Hertzel
– un emisario Divino?
Rav
Shlomó
Aviner (Beahava Ubeemuna No596)
Pregunta: Hertzel era un emisario Divino?!. Él era jiloni
(secular)!. Y lo que es peor, todos sus hijos se convirtieron al
cristianismo!.
Él mismo planeo convertirse, e ideó un plan para que
todos se conviertan al
cristianismo a través del Papa!.
Respuesta: No es cierto que todos sus hijos se
convirtieron
al cristianismo. Pero es cierto que su vida particular fue muy
trágica: Su hija
mayor murió por una sobredosis de droga. Su hijo
enloqueció, y realmente se
hizo cristiano. Más tarde, regresó al Beit HaKneset
(Sinagoga) – pero no
era una persona responsable de sus actos. Su hija más
pequeña murió en un campo
de concentración, y el hijo que ella tuvo se suicido a la edad
de 25 años.
Hertzel mismo murió de una enfermedad cardiaca, por haberse
esforzado tanto. El
médico lo advirtió: “Si continuas así, empieza a
llamar a los enterradores!”.
Pero él continuó sacrificándose.
Hertzel nunca planeó convertirse al cristianismo. Él
describe en
su diario períodos difíciles de búsqueda y crisis
por su terrible dolor por el
Problema Judío. Con gran sinceridad, él ya escribe en la
primera página: “Hay
quizás momentos en los que estaría contento de escaparme
- al cristianismo o a
cualquier otro lado”. Y agrega de inmediato: “Pero esas eran
sólo aspiraciones
brumosas, producto de la debilidad de la juventud. Yo puedo jurar que
nunca
pensé seriamente convertirme al cristianismo o cambiar mi
nombre. Respecto a
ese último punto, puedo atestiguar un episodio concreto al
principio de mi
carrera como escritor: Traje un manuscrito al diario, y el editor me
propuso
elegir un seudónimo de escritor, con una connotación
menos judía. Yo me negué
rotundamente, y le hice saber con firmeza que continuaré con el
nombre de mi
padre, incluso si por ello se negarán a imprimir mi
artículo” (Diario, año
5655). Gracias a D’s, incluso en los 49 portones de impureza de Egipto,
los
hijos de Am Israel (el Pueblo de
Israel) no cambiaron sus nombres.
En esa época Hertzel estaba muy preocupado por el antisemitismo,
y
más tarde vivía muy angustiado por miedo de un
holocausto, y dio rienda suelta a su imaginación para encontrar
alguna solución.
Cada idea era más fantástica que la anterior. Entre
otras, en el año 5653
acariciaba la idea de tener una audiencia con el Papa y convencerlo que
se
encuentre entre los dirigentes de la lucha contra el antisemitismo – y
a
cambio, recibiría una conversión al cristianismo
colectiva de los judíos de Viena.
Por supuesto, él mismo no estaría incluido en ese grupo,
ni tampoco los judíos
fieles a la fe de sus padres: “Yo, permaneceré judío”.
Sólo hablaba de los
jóvenes "que debemos transformarlos en buenos cristianos, antes
que se
cristianicen en secreto cuando sean mayores", por miedo y flaqueza. El
acto sería a plena luz del Sol, en forma decorosa, frente a un
gran público. Y
como un buen escritor dramático, lo describe con todos sus
detalles.
Pero debemos saber que Hertzel nunca intentó llevar a la
práctica
esa idea, y de no ser por su diario personal, ni siquiera
hubiésemos sabido que
pensó algo así. Pero Hertzel -
con su rectitud - consideró que no es
correcto esconder incluso una idea disparatada como esa, que menciona
en unas
pocas líneas al principio de su diario (ver el libro nuevo del
investigador Dr.
Itzjak Vais, que será traducido al hebreo prontamente).
No es correcto juzgar a una persona por un párrafo desconectado
de
su contexto – entre miles de párrafos que hay allí – que
escribió al principio
de su trayecto, cuando era como un pequeño niño que se
crió entre los gentiles
sin conocimientos judíos, confundido, cuando estaba
profundamente apenado por
el sufrimiento de la
Nación
de Israel (ver Baba Metzia 58). Es más: Está prohibido
recordarle a una persona
sus malas ideas, después que se arrepintió de ello – ya
que a lo largo de todo
el resto de su vida no encontramos ni una pequeña
insinuación respecto a un
plan o idea en ese sentido. Y es una humillación, que
está prohibida por la
Torá (Baba Metzia
58). También él mismo no lo encubrió, sino que lo
contó - con gran humildad.
Pero todo eso no está relacionado con la pregunta en sí,
porque
nadie le dirá a D’s a quién elegir como Su emisario: D’s
puede elegir un judío
o un gentil, un judío tzadik (justo) o también un
judío malvado.
D’s trajo la salvación para Am Israel a través de
Koresh –
que era un rey gentil idólatra!: “Así dice el Eterno a Su
ungido, a Koresh”
(Ishaya 45:1) – por supuesto, él no era el Meshiaj
(Mesías), pero había
en él cierto destello del Meshiaj. “El resplandor del Meshiaj
fulguró escondido” (Maamarei HaReayá 171. Y ver
también allí 250, 251, 304,
308). Pero finalmente él se pervirtió (Rosh
HaShaná 3B, 4A).
También en forma similar Hertzel, “que enarboló el
estandarte del
renacimiento de la nación” (Iguerot HaReayá Alef,
Pág. 335), que “con su
espíritu levantó el pabellón de la nación”
(Iguerot HaReayá Alef, Pág. 336)
poseía cierto destello del Meshiaj (Maamarei
HaReayá 94-99).
No debemos decidir por D’s cómo debe salvar a Sus hijos. Son
acontecimientos que no sabremos cómo ocurrirán, hasta que
sucedan (Ramba”m,
Hiljot Melajim 12:2), y no podemos decidir de antemano cómo se
verá el salvador
(ver comentario HaAmek Davar del Netzi"b, Shmot 4:1). Debemos
alegrarnos y
agradecer a D’s por todas las bondades que nos ha hecho.