones de Noaj para enojarse con
su
generación. También él fue perseguido por su
generación - hasta tal punto que
lo arrojaron a la hoguera. También él podría
haberse desentendido de su
responsabilidad colectiva y después de su salvación
encerrarse en sus cuatro
codos, desconectarse de la gente de su generación y edificar una
familia
ejemplar. Pero Avraham no se comportó de esa forma: Él no
intenta ajustar
cuentas con la gente que pretendió matarlo, sino que toma la
iniciativa, como
dice el Rambam (Hiljot Avoda Zara, cáp. 1): "Comenzó a
declamar en alta
voz a todo el pueblo, y hacerles saber que hay un solo D's de todo el
mundo, y
a Él se le debe rendir culto. Y marchaba de lugar en lugar,
declamaba y reunía
a la gente, de ciudad en ciudad, de reinado en reinado, hasta que
llegó a
Y también en nuestra época, en estos momentos en los que
nos
encontramos, podemos identificar ambas tendencias, la de Noaj y la de
Avraham:
Hay quienes exigen desconectarse de nuestros hermanos - que lesionaron
a los
habitantes de Gush Katif (los asentamientos judíos de
Rav
Tzfoni
Rav
Shlomó Aviner
Rrriiing!.
Yo abro la puerta. Me encuentro con un hombre de apariencia
esplendorosa
y simpática, que enseguida conquista mi corazón. Viste
una camisa blanca, una kipa
grande de shabat, tiene una luenga barba y una amplia
sonrisa. Se
parece a mí, cuando estudiaba en la ieshiva (centro de
estudio de
- "Shalom, quién es usted?".
- "Tzfoni. Soy el Rav Tzfoni".
- "Es un placer para mí recibirlo. Por favor, entre,
siéntese".
El huésped abre un portafolio del que toma varias hojas.
- "He venido sencillamente a ayudarle, a asesorarle".
- "Por qué merito me hice merecedor?".
- "Yo lo aprecio a usted, desde que estudiamos juntos en la ieshiva.
No recuerda?... No importa. Comencemos con la persona más
cercana a usted: Su
querida esposa. Realmente, es un cónyuge maravilloso… - pero su
punto débil, es
el recato".
Emití un suspiro.
- "Si", continuó el Rav Tzfoni, "todo el mundo le debe
su existencia al recato - y se desmorona por su falta. Seguramente te
habrás dado
cuenta que ella no se cubre el pelo exactamente como corresponde
según la halajá.
Por qué no se lo haces notar?".
- "Se lo dije una vez, y ella se ofendió y se encerró en
sí misma".
- "Y qué con eso?. Es tu obligación!. A las mujeres, hay
que
mantenerlas a raya. Es tu responsabilidad. No renuncies!. Si renuncias,
ella
continuará desmoronándose".
- "Si… me parece que eso es lo que está ocurriendo".
- "Tú vez que tengo razón. Debes exigir. Las mujeres son
débiles:
Hay que ser autoritarios con ellas - y no sonreírles".
- "Realmente, dudé si decirle o no. Tú me estimulas".
- "Y si hablamos de sonreírle a mujeres, debes hacerlo en otro
lugar. Conoces a Pnina Berguer?".
- "Si, de mi trabajo. Una mujer joven, pobrecita…"
- "Debes estimularla, reforzarla. Le es difícil en su vida
conyugal".
- "Le hablé una vez. Ella vertió todo su corazón…
Pero cesé de
hacerlo, porque no es recatado".
- "Qué tiene que ver con el recato?!. No se trata de una charla
sin
meta alguna!. Es por la buena causa, es una bondad, "un mundo de bondad
será edificado"!. Ese es el momento adecuado para una charla
íntima!".
- "Así pensé, pero no me atreví".
- "Para eso yo estoy aquí".
- "Pero, cómo conoces todos esos datos personales?".
- "Realmente, no lo sabes?" - dijo con una sonrisa enigmática
y divertida. "Pero continuemos. Otro tema también muy
importante: Tus
padres. También con ellos eres demasiado blando. En tu casa,
comes sólo
estrictamente Kasher LaMehadrin (escrupulosamente kasher).
Entonces, por qué cuando comes en su casa tu comes de todo, sin
pestañear?".
- "Pero es kasher…"
- "Kasher, kasher… tú sabes perfectamente
qué quiere
decir kasher!. Debes decirles terminantemente: Si no es LaMehadrin,
nosotros no venimos!. Punto final. Ellos no se ofenderán: Por el
contrario, te
apreciaran por tus claros principios. Y si se ofenden - es su problema,
no el
tuyo. Tú les haces un bien, y ellos te lo deben agradecer de
todo corazón. El
respeto por los padres no prevalece sobre el cuidado del shabat
ni la kashrut".
- "Tú tienes razón, soy blando".
- "Si, ese es nuestro problema, el público Dati-Leumi
(Religioso-Nacionalista). No somos estrictos, y no nos atrevemos a
decir en voz
alta:
- "Perdón otra vez, pero cómo sabes todo eso respecto a
mí?".
- "Ya te lo he dicho, hemos estudiado juntos en la ieshiva".
- "Realmente, no me di cuenta. De todas formas, yo valoro mucho tu
ayuda. Te diré la verdad: Cuando me hacen acotaciones, me ofendo
y me revelo.
Pero tú sabes cómo hablar, con tanta sensibilidad…"
- "No te dejes engañar por mi apariencia: Cuando es necesario
soy
muy terminante, y tengo una cara totalmente distinta!. Tengo siete
apariencias distintas…"
- "Qué cuento místico es ese…?".
- "Nada de místico!. Sencillamente, yo cumplo mi rol de
distintas
formas. Contigo, se puede hablar con gentileza, y es todo un gusto".
- "Te agradezco las alabanzas. Tú me entiendes tan bien, como
por
adentro".
- "También cuando hablabas a solas con el Rosh Ieshiva
(director de la ieshiva), yo estaba allí. Todo lo que
estudiaste, yo
también lo estudie".
- "Déjate de jugar a las adivinanzas, y dime de una vez:
Quién eres
tú?".
- "Realmente no me reconoces?!". Un destello diabólico
brilló
en sus ojos. "Yo soy tu Ietzer HaRrá (mal instinto)!".
- "Tú?!. Pero tú te ves tan sensible, tan inteligente,
tan tzadik
(justo)…?!".
- "Justamente!. Ese es el truco!. Yo soy el Ietzer HaRrá
que
se esconde en ti, y se disfraza de Ietzer HaTov (buen
instinto). Por
ello me llamo Tzfoni [tzfoni = oculto, en hebreo. N. del
T.]!.
Soy el Rav Tzfoni!. Que tengas un mal día!. Los peores
deseos para ti!".
"'Y alejaré de vosotros
al enemigo tzfoni' (Ioel 2:20) - que
se encuentra oculto en el corazón de la persona" (Suca 52A).
"Ese
tipo de Ietzer HaRrá se encuentra en los tzadikim
(justos),
devotos y celadores - y es el más peligroso. Ese es un Ietzer
HaRrá que
llega disfrazado, oculto, como por un túnel subterráneo.
Se esconde a sí mismo,
y hace los peores pecados - por la buena causa. Lashón
HaRrá
(calumnias), desprecio de los talmidei jajamim (eruditos del
estudio de
Departamento
ibero-americano
El
programa - dirigido por el Rav Rafael Spangenthal - está
destinado para jóvenes
de diecisiete años en adelante que desean reforzar su identidad
judía por medio
del estudio de
Para más
información los
invitamos a llamarnos o escribirnos:
Director del
Departamento ibero-americano
Rav Rafael
Spangenthal
Tel.: 972-8-9285216
Cel: 972-52-4501467
E-mail: espanol@machonmeir.org.il,
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