Parashat Tetzave 15 de
Adar Alef 5784 No 1448
“Para
honor y para belleza”
Rav
Iaacov
Filver (reimpresión)
El mundo
interno de la persona es lo principal en el judaísmo, y a pesar
de ello el
aspecto físico tiene también su valor. Como decimos en
nuestro rezo: "Majestuoso,
hermoso, brillo del universo" (canto Iedid Nefesh). ¿Cuál
debe ser nuestra
actitud en cuanto a la belleza del universo?
Por un
lado, está escrito "la gracia es engañosa, y la belleza
es vanidad"
(Mishlei 31:29). Y Rabí Iaacov dice: "El que va paseando por el
camino y
estudia, e interrumpe su estudio para exclamar 'cuán bello es
este árbol, y cuán
bella es esta pradera', es considerado por las escrituras como si
comprometiese
su existencia" (Avot 3:9). De esas fuentes tal parece que la persona
debe
desentenderse, o incluso ignorar la belleza del mundo. Y por otro lado,
encontramos en el Midrash: "Cuando D's creó
al hombre, lo llevó y le mostró cada uno de los
árboles
del Gan Edén (Paraíso) y le dijo; ve Mi obra,
cuan bella y maravillosa
es. Todo lo que creé, lo creé para ti. Ten cuidado, de no
dañar o destruir Mi
mundo…" (Kohelet Rabah 7:28). Y de ello podemos concluir que la persona
debe apreciar y prestar atención a la belleza de las obras de
D's.
En
realidad, no hay contradicción alguna: Se está hablando
de dos cosas
distintas. Cuando la apreciación de la belleza de la naturaleza
lo hace
abandonar su estudio, eso lo está desconectando del Creador de
esa belleza. Semejante
contemplación le hará daño, y pondrá en
peligro su vida espiritual. Pero si la
apreciación de la belleza de la creación justamente lo
vincula más con su
Creador - como dice el versículo "levantad
vuestros ojos a lo alto, y mirad, ¿quién los ha creado a
ellos?" (Ishaya
40:26) - entonces por el contrario, ese entusiasmo es recomendable.
Como
escribe el Ramba"m (Hiljot Isodei
HaTora 2:5): "¿Cuál es entonces la manera de amarLo y
temerLe?. Cuando una
persona contempla sus obras y creaciones, grandes y maravillosas,
vislumbrando a
través de ellas Su sabiduría inconmensurable e infinita,
de inmediato Lo ama,
Lo alaba y Lo glorifica, y siente un profundo anhelo de conocer Su gran
Nombre". Y por ello, fue determinado en la halajá: "El que sale
a los campos o los jardines en los días del mes de Nisan, y ve
árboles frutales
en flor bendice… que ha creado el mundo sin deficiencia, y lo ha dotado
de buenas
creaciones y árboles bellos, para que se deleiten con ellos los
seres
humanos" (Ramba"m, Hiljot Brajot 10:13).
La
importancia de la apariencia no se limita al plano de la belleza de la
naturaleza, sino que también la encontramos en cuanto a la
apariencia física de
personas que desempeñan cargos públicos, en todos sus
niveles. Respecto al rey,
dicen nuestros sabios (Sanedrín 22B): "El rey debe cortarse el
pelo todos
los días, como dice el versículo 'tus ojos
contemplarán al rey en su belleza'
(Ishaya 33:17)". También el Cohen Gadol (Sumo Sacerdote)
debe
cuidar su apariencia, como dicen nuestros sabios: "El Cohen Gadol
se debe cortar el pelo todas las vísperas de Shabat,
porque cambian de
turno los cohanim". Y comenta Rashi: "Tiene que cortarse el
pelo, para que los cohanim nuevos que llegan lo vean bello". La
importancia de la apariencia del Cohen Gadol ya la encontramos
en los
versículos de
A primera
vista es un poco extraño: ¿Qué relación hay
entre la apariencia de la persona y
su influencia espiritual? La razón, la explica el Ra"n
(Drush 5):
"Es correcto que le hable al público sólo una persona de
buena apariencia,
para que sus palabras sean más aceptadas". Porque el
público general le da
importancia a la apariencia externa, y por ello dijeron (Bejorot 45:2):
"¿Cómo
sabemos que D's se enorgullece de una persona alta? Porque dice el
versículo
'cuya altura era como la altura de los cedros' (Amos 2:9)". Y ya
dijeron
nuestros sabios: "Una mujer hermosa, una casa agradable y utensilios
bellos
sosiegan a la persona". Y por ello, también en el Beit
HaMikdash
(El Templo) – que es llamado "
Mi
Señor
Rav
Shlomó Aviner
Pregunta: ¿Acaso
cada cosa y cada pequeño detalle que le ocurre a la persona
está ordenado según
la providencia Divina? ¿O quizás la persona es regida por
leyes naturales, sin
que D’s intervenga en todo momento?
Respuesta: Por
supuesto que no existe el azar, todo es según la voluntad de
D’s, ese es uno de
los pilares de la fe: Providencia Divina. No sólo en forma
general, como
opinaba Aristóteles el griego, como cita el Ramba”m en More
Nebujim,
sino que en forma particular, cada persona, cada acontecimiento. Nada
está dado
al azar, todo está ordenado según la voluntad Divina, ya
sea que lo entendemos
o no.
Con toda la
tremenda generalidad
de la conducción Divina del “Señor del Mundo, que
reinó antes que toda criatura
sea creada, en un momento fue hecho con Su voluntad todo…” gobierna
sobre todos
los mundos, todos los tiempos, por encima del mundo, antes del mundo y
dentro del
mundo – junto con eso “y Él es Mi Señor, Mi salvador
vivo, mi fortaleza en
momento de dificultad, y Él es mi estandarte y mi cura… D’s
está conmigo, no
temeré”. D’s se ocupa de cada detalle, como un fiel padre y una
fiel madre.
Pero a
veces no es notorio, y
no comprendemos qué hace D’s. Por ello, si nos ocurre algo bueno
bendecimos “bendito
sea… que hace bien y bondades”. Y si nos ocurre algo malo, bendecimos
“bendito
sea… el Juez autentico”. Es decir, también lo que nos parece
malo, nos llega de
D’s (Brajot 54A). Nada se encuentra abandonado, hay un Juez y hay
justicia.
Pero es que el juicio es severo, y por ello aceptamos el veredicto: “La
roca
perfecta es Su actuación pues todos Sus caminos son justicia,
D’s confiable y
sin iniquidad, justo y recto es Él” (Dvarim 32:4).
En el
futuro comprenderemos lo
que dice el versículo “y será El Eterno rey sobre toda la
tierra, en aquel día el
Eterno será uno y Su nombre uno” (Zjaria 14:9). Preguntan
nuestros sabios: ¿Acaso
ahora no es uno? Y contestan: El Mundo Venidero no es como este mundo.
En este
mundo por las buenas noticias se bendice “bendito sea… que hace bien y
bondades”,
y por malas noticias se bendice “bendito sea… el Juez autentico”. Pero
en el
Mundo Venidero, por todas las noticias se bendice “que hace bien y
bondades” (Psajim
50A). Entonces será aclarado que lo que nos parece malo, en
realidad es bueno.
De todas
formas, la persona no
está abandonada, D’s se preocupa por ella en todos los aspectos.
Los
filósofos se negaron a
aceptarlo, como explica el Rav Kuk: “La filosofía siempre
tendió a aceptar la
providencia general, y se encuentra alejada del aceptado de la
providencia
particular” (Orot HaKodesh Bet 549). Y así también en el
principio del libro HaKuzari:
“El dios, en opinión de los filósofos, se encuentra por
encima del conocimiento
de los detalles… el dios no te conoce, y por supuesto que no sabe tus
intenciones ni tus acciones, y por supuesto que no escucha tus rezos ni
tus
movimientos” (Kuzari 1:1). Y cuando en el libro HaKuzari se
habla del filósofo,
se refiere a la concepción de Aristóteles el griego, o
para ser mas exactos la
comprensión de los filósofos musulmanes que tradujeron
sus escritos al árabe y
los explicaron – Even Roshd y Even Sina.
El filosofo
arguye: D’s no se
preocupa de ti, y ni siquiera te conoce. El rey de Kuzar cuenta que D’s
le
envió un sueño en cuanto a su culto. El filosofo lo
niega: D’s no te envió el
sueño, tú no le preocupas, tiene cosas más
importantes para hacer que andar preocupándose
de ti, tus pensamientos y tus sueños. Es como una herejía
para con el D’s, un
empequeñecido de su majestad.
Y nosotros
decimos: “En todo
lugar donde tú encuentras Su grandeza, allí encuentras Su
humildad”. Eso está
escrito en el Jumash (Pentateuco), fue repetido en los profetas
y otra
vez en los escritos. En la Torá está escrito:
“Porque el Eterno, D’s de
ustedes, Él es el Poder de todos los poderes y Señor de
señores, D’s grandioso,
poderoso y temible, que no muestra favoritismo ni acepta el soborno”
(Dvarim
10:17), y luego está escrito “Él aplica el juicio del
huérfano y de la viuda,
ama al prosélito para proveerle pan y vestido” (allí,
18). Fue repetido en los
profetas, como dice el versículo: “Así dice el alto y
excelso, que habita la
eternidad, y cuyo nombre es el Santo; yo habito en el lugar alto y
santo,
también con aquel que es de espíritu contrito y humilde,
para vivificar el espíritu
de los humildes y para vivificar el corazón de los contritos”
(Ishaya 57:15). Y
fue repetido en los escritos, en el versículo que dice: “Cantad
al Señor,
cantad alabanzas a Su nombre, ensalzad a aquel que cabalga sobre las
nubes, que
Yah es Su nombre y alegraos delante de Él” (Tehilim 68:5). Y
más adelante: “Padre
de los huérfanos y defensor de viudas es el Señor en Su
morada santa” (allí 6)
(según Meguila 31A).
Aprendemos
de ello que con
toda Su elevada majestuosidad por encima de todos los mundos, D’s es
humilde y
se preocupa de los pequeños desgraciados.
No hay
ningún pequeño detalle
de la vida de la persona que no esté ordenado según la
providencia Divina. Iyov
sufrió grandes suplicios y tenía duras críticas
para con D’s, y de todas formas
D’s se apiadó de él porque “no se juzga una persona en su
dolor” (Baba Batra
16B). Él arguyó que es tzadik (justo), y D’s –
como si así fuese – lo abandonó.
“Él, que me quiebra en la tormenta y multiplica sin razón
mis heridas” (Iyov
9:17). “En la tormenta… le dijo a D’s: D’s, ¿quizás
alguna tormenta Te confundió,
y Te has equivocado de Iyov?” (Baba Batra 16A). “Y le respondió
el Señor a Iyov
desde la tormenta” (Iyov 38:1), “le dijo, muchos pelos he creado en el
hombre,
y cada uno tiene su poro, no sea que dos pelos tengan una misma
raíz, porque si
así es oscurecen os ojos de la persona. No Me he confundido
ningún poro, ¿acaso
Me confundiré de Iyov?” (Baba Batra 16A). La persona tiene
cientos de miles de
pelos, y D’s se preocupa de cada pelo. “A veces todo el mundo no es
capaz de
manifestar Su honor, y a veces Él le habla a la persona de entre
los pelos de
su cabeza. Como nos enseñaron, ‘y le respondió el
Señor a Iyov desde la
tormenta (Iyov 38:1)… de entre los pelos de su cabeza” (Bereshit Rabah
4:2).
¿Y
en cuanto a los animales? ¿Y
cuál es la opinión de nuestro gran Rav, el Ramba”m al
respecto? De eso hablaremos
en otra oportunidad.
Meorot
HaShabat
El cometido
de esta sección es
familiarizar a los lectores con las pautas básicas del Shabat.
Cada uno
debe aconsejarse con la autoridad rabínica en su comunidad en
cuanto a los
detalles de las numerosas y a veces complejas halajot del Shabat,
y no
limitarse a lo escrito en esta sección.
Asuntos
laicos en Shabat
Lectura de
listas
Una persona
que tiene
invitados para alguna comida y preparó distintos platos, cuando
en viernes hizo
una lista de las personas invitadas y el menú que les
servirá, tiene prohibido
en Shabat leer de esa lista los nombres de los invitados o el
menú[1].
Encontramos
en los poskim
(sabios que determinan la halajá) dos razones para esa
prohibición:
1. No sea
que llegue a borrar –
se teme que cuando en Shabat vea que no tiene suficiente comida
para
todos los invitados, borrará varios nombres de invitados para
que no los llamen
a comer, o puede que llegue a borrar parte de las porciones del
menú[2].
2. No sea
que llegue a leer Shitrei
Ediotot – si estará permitido leer en Shabat la
lista, puede llegar
a leer también en Shitrei Ediotot en Shabat[3].
Por
ejemplo: Una persona que
tiene un festejo familiar en Shabat, y preparó gran
variedad de ensaladas
y otros platos para servir en la comida del Shabat, cuando el
viernes
hizo una lista de lo que servirá en cada comida del Shabat,
tiene
prohibido leer en Shabat de esa
lista los platos que debe servir en la comida[4].
Así
también cuando una persona
prepara una lista de los nombres de las personas importantes que desea
honrar
en el festejo [dándole una porción de la lectura de la Torá,
o algún
papel en el Brit Milá y similar], el anfitrión
tiene prohibido leer en Shabat
de esa lista. Y a pesar de que como fue aclarado anteriormente cuando
la lista
es necesaria para alguna mitzva no fue incluido en la
prohibición de Shitrei
Ediotot, de todas formas se teme que el anfitrión llegue a
borrar algún nombre
de la lista[5].
[1](Shuljan Aruj, Orej Jaim 307 inciso 12).
[2](Allí, Mishná Brurá, inciso 47).
[3](Allí, Shuljan Aruj y Mishná Brurá).
[4]Y véase Mishná Brurá (allí)
que los que acostumbran que el sirviente
que no es el anfitrión llama a los invitados leyendo una lista
en Shabat, si se
trata de una comida que es mitzva, se debe ser menos estricto, ya que
no cabe
temer que llegue a borrar en ese caso, ya que no es el anfitrión
y no tiene
permiso para borrar. Y según la razón de no sea que lea
Shitrei Ediotot tampoco
se lo debe prohibir, porque se trata de una comida que es mitzva y es
considerado
asuntos del Cielo que están permitidos en Shabat.
Y citó a Shaarei Tshuva para conciliar la costumbre que
incluso tratándose de una comida que no es mitzva el sirviente
llama a los
invitados según la lista que lee en Shabat, porque al sirviente
no le
prohibieron leer de la lista, no sea que se equivoque y ofenda a
alguien [como
ocurrió con Kamtza y Bar Kamtza y la destrucción del Beit
HaMikdash]. Y véase
más en Kaf HaJaim (inciso 89) en extensión.
[5]Pero una persona que no es el anfitrión se debe
ser menos estricto
[cuando es necesario para alguna mitzva], porque de momento que no
tiene
permiso para borrar no se teme que llegue a hacerlo (allí,
Mishná Brurá en
cuanto al sirviente de la comida. Véase Shaar HaTziun inciso 54).