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Rav Shlomó Aviner A dónde se dirige Israel?
Rav Shlomó Aviner
(Beahava Ubeemuna No613)

Bienaventurados somos, que fuimos merecedores de la independencia.
Qué es “ser independiete”?. Los superficiales dicen: "Es hacer lo que yo quiero". Según su forma de pensar, una persona que es adicta al cigarrillo, a las drogas o a su
Ietzer HaRrá (mal instinto) – es una persona libre, ya que eso es lo que él quiere hacer. Pero no es así - porque su voluntad no es libre. Él está esclavizado por su Ietzer HaRrá, que no es lo natural para la persona. Entonces, podemos decir que ser independiente es ser uno mismo, ser natural.
Así es tratándose de la persona individual, y también tratándose de la nación. Hemos vuelto a nuestra naturalidad: A nuestra tierra, a nuestro país, a nuestro ejército, a nuestra agricultura, a nuestro idioma, a nuestra independencia. Pero nuestra naturalidad no se limita sólo a eso – ya que fuimos creados como un Pueblo Sagrado, y fuimos destinados a ser “un reinado de sacerdotes y una nación santa”
(Shmot 19:5-6), y en el futuro llegaremos también a esa elevada naturalidad. Es sobreentendido que no se trata de un camino sencillo ni fácil, sino que un camino sembrado de muchas dificultades y crisis – que el libro “Orot” del Rav Kuk explica, a lo largo, a lo ancho y a lo profundo.
Eso no anula el valor de la naturalidad más básica
- economía y seguridad, estado y sociedad, reunión de los exilios y reconstrucción de la tierra – que es la base de la elevada naturalidad, de la misma forma que los buenos modales son la base de la Torá. Pero no podremos quedarnos en ese nivel, deberemos continuar avanzando, y avanzaremos. Así escribe el Rav Kuk: “Kneset Israel (el Alma Nacional del Pueblo de Israel) se dirige en dirección de su elevada liberación, en dirección a la liberación espiritual del yugo de los gentiles” (Orot 158).
Bienaventurados somos que fuimos merecedores de la liberación práctica del yugo de los gentiles en gran manera. Dijeron nuestros sabios: “Toda la diferencia entre este mundo y los Días del
Meshiaj (Mesias) – es la liberación del yugo de los gentiles” (Brajot 34B). Y así lo determinó el Ramba”m en su libro de halajá (Hiljot Melajim 12:2). En la galut (exilio) estamos subyugados por los gentiles, y ellos nos dictan qué hacer. Aquí, en nuestra tierra, somos libres y nosotros mismos decidimos. En ese sentido, los Días del Meshiaj comenzaron el 5 de Iyar del 5708 [cuando fue declarada la independencia. N. del T.].
Pero hay muchos niveles en lo que respecta a los Días del Meshiaj, y en la liberación del yugo de los gentiles (hasta ahora, nos encargamos principalmente de la liberación práctica de su yugo). Pero el proceso a través del cual Am Israel (el Pueblo de Israel) vive en su tierra, nos conduce a la liberación espiritual del yugo de los gentiles, la liberación del yugo de su cultura corrupta y de sus concepciones.
Marchamos “en dirección a la abolición de todo tipo de esclavización del espíritu, de todas las imaginaciones y concepciones de las naciones del mundo, que son todas ellas consecuencia de la ceguera humana, que sólo ve el mundo según su apariencia externa” (Orot 158). Todavía nos medimos a nosotros mismos según como los gentiles nos ven – es decir, un estado laico, como todos los demás. Así se ve a sí mismo el niño en forma natural: Se ve como el entorno lo ve, como el mundo externo le habla a él. “Lo que dice el niño, lo escuchó de su padre o de su madre” (Suca, al final). Después,
comienza a conocerse a sí mismo, es conciente de su ser. También Am Israel llegará a un nivel que se conocerá a sí mismo, y no se verá a sí mismo como lo ven los gentiles.
Y tampoco medirá su nacionalismo y su estado como lo miden los “tzadikim (justos) que no fienen fe”. Dice el versículo: “Quién desprecia el día de la pequeñez?” (Zjaria 4:10). Comentan en la Gmará (Sota 48B):  “Por qué los tzadikim no tendrán un lugar encumbrado en el futuro? [no se encontrarán en la cúspide, donde podrán influir y dirigir a la nación] – por su pequeñez, porque no tuvieron fe en D’s”. Comenta Rashi: “Pequeñez – fe pequeña”. Pero, cómo puede ser que sean tzadikim y al mismo tiempo no tengan fe?!. Se trata de tzadikim en lo que respecta a su sacrificio por el cumplimiento de la Torá y sus mitzvot – pero no creen que es D’s el que nos está haciendo todo lo que ocurre, para salvarnos de la galut y traernos a nuestra tierra. De momento que se trata de un “día de la pequeñez” – ellos se comportan como ciegos. “Saca al pueblo ciego que tiene ojos, y a los sordos que tienen oídos” (Ishaya 43:8). “Mas, quién es el ciego, si no Mi siervo?. Y quién es tan sordo, como MI mensajero que envío?. Quién es tan ciego como el que debe ser perfecto, y ciego como el siervo del Eterno?” (Ishaya 42:19). Esos “tzadikim que no fienen fe” miran al Estado de Israel y lo evalúan exactamente como los gentiles.
Dicen que cuando fue declarada la independencia un gran talmid jajam (erudito del estudio de la Torá) dijo: “Este estado, es un ricino” [comparándolo con el ricino del profeta Ionah, que “creció en una noche, y en una noche pereció” (Ionah 4:10). N. del T.]. De todas formas, se trata de un ricino muy interesante, que ya aguanta 59 años!. Pero la verdad es que también permanecerá por otros 60 años, y otros 60 años más - para toda la eternidad!. De este estado crecerá la gueulá (Redención) plena, del “reinado de sacerdotes y una nación santa”, que alumbrará a todo el mundo y elevará toda la existencia.
Cómo estamos tan seguros?. Porque reconocemos que dentro de la Nación de Israel mora una esencia espiritual intrínseca, porque miramos con una perspectiva amplia las acciones que D’s hace dentro de la nación misma, como dice el Rav Kuk: “La característica de la gueulá que llega delante nuestro, cuyos comienzos sentimos, es dentro de Kneset Israel” (Orot 37). Cuando eso no es tomado en cuenta, cuando falta “que nuestros ojos vean Tu retorno a Tzion” (rezo de Shmona Ezre), todo se vuelve falto y superficial. Y de esa forma, es muy comprensible la posición de los que no tienen fe - y también de los “tzadikim que no tienen fe”. Porque el punto álgido de la perspectiva plena, es el reconocimiento de qué es lo que se esconde tras los acontecimientos de nuestra época, “verdaderamente, Tú eres un D’s que Te encubres” (Ishaya 45:15). Y también del reconocimiento de lo que está creciendo y lo que nacerá en el futuro. Y a pesar que todo eso se encuentra sólo en su principio, es el comienzo del florecimiento de todo un proceso histórico, “Kneset Israel marcha en dirección a la abolición de todo tipo de esclavización del espíritu, de todas las imaginaciones y concepciones de las naciones del mundo, que son todas ellas consecuencia de la ceguera humana, que sólo ve el mundo según su apariencia externa”.
En EE.UU. hay un centro de estudios estratégicos que sostiene que el Estado de Israel podrá subsistir a lo sumo otros 20 años – cuando los Acuerdos de Oslo tienen como meta exterminarlo: Es un ricino!. Pero en contraste a los que “han afrentado las pisadas de Tu ungido” (Tehilim 89:52) – ya sea que lo afrentan utilizando el Nombre de D’s o sin utilizarlo – nosotros cumplimos “que nuestros ojos vean Tu retorno a Tzion”, tenemos la certeza que estamos presenciando un proceso Divino, en el que Kneset Israel marcha en dirección a su elevado y sagrado destino.