Un
duro trabajo
Rav
Shlomó
Aviner (Beahava Ubeemuna No597)
Y eso es sólo un ejemplo: En vez de agradecer con alegría
por la
comida que disfruto, me complico con toda una enciclopedia de
bendiciones –
hasta que ya no puedo sentir satisfacción. Ya no tengo ganas de
comer pan – por
la larga Birkat HaMazon que hay que recitar después de
haberlo comido.
Todo así!. Las halajot de shabat - son como un
laberinto sin salida: El que entre en Borer, Kosher y Metir,
no saldrá sano de allí!.
Perdón por el tono de mi pregunta, pero me han ahogado el
entusiasmo natural espontáneo frente a mi Creador!.
Respuesta: Todo depende del punto de partida - para
qué
nos encontramos en este mundo?. La respuesta se encuentra en el
libro “Sefer
HaGan” de Rabí Itzjak Ben Eliezer, uno de los sabios de la
zona de Ashkenaz
(en Europa) en los años 5500: “Fui creado sólo para ser
un sirviente del
Creador, bendito sea, con todo el corazón, como dice el
versículo ‘y Le
servirás con todo tu corazón’” (Sefer HaGan, Iom Rishon).
Este mundo es un
mundo donde se trabaja - y no un parque de entretenimientos. Su libro
se llama
“Sefer HaGan”, porque “todo el que se ocupa del Temor a D’s,
será
merecedor del Gan Eden
(Paraíso)”. Bienaventurados
somos que tenemos una tarea – y el resto, son vanidades.
Por ello “debe acostumbrarse a ser humilde y modesto...
y de esa forma llegará a la sumisión” (allí). Y
quién puede compararse al rey
David, que con toda su grandeza dijo: “Mas yo soy un gusano, y no un
hombre”
(Tehilim 22:7)?. No debemos ser holgazanes - debemos ser diligentes en
nuestra
labor.
La regla es: “Oigamos, pues, la conclusión de todo el asunto” –
después de haberlo estudiado todo, después de haber
analizado todo, “teme a D’s
y guarda Sus mandamientos, pues ese es el deber humano” (Kohelet 12:13).
Tu anhelo de una agradable alegría en el Culto a D’s es algo muy
auténtico - pero se necesita ser humilde y reconocer que
aún no hemos llegado a
ese nivel, el camino es largo. El Ramja”l (Rabí Moshé
Jaim Luzato) comienza a
hablar de la dulzura del Culto a D’s sólo en el capítulo
19 de su libro “Mesilat
Iesharim”: Sólo en ese nivel se empieza a sentir un poco de
“aroma” de Gan
Eden. Por supuesto, eso no quiere decir que siempre estaremos
tristes: Nos
alegramos rindiéndole culto a D’s, como dice el Ramba”m “la
alegría que siente
la persona cuando cumple la mitzva y ama al D’s que la
ordenó, es un
culto elevado a D’s” (Hiljot Suca y Lulav, al final).
Es un duro trabajo, y al mismo tiempo es una tarea que nos alegra,
como dice allí el comentarista Maguid Mishné: “No
es correcto que la
persona cumpla las mitzvot porque son su obligación – y
no tiene más
remedio que cumplirlas – sino que debe alegrarse con su cumplimiento. Y
hará lo
bueno porque es bueno. Y elegirá hacer lo auténtico,
porque es cierto. Y de esa
forma todo el esfuerzo en su cumplimiento le será
fácil, y comprenderá
que para eso fue creado, para servir a su Creador. Y cuando cumple con
su
papel, se alegra mucho”.
Por supuesto, la condición previa es tener fe en D’s y amarlo.
Cuanto más se ama a D’s, más alegría se siente en
el cumplimiento de Sus mitzvot:
“Cuánto amo Tu Torá” – cuánto amo Tus mitzvot.
Incluso si es
difícil. En general, todo lo valioso es difícil, y es
adquirido con anhelo y
con labor. Cuando se desea algo, se está dispuesto a trabajar
por ello con
alegría. Estudiar Torá – con deseo y
alegría. Eretz Israel (
Cuanto más se ama a D’s, más se aman sus mitzvot,
como dice Rabí Iehudá HaLevi: Me cuesta despedirme de Ti,
porque amo el fruto
de Tu religión.
También en el ejército, se participa con
deseo y alegría. Como un oficial de infantería, que sale
a combatir con
alegría: “Como un valeroso oficial en el ejército, que
siempre elige el frente
donde se encuentra la lucha más difícil, para mostrar su
vigor venciéndola”
(Mesilat Iesharim, Cáp. 19).
Bienaventurados somos.