Parashat Bereshit 24 de Tishrei 5768
La Shmita
Rav
Shlomó
Aviner (Iturei
Ierushalaim 11, Pág. 6)
A primera
vista,
El año de Shmita,
es llamado "Shabat", el shabat de la tierra. Su papel,
es semejante al del shabat en relación con los
días de la semana: Ambos
son llamados "shabat para D's". El Rav Kuk explica que
"esta vida que llevamos, con su esencia práctica, nos esconde la
majestad
espiritual del alma Divina" (Prólogo a Shabat HaAretz). La vida
común nos
esconde el aspecto interior de la vida del hombre, y por ello es
necesario que haya
períodos de descanso, cuando se deja de hacer. La persona
trabaja durante toda
la semana, y finalmente cuando llega el shabat, puede
encontrarse
nuevamente con su alma, con D's. Todo lo que la persona desea alcanzar
y no lo
logra en los días de la semana – lo logra en shabat.
Todo lo que es
ocultado en los días seculares, se revela en shabat. El
descanso del
trajín cotidiano libera al alma de su prisión, y le
permite expresar su kdushá
(santidad) (Prólogo a Shabat HaAretz).
El mismo
principio básico se encuentra en
Por otro lado,
esa situación merma la sensibilidad moral de la vida. Cuando la
persona se
preocupa todo el tiempo de sus riquezas particulares, no le permite a
nadie ni
tocarlas, seguramente que el que le debe se siente mal, pero
también el que
demanda a su prójimo no se siente bien con ello. Su actitud
debilita toda su
conciencia de amor y hermandad. Por ello, es necesario que de vez en
cuando se
haga una pausa. No en todos los campos: Sólo en la agricultura y
en las deudas.
Es necesario que el fulgor Divino se exprese de vez en cuando con todo
su
brillo, y nadie haga sufrir a su prójimo. El comercio estimula
la codicia: En
el año de Shmita, la producción agrícola
es destinada sólo al consumo, y
no se la puede comercializar. El comercio es necesario en la vida, pero
no es
un ideal en si. En el comercio hay un afán de ganar más y
más dinero – que es
lo que corrompió el valor del trabajo. Los cristianos sostienen
que el trabajo
es una maldición, sobre todo el trabajo agrícola. Ellos
lo deducen de
versículos como "maldita será la tierra a causa de ti"
(Bereshit
3:17), y similares. Nosotros también nos percatamos de esos
versículos, pero no
está escrito que el trabajo en si es una maldición: El
hombre introdujo una
maldición en el trabajo, por el pecado. Por supuesto que un
trabajo monótono,
duro y mecánico, sin necesidad de ningún razonamiento, no
eleva a la persona,
ni lo hace realizarse, sino que lo arruina. Pero la culpa la tenemos
nosotros,
que edificamos un sistema de producción en base al afán
de ganar más dinero,
por la envidia. Cuando el hombre sea corregido desde el punto de vista
moral,
el orden de producción en la industria y el comercio
serán edificados según las
necesidades del hombre, y no según la codicia.
El pecado del hombre
hizo que "cuando trabajes la tierra, no te volverá a dar su
fuerza"
(Bereshit 4:12), y "espinos y cardos producirá para ti"
(Bereshit
3:17). Pero cuando nos elevemos desde el punto de vista espiritual,
también la
tierra se elevará. Cuando el hombre se libere del pecado, cuando
se libere de
la codicia, también la tierra se liberará de su
maldición.
En el futuro,
el trabajo de la tierra será como en el Gan Eden
(Paraíso). El Primer Hombre
trabajaba la tierra, como dice el versículo: "Y lo puso en el Gan
Eden,
para que lo trabajase y lo preservase" (Bereshit 2:15). Pero su labor
era
un trabajo de Gan Eden – un trabajo limpio y fácil. En
el futuro, así
será, cuando la tierra se libere de su maldición – porque
en esencia, no hay
nada malo en ello. El trabajar es un honor, como dicen nuestros sabios:
"Es grandioso el trabajo, que le da honor al trabajador" (Nedarim
49B). El problema del trabajo, es la enajenación que puede
producirle a la persona.
Cuando la persona trabaja en algo que es contrario a toda su
aspiración
interior, su naturaleza – el trabajo lo arruina.
Ese es un
futuro lejano, todo él amor y hermandad entre las criaturas. Un
futuro en el
que no se cuidará severamente la riqueza particular, sin
codicia, sin
enfermedades. La tierra entregará su bendición, y
será como un Gan Eden.
El año de Shmita, es un destello de ese futuro – como el
shabat
es un destello del mundo venidero (Shabat 57B).
Midreshet
Majón
Orá
Centro de estudios
de Torá para chicas en
español y portugués
Están todas
invitadas!!
Para mas detalles
llamar al : 052-4621830
o escribir a: anachman2@walla.com
, editorial@alumbrar.org
Para las
interesadas, hay dormitorios en el lugar
Deleitarse?
Rav
Shlomó
Aviner
Muchas
preguntas en el plano de la fe - generales y particulares, de la
generación
joven y de los adultos - surgen de un punto de partida equivocado,
relacionado
con una pregunta cardinal: Cuál es mi cometido en el mundo?.
Para qué fui
creado?. Cuál debe ser la meta de mi vida?.
Esa pregunta
existencial tiene dos respuestas:
Según la
cultura occidental, el mundo es un mundo de placer. Debo aumentar mi
placer –
en cantidad y calidad – e incluso inventar placeres y sensaciones
nuevos. Por
supuesto, una actitud semejante nos hace preguntarnos cuestionamientos
de fe
muy importantes. Por ejemplo: Por qué D's nos dificulta la vida,
con todo tipo
de mitzvot y prohibiciones?. Por qué hay personas que
son víctimas del
terror?. Por qué hubo un Holocausto?. Todo eso nos impide
disfrutar de la
vida!.
El Gaón
(genio del estudio de
Según la
cultura occidental – fiel descendiente de la cultura del placer Griega
y
Epicúrea – el criterio de toda norma, será el placer que
proporciona. Todo debe
ser placer: El rezo, tiene que estar condimentado con cantos y bailes.
El
estudio, debe contener algún componente sensorial, y toda mitzva
deberá
ser agradable. Pero nosotros, los discípulos de nuestro
patriarca Avraham, no
pensamos así. Nos vemos a nosotros mismos como siervos de D's.
"Tu siervo,
hijo de tu sierva" (Tehilim 116:16). No prohibimos el placer, porque
como
ya hemos dicho el que la persona se sienta bien es una condición
necesaria para
que pueda cumplir su tarea de la mejor forma posible. Pero no debemos
confundirnos entre la meta y el medio para alcanzarla. La meta, es
cumplir con
nuestra obligación, y el placer es un medio – y no al
revés, cuando el
cumplimiento de la mitva se transforma en un medio para
alcanzar el
placer. Según la concepción de la cultura occidental, una
mitzva que no
proporciona placer, seguramente será dejada de lado.
Como es
sabido, Rabí Iehudá HaLevi se opuso a intentar
encontrarle algún sentido a las mitzvot,
y nos enseña a cumplirlas con integridad. Pero, acaso su libro "HaKuzari"
no se encuentra colmado de explicaciones del sentido de las mitzvot?!.
Es que la diferencia, es muy simple: Si la persona se dice que busca el
sentido
de la mitzva, y si le parece correcto la cumplirá, pero
si no le parece
no – eso es a lo que Rabí Iehudá HaLevi se opone. Pero si
el punto de partida
es que la persona debe cumplir la mitzva de
D's con alegría, y también desea
profundizar su vínculo con ella, a través de alguna
explicación racional – es
muy bueno.
En el libro
"Zohar" se habla de la diferencia del Culto del Hijo, y el
Culto del Sirviente. A primera vista, el sirviente es mejor, porque
siempre
cumplirá las órdenes – mientras que el hijo puede
negarse, con todo tipo de
excusas. Pero no es así: También el hijo es un siervo,
disciplinado y fiel,
pero por encima de ello, su padre – que es también el rey – le
concede indagar
entre sus tesoros y revelar sus secretos – los secretos de las mitzvot.
Por ello,
debemos decir de una vez por todas: No somos partidarios del slogan de
la
publicidad de un refresco muy conocido, "enjoy now". No, dice el
Ramja"l (Rabí Moshé Jaim Luzato, autor del libro Mesilat
Iesharim),
nosotros disfrutaremos en el mundo venidero, y quizás un poco en
este mundo
también. Pero en un principio, estamos en este mundo para
cumplir con nuestra
obligación – y por supuesto, lo haremos también con
alegría.
No se trata de
un análisis puntual, de todo producto de la cultura occidental,
sino que del
ambiente general que reina en ella: La esclavización al placer.
Ese espíritu
grosero también penetra en el culto a D's, en lo más
profundo. El joven dirá:
"Me gusta la discoteca, y no soy anti-religioso en forma extrema. Si me
organizarán un rezo con discoteca, me alegraré de
participar de él". Si
así es, quédate con tu placer, querido joven, "enjoy
now"...
Puede que el
argumento que nuestro mundo es un mundo de obligaciones no le sea
agradable a
muchas personas, pero no por ello esconderemos la verdad. Por el
contrario,
enseñaremos – a nosotros mismos y a los demás –
cuán profundo y vasto, cuán
serio y lleno de vida, cuán feliz y realzante puede ser el
cumplimiento de la
obligación, hasta que toda
Departamento
ibero-americano
Majón Meir
abrió sus
puertas para alumnos ibero-americanos de habla hispana y
portugués, y te invita
a tener esta experiencia única de estudiar Torá en
su ambiente tan
especial en la ciudad de Ierushalaim.
El
programa - dirigido por el Rav Rafael Spangenthal - está
destinado para jóvenes
de diecisiete años en adelante que desean reforzar su identidad
judía por medio
del estudio de
Para más
información los
invitamos a llamarnos o escribirnos:
Director del
Departamento ibero-americano
Rav Rafael
Spangenthal
Tel.: 972-8-9285216
Cel: 972-52-4501467
E-mail: espanol@machonmeir.org.il,
editorial@alumbrar.org