Parashat Ki Tisa 18 de
Adar Alef 5782 1347
El
Becerro
de Oro actual
Rav
Ziv Rave
El Pecado
del Becerro de Oro fue una gran crisis, de la que aprendemos
indicaciones
eternas muy importantes. Si analizamos cuál es el punto
álgido de ese pecado,
encontramos que no se trata de un acontecimiento particular, sino que
es un
pecado que vuelve a surgir en distintas variaciones en todas las
generaciones.
Pero debemos anteceder y definir exactamente qué no hubo y
qué no fue dañado en
ese pecado.
El
Pecado del Becerro de Oro no dañó en absoluto la Sgula
(esencia espiritual
intrínseca) de la nación de Israel. El alma de la
nación es una creación
Divina, que no cambia por las malas elecciones de las personas. El
nivel de cercanía
a D’s de la generación puede cambiar, pero no su naturaleza, que
nos fue
entregado por herencia espiritual del Cielo. También debemos
puntualizar que el
propósito de los que hicieron el becerro no era rendirle culto a
otro dios,
sino que crear un medio a través del cual pudiesen rendirle
culto a D’s, a
primera vista con buena intención. Así también no
fue un pecado de toda la
totalidad, sino que unas tres mil personas que fueron castigadas con la
muerte,
como es explicado en el libro “HaKuzari” (primera parte, incisos
92-97).
Según
ello, ¿cuál es entonces el severo punto álgido del
Pecado del Becerro de Oro?
Respuesta:
¡El cambio! ¡No se debe cambiar nada en el culto a D’s ni
apartarse del camino
que ordenó la Torá! Esa es la importante
enseñanza de esa caída para
todas las generaciones: “Porque en el culto al D’s no cabe la
suposición, ni el
razonamiento, ni la evaluación racional” (HaKuzari 1:99).
Lamentablemente, el Ietzer
HaRra (mal instinto) de ese tipo no se limita sólo en cuanto
a la aclaración
primera enseguida después de la Entrega de la Torá
como en el Pecado del
Becerro de Oro antiguo, sino que todavía se pasea y pervierte en
el mundo.
La
influencia Divina surge y actúa en la persona, el pueblo y el
mundo sólo cuando
se cumple la indicación exacta de D’s. No hay ninguna
posibilidad de llegar a
comprender cuál es la acción deseada por D’s, a no ser
que D’s mismo nos indique
los secretos de Su culto. Todo cambio daña. Toda
innovación humana, agregado o
disminuido en las mitzvot obstaculiza la abundancia de la kdushá
(santidad). Todo intento de rendirle culto a D’s de una forma que
Él no ordenó,
no sólo que no trae ninguna bendición sino que es una
maldición.
Es
cierto que la innovación es algo maravilloso en la ciencia, el
arte, el
desarrollo de la vida – pero no en cuanto a los órdenes
espirituales. En el
mundo espiritual le es exigido a la persona humildad, obediencia y
fidelidad
absoluta a la fuente Divina. Principios no aclarados como
innovación, nuevos
caminos, copiado y pasión espiritual que se basan en la
imaginación pagana, son
los que conducen al mundo a las más grandes devastaciones. El
culto a otros
dioses es un ejemplo tajante de ello. El culto a otros dioses se divide
en dos:
Hay un culto a otros dioses que adora criaturas como el sol, la luna, o
un
ídolo que fue creado por hombres. Ese culto a otros dioses se
basa en el error
humano y la innovación de un culto que incentiva la
expresión de bajas
pasiones. Pero hay otro tipo de culto a otros dioses, que a primera
vista es un
culto a D’s, pero de la forma que la persona no fue ordenada – un culto
que es
ajeno a D’s (véase Shu”t HaRadba”z 2:92). Las religiones
humanas, como el
cristianismo y el islam, se fundaron en ese principio, en un intento de
copiar
el judaísmo con agregados imaginarios. D’s nunca pidió
semejante culto, de la
misma forma que no pidió un Becerro de Oro. Hay sólo dos
religiones auténticas,
y la Torá nos ordena a ellas: El judaísmo y los
Siete Preceptos de los
Hijos de Noaj (véase Sefer HaIkarim, cuarta parte). Todos los
gentiles son
ordenados cumplir con los siete preceptos, y no fueron ordenados
agregar algo
por encima de ello, o inventarse otras religiones.
Los
reformistas y los conservadores también se dirigen al culto a
D’s en base al
raciocinio humano. En vez de aceptar la dirección Divina, traen
métodos humanos
para cambiarla según las necesidades de la época y
según la forma de pensar
occidental. La halajá y también el comentario de
la Torá, según
ellos, deben adecuarse a la realidad y los valores nuevos, comprender
en ellos
las dificultades y las flaquezas humanas y ser más flexibles.
Ese camino es un
baile entusiasmado y nuevo alrededor de un Becerro de Oro, y echa toda
la kdushá.
Dentro
de la nación, los intentos de cambios generan divisiones y
discusiones. Lo que
une a la nación de Israel es el cumplimiento de la Torá
sin cambio de lo
que dijo D’s, y de esa forma se vinculan todas las generaciones a una
sola
edificación. Las discusiones actuales en cuanto a cambios en las
pautas de las
conversiones, los casamientos, la kashrut, el recato y el
alquiler de matrices
no facilitan la vida como pretenden presentarlos, sino que la
dificultan. Así
también discusiones en cuanto a la entrega de partes de Eretz
Israel (la
Tierra de Israel) como si se tratase de oportunidades
históricas, inconsistencia
y cambio de valores, a pesar de los claros límites que
definió la Torá,
o discusiones en cuanto al feminismo como pauta para cambiar la halajá
y
similares, elevan un fuerte olor a Becerro de Oro. Por ejemplo, en el
campo de
la conversión. Según la halajá no se puede
convertir al judaísmo una
persona que no acepta el yugo de las mitzvot. Llegan personas
argumentando que hay judíos que no cuidan de las mitzvot,
y ¿qué haremos
con cientos de miles de gentiles que llegaron al país y se
encuentran mezclados
dentro nuestro? Y su conclusión es que debemos ser más
flexibles en la halajá,
comprendiendo, siendo abiertos y sensibles. Eso es volver al culto
según el
razonamiento humano, como en el Becerro de Oro. Conversión es un
tema espiritual
muy exacto, y es evidente que no puede recaer de una forma que la Torá
no ordenó.
En el
mundo material está claro que hay ordenes que no pueden ser
cambiados. Por
ello, no le permitirán a un médico de la piel hacer una
operación del cerebro,
o a un verdulero reparar un misil balístico según lo que
él entiende y le
parece. Así también en el mundo espiritual, hay ordenes
Divinos claros y
absolutos. La comprensión de la halajá le fue
entregada a los sabios. No
a los políticos que quieren cambiar el status quo y presentarse
como
populistas. No a los reformistas y los conservadores que no se ven a
sí mismos
obligados según la halajá. Ni tampoco a los
fallos del Bagat”z
(Suprema Corte de Justicia) que sus valores humanos como “derechos
humanos por
encima de todo” y su espíritu post modernista se encuentran muy
lejos de los
valores de la Torá.
El
arrepentimiento del Pecado del Becerro de Oro es el aceptado del yugo
del Cielo
y las mitzvot con fidelidad absoluta a la palabra de D’s. Y lo
principal
– sin cambios.
Dos
años de corona
Rav
Shlomó Aviner
Pregunta:
Ya pasaron dos años de
corona, muchas
personas ya están cansadas, fastidiadas, perdieron las
esperanzas…
Respuesta:
No hay que exagerar. Hay que ver
las
cosas con proporciones. No se lo puede comparar con la peste negra que
exterminó
un 30% de la población de Europa. La corona en nuestra tierra
mató en dos años
un 0.1%. Y es un tercio de los que mueren por cáncer. Por
supuesto, gracias a
la medicina moderna, por la gracia de D’s para con nosotros. Y eso sin
hablar
de las guerras, ni de los pogromos, ni del Holocausto. Un poco de
proporciones.
Pregunta:
Y a pesar de ello, hay personas
que
temen…
Respuesta:
Es cierto. Eso es un problema,
dijo
el filósofo Montaigne: Lo que más temo, es el temor. Por
supuesto, morir es
algo espantoso, pero no hay mucha diferencia de qué enfermedad
se muere.
Pregunta:
Pero no es solo eso.
También la
máscara, el distanciamiento social, las cuarentenas, los
encierros – molestan mucho.
Respuesta:
Máscara y distanciamiento
social son
realmente nimiedades. En cuanto a las cuarentenas y el encierro, se los
debe
utilizar en la medida adecuada. Son más problemáticos. Si
se continuarán por
largo tiempo la economía se arruinará, y también
habrá consecuencias duras en
cuanto al presupuesto de salud. La educación se
arruinará, y también eso
finalmente genera un daño de salud. También la
desocupación es un daño grande.
Pregunta:
¿Acaso estamos hablando
de un corto plazo?
Respuesta:
Nadie sabe lo que
ocurrirá. Hubo epidemias
que se continuaron decenas de años. No soy pesimista, soy
optimista realista.
Pregunta:
¿Pero por economía
y educación
pondremos en peligro personas?
Respuesta:
Ya dijimos que la crisis
económica
daña finalmente a la salud. Pero se habla de un peligro muy
pequeño, y como es
sabido según la halajá está permitido
ponerse en peligro un poco para
procurarse el sustento, como dice el versículo “ya que él
es pobre y arriesga
su vida por ello” (Dvarim 24:15), por ello se sube a un andamio o se
trepa a un
árbol para trabajar (Baba Metzia 100B). Y también por una
mitzva importante,
y por supuesto que la educación es una mitzva muy
importante.
Pregunta:
¿Cada día publican
en la prensa
cuántos se murieron?
Respuesta:
También por una sola
persona nuestro
corazón se parte. Pero, como hemos dicho, hay que juzgar las
cosas con perspectiva:
Cuál porcentaje murió, y cuál porcentaje se muere
por otras causas.
Pregunta:
¿Acaso la salud no es un
valor
elevado?
Respuesta:
No, la salud no es un valor sino
que
una necesidad. Y como toda necesidad, todo depende de para qué
es utilizada,
para ideales o vanidades. Por ello, no se le puede permitir a
preocupaciones de
salud dirigir toda nuestra vida nacional y particular.
Pregunta:
El abierto de los centros de
enseñanza
pone en peligro más a los adultos y ancianos que a los
niños. Se debe preguntar
la cuestión básica: ¿Qué es más
importante, niños o adultos?
Respuesta:
Ambos son importantes, muy
importantes. Si le preguntaremos a una madre: ¿Qué te es
más importante, tu
salud o la salud de tus hijos, tu vida o la vida de tus hijos? Sabemos
lo que
contestará. El amor materno hablará. Por supuesto, como
en todo tema se deben
tomar decisiones bien pensadas. Pero en general, no se debe asustar
sino que
acatar en forma precisa las indicaciones de los médicos y el
Ministerio de
Salud.
Pregunta:
¿Cómo si fuesen halajot?
Respuesta:
No como si fuesen, son halajot,
las halajot de “y curará”, de “cuiden de sus almas”, las
halajot
del Ramba”m (Hiljot Deot, cap. 4), las halajot de “no te
quedarás parado
frene a la sangre de tu prójimo”.
Pregunta:
Entonces, es muy severo e
importante.
Respuesta:
Por supuesto. Pero hay cosas
más
severas e importantes que debemos corregir en el país.
Pregunta:
¿En resumen?
Respuesta:
Valentía, amor y humildad.
Meorot
HaShabat
El cometido de esta sección es
familiarizar
a los lectores con las pautas básicas del Shabat. Cada
uno debe aconsejarse
con la autoridad rabínica en su comunidad en cuanto a los
detalles de las numerosas
y a veces complejas halajot del Shabat, y no limitarse
a lo escrito
en esta sección.
Muktze
Para su
uso
“Muktze MeJamat Gufo”
está prohibido moverlo en Shabat
también para ser utilizado en alguna forma permitida en Shabat[1].
Por ejemplo: Una puerta cuya cerradura se rompió, y la puerta se
cierra
y abre haciendo ruido, está prohibido tomar una piedra y
colocarla al lado de
la puerta para evitar que se mueva. Así también el que
quiere abrir nueces o
almendras en Shabat, está prohibido utilizar una piedra
para romperles
la cáscara, porque la piedra es Muktze MeJamat Gufo[2], como fue aclarado.
Para utilizar su lugar
“Muktze MeJamat Gufo” está
prohibido moverlo para utilizar el lugar
donde se encuentra, es decir, si necesita el lugar donde se encuentra
ese objeto,
y quiere quitarlo de allí[3].
Lo tomó por equivocación
Una persona que se equivocó, y en Shabat
tomó Muktze MeJamat Gufo,
por ejemplo si levantó monedas o una papa cruda o similar, hay
quienes
escribieron que de momento que el Muktze ya se encuentra en su
mano,
puede continuar andando con él, hasta que llegue al lugar donde
puede dejarlo
allí[4]. Y hay quienes escribieron que si un objeto
que es Muktze MeJamat Gufo ya se encuentra en su mano, no debe
continuar
andando con él, sino que debe tirarlo enseguida de su mano[5]
[y en cuanto a Kli SheMelajto
LeIsur que se equivocó y lo tomó en su mano,
será aclarado más adelante[6]].
Los Ajaronim determinaron
como la opinión de los que lo prohíben, y el que se
equivoca y levanta un objeto
que es Muktze MeJamat Gufo debe tirarlo enseguida, y no debe
andar con
él a donde desea colocarlo[7].
Pero si por ello perderá
dinero, por ejemplo si se encuentra en un lugar donde ese objeto se
perderá o
será robado, escribieron los poskim (sabios que
determinan la halajá)
que se puede fiar de las opiniones menos estrictas, y continuar andando
con el Muktze
en su mano hasta que llegue a algún lugar donde no se
perderá[8].
[1](Shuljan Aruj, Orej Jaim 308 inciso 7. Ram”a
citando a Mordeji).
[2](Allí, inciso 22).
Y a pesar de que fue
aclarado en cuanto a trozos de un utensilio que si son aptos para
algún uso
está permitido moverlos, eso es justamente cuando se trata de
trozos de un
utensilio, que ya eran considerados utensilios antes de haberse roto, y
por ello
siguen siendo considerados utensilios después de haberse roto.
Pero toda otra
cosa que no es considerado un utensilio, como piedras y similares, a
pesar de
que se los puede utilizar para tapar algo, no son considerados
utensilios por
ello, y está prohibido moverlos incluso para ser utilizados o
utilizar el lugar
donde se encuentran (Shuljan Aruj HaRav allí, inciso 32).
Y está permitido
utilizar Kli SheMelajto LeIsur como un martillo para romper
cáscaras de nueces
o similar, como será aclarado más adelante.
[3](Allí, inciso 7).
[4](Véase Ram”a 266 inciso 12 en cuanto si
se
olvidó el monedero en su bolsillo. Maguen Avraham allí,
inciso 19. 308, Mishná
Brurá inciso 7. Shuljan Aruj HaRav 308 inciso 13).
[5]Véase Mishná Brurá (308
inciso 13, y 266 inciso
35) citando al Gr”a que sólo cuando comenzó a moverlo
estando permitido, por
ejemplo Kli SheMelajto LeIsur para ser utilizado o para utilizar su
lugar,
puede continuar andando con él en su mano. Pero si
comenzó a moverlo cuando
estaba prohibido, debe dejarlo enseguida.
[6](Véase más adelante).
[7](308, Mishná Brurá allí,
que así resolvió Even
HaOzer, Derej Jaim y el resto de los Ajaronim. Biur Halajá 266
inciso 12,
comienza iajol lilej) y en Shuljan Aruj HaRav (308 inciso 13)
escribió “y hay
quien lo prohíbe tratándose de algo totalmente Muktze
[Muktze MeJamat Gufo], y
se debe tomar en cuenta su opinión” (fue citado por Kaf HaJaim
308 inciso 26).
[8]Y en Shuljan Aruj HaRav (allí)
escribió que se
debe tomar en cuenta la opinión de los que lo prohíben, a
no ser que se trate
de una situación en la que puede perder dinero. Y Mishná
Brurá (allí) escribió que
puede que incluso según la opinión del Gr”a citada
anteriormente, si se trata
de perdida de dinero estará permitido.