Parashat Vaietze 12 de
Kislev
5784 No
1435
Por
mérito de Rajel
Rav
Azriel Ariel (reimpresión)
A lo largo de todo el libro Bereshit
(Génesis) nos acompañan
las disputas entre los hermanos. Comenzando con Kain y Evel, siguiendo
con
Itzjak e Ishmael, Iaacov y Esav, y terminando con Iosef y sus hermanos.
Parecería ser que esa es la naturaleza humana, y así es
el mundo. A veces se
llega a asesinato (Kain) o intento de asesinato (los hermanos de Iosef,
Esav, y
quizás también Ishmael). A veces se llega sólo a
echar alguno de ellos de la
casa (Ishmael, Iosef). Pero hay sólo un caso en todo el libro Bereshit - Rajel y Lea - en que el
antagonismo entre ellas justamente las llevó
a una construcción conjunta de un mismo hogar. En forma natural
y corriente,
semejante situación tendría que haber terminado con una
gran
"explosión": ¿Acaso nos podemos imaginar lo que siente
una muchacha
que espera siete años con ansía a su elegido, y
finalmente encuentra a su
hermana bajo la jupá
tomando su lugar, al que llegó a través de
artimañas?
El relato de Rajel fue
descubierto más de mil años más tarde, cuando fue
destruida Ierushalaim.
Nuestros sabios (al principio de Eija Raba, inciso 24) nos describen a
los
patriarcas de la nación suplicando misericordia por Am Israel frente a D's. El midrash nos relata en
cuanto a Avraham e
Itzjak, Iaacov y Moshé, cuando cada uno llora e implora frente a
D's. Avraham e
Itzjak mencionan su entrega total a D's, en el episodio del Sacrificio
de
Itzjak. Iaacov y Moshé hablan de su abnegación por la
cría y la educación del
pueblo. Pero su petición es denegada de inmediato: No alcanza
con todos sus méritos
para expiar el pecado del pueblo y redimirlo. Y entonces, relata el midrash:
"En ese momento se presentó
nuestra matriarca Rajel frente a D's, y le dijo: ¡Señor
del mundo! Tú sabes que
Iaacov, tu siervo, me amo profundamente, y trabajó por mí
para mi padre siete
años. Y cuando terminaron esos siete años y llegó
el momento de nuestro
casamiento, mi padre se propuso cambiarme por mi hermana. Y me fue muy
difícil
cuando supe de sus intenciones, y le conté a mi futuro esposo.
Convenimos
entonces una señal para que él pueda diferenciar entre
nosotras, y de esa forma
mi padre no logre cambiarnos. Pero después me arrepentí,
y me apiadé de mi
hermana que sería avergonzada. Por la noche nos trocaron, y yo
le enseñe a
mi hermana la señal que convenimos con mi futuro esposo para
que él piense
que se trata de mí. Y también me acosté bajo la
cama en la que él estaba
acostado con mi hermana, y cuando él le hablaba ella callaba y
yo respondía,
para que no reconozca su voz. Todo eso hice por ella, no la envidie
y no permití
que sea avergonzada".
Luego de su conmovedor relato, Rajel
le demanda a D's una exigencia difícil de comprender:
"Y si yo - criatura de carne
y hueso, polvo y cenizas - no envidié a mi competidora y no la
avergoncé, Tú,
Rey vivo y origen de la existencia, misericordioso, ¿por
qué envidias a los
otros dioses que no son auténticos, y has expulsado a mis hijos,
que parte de
ellos han sido asesinados a filo de espada y los restantes son
subyugados por
sus enemigos?"
Y efectivamente, "de
inmediato despertó
No es sencillo el argumento de Rajel.
¿Acaso por haber renunciado noblemente a ser la única
esposa de Iaacov debemos justificar
de alguna forma el culto a otros dioses? ¿Acaso D's debe
perpetuar el mal y la
maldad que él engendra sólo por las acciones de Rajel?
Hay dos respuestas, que son dos
niveles, uno sobre el otro. La primer respuesta, es que ese midrash - a pesar de que habla de la
destrucción del primer Beit
HaMikdash (El Templo) -
insinúa la destrucción del segundo. El primer Beit HaMikdash fue destruido por el culto a
otros dioses, el adulterio y el asesinato. El segundo - por el odio
gratuito.
El que odia - piensa que en el mundo hay lugar sólo para
él. El odiado - debe
ser apartado totalmente. La actitud de Rajel nos enseña que se
puede comportar
de otra forma. En el amplio mundo de Rajel hay lugar también
para su hermana;
no sólo en su mundo exterior, sino que también dentro de
su hogar íntimo.
Nuestra matriarca Rajel es la que concibió el cimiento moral que
nos permitirá redimirnos
de la catástrofe producida por el odio gratuito (así
escuché explicar a Ahubia
Tabankin).
El Mahara"l de Praga (Netzaj Israel, Cap. 34) - como es
su costumbre - revela un plano mucho más profundo, que nos hace
regresar a la
época de la destrucción del primer Beit HaMikdash. El mundo de
D's - que "es Uno y no hay Uno como él" - debería
ser un mundo unido, uniforme, sin contrastes, oposiciones ni
diferencias. Y en
efecto, así será en el futuro, "en aquel día" en
que "el Eterno
será Uno y su nombre Uno" (Zjaria 14:9). Pero el camino a ese
mundo ideal
pasa por un mundo donde hay dualismo, un mundo colmado de divergencias
mentales
y diferencia de opinión radicales. También
Lo que hizo Rajel por su hermana
Lea - es producto de esa concepción. Nuestro mundo actual, es un
mundo de
dualismo, un mundo de antagonismo. Un mundo como ese aún no es
capaz de aceptar
el yugo del Reinado del D's Único. Por ello, existe en él
también el culto a
otros dioses. Por ello, existe en él también el adulterio
- que altera la
unidad familiar - y el asesinato - que desbarata la unidad de la
sociedad
humana. La unidad y la plenitud llegarán, pero el camino que
conduce a ellas es
largo y prolongado, colmado de antagonismos, oposiciones y contrastes.
En esta
fase intermedia, no habrá plenitud de ninguna fracción
por separado. Son
necesarias todas las fuerzas: Todas las fuerzas positivas, e incluso
las
negativas. Todas son partícipes en el avance de ese proceso que
conduce a la anhelada
meta. Todas las fracciones tienen lugar en
"Así dice el Eterno: Reprime
tu voz del llanto, y tus ojos de lágrimas, porque será
premiada tu labor... hay
esperanza para tu porvenir, dice el Eterno, y volverán los hijos
a su tierra
propia" (Irmya 31:15-16).
Momento
de guerra
Rav
Shlomó Aviner
Por supuesto, nos lamentamos mucho
por los muchos muertos, por la destrucción de los Kibutzim (comunas),
y
nuestro corazón se encuentra con los secuestrados. Pero que D’s
no lo permita,
no debemos caer en la desesperación, en la depresión y
los pensamientos
negativos, debemos verlo todo con proporción. Estamos en guerra
ya hace 75 años.
Desde la Guerra de Independencia hasta hoy en día, con
éxitos y derrotas, con
defensa y muertos, con momentos de descanso y momentos de guerra
activa. La lucha
es por nuestra tierra, nuestro pueblo y nuestro país. Siempre
hay que tener
presente el milagro de nuestra existencia: Alrededor nuestro hay medio
millar
de árabes, que se alegrarán mucho con nuestro exterminio,
y dentro de nuestra
tierra otros millones. Y eso sin hablar de 6 millares de antisemitas en
el
mundo que desean nuestro infortunio, parte de ellos más
extremistas y parte de ellos
mas moderados. Por ello, por favor, no seamos ilusos pensando que no
habrá
guerras. Hubo guerras, y habrá guerras, para nosotros y para
nuestros hijos, y quizás
también para nuestros nietos.
No se debe ser pesimista: No se
puede comparar en absoluto entre el terrible Holocausto que pasamos
hace
ochenta años y lo que ocurre en nuestra tierra, también
después que nuestros
enemigos masacraron con crueldad cientos de habitantes linderos a la
Franja de
Gaza y los torturaron. No se acerca ni un poco a lo que vivimos en el
pasado. La
situación hoy en día es mucho mejor, en
comparación con la galut (el
exilio). Cada día debemos tener en cuenta el regreso a Tzion,
alegrarnos y
agradecer que tenemos un país, un ejército, y el
renacimiento de la tierra. Por
supuesto, no debemos atenuar lo que estamos pasando y debemos apenarnos
mucho
por las monstruosidades que sufrimos, pero no se acerca ni un poco a
nuestra
situación en la galut.
¿Cuánto tiempo llevará la guerra?
No sabemos, porque ya continua 75 años. El Ramba”m define que
hay una mitzva
de nombrar a un rey para que luche nuestras guerras (Ramba”m, Hiljot
Melajim
4:10), pero no menciona cuanto tiempo se continuarán las
guerras. Muchos se
preguntan: Hay problemas, ¿cómo es entonces que ustedes
llaman a esta época “el
comienzo de la gueulá (Redención)? Pero ellos no
saben que el comienzo de
la gueulá es definido como guerra (Meguila 17B). Antes
de las guerras,
hubo pogromos y no podíamos defendernos. Ahora, gracias a D’s,
podemos
defendernos. Las primeras horas de la mañana de Simjat
Torá en las que
las fieras humanas atacaron mujeres y niños y no había
quien salve son un
recuerdo para nosotros de la situación en la que estuvimos
durante dos mil años
en la galut. En la galut no llegaron fuerzas del
ejército más
tarde para exterminar a los enemigos. Por ello, debemos ver
también hoy en día el
tremendo milagro en el que nos encontramos todo el tiempo, y en base a
ello
fortalecernos con coraje y bravura.
Una oveja entre setenta lobos en
la galut (Ialkut Shimoni, Tehilim 35) fue mordida, hambreada y
atormentada en forma terrible – pero no murió. Ahora, ella es
fuerte y sana, y
sus problemas son muy pequeños en comparación con lo que
pasó. Pero siempre hay
que estar en guardia. El Ministro de Defensa de Suiza dijo una vez: Un
tercio
del presupuesto del país es dedicado a la seguridad, todo suizo
es reservista.
Le preguntaron: Ustedes son conocidos como un país neutral,
¿acaso no confían en
los austriacos, alemanes y franceses? Contestó: ¡No! Por
ello, en cada pueblo
hay ejercito y guerras, y no debemos espantarnos por ello. Esta
prohibido temer
en momentos de guerra, “no temas ni te amedrentes” (Ioshua 1:9). Eso se
refiere
a todos, ya que todo el pueblo es un mismo frente de batalla. Todo
ciudadano es
soldado, todo kilometro es frontera. Los soldados y los ciudadanos
tienen
prohibido temer, y está prohibido caer en la depresión en
momento de guerra.
Los pobladores de Aza no son un país, y Hamas no es un
ejército. Ellos son
despreciables terroristas, y no pueden apoderarse del país ni
conquistarlo. Su
meta es atemorizar, esa es la meta del terror, y por ello está
prohibido asustarse,
temer y debilitarse. Querido soldado, también si has visto
atrocidades, y tus
compañeros murieron, corre y arremete, no desesperes, no llores
ni te lamentes,
reten todos esos pensamientos hasta el final de la guerra.
Hablar de fallos y culpables ahora
nos debilita. No debemos ocuparnos de eso en absoluto, hasta que
terminemos la
lucha. Una gran regla: No hay una persona, o un gobierno o un ejercito
que no
haga errores. Hay que mirar todo junto: El Estado de Israel hizo mucho
más
cosas buenas que errores. No se debe en estos momentos criticar al
ejército, y
en general debemos armarnos de humildad en ese tema. ¿Cada uno
es un general,
cada uno es Comandante en Jefe? Veamos a ustedes, queridos
críticos, piloteando
ese avión solos.
D’s es el “Señor de las Guerras, hace
crecer la salvación”. Luego de toda guerra, surge
salvación, como explica el
Rav Kuk en su libro Orot (Orot HaMiljama 1). Y también
nosotros
expulsamos el mal del mundo. En la guerra, todos para uno y uno para
todos. Es
una frase correcta, a pesar de que su origen es de los Tres
Mosqueteros. La
unión del pueblo es nuestra fuerza vital. También si la
retaguardia no es parte
activa de la guerra, es parte espiritual de ella. También la
esposa del soldado
es parte de la guerra, con su fortalecimiento y aliento. Ya que
tratándose de
una guerra que es mitzva todos salen a luchar, también
la novia (Ramba”m,
Hiljot Melajim 7:4). Es extraño: ¿Acaso la novia sale a
luchar? Ella ayuda en la
retaguardia, también abasteciendo a los soldados (Radba”z,
allí), también alentando
y fortaleciendo a su esposo. Bienaventuradas sean las mujeres que
alientan a
sus esposos a prestar servicio de reservistas, y los colman de vigor y
fortaleza. Bienaventurados somos que estamos unidos y nos queremos, que
donamos
sangre en cantidades, esa es una expresión autentica de amor. No
debemos
prestar atención a las discusiones, que en los últimos
tiempos se desvanecieron
totalmente.
¿Cómo fortalecer en momentos de
guerra, cuando hay muchos cientos de muertos, a los parientes cercanos
y amigos?
Por supuesto, no sabemos por qué cayeron, y cuáles son
los cálculos del Cielo,
pero debemos saber: A toda persona le fue dictaminada la
duración de su vida.
El día en que murió, en la hora que murió, se
terminó la duración de su vida,
que fue determinada de antemano (Iebamot 50A). Si el sodado no hubiese
caído en
la guerra, hubiese muerto en otras circunstancias, exactamente en la
misma
hora. En la Gmará
(Suca 54B) cuentan que luego
de una visión profética el rey Shlomó quiso salvar
a sus escribas de la muerte,
Elijoref y Ajia Bnei Shisha, y los envió a Luz, con esperanzas
que allí no
mueran. Pero cuando llegaron, murieron. El Ángel de la Muerte
toma las almas en
el momento que corresponde, no importa donde ni cómo.
Ocurrió una vez que un
Rav de la ieshiva Jebron convenció a un muchacho de EE.
UU. que venga a
estudiar a la Tierra de Israel. El alumno llegó, y fue asesinado
en las
revueltas. El padre del muchacho le dijo al Rav: No te preocupes, yo te
lo
agradezco. Mi hijo tenia que morir en ese momento, así nos
ensenaron nuestros
sabios, y si no fuese asesinado santificando el Nombre de D’s en la
tierra, habría
sido asesinado por un gánster en Chicago. Por ello, gracias que
lo has traído a
la tierra. Todas mis posesiones las heredaré a la ieshiva.
Que seamos merecedores de fortalecernos por nuestro pueblo, con amor
por todos, en un solo corazón como una misma persona. Nosotros
agregaremos
valor y bravura, dentro nuestro. D’s está con nosotros, trae la gueulá,
y continuaremos edificando nuestra tierra.
Meorot
HaShabat
El
cometido de esta sección es familiarizar a los lectores con las
pautas básicas del
Shabat. Cada uno debe aconsejarse con la autoridad rabínica en
su comunidad en cuanto
a los detalles de las numerosas y a veces complejas halajot del Shabat,
y no limitarse
a lo escrito en esta sección.
El honrado del Shabat
Entregado de un obsequio en Shabat
La persona tiene prohibido entregarle un obsequio a
su compañero en Shabat,
poque la entrega de un regalo es semejante a la compra y la venta, ya
que toma
un objeto que se encuentra bajo su poder y lo hace pasar a poder de su
compañero[1].
Un regalo necesario en Shabat
Un regalo que le es
necesario al que lo recibe en Shabat está permitido
entregar[2]. Por lo tanto, está permitido
enviar a su compañero alimentos o bebidas que son necesarias
para el Shabat
de regalo[3]. Y también utensilios u
objetos que su compañero necesita para el Shabat
están permitido dárselos
de regalo, poque todo lo que es necesario para el Shabat no lo
prohibieron
nuestros sabios[4].
Un regalo para una mitzva
Así también está permitido
entregar un regalo a su compañero cuando es
para una mitzva[5].
Por ejemplo: Una persona que quiere cumplir la mitzva de las
cuatro
especies con el Lulav de su compañero en el primer Iom
Tov de la
fiesta de Sucot, necesita antes comprarlo de alguna forma para
que el Lulav
que su compañero le entrega sea considerado suyo y pueda cumplir
la mitzva
[ya que en el versículo está escrito[6] “y tomarán para ustedes” – que sea de ustedes[7]]. En ese caso está permitido entregárselo
de regalo en Iom Tov,
ya que es para cumplir una mitzva[8].
Así también el que le quedó en su posesión
un poco de Jametz
en vísperas de Pesaj que cae en Shabat puede
dárselo de regalo a
un gentil, porque esa entrega es para cumplir una mitzva – no
trasgredir
la prohibición de no poseer Jametz[9] - como fue mencionado anteriormente.
[1](Shuljan Aruj, Orej Jaim 306. Mishná Brurá
inciso 33. Kaf HaJaim
inciso 44).
[2](323 inciso 7. Mishná Brurá inciso 34. Kaf
HaJaim inciso 49. Y así
también Mishná Brurá 306 inciso 33).
Y véase Shuljan Aruj (527) en cuanto al que se olvidó
de hacer Eruv Tavshilin, que tiene prohibido cocinar en Iom Tov para
Shabat, y
la única solución es que entregue en regalo su harina y
su comida a otros que
hicieron Eruv Tavshilin, y ellos hornearan y cocinaran y le
darán de ello. Y
escribieron los poskim que les debe entregar los productos a los otros
con una
acción de elevado o arrastrado, pero no canjeando con un
pañuelo, poque es más
semejante a compra y venta, y a pesar de que es para una mitzva
está prohibido
(527, Mishná Brurá inciso 60. Kaf HaJaim inciso 117).
[3](Shuljan Aruj HaRav 306 inciso 15).
[4]Véase Shuljan Aruj (323 inciso 7) en cuanto a un
utensilio que no
fue sumergido en la mikve, que hay quienes permiten hacerlo en Shabat,
y hay
quienes lo prohíben. Y escribió el Shuljan Aruj que el
temeroso de D’s
entregará el utensilio en regalo a un gentil, y luego lo
tomará prestado de él,
y de esa forma no necesita sumergirlo en la mikve. Y escribió
Mishná Brurá (allí,
inciso 34) y Kaf HaJaim (inciso 49) que a pesar de que está
prohibido entregar un
regalo en Shabat, si es para utilizarlo en Shabat es considerado
necesario para
Shabat y no lo prohibieron nuestros sabios.
[5](306 Mishná Brurá inciso 33. Kaf HaJaim
inciso 44).
[6](Vaikra 23:40).
[7](658 inciso 3).
[8](Mordeji Beitza 247 676).
[9](444 inciso 4, Mishná Brurá inciso 16. Kaf
HaJaim inciso 33).