Como
D’s manda
Rav Ioram
Eliahu (Beahava Ubeemuna No621)
Después de la disputa de
Koraj y su gente, D’s le
ordena a Moshé “en cuanto a los incensarios de aquellos
pecadores contra sus
mismas almas háganse de ellos láminas extendidas para
cubrir el altar, porque
los han presentado delante del Eterno, por tanto son santificados”
(Bamidvar
17:3). Es extraño: Por qué mérito se merecieron
esas 250 personas que se
encontraban junto con Koraj en su controversia, que sus incensarios
cubrirán el
altar kadosh (santo)?.
El Netzi”b (Rav Naftali Tzvi Iehudá Berlín)
de Voloshin explica que “mientras que Koraj, Datan y Aviram
tenían malas
intenciones, y todo su deseo era oponerse a Moshé y buscar ser
honrados, esos
250 hombres realmente eran grandes personas, en todos los detalles,
también en
su temor a D’s, y sabían que todo lo que dice D’s a
través de Moshé es
auténtico... y ellos sacrificaron su vida por el amor a D’s.
Sabían cuál es el
valor del sacerdocio, y también sabían que el sacrificio
del incienso vincula a
la persona con el amor a D’s, y por ello buscaron algún camino
para llegar a
rendirLe culto de esa forma, incluso si les costará la vida. Y
por ello son
llamados ‘pecadores contra sus mismas almas’, porque pretendieron
perder su
alma sólo para llegar a adquirir el nivel del amor a D’s y la
devoción – lo que
no era la voluntad de D’s” (HaAmek Davar).
De esa forma relaciona el Netzi”b esta Parashá
con el final de la Parashá
anterior, que habla de la mitzva del tzitzit. En ella,
figura dos
veces la obligación de recordar: “Al mirarlo os acordéis
de todos los
mandamientos del Eterno, y los cumplirás” (Bamidvar 15:39), “a
fin de que os
acordéis y cumpláis todos Mis mandamientos” (Bamidvar
15:40). Ese recuerdo
doble – que se expresa a través de los hilos blancos y celestes
– insinúa dos
tipos distintos de individuos en la nación: “Un tipo es la
persona que vive su
vida en forma común, como todos, se ocupa de procurarse su
sustento, etc. – y a
pesar de ello, tiene la obligación de cumplir las mitzvot
en su momento.
Y el segundo tipo, es la persona que se aparta y se aísla en su
amor por D’s:
También ella debe cumplir las mitzvot en su momento, y
no dejarlas de
lado persiguiendo su vínculo con D’s – D’s no lo permita!. Y a
eso se refirieron
nuestros sabios cuando dijeron ‘es más valioso el hospedar que
recibir a la Shjina
(manifestación de la Presencia Divina)’.
No fue su intención decir que el que
hospeda se encuentra en un nivel más alto que el que recibe a la Shjina:
Eso último
es muy grandioso, y la persona debe esforzarse por recibir a la Shjina,
por amar a
D’s y vincularse con Él. Pero cuando llegue el momento que
puedas cumplir la mitzva
de hospedar – la
Voluntad
de D’s es que dejes de lado esa labor, y te apresures a hospedar. Como
hizo
nuestro patriarca Avraham.
El hilo blanco del tzitzit insinúa lo que
debe ser recordado por el primer tipo de personas, que están
ocupadas con su
trabajo: Su actividad no le debe hacer olvidar el cumplimiento de las mitzvot
en su momento. Y en cuanto al segundo tipo – la persona que se
encuentra en un
elevado nivel espiritual y está ensimismada en su labor de amor
por D’s, cuya
vinculación con los elevados pensamientos es insinuada por el
hilo celeste - de
todas formas debe recordar cumplir la mitzva en su momento. ‘Y
no vayáis
tras las codicias de vuestros corazones’ (Bamidvar 15:39) – nos
explicaron
nuestros sabios, que no busquemos mitzvot o senderos nuevos de
culto a
D’s – que no están descritos en la Torá,
ni están incluidos en las 613 mitzvot”
(HaAmek Davar, al final de Shlaj).
El marco para lograr vincularse con D’s surca pura
y exclusivamente a través del cumplimiento de las mitzvot
y de las
reglas que nos ordenaron la
Torá
y nuestros sabios. “Porque la persona no puede llegar a lo Divino salvo
a
través de la orden Divina. Es decir, a través de las
obras que le ordena el D’s
mismo” (HaKuzari 1:98).
Marcharemos por el camino que nos fue marcado por la Torá,
y haremos sólo
lo que nos ordenó D’s – y de esa forma seremos merecedores de
vincularnos
auténticamente con D’s y con Su Torá.