Parashat Haazinu 3 de
Tishrei 5785 Shabat Shuva No 1479
El
canto, Iom Kipur y la voz
del Shofar
Rav
Zeev Karov (reimpresión)
La
Parashá Haazinu es
¿Qué
tiene de especial el canto? ¿Por qué nos emocionamos
cuando escuchamos un
canto?
La
persona tiene pensamientos y sentimientos. Cuando quiere hacer
partícipes a los
demás de sus pensamientos y sentimientos, utiliza palabras.
Pronuncia palabras,
las amplía en frases y escribe artículos. Pero casi
siempre siente que las
palabras que dijo o el artículo que escribió no
expresaron en forma plena y
exacta lo que piensa o siente. A veces la persona no encuentra palabras
adecuadas para expresar lo que quiere, y dice: "No tengo palabras".
¿Por qué?
Porque
intentamos vincular cosas opuestas. Los pensamientos y los sentimientos
son
abstractos, vuelan en el espacio ilimitado, y nosotros tratamos de
introducirlos en un marco limitado de palabras.
Si
el habla en relación con los pensamientos es como el cuerpo para
el alma, así
también la relación entre lo que se escribe y lo que se
habla. Pero D’s creó un
vínculo maravilloso que liga el cielo con la tierra, el cuerpo
con el alma: El
canto.
El
canto rompe todas las barreras. El canto es capaz de incluir y
circundar muchos
mundos, a pesar de las palabras. El Ramba”n dice respecto al canto de Haazinu
que “ese canto es el fiel y auténtico testigo, que nos cuenta en
forma clara
todo lo que nos pasará”. A continuación lo detalla y
demuestra. A pesar de que
el canto de Haazinu es corto, y el número de
versículos es pequeño,
encierra todo lo que nos ocurrirá. ¿Cómo puede
ser? Porque es un canto, y ese
es el talento de su compositor, que expresa en sus palabras un
sinfín de
mundos. Como un milagro de vinculación entre el cielo y la
tierra.
Eso
es también lo que nos enseña la mitzva de
“escuchar la voz del Shofar
(cuerno)”. El Shofar emite una voz natural, pero también
Divina. Es un
instrumento musical natural, a través del cual escuchamos la voz
de D’s en la
naturaleza. Es el instrumento musical más natural, cuando sus
voces emanan sin
ningún retoque artificial. El cuerno que utilizamos es hueco por
naturaleza, y
es capaz de emitir sus voces enseguida después de haber sido
quitado de la
cabeza del animal. No es por azar que
El
talento del canto emana también de la capacidad de
observación profunda y
escuchado interno de la naturaleza y la vida. La cima de esa
vinculación la
encontramos en Iom Kipur (Día del Perdón). Es un
día determinado,
definido y limitado en el tiempo. Comienza a una hora determinada, y
termina
después de poco más que 24 horas. Pero es un día
que todo él es un encuentro
con la eternidad. Un día en el que somos capaces de elevarnos y
asemejarnos a
ángeles, un día en el que nos encontramos con nuestro
Padre en el cielo como
Sus hijos. “Shabat shabaton” – en cada día D’s se revela.
En todo Shabat
hay “un poco del Mundo Venidero”. Pero Iom Kipur es “Shabat
shabaton”,
el día en el que llega a la cima la revelación de D’s en
el mundo, la cima de
“llámenlo cuando está cercano” (Ishaya 55:6).
En
Iom Kipur somos pasivos. No trabajamos. No comemos. No usamos
zapatos de
cuero, no le impedimos a la realidad Divina penetrar dentro nuestro. A
través
del cese de la actividad humana la persona puede hacerse merecedora de
escuchar
la voz de D’s que se encuentra en su alma. El que sepa cesar su
actividad y
escuchar, podrá adquirir el talento del canto - que traspasa las
barreras del
tiempo y las personas.
Jaredim
y
ejercito
Rav
Shlomó Aviner
Pregunta: Apena
mucho que los jaredim (ultraortodoxos) no se enrolan
en el ejército. ¿Ellos no entienden que se trata de
peligro de vida? ¿Quizás
debemos obligarlos? ¿O quizás debemos explicarles?
¿Quizás los Rabanim (Rabinos)
sionistas deben exhortarlos? ¿O quizás debemos
expresarles desprecio?
Respuesta:
Hay una
tendencia natural de la persona que todo sea como ella
quiere, enseguida. Muchas veces, como en este caso, por amor a la
verdad y la
justicia, por amor al pueblo y la tierra. Pero debemos entender que
procesos
sociales complejos llevan tiempo. No hay “paz ahora”. No hay “Meshiaj
(Redentor) ahora”. No hay “Beit HaMikdash (El Templo) ahora”. Y
de la
misma forma no hay “jaredim al ejército ahora”.
Cuando el
Rav Kuk llegó a la tierra, encontró dos grupos: El Ishuv
HaIashan (viejo asentamiento) y el Ishuv HaJadash (nuevo
asentamiento). El Ishuv HaIashan se sacrificaba mucho por el
cumplimiento de la Torá y las mitzvot, por el
temor a D’s y
buenas virtudes, cumplir con las mitzvot simples y las
más severas,
consagrar cada momento al estudio de la Torá. Pero en
los temas
sionistas, como la edificación de la tierra y por supuesto del
estado, no se
interesaba. Su cabeza estaba en otro lado.
En
contraste, el Ishuv HaJadash todo su ser se encontraba
en la edificación de la tierra, la agricultura, la
inmigración, edificación del
estado, del ejército. Pero los temas de la Torá
le eran ajenos.
El Rav Kuk
se esforzó mucho por acercar esos dos grupos,
explicarle a cada grupo los valores del otro en el idioma que él
entiende. Por
supuesto que sus esfuerzos tuvieron fruto, pero la tarea no fue
concluida. Él
comenzó, y no terminó. Se necesita paciencia
histórica.
La
coerción de los jaredim no ayudará, sólo
los alejará.
Todo tipo de explicaciones no tendrán éxito, son ceguera
espiritual. Todas las
exhortaciones de los Rabanim sionistas
son en vano,
son cierto tipo de arrogancia, como si los jaredim
no saben estudiar
la Torá. Es semejante a intentar obligar los sionistas
seculares a
cuidar Shabat y Kashrut. O discursos entusiasmados, o
exhortaciones de los Rabanim.
Si se desea
influir en los jaredim, la forma
correcta es que nos elevemos nosotros mismos, en la Torá,
en las mitzvot,
en el temor a D’s y el temor santo. Entonces ellos lo notarán,
valorarán y se
acercarán.
Porque la
verdad debe ser dicha: Los jaredim
tienen razón. Todo lo que ellos hacen es cierto y es Kadosh.
Y sobre esa
base hay que agregar otro nivel. No en vez de, sino que por encima. No
una
alternativa, sino que algo cumulativo.
Ocurrió
una vez que llegó un nuevo estudiante a la ieshiva
(centro de estudio de la Torá) Merkaz HaRav.
Nuestro Rav, el Rav
Tzvi Iehudá le dijo: Tú eres jaredí. Es
decir, es algo bueno y Kadosh,
todos debemos ser jaredim, y devolver lo que fue olvidado
durante dos
mil años. Y entonces, con los años, los jaredim
verán, se alegrarán y se
adherirán.
Meorot
HaShabat
El cometido
de esta sección es familiarizar a los
lectores con las pautas básicas del Shabat. Cada uno
debe aconsejarse
con la autoridad rabínica en su comunidad en cuanto a los
detalles de las
numerosas y a veces complejas halajot del Shabat, y no
limitarse a lo
escrito en esta sección.
Preparativos
del Shabat
Cuánto
tiempo agregar
El
tiempo que hay que agregar al Kodesh no fue aclarado en la Gmará.
Pero no alcanza con un agregado insignificante, sino que se necesita un
poco
más. Y el que es estricto consigo mismo y deja de hacer Melaja
media
hora antes de la puesta del sol, o por lo menos 20 minutos antes de la
puesta
del sol, bienaventurado será, y cumple con todas las opiniones[1].
La
hora en que se entra al Shabat cambia de semana a semana, y
depende de
la puesta del sol. También es diferente de lugar en lugar, y hay
que verificar
la hora según almanaques exactos[2].
La
persona puede recibir el Shabat desde Plag HaMinja [véase
acotación siguiente]. Pero antes de ello no, e incluso si
recibió el Shabat
eso no tiene ningún vigor[3].
Recibido
del agregado al Shabat
Ese
tiempo que agrega a la entrada del Shabat debe hacerlo con su
boca, es
decir, debe decir en forma explícita que recibe ahora el
agregado al Shabat[4].
Y hay quienes dicen que si lo recibe en su corazón – es decir,
que decide que
recibe ahora el agregado a Shabat – también tiene vigor[5].
Antes
de la puesta del sol, cuando dicen el canto de “Leja Dodi” y
terminan
diciendo “Boi Kala”, o cuando dicen el salmo “Mizmor Shir
LeIom
HaShabat”, es como recibir el Shabat en forma
explícita, y le son
prohibidas todas las Melajot de Shabat. También
en lugares donde
acostumbran a rezar Arvit antes de la puesta del sol, enseguida
que el
público dice “Barju”, es como si recibiesen en forma
explícita el Shabat[6].
[1] (Shuljan
Aruj 261 inciso 2. Mishná Brurá inciso 22, 23. Biur
Halajá comienza eize zman.
Kaf HaJaim inciso 23. Y véase Shaar HaTziun inciso 21, que de
esa forma cumple
con la opinión de Rabí Eliezer de Mintz según el
cual Bein HaShmashot es tres
cuartos de mil antes de la puesta del sol, incluso si diremos que el
tiempo que
demora caminar un mil es 24 minutos).
[2] También necesita un reloj exacto (véase
Shuljan Aruj 293, Mishná Brurá inciso 7).
[3] (Shuljan
Aruj 261, inciso 2. Mishná Brurá inciso 25).
Plag HaMinja: Según la opinión del Shuljan Aruj es una
hora y cuarto solar antes de la salida de las estrellas, y según
la opinión del
Lebush y el Gr”a es una hora y cuarto solar antes de la puesta del sol
[véase
en Kaf HaJaim inciso 21, que si recibió el Shabat una hora y
cuarto antes de la
puesta del sol, debe ser estricto y tomar en cuenta la opinión
del Lebush y el
Gr”a y abstenerse de Melaja, a pesar de que el Shuljan Aruj no opina
así]. Y
según todas las opiniones esa hora y cuarto es calculada
según las horas
solares.
Horas solares: Se divide el “día” en 12 partes iguales,
ya sea en el verano en que los días son largos o en el invierno
en que los días
son cortos, y una de esas doce partes es llamada Hora Solar [Shaa
Zmanit en
hebreo. N. del T.].
En la opinión del Shuljan Aruj se divide el lapso desde
Alot HaShajar [Aurora. N. del T.] hasta la salida de las estrellas en
doce
partes, y una doceava parte como esa es Shaa Zmanit. Y Plag HaMinja es
una de
esas partes y cuarto antes de la salida de las estrellas.
En opinión del Lebush y el Gr”a se divide el lapso
desde la salida del sol hasta la puesta del sol en doce partes, y Plag
HaMinja
es una parte y cuarto antes de la puesta del sol (Shuljan Aruj 263,
Mishná
Brurá inciso 19). Todas esas horas son calculadas y publicadas
en los
almanaques que tienen los horarios de cada día.
En el verano en que los días son largos, una Shaa
Zmanit es más larga que 60 minutos. Y en el invierno en que los
días son
cortos, una Shaa Zmanit es menos que 60 minutos.
[4] (Shuljan
Aruj 261, Mishná Brurá inciso 21).
[5] Allí en Mishná Brurá citó
(véase
Shuljan Aruj 608 inciso 3, Mishná Brurá allí) al
Ram”a en cuanto al
recibimiento del ayuno en vísperas de Iom Kipur, que
escribió que no alcanza
con recibirlo en el corazón, y también escribió
así en cuanto al recibimiento
del ayuno en vísperas de Tisha BeAv (Shuljan Aruj 553 inciso 1).
Pero Mishná
Brurá (inciso 2) citó que el Ba”j y el Gr”a determinaron
que el recibimiento en
el corazón tiene vigor.
[6] (Allí,
inciso 4, y Mishná Brurá inciso 31).