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Rav Shlomó Aviner No colmes la tierra de asesinos
Rav Shlomó Aviner
(Beahavá Ubeemuná No603)

Acaso debemos liberar terroristas “sin sangre en las manos” a cambio de nuestros queridos rehenes?. Dijeron nuestros sabios: “No se libera rehenes pagando un rescate exagerado, para la corrección del mundo” (Guitin 45A). Por qué?. En la Gmará se dan dos razones: A. Porque es una carga demasiado engorrosa para el público. B. Para que no secuestren más y más judíos.
Ambas razones deben ser aclaradas: Acaso para salvaguardar el dinero del público no rescataremos una persona que está sufriendo?!. Y acaso por la probabilidad que en el futuro haya algún peligro nos desentenderemos de un peligro palpable, en el presente?!. La respuesta
a ambas preguntas es la misma: Según la Torá, realmente debemos rescatar al que está sufriendo ahora, inclusive pagando toda suma que se exija, y no debemos tomar en cuenta el peligro futuro. Pero nuestros sabios instituyeron que no sean rescatados, para la corrección del mundo.
Nuestros sabios toman en cuenta las necesidades del público, y también toman en cuenta el futuro. Ellos miran la realidad desde un punto de vista amplio, toda la situación a lo largo del tiempo. No siempre es posible solucionar todos los problemas de una vez, y es necesario determinar un orden de prioridad – como aprendemos de la “Doctrina de Recursos Limitados”. Por ello, nuestros sabios determinaron en este caso que lo más importante no será el bien del individuo particular, sino que la corrección del mundo.
Por supuesto, en nuestra situación no se está hablando de dinero, sino que liberar terroristas, con el peligro que ellos vuelvan a asesinar. Ya que toda la diferencia entre un terrorista “con sangre en las manos” y un terrorista “sin sangre en las manos” - es arbitraria: Ese terrorista no ha ensuciado sus manos con sangre no por ser una persona delicada o por haberse arrepentido, sino que nuestras fuerzas de defensa, el ejército, la policía y el Servicio de Inteligencia han logrado detenerlo a tiempo. Y gracias a D’s, ellos lograron evitar muchos atentados – pero lamentablemente no todos. Por ello, también en esta situación se está hablando de una carga muy engorrosa para el público, cuando el país se llene de asesinos. Y también hay peligro que haya más secuestros, para liberar a todos los terroristas.
Acaso la conclusión cambiará si nuestros cautivos se encuentran en peligro?. Acaso cuando los rehenes se encuentran en peligro se los rescata pagando cualquier suma?. Los sabios que determinan la halajá discrepan, de acuerdo a las dos razones anteriormente citadas: Si la razón es por tratarse de una carga demasiado engorrosa para el público, puede ser que tratándose de peligro de muerte debemos rescatarlos. Pero si la razón es para que no secuestren más, por el contrario, no debemos doblegarnos y poner en peligro la vida de muchas personas porque una de ellas está en peligro! (ver Pitjei Tshuva, Shuljan Aruj, Ioreh Dea 252. Y Mahara”m Lublin).
Pero en nuestro caso, ambas razones nos conducen a la misma conclusión: Si nos doblegaremos y aceptaremos sus exigencias, continuarán secuestrando más y más personas, poniendo su vida en peligro para alcanzar su meta. Y será más engorroso para el público inmediatamente, porque el país se llenará de asesinos!.
Y no digas: “Confiamos en el ejército, la policía y el Servicio de Inteligencia que lograrán desbaratar todo atentado que intenten hacer los terroristas ‘sin sangre en las manos’ (que están sedientos de sangre en sus manos!)”. Porque si bien es cierto que nuestras fuerzas de seguridad se sacrifican y actúan con eficacia, aparte de que esas personas son asesinadas a veces, no siempre logran evitar los atentados. La experiencia demuestra que la gran mayoría de los terroristas que fueron liberados volvieron al círculo del terror. Esta es una corta lista de algunos ejemplos de atentados realizados en los últimos años por terroristas “sin sangre en las manos” que fueron liberados - y se apresuraron a mojar sus manos con sangre:
Penetración y disparo en el puesto militar “África”: 4 soldados muertos.
Atentado en “C-food-market”: 3 muertos.
Penetración y disparo en la Mejina Kdam Tzvait de Atzmona: 7 jóvenes muertos.
Atentado en el hotel “Park” de Natanya: 29 muertos, 155 heridos.
Explosión del ómnibus en el cruce “Meguido”: 17 muertos, 42 heridos.
Atentado suicida en el cruce “Um-El-Fajem”: Un policía muerto.
Explosión de un jeep, al lado de un ómnibus en el cruce “Carcur”: 14 muertos, 42 heridos.
Disparos en Kiriat Arba: 2 muertos.
Atentado suicida en Tzrifin: 8 soldados fueron asesinados.
Atentado suicida al lado del café “Hilel”, Ierushalaim: 7 muertos, muchos heridos.
Disparos en el asentamiento Noghot, en el Sur de Har Jebron: 2 muertos.
Atentado suicida en el café “Cafit”, Ierushalaim: 11 muertos, 30 heridos.

En total: 122 muertos y centenas de heridos – por la liberación de terroristas!. Por eso, podemos entender por qué las organizaciones de los heridos en atentados se oponen a la liberación de terroristas: Porque han sentido en carne propia lo que eso significa.
Pero debemos decir la verdad: Todo el tema de liberación de rehenes, habla de una situación de galut (exilio). Pero si tenemos un ejército – todo debe cambiar. Cuando Lot fue apresado, nuestro patriarca Avraham no negoció con los secuestradores, sino que salió a luchar contra los cuatro reyes y lo liberó (Bereshit, Cáp. 14). Cuando el rey de Arad en el Sur secuestró una sola sirvienta de Am Israel (el Pueblo de Israel), nuestro Rav Moshé salió a luchar para liberarla (Bamidvar, 21:1-3). Cuando Amalek secuestró las mujeres de Tziklag, el rey David salió a luchar para liberarlas (Shmuel Alef, Cáp. 36). Así es la regla en la guerra: Uno para todos, y todos para uno. Si bien no es un dicho del Talmud, es cierto. Sin eso, no hay guerra, no hay ejército, no hay estado!.
Por todo ello, no debemos doblegarnos por las presiones, debemos fortalecernos con vigor y valentía, y de esa forma también protegeremos a nuestro pueblo.