Parashat Vaetjanan 11 de
Av 5784 Shabat Najamu No 1472
El
consuelo del pueblo y la tierra
Rav
David Landau (reimpresión)
La galut
(el exilio) es una
situación en la que D’s está “enojado” con nosotros
doblemente: Con el pueblo y
con la tierra. Somos un pueblo “que nos eligió de entre los
pueblos”, y no hay
un pueblo sin tierra. No somos ángeles, sino que un pueblo que
santifica el Nombre
de D’s en este mundo. Y santificación del Nombre de D’s en el
mundo debe ser en
una realidad terrenal, en una tierra. En la galut D’s estaba
enojado con
el pueblo y con la tierra, y por ello cuando surge una situación
de concilio
con el pueblo, es también un concilio con la tierra. Y ese es un
consuelo
doble, “consolad, consolad a Mi pueblo” (Ishaya 40:1). En base a
“consolad a Mi
pueblo”, enseguida “hablad al corazón de Ierushalaim” (Ishaya
40:2),
Ierushalaim donde nos encontramos con todo Eretz Israel (la
Tierra de
Israel).
“Su tiempo de servicio se ha cumplido, está
pagada su culpa” (Ishaya 40:2). Nuestros sabios dicen que está
prohibido
decirle a alguien que hizo Tshuvá (arrepentimiento
sincero) “recuerda
tus antiguas acciones”. Recordarle a una persona sus trasgresiones lo
hace
sufrir y lo hace sentirse despreciable, es una maldad. Pero
aquí, es justo lo
contrario: Se recuerda la culpa pasada, que ya fue pagada, fue anulada
por el
arrepentimiento por amor que transforma las trasgresiones en
méritos. Hay un
concilio Divino. D’s se concilia con nosotros, con nuestro pueblo y con
nuestra
tierra. El enojo doble cesó. “Porque ha recibido de la mano del
Eterno el doble
de castigo por todos sus pecados” (Ishaya 40:2), por ello todo el
consuelo es
doble. Y en base a ello, “una voz que clama en el desierto dice; abrid
camino
al Eterno, preparad en el desierto un camino para nuestro D’s” (Ishaya
40:3).
Esa situación es un poco parecida a la situación nuestra
hoy en día, al Final
de los Días, en los talones del Meshiaj (Redentor). En
esa situación hay
complicaciones terribles. Nos hemos sumergido en el barro de las
tierras de las
demás naciones, y se nos ha adherido. Es comprensible que en
situaciones
intermedias como esa, en la que las complicaciones de los talones del Meshiaj
se van enderezando, hay necesidad de mucho consuelo, de
superación, paciencia y
crecimiento, para ver que “lo rugoso será alisado y los lugares
escarpados
serán llanos” (Ishaya 40:4) – como figura en los primeros
versículos de ese
capítulo.
Entonces, mientras tanto estamos en la
mitad del camino, y “una voz grita, ¡anunciad! Y dice;
¿Qué anunciaré? Que toda
carne es hierba y toda su bondad es como la flor del campo” (Ishaya
40:6).
Puede que se debe interpretar ese versículo de esta forma: La
carne es el
aspecto material, superficial, corporal. Con las molestias de los
gentiles por
fuera, ya nos arreglaremos. “El Eterno es mi auxiliador, por lo que
triunfaré
frente a los que me odian” (Tehilim 118:7). La dificultad principal es
con mis
“auxiliadores”, D’s me ayudará frente a ellos y entonces yo me
arreglaré con
los que me odian. Pero todas las molestias de los gentiles por fuera no
llegan
al nivel de las molestias de las dificultades internas.
¿Qué será dentro de
nosotros qué será con la situación de ese pueblo?
Es cierto que todos los
gentiles nos ayudan “toda carne es hierba y toda su bondad es como la
flor del
campo”, pero lo más difícil es “se seca la hierba y la
flor se desvanece”
(Ishaya 40:7), seco, todo está seco. Por dentro y por fuera. Por
ello, surge el
consuelo doble, “pero la palabra de nuestro D’s permanecerá para
siempre”
(Ishaya 40:8), también por fuera y también por dentro. La
palabra de D’s, “el
que llamó a las generaciones desde el principio” (Ishaya 41:4)
nos llega a
nosotros y nos revive en ambos aspectos al mismo tiempo. “Y
pondré Mi espíritu
dentro de ustedes” (Iejezkel 37:14). Y ese espíritu es “Mi
espíritu que es
sobre ti y Mis palabras que he puesto en tu boca no se apartarán
de tu boca, ni
de la boca de tu simiente ni de la boca de los descendientes de tu
simiente
dice el Eterno” (Ishaya 59:21). Ese espíritu se continúa
desde la primera
palabra de D’s básica de la Torá del Cielo. “Nos
entregó una Torá
auténtica” se revela en “pondré Mi espíritu dentro
de ustedes”. Cuanto más nos
esforcemos con la Torá, añadiremos resplandor de
la Torá dentro
nuestro, y en base a ello a toda la tierra, y seremos merecedores de
“pondré Mi
espíritu dentro de ustedes” (según Sijot HaRav Tzvi
Iehudá Kuk, Dvarim
133-141).
Halajot
del
ejercito
Rav
Shlomó Aviner
1. Todo
judío tiene que cumplir con la mitzva del
ejército.
2. Se
trata de una mitzva triple: “No te quedarás quieto
ante la sangre de tu prójimo” (Vaikra 19:16), es decir
salvación de judíos. La mitzva
de conquista y salvaguardado de Eretz Israel (la Tierra de
Israel).
Santificación del Nombre de D’s, ya que cuando los gentiles nos
atacan, nos
destruyen y nos roban, es una terrible profanación del Nombre de
D’s (LeMitzvat
HaAretz, del Rav Tzvi Iehudá Kuk. LeNetivot Israel Alef, 118).
3.
También los estudiantes de las ieshivot (centros de
estudio de la Torá) y los que estudian Torá
tienen que cumplir
con esa mitzva – pero pueden recibir un aplazado, y así
es conveniente.
4. La mitzva
tiene vigor también cuando el soldado debe
ponerse en peligro, porque así es la forma en que se lucha
(Minjat Jinuj 425,
604. Shu”t Mishpat Cohen, pág. 327).
5. Se debe
luchar una guerra que es mitzva incluso si no está
claro que venceremos, pero si hay un 100% de certeza que seremos
derrotados, no
se debe salir a luchar (el Gaón, el Rav Shlomo Goren,
Miljemet
HaJashmonaim LeOr HaHalaja, Torat HaMoadim, pág. 178-179).
6. Si sus
padres se oponen a que preste servicio en una unidad
combatiente, porque temen por él, no tiene obligación de
escucharlos (Shuljan
Aruj, Iore Dea 240:15).
7. En toda
unidad en la que un soldado presta servicio, cumple con
la mitzva del ejército, ya sea una unidad combatiente o
no (como
determinó el rey David: “Conforme a la porción del que
bajo al combare así ha
de ser la porción del que se quedó con el bagaje,
compartan de un mismo modo”
(Shmuel Alef 30:24). “Cada hombre en su campamento y cada hombre
según su
estandarte” (Bamidvar 1:52)).
8.
Comprometerse al servicio de carrera es cumplir la mitzva
en plenitud, una medida de piadosos.
9. Las
muchachas tienen prohibido prestar servicio en el ejército,
en toda unidad, y por supuesto que no en una unidad combatiente.
10. El
soldado debe prestar su servicio en una unidad en la que no
hay muchachas.
11. El
soldado no debe prestar servicio en una unidad donde se los
obliga a escuchar charlas respecto a abominaciones.
12. Hay
que cuidar que el campamento sea limpio, y por supuesto se
debe cuidar de su kdushá (santidad). “Tu campamento
deberá ser Kadosh”
(Dvarim 23:15).
Meorot
HaShabat
El cometido
de esta sección es familiarizar a los
lectores con las pautas básicas del Shabat. Cada uno
debe aconsejarse
con la autoridad rabínica en su comunidad en cuanto a los
detalles de las
numerosas y a veces complejas halajot del Shabat, y no
limitarse a lo
escrito en esta sección.
Preparación
del Shabat para un día corriente
Ordenado de
la casa
Está
permitido tender la cama para descansar en Shabat.
Pero para los días corrientes, está prohibido como fue
aclarado anteriormente.
Pero cuando
la cama se encuentra en un cuarto que es
utilizado en el correr del Shabat, y si la dejan desordenada no
es
agradable y es un desprecio del Shabat, está permitido
ordenarla, porque
la necesidad que el lugar utilizado en Shabat sea decoroso es
considerada una necesidad del Shabat[1].
Así
también una mesa done comieron, a pesar de que no
se volverá a comer en ella en Shabat, de todas formas si
se encuentra en
un cuarto que se utiliza en el correr del Shabat, está
permitido quitar
los utensilios de la mesa, limpiarla y ordenarla porque es considerado
una
necesidad del Shabat.
Descansar
en Shabat para la salida
Una persona
que acostumbra a descansar al mediodía no
debe dejar de hacerlo en Shabat, porque para él ese
descanso es un
deleite[2]. E incluso
si su
intención es dormir para que tenga fuerzas a la salida del Shabat,
tiene
permitido dormir.
Pero no
debe decir en Shabat “dormiremos para
que tengamos fuerzas para hacer nuestras tareas a la salida del Shabat”
[incluso si su programa es escribir enseñanzas de la Torá
a la salida
del Shabat u otra mitzva], porque de esa forma
demuestra que su
descanso en Shabat es para los días corrientes. Sino que
dirá
“descansemos porque hoy es Shabat”[3].
Rollos de
la Torá
Cuando
terminan de leer de los rollos de la Torá
en Shabat, está prohibido enrollarlo para que este en el
lugar correcto
para los días corrientes siguientes. Es decir, cuando
deberán leer en los días
venideros alguna sección como Rosh Jodesh o similar,
está prohibido
enrollarlo a ese lugar, porque esa acción es una molestia en Shabat
para
los días corrientes[4].
Así
también cuando Purim cae a la salida del Shabat,
el que sale de su casa al Beit Kneset (Sinagoga) antes de la
salida del Shabat,
no traerá con él la Meguila [incluso en un lugar
done hay Eruv],
porque esa acción es considerada una molestia en Shabat
para un día
corriente[5].
[1](Shuljan Aruj, Orej Jaim 302, Mishná Brurá
inciso 19. Kaf HaJaim
inciso 23, citando a Maguen Avraham).
[2](Tur, 290 Fue citado por Ram”a allí, inciso 1).
[3](Allí, Mishná Brurá inciso 4. Kaf
HaJaim inciso 7 citando Sefer
Jasidim 266).
[4](Véase 667 inciso 5, que está prohibido
preparar en Shabat para Iom
Tov, y en Iom Tov para otro Iom Tov, y por supuesto que no para un
día
corriente).
[5](Jaiei Adam 155 inciso 10).